Pareja de Jorge (3/5): Una presentacion - Las Bolas de Pablo

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29 may 2019

Pareja de Jorge (3/5): Una presentacion

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Pablo estaba de pie tomando un vaso de jugo de naranja, se encontraba en la casa de su amigo Erick quien lo habĆ­a invitado para darle la noticia de su novio.


   —¿Quieres decirme quiĆ©n es? —preguntĆ³ Pablo depositando el vaso vacĆ­o sobre la mesa.


   —Espera que llegue —dijo Erick.


   —Nada te cuesta decirme ya que me dices que lo conozco.


   —Aguarda, aguarda —sonriĆ³ Erick. Se escuchĆ³ un ruido en la puerta de entrada lo que ameritĆ³ una sonrisa de parte del muchacho de cabellos alborotados—. Oh, mira, ya estĆ” llegando. ¡ESTOY EN LA COCINA!


   Pablo afirmĆ³ mientras oĆ­a los pasos acercarse, querĆ­a resolver la duda del supuesto fascinante novio de Erick. Cuando lo viĆ³ llegar, su mundo se fue abajo, era Jorge, un imbĆ©cil con el que tenĆ­a viejas rivalidades en el pasado y aunque sabĆ­a que habĆ­an quedado atrĆ”s su odio por Ć©l seguĆ­a en reserva.


   —¿Jorge? —dijo con una mueca de repugnancia y queja.


   Jorge se limitĆ³ a sonreĆ­r de forma socarrona, dio un paso adelante y extendiĆ³ la mano a Pablo.


   —Hola, amigo, ¿cĆ³mo estĆ”s?


   Pablo sintiĆ³ que la sangre le hervĆ­a, inclinĆ³ el cuerpo y estirĆ³ la mano pero no precisamente para estrechar lazo de amistad con Jorge sino para apretar su entrepierna.


   Jorge dejĆ³ escapar un angustiado gemido cuando la mano de Pablo se deslizĆ³ entre sus muslos y sus dedos se cerraron alrededor del paquete y apretaron sus testĆ­culos con fuerza, haciendo que Ć©l gritara de dolor. Erick abriĆ³ la boca sorprendido.


   —¿De verdad crees que eres mi amigo? —apuntĆ³ Pablo—. ¿AsĆ­ de grande es tu descaro? TĆŗ y yo somos todo menos amigos. ¿Y tĆŗ, Erick, de tantos pibes en el mundo tenĆ­as que buscarte lo peor? Jorge ha sido un traidor de primera. ¿Recuerdas cuando me quitaste a Alfredo?


   —SĆ­ lo recuerdo —afirmĆ³ Jorge con voz ronca—. Y tambiĆ©n recuerdo cuando te pateaba el culo en guerreros de la arena.


   Con eso Jorge pudo defenderse y lanzo una patada contra Pablo en sus bolas haciendo que su espinilla las clavara en su cuerpo.


   Las mejillas de Pablo se hincharon y sus ojos perdieron el foco. Un gemido sibilante escapĆ³ de sus labios cuando su agarre sobre las bolas de Jorge se aflojĆ³, permitiendo liberarse.


   —¿EstĆ”s bien, amor? —quiso saber Erick con un dejo de preocupaciĆ³n.


   Jorge se doblĆ³, frotando sus delicadas bolas, mientras Pablo se arrodillaba, agarrando su propia entrepierna.


   Antes de que Pablo tuviera oportunidad de recuperarse, Jorge echĆ³ su pierna hacia atrĆ”s y le pateĆ³ las pelotas con fuerza, golpeĆ³ la mano de Pablo y aplastĆ³ las preciosas gĆ³nadas a las que se aferraban, haciendo que el rubio dejara escapar un grito desgarrador.


   Erick contuvo el aliento mirando a Pablo retorcerse de dolor.


   —TĆŗ iniciaste, canalla —acusĆ³ Jorge—. TodavĆ­a recuerdo cuando te jodĆ­a en las peleas, hasta por tonto el novio te lo quitĆ©, resultĆ³ tan patĆ©tico como tĆŗ.


   Una sonrisa apareciĆ³ en el rostro contorsionado por el dolor de Jorge y le devolviĆ³ otra paada.


   Como un perro rabioso, Pablo saltĆ³ hacia Jorge, golpeĆ”ndolo en los huevos y haciĆ©ndolo caer al suelo con un grito que era igual de sorpresa y agonĆ­a.


