Fuera Mascaras - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

27 may 2019

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Fuera Mascaras

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.
Relacionado con ASALTO AL CLUB FIGHT TWO y EL LADO OSCURO DEL DECANO.
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   En anteriores relatos ha aparecido una misteriosa enmascarada que ha atacado a diferentes personas. Primero asaltó el Club Fight Two, donde robó  un dinero que el gerente habĆ­a obtenido explotando una rivalidad entre dos luchadores, el dinero terminó ayudando a gente necesitada; Luego se da el ataque en casa de una pareja gay, siendo uno de ellos el anterior criminal conocido como ā€œTrumpā€, al parecer la enmascarada querĆ­a hacerle pagar por sus acciones delictivas; Y finalmente la agresión al decano PĆ©rez Ayola, quien debió renunciar a su puesto en la universidad para evitar ser expuesto pĆŗblicamente en conductas indecentes.

   Esta enmascarada se ha mostrado conocedora de artes marciales, y utiliza equipo de vigilancia y armas elĆ©ctricas, ahora sabremos su identidad.
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   El detective Armando DĆ­az, luego de una ardua investigación tiene por fin una sospechosa. Una foto mejorada por expertos le da a la posible culpable.

   Gracias a la foto, se avanza en su identificación, el ingreso al club de lucha erótica, ayuda a identificarla, pues todos lo que entran aparecen en cĆ”mara, y en la boleterĆ­a debĆ­a presentar su nĆŗmero de documento de identidad. AsĆ­ en poco tiempo ya tiene la identidad plena.

   Se trata de una estudiante universitaria, llamada Verónica Arango, de 18 aƱos,  en su historial no hay antecedentes penales, y su familia tiene cierta influencia en la sociedad, no hay nada que indique que se trate de una ladrona o una persona peligrosa… No encaja con el perfil de la enmascarada ladrona, una mujer que sabe de combate cuerpo a cuerpo.
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   DĆ­az estĆ” seguro de que es ella, Pero la falta de pruebas sólidas, impide alguna detención.

   DĆ­az decide enviar a su casa y a la universidad,  policĆ­as encubiertos y hacerle seguimiento a Verónica, por dos dĆ­as se recopila información, Armando mismo va como civil a la universidad, y comprueba una de sus teorĆ­as…Verónica usa lentes pero la enmascarada no,  mĆ”s las pistas le decĆ­an que durante el asalto al club erótico, la criminal dio seƱas de tener mala vista cercana, al abrir la caja fuerte falló al digitar la clave, y al imprimir información lo hizo con letra muy grande… Eso concuerda con una mujer que usa lentes para ver de cerca, pero como ladrona no los lleva puestos.

   Por la noche se produce un suceso crucial en la investigación, eran la 1 am, cuando de la casa de Verónica aparece la joven, llevando un pequeƱo bolso, los policĆ­as que hacĆ­an vigilancia de inmediato la siguen y avisan al detective DĆ­az.

   Wilson Salazar es el lĆ­der del grupo de seguimiento, junto a Ć©l estĆ”n los oficiales RodrĆ­guez y YƔƱez;  Aquella noche siguen a la sospechosa quien toma un taxi… finalmente el vehĆ­culo la deja en cierto lugar y la joven se detiene en un callejón oscuro, a distancia, se percatan que observa una casa, y mira en su celular algo con insistencia… siendo los oficiales expertos en seguimiento e inteligencia, deducen que la universitaria estĆ” vigilando aquella casa, quien sabe con quĆ© objetivos. 

   Se comunican con Armando DĆ­az y este da órdenes de aprehenderla.

   A Ćŗltimo momento la universitaria actĆŗa, al ojo de los oficiales queda grabado cuando ella se coloca la mĆ”scara y avanza hacĆ­a la casa vigilada.

   ā€œListo!, va a atacar, detengĆ”mosla!ā€. Expresó Salazar a sus compaƱeros, en la oscuridad no valĆ­an grabaciones, pero ellos eran testigos visuales de como aquella chica estaba en el callejón, y de repente emergĆ­a la enmascarada…
... Los policĆ­as de civil se fueron aproximando fuera  de  la vista de la joven, tendiĆ©ndole una emboscada. Pero repentinamente la enmascarada se detuvo en la entrada, parecĆ­a sacar alguna llave, pero volteó a un lado y otro, fue entonces cuando comenzó a correr.

