CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Bastian sonriĆ³ al grupo de hombres que conformaban su proyecto ChacĆ³n vs hombres comunes. Su estudio marcaba la resistencia testicular de los hombres con genes ChacĆ³n de su famĆlia; ya que se conocĆa que todos los hombres de su rama eran portadores de un gen que le hacĆa tener testĆculos mĆ”s grandes que cualquier macho comĆŗn. El conteo segĆŗn la Ćŗltima prueba donde participĆ³ Lucas marcaba 3 puntos de los ChacĆ³n contra 2 de los Hombre comunes. Desde la presente fecha iba a sortearse un punto para el ganador entre una pelea vale todo de hombres ChacĆ³n contra hombres comunes estrenando un nuevo tablero de puntos para facilitar la vista a los visitantes de la web en la pestaƱa superior "AsĆ va el estudio de Bastian".
Bastian sorteĆ³ un papel y los representantes de cada grupo para ese primer encuentro resultaron Jean y Moises.
MoisĆ©s Palacios era un hermoso moreno con actitud un poco pesimista y de pocas energĆas.
Jean ChacĆ³n por su parte era rubio y atractivo aunque de dientes un poco torcidos. Llevaba jeans azules y camiseta que acentuaba sus abdominales.
El contraste entre el tono de piel de los oponentes era notorio y eso agregarĆa un punto mĆ”s Ć”lgido y emocionante a la contienda. MoisĆ©s mirĆ³ a Jean, sonriendo y estudiandolo.
Jean sonriĆ³. —Te voy a destrozar, perrita. Barrere el piso con tu culo.
MoisĆ©s sonriĆ³ sin comprometerse.
Jean se riĆ³. Luego se puso serio para preguntar. —¿Te gustan los hombres?
MoisĆ©s sonriĆ³ y se encogiĆ³ de hombros. —Tal vez.
Jean sonriĆ³ y levantĆ³ el pulgar. —Juegas en ambos bandos, ¿eh? AquĆ te traigo una barra carnosa, huevos grandes y bastante leche para que comas —hubo mezclas entusiastas en la habitaciĆ³n de parte del grupo de los ChacĆ³n.
MoisƩs puso los ojos en blanco.
—Las reglas son bastante simples —explicĆ³ Bastian—. Pelean uno contra el otro y el ganador obtiene un punto para su equipo.
—EstĆ” bien —sonriĆ³ Jean crujiendose los nudillos—. ¿Lucharemos desnudos?
—AsĆ serĆ”.
Jean se quitĆ³ la camisa, revelando su pecho musculoso y con algunos vellos. FlexionĆ³ sus mĆŗsculos y posĆ³ frente a MoisĆ©s quien mirĆ³ el pene de Jean y sonriĆ³. Luego abriĆ³ los botones de su camisa blanca y la arrojĆ³ al sofĆ”. Su pecho era musculoso. Desabrochando su mosca, observĆ³ a Jean y sonriĆ³ cuando notĆ³ que Jean estaba mirando su entrepierna. MoisĆ©s se quitĆ³ los pantalones y, con sonrisa orgullosa, se bajĆ³ los calzoncillos, revelando su larga y floja polla negra.
Jean asintiĆ³ lentamente y sonriĆ³. —Tienes una vara grande —dijo.
—SĆ —dijo MoisĆ©s dejando que su impresionante trozo de carne descansara en el dorso de su mano. Le guiĆ±Ć³ un ojo y sonriĆ³—. Puedes comertela cuando gustes.
Jean se encogiĆ³ de hombros. —Tal vez. Pero mis gustos son los coƱos porque... —no terminĆ³ la oraciĆ³n. Porque de improviso agarrĆ³ el miembro carnoso de MoisĆ©s y lo girĆ³ con su mano derecha.
MoisĆ©s gritĆ³ de sorpresa y dolor.
