CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
āĀæPor quĆ© no se quitan la ropa? ādijo Bastian sonriendo a los seis hombres que estaban parados frente a Ć©lā. Lucas y Eladio deben estar aquĆ en cualquier momento.
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
āĀæPor quĆ© no se quitan la ropa? ādijo Bastian sonriendo a los seis hombres que estaban parados frente a Ć©lā. Lucas y Eladio deben estar aquĆ en cualquier momento.
Walter se echó a reĆr. El guapo moreno se pasó la mano por el cabello y le guiñó un ojoā. No puedes esperar para vernos desnudos, Āæeh?
Bastian sonrió. āBueno, ya sabes, te he visto desnudo en varias ocasiones y siempre es un placer.
Walter se rió y comenzó a desabotonarse el jeans. Metió la mano dentro de su ropa interior y sacó su gordo miembro y sus grandes huevos. Se acarició la polla y guiñó un ojo otra vez.
Bastian simplemente sonrió.
El serio Moisés se quitó la camisa.
Los hermanos Palacios tenĆan cuerpos musculosos y genitales muy grandes. Sin embargo, los otros jóvenes no tenĆan ninguna razón para estar celosos de los cuerpos de los hermanos.
Erick, el gran amigo de Pablo, estaba muy bien dotado, con una polla larga que en ese momento estaba semidura y dos testĆculos grandes que colgaban en su escroto.
Tres nuevos miembros de la dotada familia Chacón se incorporaron al proyecto Bastian por cuenta propia y él los invitó a esa primera prueba. El primero era Dereck Chacón, hermano de Horacio. Aquel semental miró el equipo genital de Erick, luego el suyo, luego el de Erick nuevamente. Su pene era gordo y cabezón y sus bolas grandes y hermosas como la de todos sus familiares. Miró hacia un lado y miró la entrepierna de su hermano menor, Gastón.
El vello púbico de su otro hermano estaba cuidadosamente recortado. Su polla estaba flÔcida y sus bolas colgaban entre sus piernas. Gastón era dueño de una pija de gran tamaño y huevos similares a la de sus hermanos Horacio y Dereck.
Jean Chacón tambiĆ©n se incorporó. Ćl ya lo conocĆamos desde la introducción del proyecto. Era primo de Pablo. Era un rubio deportista que aĆŗn no estaba completamente desnudo. Calzaba calzoncillos boxer negros.
Dereck lo miró.
Jean juguetonamente apretó su paquete y sonrió. āĀæCeloso?
Dereck sonrió y se encogió de hombros.
Lentamente, Jean se quitó los calzoncillos. Su polla estaba dura como roca y golpeó sus abdominales con un golpe húmedo.
Erick se mordió el labio.
La verga de Jean era impresionante. TenĆa una polla larga y gruesa con una cabeza bulbosa que brillaba con pre-semen. Sus grandes huevos colgaban mientras se quitaba los calzoncillos y miraba a sus cinco compaƱeros, aparentemente esperando que lo felicitaran por su equipo. DespuĆ©s de unos segundos, derrotado se encogió de hombros.
Walter se rió y sacudió la cabeza.
āĀ”Hey! āLucas estaba parado en la puerta. āĀ”Cuanta carne junta!
Era otro de los primos Chacón. Miembro de la liga nacional de fĆŗtbol. Su cabello era negro. TenĆa como ropa su uniforme deportivo.
Su mano descansaba sobre el hombro de otro jugador de fútbol profesional. Eladio, la gloria nacional del fútbol. También iba vestido con su uniforme.
Los dos jugadores sonrieron, mirando a los seis hombres desnudos y expuestos.
Lucas sonrió y se frotó las manos. āEstaba esperando esteā¦
Eladio se rió y le dio unas palmaditas en el hombro. āTe voy a vencer, amigo, eso es seguro...
Lucas sonrió y caminó hacia sus primos desnudos. Se presentó y les estrechó la mano.
āEstĆ” bien ālos calmó Bastianā. Estas son las reglas: Eladio y Lucas, eligen a tres de ustedes para formar un equipo. Ustedes van a recibir sus patadas y calificarlas. Tres rondas, una para cada uno. Tres patadas por ronda.
Lucas y Eladio se miraron y sonrieron.
āBuena suerte ādijo Lucas y estrechó la mano de Eladio.