   ā€œNos vio!, tras ella!ā€. Salazar daba órdenes… el factor sorpresa se habĆ­a esfumado y ahora era una persecución.

   La enmascarada era veloz y Ć”gil, en un callejón, RodrĆ­guez logró alcanzarla, con el arma desenfundada le ordenó detenerse, pero la joven en un movimiento demasiado hĆ”bil se ladeó y con una fugaz patada le desarmó, la pistola se perdió en lo oscuro del callejón y los contendientes se vieron frente a frente.

   La enmascarada le atacó, defendiĆ©ndose con dificultad el policĆ­a, la chica sabĆ­a pelear, no tardó en atacarle la cara con un puƱo frontal…

   Pero como era posible!- Se preguntaba RodrĆ­guez que no entendĆ­a como le golpeo con la guardia alta…era muy hĆ”bil de mujer.
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   Tras el golpe, un segundo impacto en el costado, le ablandó mĆ”s, y finalmente un rodillazo femenino ingresaba en su entrepierna.

   ā€œAAAAaaahhhh!ā€. Exclamó el policĆ­a al sentir el contundente golpe a sus pelotas. Con el rostro arrugado recibió un puƱo y cayó de espaldas, la enmascarada desaparecĆ­a.

   RodrĆ­guez con las venas de la garganta hinchadas del dolor, trataba de soportar el sufrimiento gonadal.

   Auxiliaron a RodrĆ­guez  y se dio el reporte, El detective DĆ­az se desplazó al lugar y dictó que se vigilara la casa de Verónica, pero nunca llegó a ella.
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   En otra parte de la ciudad, tocaban a la puerta de la casa de Miguel… nadie respondĆ­a, unas piedritas a la ventana del durmiente y este despertaba.

   ā€œPero quien se atreve a molestar mi sagrado sueƱo!ā€. Una nueva piedrita y al asomarse ve a su novia.

   ā€œVerónica!, Que rayos!, que haces aquĆ­?ā€. El joven se sorprendió al ver a su novia a las 2:30 am, en su ventana.

   ā€œEstas bien?ā€.

   ā€œEstoy bienā€.

   ā€œPorque vienes a esta hora… y donde estĆ”n tus lentes?ā€. Verónica entró por la ventana y se sentó en cama de novio, dejando su bolso a un lado.

   ā€œNo puedo responder a eso, tal vez salĆ­ a trotar en la noche por la falta de sueƱo y me dirigĆ­ acĆ”, pero recalco que no sĆ© cómo lleguĆ©ā€.

   ā€œMe preocupa esoā€. 

   Miguel tenĆ­a preocupaciones con respecto a su novia desde hace semanas, esa falta de sueƱo ya habĆ­a pasado de castaƱo a oscuro, y con lo de hoy, era necesario hacer algo, convenció anteriormente a Verónica de ir al mĆ©dico, pero se habĆ­a dilatado el asunto; Ahora le dejó claro que maƱana mismo irĆ­an al doctor, La cientĆ­fica aceptó… Y se fueron a dormir.

   Mientras tanto Armando DĆ­az tocaba en la casa que la enmascarada vigilaba, alguien con cabellos alborotados abrió.
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   La habitante era Rebeca Artigas (Relato EL DESDOBLAMIENTO ASTRAL…)

   Armando pasa a su casa y le informa que una persona estaba merodeando, y tal vez pretendĆ­a entrar a robar.
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   ā€œPero no le veo sentido, no tengo cosas de valorā€. Rebeca no dejaba de analizar al oficial, mientras Ć©ste, junto a otros policĆ­as parecĆ­an turbados viendo el interior de la casa… Velas, calaveras, muƱecos vudĆŗ, afiches de ocultismo, telaraƱa a mas no poder, y en la mesa un libro con sĆ­mbolos diabólicos.

   ā€œPuedo preguntar a que se dedica usted?ā€.

   ā€œEstudio Arquitectura en la universidad, pero tambiĆ©n me gusta los temas ocultistas… como podrĆ” observar, le interesa que lea su mano?ā€.
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   ā€œNO se preocupe… espere!ā€. Rebeca le tomó la mano y sin resistencia por parte del detective comenzó a analizarla.

   ā€œUhmm , ya veo, sĆ­, claro, usted ha tenido muchos problemas en su corta carrera como policĆ­a, veo repetidos traumas en zonas muy privadas para ustedā€.