Con la agilidad de un boxeador, Jean se arrodillĆ³ y lanzĆ³ un uppercut en las bolas de MoisĆ©s. Sus nudillos se conectaron perfectamente con las ciruelas del zambo crujiĆ©ndolas con fuerza.
MoisĆ©s gritĆ³ a todo pulmĆ³n. Con ira en los ojos y el orgullo herido, agarrĆ³ el cabello de Jean y tirĆ³ de Ć©l.
Jean gruĆ±Ć³ y golpeĆ³ a MoisĆ©s en el estĆ³mago.
MoisĆ©s tosiĆ³ y se doblĆ³, sosteniendo su abdomen y sus gĆ³nadas. Sus ojos se entrecerraron dando un par de pasos hacia atrĆ”s.
Jean se pasĆ³ la mano por el cabello y se levantĆ³. Lentamente caminĆ³ hacia MoisĆ©s. —Peleas como niƱa pensĆ© que serĆas mĆ”s fuerte teniendo ese cuerpo.
MoisĆ©s retrocediĆ³ hasta que chocĆ³ contra la pared.
—Un tipo que tiene una polla tan grande pelea como nena —se riĆ³ Jean, acercĆ”ndose a MoisĆ©s hasta quedar cuerpo contra cuerpo—. Es gracioso, ¿no estĆ”s de acuerdo?
MoisĆ©s se aclarĆ³ la garganta. —Estoy...
Jean lo interrumpiĆ³ golpeĆ”ndolo con un rodillazo en la ingle y un golpe en el rostro al mismo tiempo.
MoisĆ©s dejĆ³ escapar un fuerte grito.
Jean sonriĆ³ y retrocediĆ³.
MoisĆ©s se dejĆ³ caer de rodillas, haciendo muecas de dolor, gimiendo, frotĆ”ndose la barbilla y las pelotas palpitantes.
—Eres sĆ³lo un niƱo bonito —dijo Jean, mirando su mano y sacudiĆ©ndola como si se hubiera lastimado. —Muy bonito —le sonriĆ³ a MoisĆ©s.
MoisĆ©s levantĆ³ la cabeza. —Uh, ¿gracias? —susurrĆ³.
Jean se riĆ³. —Oh, vamos —dijo y le tendiĆ³ la mano—. Es solo un juego, ¿verdad?
MoisĆ©s mirĆ³ la mano de Jean, dudando. Luego lo agarrĆ³ y Jean lo levantĆ³.
—¿Ves? —Jean sonriĆ³, acariciando el hombro de MoisĆ©s. —Solo un juego.
—Bueno —dijo MoisĆ©s lentamente, frotando sus testĆculos—. Me duelen mucho las bolas. Mateo me gustarĆa que me revisara.
Jean se rio. —¿SĆ? —se dio la vuelta, para llamar al urĆ³logo—. Eh, Mateo, este neces...
MoisĆ©s lo interrumpiĆ³ al meter su pie desnudo en sus cojones desde atrĆ”s, aplastando con fuerza sus delicados testĆculos al elevarlos de forma violenta contra su pelvis.
Jean tosiĆ³ y se doblĆ³.
—Solo un juego, ¿eh? —se burlĆ³ MoisĆ©s, estrellando el codo en la espalda de Jean.
Jean gruĆ±Ć³.
—Soy un guerrero, ¡grandĆsimo huevĆ³n anormal! ¿Sabes lo que eso significa?
De la nada, el talĆ³n de Jean subiĆ³ hacia la entrepierna de MoisĆ©s, haciendo que el atractivo moreno gritara.
—¿QuĆ© querĆas decir? —gruĆ±Ć³ Jean—. Encima me llamas huevĆ³n anormal.
MoisĆ©s gimiĆ³.
Jean agarrĆ³ el pie derecho de MoisĆ©s y lo empujĆ³, haciendo que el moreno cayera al suelo. AterrizĆ³ sobre su trasero y gritĆ³ de dolor.