āSin trampas. La escala de calificación es de 1 a 10. Y el perdedor recibirĆ” una sorpresa especial del equipo ganador. Y como estĆ” participando a la cabeza un miembro Chacón y un hombre comĆŗn el ganador regala un punto al tablero.
Lucas y Eladio devolvieron miradas a Bastian.
āĀæQuĆ© quieres decir? āmurmuró Eladio lentamente.
āEl equipo ganador puede pensar en algo que le harĆ” al perdedor.
Eladio tragó saliva.
āNos veremos la próxima semana para eso...
āEstĆ” bien ādijo Eladio.
āComencemos. Eres el primero en hacer tu elección, Eladio.
Eladio se rascó la cabeza y miró a los seis tipos desnudos que estaban parados en fila. āSupongo que deberĆa elegir a los tipos con las huevas mĆ”s duras, Āæeh? ācaminó de un lado a otro frente a ellos antes de detenerse frente a Walter. āTĆŗ te vi en la CBS.
Walter le sonrió a Lucas, y caminó detrÔs de Eladio.
āEstĆ” bienā, dijo Lucasā. Me llevo al hermano, MoisĆ©s.
El citado asintió y se acercó al futbolista.
Walter susurró algo al oĆdo de Eladio. Ćste lo escuchó y asintió. āErick.
El guapo fortachón sonrió y se unió al equipo de Eladio.
āLe apuesto a la familia, Dereck, ven aquĆ āel guapo hermano de Horacio se acercó a Ć©l.
Eladio miró a Gastón y Jean.
Los dos primos Chacón sonrieron.
āTomo al menor de los Chacón Ferri ādijo Eladio.
Gastón el hermano menor de Horacio hizo una mueca. āMi hombre es Gastón āmurmuró.
āEstĆ” bien āLucas suspiróā. Venga conmigo, primo.
Jean parpadeó. Su polla dura apuntaba al techo y sus enormes cojones colgaban como campanas.
Lucas levantó las cejas. āExcelente.
āBien āanunció Bastianā. Walter, Erick y Gastón estĆ”n en el equipo de Eladio. MoisĆ©s, Dereck y Jean estĆ”n con Lucas. Comencemos con los Palacios.
MoisƩs y Walter se miraron.
āĀæQuieres ir primero? āLucas sonrió a Eladio.
Eladio se encogió de hombros. āEstĆ” bien āse volvió hacia Walter. āAbre las piernas.
āNo ānegó Bastianā. Lucas va a patear a tus muchachos y tĆŗ vas a patear a los suyos.
Eladio pensó por un momento.
āEstĆ” bien, es lo justo āle sonrió a MoisĆ©s.
El moreno acarició sus pelotas. āCon calma.
Eladio sonrió. āDe ninguna manera. Voy a ganar esta cosa.
MoisƩs hizo una mueca.
Eladio miró su entrepierna. Se chasqueó los nudillos.
Moisés suspiró y abrió las piernas. Eladio estaba de pie detrÔs de él, enfocÔndose en el objetivo que colgaba entre sus muslos.
āĀæListo? āpreguntó Eladio.
āErm ādijo MoisĆ©s, riendo nerviosamenteā. Realmente no.
Eladio se encogió de hombros y lanzó el pie.
Moisés parpadeó.
La patada de Eladio se estrelló contra sus huevos por detrÔs. Las puntas de su zapato de fútbol golpearon las bolas carnosas del negro con un golpe contundente.
Eladio sonrió con satisfacción.
Los ojos de Moisés quedaron saltones, su boca estaba cerrada. Lentamente, tomó su entrepierna y agarró sus doloridos huevos. Soltó un gemido agonizante.
āEso estuvo bien, Āæno? āpreguntó Eladio sonriendo.
āSĆ āsusurró MoisĆ©s, sus manos masajeaban su ingle.
Eladio lo rodeó. āĀæQuĆ© dices?
āSiete āsusurró MoisĆ©s.
Eladio levantó las cejas.
MoisĆ©s cerró los ojos e inhaló profundamente. āSiete āaseguró.
Eladio se encogió de hombros y miró a Lucas.
Lucas sonrió. āEstĆ” bien, Walter.
Walter miraba a su hermano doblarse con evidente deleite en los ojos. āĀæSi?
āĆbrete, Walter āLucas le sonrió. Se volvió hacia Dereck y Jeanā. Podemos hacerlo mejor que un siete, Āæno?