   ā€œPero que dice?!!ā€. Armando se alarmó.

   ā€œEs la verdad, no puedo equivocarme, esta lĆ­nea de la mano registra el estado de su cuerpo, y su Ć”rea genital ha sido bastante maltratada en su vidaā€.

   El detective tragó saliva ante lo que exponĆ­a la ā€œbrujaā€.

   ā€œPero ha tenido suerte, tales males no le han afectado para nada, es un hombre con buena saludā€.

   ā€œGracias, pero dĆ­game algoā€¦ā€.

   Fue interrumpido por un oficial quien descubrió algo… HabĆ­a una cĆ”mara escondida en la casa, Armando dedujo de inmediato que la enmascarada vigilaba a su futura victima… eso era lo que veĆ­a en su telĆ©fono… un video del interior, de seguro esperando el momento ideal para ingresar.

   Armando le mostro la foto de Verónica a Rebeca: ā€œConoce a esta mujer?ā€.

   ā€œSi!, es la novia de mi Ex pareja Miguelā€. La información podĆ­a develar el motivo de la intrusión.

   ā€œTienes algĆŗn problema con ella?, algĆŗn rencor por sus asuntos de pareja con tu Exā€.

   Rebeca negó todo, pero recordó lo dicho a la cientĆ­fica antes.

   ā€œHace un tiempo leĆ­ su fortuna y observĆ© una aura oscura a su alrededor, no me extraƱa que tenga problemas de todo tipoā€.

   Armando se quedó viendo a la entrevistada, como diciendo –Que demonios le pasa a esta loca!-

   ā€œSabe usted donde se encuentra ahora?ā€.

   ā€œPues si no estĆ” en su casa, estĆ” en casa de Miguel, son novios y mantienen relaciones sexuales allĆ­ā€. En su viaje astral Rebeca se habĆ­a cerciorado de que Verónica convivĆ­a en ocasiones con Miguel.

   ā€œDeme la dirección de su ex novio, seƱoritaā€¦ā€.

   ā€œPuedo llamarlo?, temo este en problemas con esa Cientifi-loca teniendo  asuntos con la leyā€.

   ā€œNO, puede alertar a su pareja, aun sin querer; Iremos allĆ”, Usted no se preocupe,  dejaremos a un oficial en su puerta, asĆ­ estarĆ” a salvo hasta que esa delincuente sea aprehendidaā€.

   Y asĆ­ los oficiales dejaban la casa de Rebeca, tomando rumbo a su nuevo destino y posible escondite de la enmascarada… La casa de Miguel.

   En el camino mĆ”s de uno comento: ā€œEsa chica si es rara, viste su casa?ā€.

   ā€œLa casa de una bruja!… bueno, cada quien es libre de vivir donde quiera no?ā€. Le contestaba otro.

   ā€œPara mi deberĆ­a vivir en un Sanatorio mental!ā€.

   Gracias a lo dicho por Rebeca, las fuerzas de agentes se movilizaron y pusieron cerco a casa de Miguel, se sabĆ­a que podrĆ­a estar  solo, y decidieron esperar el pronto amanecer, cerca de las 7 Am, hubo novedad.

   Verónica salĆ­a de la casa de Miguel, rumbo a su casa y luego pensaba ir a la Universidad. Tras ella iba Salazar, la cientĆ­fica notó que la seguĆ­an, y volteó encarando a un hombre armado.

   ā€œPorque me sigues?, eres un desesperado delincuente, mira que no tengo dinero y cualquier robo en este lugar serĆ­a un grave error estratĆ©gicoā€.

   ā€œVen conmigoā€. Sentenció Salazar, mientras otros 2 hombres armados se le acercaron, eran jóvenes y a la cientĆ­fica le pareció verlos en el campus, ahora que lo pensaba los vio repetidamente  el dĆ­a de ayer.

   ā€œAlto ahĆ­ seƱoritaā€. Salazar aumentó el tono de voz.

   ā€œQue desean?ā€. La joven observó como uno sacaba unas esposas del bolsillo.