   —Hey, no se peleen —pidiĆ³ Erick—, si los quise presentar era porque ya todo ha pasado.


   Pero ninguno lo escuchaba. Pablo agarrĆ³ los pies de Jorge, separĆ”ndolos en forma de V. Su pie pisĆ³ la ingle, ¡sonando un fuerte CRACK! hizo eco a travĆ©s de la cocina en lo que el pie de Pablo hizo contacto con las bolas de Jorge.


   Erick gimiĆ³ sintiendo que hacĆ­an estragos en sus juguetes favoritos de Jorge.


   Por su parte, Jorge gritaba a todo pulmĆ³n cuando Pablo pisoteĆ³ sus cojones una y otra y otra vez, aplastando sus huevillos como si quisiera aplastar una cucaracha.


   Los ojos de Jorge se hincharon y su boca se abriĆ³ para dejar escapar un grito desgarrador cuando sus bolas perdĆ­an la forma bajo el pie de Pablo.


   —EstĆ”s llevando esto muy lejos, Pablo —dijo Erick preocupado queriendo separarlos.


   Pablo bajĆ³ el pie con fuerza y ​​lo torciĆ³, moliendo las pelotas de Jorge que tenĆ­a la cara pĆ”lida.


   Reuniendo toda su fuerza, la mano de Jorge se disparĆ³ hacia arriba entre los muslos de Pablo y lo agarrĆ³ de su entrepierna.


   Pablo gritĆ³ de dolor cuando Jorge aplastĆ³ sus grandes bolas con un agarre mortal.


   Una dĆ©bil sonrisa apareciĆ³ en el rostro de Jorge cuando clavĆ³ sus dedos en los testĆ­culos de Pablo, presionando las puntas en las terminaciones nerviosas que rodeaban las bolas de Pablo.


   Pablo chillĆ³, sus ojos se cerraron, su boca se abriĆ³ de par en par, mientras intentaba separar los dedos de Jorge de sus vulnerables gĆ³nadas. DejĆ³ escapar un aullido agudo cuando los dedos de Jorge se clavaron en el centro de sus preciosas bolas. Luchando por su vida sexual, Pablo agarrĆ³ el cabello de Jorge con ambas manos y tirĆ³ tan fuerte como pudo.


   Jorge dejĆ³ escapar un aullido de angustia. Sus dedos se aflojaron.


   Pablo lo halĆ³ de sus cabellos, haciendo que los ojos de Jorge se llenaran de dolor mientras gritaba.


   SoltĆ³ las bolas de Pablo y agarrĆ³ las muƱecas del rubio, con las piernas temblando y las rodillas dobladas.


   Pablo levantĆ³ su rodilla entre los muslos de Jorge, atrapando sus dos pelotas.


   ¡POFF!


   Los ojos de Jorge perdieron la concentraciĆ³n y su boca se abriĆ³ con un grito silencioso. LĆ”grimas se acumularon en sus ojos y se quedĆ³ sin aliento.


   Sin soltar el agarre del cabello de Jorge, Pablo colocĆ³ su rodilla entre los muslos del macho, aplastando sus bolas en su cuerpo.


   Un sonido dĆ©bil escapĆ³ de la boca de Jorge.


   La rodilla de Pablo chocĆ³ otra vez contra sus valiosos testĆ­culos.


   Las rodillas de Jorge se debilitaron y se hundiĆ³ en el suelo, dejando escapar un gemido patĆ©tico.


   Pablo alzĆ³ su pierna hacia atrĆ”s y pateĆ³ las huevas de Jorge con toda la fuerza que pudo reunir.


   Los ojos de Jorge se agitaron y jadeĆ³ para respirar cuando Pablo le dio una patada a sus testĆ­culos una vez mĆ”s.


   El cuerpo de Jorge colapsĆ³.


   Pablo jadeaba, su rostro contorsionado por el dolor se convirtiĆ³ en una sonrisa orgullosa cuando se volviĆ³ hacia Erick.


   —DespuĆ©s de todo tu novio es un perdedor —le dijo—. No entiendo tus tintes de orgullo con Ć©l.


   Erick consternado se arrodillĆ³ ante un agonizante Jorge, empezĆ³ a atenderlo y mimarlo, ni siquiera se dio cuenta cuando Pablo abandonĆ³ su hogar.

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