Walter lo miró.
āĀ”SĆ, podemos! āgritó Jean.
Dereck lo miró con expresión divertida. Luego intervino. āĀ”SĆ, podemos! Ā”Si podemos!
Walter separó las piernas y dejó que sus manos descansaran sobre sus rodillas.
Su escroto repleto de semen se balanceaba libremente entre sus piernas.
Lucas estaba parado detrƔs de Ʃl, saltando arriba y abajo, estirando las piernas.
Walter miró a un lado.
Moisés lo miraba directamente, haciendo mueca de dolor, sus manos agarraban sus doloridas gónadas.
āBuena suerte, Walter āarticuló.
Antes de que Walter pudiera responder, el pie de Lucas chocó contra sus gónadas.
El hermoso moreno fue levantado del suelo por la poderosa patada.
Sus delicadas pelotas se estrellaron contra su pelvis soltando un grito agudo.
Las rodillas de Walter se unieron y gimió de agonĆa. Se agarró la entrepierna y se dobló, jadeando fuertemente.
āOcho āgimió.
Jean y Dereck vitorearon palmoteando el hombro de Lucas.
āEstĆ” bien ādijo Eladio, frotĆ”ndose las manosā. Este va a ser un diez.
MoisĆ©s gimió. Se estaba frotando los testĆculos. Su larga polla estaba semidura.
āVamos, Eladio ādijo Gastónā. Ā”Que sea un diez!
MoisĆ©s tenĆa mirada determinada en su rostro. Gruñó, luego extendió las piernas y dejó que su escroto se balanceara de un lado a otro.
Eladio esperó hasta que se quedó quieto.
Luego lanzó la poderosa patada a la entrepierna de Moisés. Su empeine aterrizó justo en el blanco, golpeando las carnosas pelotas de Moisés en su pelvis.
Moisés tosió. Cerró los ojos y se mordió el labio inferior.
Se agarró los testĆculos, cerró las piernas y gimió miserablemente.
āĀæY? āquiso saber Eladio.
āNueve āgimió MoisĆ©s.
Lucas dio un paso atrÔs y dejó que su pie derecho se balanceara adelante y atrÔs, ganando impulso. Luego, con un impacto atronador, levantó el pie entre los muslos de Walter. Sin embargo, su empeine chocó contra el perineo, y sus dedos apenas tocaron la bola izquierda de Walter.
El joven soltó un grito de dolor, y se frotó el punto blando entre su trasero y su bolsa escrotal.
Se recuperó rĆ”pidamente y le sonrió a Lucas. āUno ādijo alegrementeā. Ā”Y habrĆa sido un cero si tu dedo no hubiera hecho cosquillas en mi escroto!
Lucas frunció el ceƱo. āMierda.
āUno ārepitió Walter, haciendo que sus compaƱeros de equipo Gastón y Erick aplaudieran.
Eladio sonrió y se preparó para su última patada en la ronda.
ā16 puntos para Eladio, 9 puntos para Lucas āanunció Bastian.
Moisés se aclaró la garganta y miró a Eladio.
Eladio sonrió. āSĆ© lo que quieres decir. No tengo que patearte demasiado fuerte. Un cuatro serĆa suficiente para ganar esta ronda.
Moisés sonrió y asintió.
āBueno, voy por el diez, de todos modos ādijo Eladio.
Moisés parpadeó.
Con un arranque rÔpido, Eladio levantó la pierna entre los muslos de Moisés, pulverizando perfectamente las dos joyas de la familia. El empeine de Eladio se estrelló contra ellas, golpeÔndolas en su pelvis y haciendo que saltara hacia adelante.
MoisĆ©s dejó escapar un grito estremecedor y se desplomó en el suelo, agarrando sus testĆculos y gritando a todo pulmón.
Walter sonrió. āApuesto a que fue un diez.
MoisĆ©s gritaba roncamente mientras los demĆ”s lo miraban, haciendo muecas de simpatĆa.
āĀæDiez? āsonrió Eladio.
āĀ”SĆ! āgritó MoisĆ©s. Estaba babeandoā. Es un diez.
āGracias āsonrió Eladio sonrió mirando a Lucasā. Un diez.
āFelicidades āmurmuró Lucas mirando a Walter.