   ā€œPolicĆ­a, oficiales Salazar, RodrĆ­guez y YƔƱez, dese por detenidaā€. Estupefacta Verónica no reaccionaba, fue extraƱo para los oficiales, quienes esperaban cierta resistencia, ademĆ”s la expresión en el rostro de la cientĆ­fica no daba lugar a dudas… ella no resistirĆ­a. Cuando uno la tomó de una mano y trato de esposarla, ella retrocedió logrando que el dĆŗo se mostrase mĆ”s agresivo… se dio un forcejeó, Verónica perdió su bolso, y el varón aplicó mĆ”s fuerza llevĆ”ndole las manos atrĆ”s, logrando esposarla… Con la mujer sometida, las armas fueron guardadas.

   ā€œDĆ©jenla!!!!ā€. Gritaba Miguel, el novio de Verónica quien aparecĆ­a en escena, sin mĆ”s, descargó un puƱetazo al rostro de Salazar, haciĆ©ndole irse al suelo.

   ā€œCorre Verónica, corre!ā€.

   ā€œEspera Miguel, ellos sonā€¦ā€.

   ā€œNo dejare que nadie te maltrate, no me importa quienes sean estos tiposā€. Miguel no daba tiempo de que la joven le informara quienes eran.
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   RodrĆ­guez y YƔƱez, no se molestaron en decirle que eran la autoridad, habĆ­a golpeado a su compaƱero y pagarĆ­a por ello… se enfrentarĆ­an a Miguel, decidieron no usar sus armas; Mientras Salazar se levantaba por el golpe, el novio se cuadraba con energĆ­as dispuesto a todo con tal de proteger a su amada, de repente un cuarto policĆ­a, Ć©ste si uniformado, llegó por detrĆ”s… con la tonfa dio un golpe entre las piernas a Miguel, el objeto solido impactó de abajo a arriba el saco escrotal del joven...

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…Miguel sintió la vara de madera apastar sus pelotas.

ā€œAAAAHHHHHHHHHHHHHH!ā€. Fue el alarido que dio el joven, que se agarró las bolas.

   El inesperado y contundente golpe fue demasiado para Miguel quien se desplomó al piso y cubrió sus huevos… El incipiente pleito habĆ­a terminado.

   ā€œCanalla!, que falto de hombrĆ­a agredir las gónadas de un adversario por la retaguardia, que acaso no tienes honor como varón?, que tu volumen testicular es tan deficiente que los niveles de testosterona no alcanzan a darte la requerida actitud masculina que la sociedad falo cĆ©ntrica exige de ti?ā€. Verónica se dirigĆ­a al atacante uniformado en su cotidiano lenguaje intelectual, Ć©ste si bien no entendió todo lo dicho contra Ć©l, si pareció molestarse por cuestionar su masculinidad. 

   Uno de los oficiales esposa a Miguel, quien no puede hacer nada, deben ayudarle a incorporar, pues el dolor testicular le ha dejado sin fuerzas. Le suben a empujones a la patrulla.

   Tras recibir el reporte detallado, Armando ordena encarcelar a la universitaria, seguidamente informa a la Teniente Ferrer sobre la captura.

   ā€œMi teniente la operación fue exitosa, tengo en custodia a la sospechosa del robo al club Fight Twoā€.

   ā€œExcelente, espero  las pruebas sean sólidasā€.

   ā€œLo sonā€. Armando tenĆ­a el bolso de Verónica en sus manos y observaba lo que contenĆ­a… la mĆ”scara, un arma elĆ©ctrica y equipo electrónico.

   Luego de ser arrestado, Miguel es dejado libre con prontitud, el joven y su abogado demuestran que Ć©l solo defendĆ­a a su novia de unos individuos que no vestĆ­an uniforme, vio como la ultrajaban unos extraƱos, y no pudo contenerse.
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   No se presentaron cargos contra Ć©l, y como los oficiales tenĆ­an una orden contra la joven cientĆ­fica, el abogado le aconsejo que no tenĆ­a caso demandar a la policĆ­a. Miguel escuchaba al abogado, mientras con una mano aĆŗn sobaba sus testĆ­culos.

   ā€œYa estĆ”s bien?, o quiere ir a que te revisen las bolas?ā€.

   ā€œYa estoy mejor, un mĆ©dico de aquĆ­ me examinó y dijo que estarĆ­a bien en unas horasā€.

   En ese momento ingresaba un tĆ­o de Verónica, el hombre llamado Edgar era un importante directivo de una liga de boxeo regional. Los padres de la joven estaban de viaje y no regresarĆ­an en 2 semanas, el tĆ­o junto al abogado, hablaron con las autoridades… la situación de su sobrina parecĆ­a grave.