Jean negĆ³ con la cabeza lentamente y se sentĆ³ sobre los abdominales de MoisĆ©s, ambas rodillas se afincaron sobre los brazos del comĆŗn.
El pobre y apuesto negro luchĆ³, pero Jean era mĆ”s fuerte.
—¿AsĆ que soy un huevĆ³n anormal? —repitiĆ³ Jean, agarrando con fuerza la polla de MoisĆ©s con la mano derecha y las huevas regordetas con la izquierda.
—¡JĆ³dete! —escupiĆ³ MoisĆ©s.
—¿Soy un huevĆ³n anormal? —Jean esperĆ³ un breve momento, luego girĆ³ brutalmente la polla de MoisĆ©s.
MoisĆ©s gritĆ³ desgrarradoramente.
Jean lo ignorĆ³ y torciĆ³ las bolas en direcciones opuesta, haciendo que MoisĆ©s gritara aĆŗn mĆ”s fuerte.
—¡Alto! —gritĆ³ MoisĆ©s.
—Dime —dijo Jean, sonriendo y clavando sus uƱas en las delicadas gĆ³nadas, mientras le retorcĆa sus preciosas joyas—. ¿Soy un huevĆ³n anormal?
—¡Detente, por favor!
Jean se riĆ³ y soltĆ³ las pelotas de MoisĆ©s.
El pene del moreno se estaba endureciendo dentro del firme agarre de Jean, que rĆ”pidamente girĆ³ su mano, renovando el dolor que MoisĆ©s estaba perdiendo.
LĆ”grimas aparecieron en el rostro del morenazo. —Detente, por favor —se lamentĆ³.
Jean apretĆ³ el puƱo y mirĆ³ las bolas de MoisĆ©s.
Sintiendo que Jean estaba tramando algo, pero incapaz de ver lo que estaba haciendo, MoisĆ©s luchĆ³ y se retorciĆ³ debajo de Ć©l.
Jean sacudiĆ³ la cabeza. Luego conectĆ³ un puƱetazo en las dolororidas crĆas de MoisĆ©s.
—¡AY, AY, AY! ¡Noooo!
Su hermoso rostro estaba doblado de dolor, lĆ”grimas corrĆan por sus mejillas y su barbilla se veĆa muy magullada.
Otro golpe sacudiĆ³ las frĆ”giles toronjas de MoisĆ©s en su muslo.
MoisĆ©s lloraba como un bebĆ©. —Detente, por favor —gimiĆ³—. ¡Por favor!
—¿Soy un huevĆ³n anormal? —repitiĆ³ Jean con calma—. Me detendrĆ© tan pronto lo respondas.
MoisĆ©s murmurĆ³ algo.
—No te escuchĆ© —Jean suspirĆ³ y golpeĆ³ las pobres huevas de MoisĆ©s una vez mĆ”s.
—Soy un guerrero, un hombre fuerte.
Jean se burlĆ³. LanzĆ³ un Ćŗltimo golpe casi juguetĆ³n a las bolas de MoisĆ©s, se levantĆ³ y dejĆ³ que se acurrucara en ovillo.
MoisĆ©s gimiĆ³ y llorĆ³ de dolor, sobando sus tiernas bolas.
Jean se sentĆ³ a su lado y sonriĆ³. —¿Sabes que? Eres un buen guerrero y gran contendiente. Tampoco me molestĆ³ que me llamaras huevĆ³n anormal. Peores nombres me han puesto. Y ademĆ”s, eres un chico guapo. Estoy seguro que ninguno de mis primos se ofenden porque les llamen huevĆ³n anormal. Es un orgullo.
MoisĆ©s gimiĆ³.
Jean se levantĆ³ y caminĆ³ hacia el sofĆ”. SonriĆ³ y volviĆ³ a ponerse el pantalĆ³n y la camiseta. —Un punto para los ChacĆ³n.
Bastian mirĆ³ a MoisĆ©s, estaba hecho un desastre. DoblĆ³ la boca con expresiĆ³n paternal.
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