āLucas āsonrió Walterā. No puedes ganar esta ronda.
āLo sĆ© ādijo Lucas.
āEntonces, Āæpor quĆ© no nos detenemos?
āTe gustarĆa eso, Āæno? āLucas lo interrumpió.
Walter sonrió y se encogió de hombros. āSeguro.
āDe ninguna manera ānegó Lucas bruscamenteā. Abre tus piernas.
Walter se mordió el labio inferior y obedeció. āSupongo que irĆ”s por el diez, Āæeh?
āLo harĆ©.
āBueno, deberĆa haberlo sabido āmurmuró Walter.
Lucas cerró los ojos e inhaló lentamente. Los abrió de nuevo y metió el pie entre las joyas colgantes de Walter con una patada precisa y poderosa, rompiendo sus huevos y haciéndole soltar un gemido de ultratumba.
āDiez āgimió Walter con voz aguda, cayendo al suelo y agarrando sus doloridas bolasā. Ā”Diez! Ā”Diez! Ā”Diez!
Los dos hermanos Palacios yacĆan uno al lado del otro, ambos acurrucados, con las manos acariciando sus bolas, jadeando y gimiendo de dolor.
āLa primera ronda va para Eladio ādecretó Bastianā. Con 26 a 19 puntos.
Gastón y Erick vitorearon y aplaudieron.
āEstĆ” bien, muchachos, bolas nuevas, por favor āsonrió Eladio. SeƱaló a Dereck y le guiñó un ojo.
El lindo hombre de cabellos negros sonrió débilmente y se paró frente a Eladio.
Eladio miró su entrepierna y sonrió. āBonito avistamiento.
āGracias āsonrió Dereck.
āVoy a volverlo nada āagregó con naturalidad.
Dereck se crispó. āOh.
Erick y Gastón oyeron intercambio de palabras entre Eladio y Dereck, riéndose a carcajadas.
āĀ”TĆŗ! āLucas seƱaló a Erick.
Erick dejó de reĆr y gimió dolorosamente.
āBuena suerte āle susurró Gastón.
Erick gimió.
El hermoso fortachón ofreció sus dos huevos gordos y colgantes.
āĀæVas a desmayarte? āDereck sonrió.
Erick parpadeó.
āParece que sĆ ādijo Dereck, acariciando su pene frotando la punta de su erecta polla con el dedo Ćndice. āCreo que te vas a desmayar.
Erick abrió la boca, luego la volvió a cerrar y miró al frente.
āVamos, Erick āsonrió Dereckā. Sabes que tus huevos son dĆ©biles. Ā”Vas a llamarte Ericka cuanto esto termine! āimitó ser golpeado en los huevos con una mueca exagerada. Su polla rebotó arriba y abajoā. Ā”Ericka! āagarró sus bolas, con los ojos bien abiertos y una mueca burlona. Luego gimió con voz aguda. āĀ”Oh, mis cocos! Ā”Mis preciosos huevos! Ā”Mis pobres, amados y preciosos huevos! āsaltó arriba y abajo, agarrando sus bolas y haciendo muecas, burlĆ”ndose de Erick. Su polla golpeaba sus abdominales en cada salto.
Erick apretaba los dientes, enojado.
āEstĆ” bien ādijo Lucasā. Basta de teatro.
Dereck sonrió a Erick.
Erick miró al frente.
Dereck se inclinó y le susurró al oĆdo: āOh, mi nombre serĆ” Ericka.
Lucas caminó frente a Erick.
Erick lo miró.
āSaca tu pene del camino.
Erick apretó los labios y obedeció, sosteniendo su pene con ambas manos contra sus abdominales, dejando que sus testĆculos llenos de hirviente lefa colgaran de manera vulnerable.
Lucas sonrió.
Erick asintió se quedó con las piernas abiertas.
āGenial āsonrió Lucas mirando las bonitas ciruelas de Erick.
El jugador de fĆŗtbol estaba parado frente a Ć©l, con las manos apoyadas en la cadera. Le guiñó un ojo a Erick y subió la fuerte pierna. Luego, su pie chocó con los testĆculos. El empeine embistió los tiernos globos en su entrepierna, aplastĆ”ndolos y haciendo que los ojos y boca se abrieran.
Con una fracción de segundo de retraso, Erick dejó escapar un gemido miserable y se dobló.
Lucas sonrió.