   El novio tuvo un momento para ver a su amada, aun a travĆ©s de los barrotes de la celda. El beso que se dieron fue de los mĆ”s tristes que hubiera dado en su vida, pero que habĆ­a pasado?, era alguna pesadilla?, querĆ­a que su querida Verónica fuese liberada ya mismo.

   ā€œNo sĆ© de quĆ© te culpan, pero no descansaremos hasta que te dejen irā€.

   ā€œEllos solo hacen su trabajo, por cierto, como siguen tus gónadas?ā€.

   ā€œNo te preocupes por mĆ­, estoy bienā€. Miguel palpó su aĆŗn dolida entrepierna.

   ā€œEse policĆ­a fue un cobarde al golpearte de esa manera, merece un castigoā€.

   ā€œYa olvĆ­dalo… pero de que te acusan?ā€.

   ā€œDe robo entre otros cargos, pero soy inocente, no logro entender lo que sucede, es sin duda un errorā€.

   La corta charla dejó a Miguel mĆ”s intrigado, un beso final y le sacaron del Ć”rea de detenidos.

   Miguel, el abogado y el seƱor Edgar, quedaron asombrados al escuchar de la Teniente Gertrudis Ferrer que Verónica era sindicada de asalto, lesiones personales e invasión a propiedad privada… todo usando una mĆ”scara, les comunicó que hasta maƱana serĆ­a presentada ante el juez para que la capturara definitivamente, luego ya se cuadrarĆ­a fecha para un juicio.
   Miguel le dijo a la Teniente que era un malentendido, la oficial vio su mirada de desesperación  y dijo:

   ā€œLo siento chico, pero tenemos a tu novia  en video, colocĆ”ndose la mĆ”scara usada en el robo, la misma identificada por testigos como la agresora y ladrona, y ademĆ”s la chica estuvo el dĆ­a del robo en el lugar, las cĆ”maras la ubican allĆ­ā€¦ā€.

   ā€œUsted no conoce a Verónica, ella no harĆ­a algo asĆ­, es incapaz!ā€.

   ā€œPerdón muchacho, al parecer no la conoces tan bienā€. Al tiempo le mostraba la mĆ”scara usada, hallada en el bolso de Verónica tras su captura.

   El tĆ­o y abogado fueron con la Teniente para arreglar asuntos, mientras un cabizbajo Miguel se sentaba, intentando comprender que pasaba.

   Las palabras de la Teniente permanecĆ­an en su cabeza, ā€œā€¦al parecer no la conoces bienā€. Verónica estaba muy extraƱa desde que le quitaron el laboratorio, y su insomnio no hacĆ­a mĆ”s que agravarse, habrĆ” cambiado su novia?... recordó cuando hace dĆ­as, mientras se duchaban juntos la tocó en la espalda, Verónica se quejó, y al ver, tenĆ­a una herida en la parte baja de la espalda, era reciente, y la joven con total seguridad, pero a la vez sorprendida, le confeso que no recordaba cómo se hizo aquella lesión… Ć©l mismo le ayudó a curar aquella fea herida.

   Era ya de tarde cuando sonaba su telĆ©fono, era Rebeca, por 5ta vez llamaba en el dĆ­a, pero Miguel decidió nuevamente no contestar.
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   AhĆ­ recordó lo dicho por Rebeca aquella vez… un aura de obscuridad rodeaba a su novia, y le advertĆ­a que se alejara de ella… en ese momento parecĆ­a una locura, y aĆŗn lo parecĆ­a, pero era otro aspecto que le indicaba que algo malo sucedĆ­a con Verónica.

   Ya en la noche, los conocidos de la detenida debieron irse, Miguel ni siquiera pudo despedirse de ella, solo el familiar pudo verla antes de marcharse. La detenida trato de dormir algo… para su sorpresa en la incómoda cama de la celda, logró cerrar los ojos.

   Eran las 11:30 Pm, y Verónica abrĆ­a los ojos…
…la mirada de la joven era seria y fruncĆ­a el ceƱo, con habilidad se incorporó y busco en su zapato derecho, no tardó en extraer un pequeƱo alambre pelado, era maleable y resistente, la joven uso el instrumento para abrir la celda y en menos de un minuto estaba libre.

   El oficial encargado de las celdas, estaba viendo el horóscopo, cuando una sombra se acercaba por detrĆ”s. Un movimiento fugaz le hizo reaccionar, pero muy tarde, con un golpe de mano en la nuca, el policĆ­a cayó al suelo sin sentido. Verónica con la mirada seria, tomaba el arma de fuego y la Tonfa del policĆ­a.

   La joven debĆ­a moverse sin ser vista, eso incluĆ­a las cĆ”maras, desde su ingreso a la comisarĆ­a, detalló su ubicación y le fue fĆ”cil colocarse en el Ć”ngulo correcto para no ser detectada.

   En su ruta de escape ingresó a los vestidores, esperaba no encontrar a nadie allĆ­ a tales horas, pero si habĆ­a alguien… era un policĆ­a ahora de civil, se prestaba a salir tras finalizar su turno… Verónica frunció el ceƱo al reconocerlo… era el mismo policĆ­a que con la tonfa habĆ­a golpeado a Miguel en los testĆ­culos.

   ā€œAhora veras!...ā€. Y de inmediato se abalanzó contra el individuo.
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   Con la joven casi sobre Ć©l, el policĆ­a levantó los brazos para protegerse del  ataque, pero la chica fue muy rĆ”pida, y su nariz recibĆ­a un castigo… los finos dedos lastimaban sus fosas nasales, provocĆ”ndole dolor e irritación nasal y ocular, pero simultĆ”neamente un ataque mucho mĆ”s contundente ingresaba entre sus piernas… la rodilla de Verónica se hundĆ­a con fuerza, hasta estrellarse contra el hueso pĆŗbico del varón…
…Sus pelotas quedaron aplanadas, irradiando dolor y ardor por su vientre e intestinos… un sonoro gas salió de su ano,  una seƱal de lo intenso del castigo.

   El sonido intestinal generó enojo en la agresora, mientras el sujeto caĆ­a de rodilla, con las manos acunando sus bolas y casi ciego por el lagrimeo.
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   El policĆ­a daba lastima, y Verónica le rematarĆ­a con un rodillazo a la mandĆ­bula…Sangre voló de su boca, como un escupitajo.
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   Terminó tendido en el suelo, inconsciente. La agresora retomó su ruta de escape.

   Un policĆ­a llegaba al Ć”rea de celdas y vio vacĆ­o el ā€œcuartoā€ de Verónica, no tardó en encontrar  a su compaƱero noqueado… Se dio la alarma general.

   Todo era un caos en la comisarĆ­a, los oficiales de turno revisaban cada rincón del lugar, sin Ć©xito… mientras varios policĆ­as caĆ­an noqueados en los pasillos, por donde la prisionera caminaba rumbo a la salida…Verónica era hĆ”bil en artes marciales y estaba armada, si bien no disparó bala alguna, nadie le pudo ofrecer resistencia.

   La joven escapaba de la comisarĆ­a, sin problemas y por la puerta principal… En plena entrada se topó con un policĆ­a que iba ingresando para su turno de medianoche.

   El individuo escuchó la alarma activa, al ver a la chica sospechó de ella y su paso apresurado, quiso decirle que se detuviera…

   ā€œUn momento seƱoritaā€¦ā€.
… Pero la cientĆ­fica ya le atacaba, como un rayo, clavó una fuerte patada en sus testĆ­culos sin protección.

   ā€œOOOhhhhh!!!ā€. Fue el quejido de un hombre que sintió sus pelotas casi hechas papilla.

   Se derrumbó agarrando su hombrĆ­a, aĆŗn tenĆ­an forma esfĆ©rica, pero el dolor le incapacitó, evitado siquiera ver en quĆ© dirección habĆ­a huido la cientĆ­fica.

   En su casa, Armando DĆ­az eyaculaba dentro del coƱo de su pareja, cuando escuchó el repetido llamado a su telĆ©fono, sacó el pene ahora flĆ”cido, pero goteante de esperma, y recibió la llamaba.

   Le informaban la evasión de Verónica; El detective analizó por un momento y dijo: ā€œLA CACERIA COMIENZA AHORA!ā€.


CONTINUARÁ…
PROXIMA ENTREGA DE LA SAGA: SALVEMOS A VERONICA!

1 comentario:

  1. blogger_logo_round_35

    Hace calor cuando una chica ve a su novio recibiendo una patada en las pelotas por parte de otro chico.

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