Erick tosió e hizo una mueca, sus manos se envolvieron alrededor de los doloridos testĆculos.
āErick, Āæpodemos tener tu voto, por favor? āpreguntó Lucas alegremente, bastante seguro de que habĆa conseguido ser el ganador.
āAy āgimió Erick.
Lucas lo miró expectante.
Erick hizo una mueca.
āSiete.
Lucas levantó las cejas. āĀæEso fue un siete?
Erick asintió con la cabeza.
Lucas frunció el ceƱo. āVoy por un diez en la próxima patada.
Erick gimió. āTal vez me equivoquĆ© y era un diez ādijo rĆ”pidamente.
āĀ”Hey! āprotestó Eladioā. Dijiste que era un siete. Ā”No puedes cambiar de opinión asĆ como asĆ! āse volvió hacia Erickā. Ā”Recuerda en quĆ© equipo estĆ”s!
Erick gimió. āSiete. Era siete, Āæde acuerdo?
Lucas se encogió de hombros.
Eladio se volvió hacia Dereck. āMi turno.
Dereck lo miró con sonrisa incómoda. āBueno.
Eladio miró la entrepierna de Dereck, y éste abrió los muslos.
Con un movimiento rÔpido, Eladio pateó sus bolas.
Dereck gimió de dolor.
Eladio le sonrió a Lucas, quien se encogió de hombros.
Dereck se quedó sosteniendo sus huevos, tratando de no doblarseā. Cincoādijo con voz ronca.
Eladio puso los ojos en blanco.
āBien ādijo Lucas rĆ”pidamente. āEntonces es mi turno de nuevo, Āæno?
Erick parecĆa miserable. Tuvo problemas para mantener las manos lejos de sus bolas.
āUstedes dos āLucas miró a Gastón y Jean que estaban viendo la escena con sentimientos encontradosā. Mantengan sus manos detrĆ”s de la espalda.
Erick hizo una mueca.
Jean sonrió y agarró la muñeca derecha de Erick.
Gastón vaciló. Luego se unió a Jean y sostuvo la muñeca izquierda de Erick.
Los dos jóvenes desnudos separaron los brazos de Erick.
El pobre fortachón de gran cabellera parecĆa que estaba a punto de ser crucificado.
āBien ādijo Lucas. Con un pequeƱo comienzo de carrera, levantó el pie en su entrepierna, aplastando sus delicadas bolas, metiĆ©ndolas en su pelvis.
Erick gritó a todo volumen y luchó contra el agarre de Gastón y Jean.
āDejenlo ādijo Lucas con naturalidad.
Gastón y Jean cumplieron, y Erick se derrumbó en el suelo, acurrucado y agarrando sus huevos.
āĀæEs un diez, amigo? āpreguntó Lucas.
Erick asintió, sollozando de dolor.
āDilo en voz alta āexigió Eladio.
āEs un diez āgimió Erick.
Dereck se rió. āĀæYa te sientes Ericka?
Erick lo ignoró.
Eladio miró a Dereck y sonrió. āĀ”Tu turno!
Dereck apretó los dientes, abrió las piernas y extendió los brazos, imitando la posición de Erick. āNo tengo nada que...
Eladio lo interrumpió con una potente patada que se estrelló contra su ingle con un ruido atronador.
Dereck fue levantado del suelo y cayó de rodillas cuando volvió a bajar. Gritó de dolor, agarrando sus bolas y gritando: āĀ”HIJO DE PUTA MIS BOLAS, MIS BOLAS, MIS BOLAS!
Eladio sonrió. āĀæDiez perfecto?
āĀ”De ninguna manera! āgritó Dereckā. PĆŗdrete.
āOh, solo dinos quĆ© es ādijo Lucas, sonando aburrido.
Dereck se retorcĆa en el suelo, tratando de aliviar el dolor que se expandĆa por su cuerpoā. Nueve ādijo despuĆ©s de un rato.
āGracias āsonrió Eladioā. Eso es lo suficientemente bueno para mĆ.
āTenemos 14 puntos para Eladio y 17 para Lucas āanunció Bastian.
āEstĆ” bien ādijo Lucas, frotĆ”ndose las manosā. Vamos a terminar las cosas.
Erick todavĆa estaba acurrucado en el suelo, agarrando sus gónadas.
Lucas miró a Gastón y Jean.
Los dos muchachos sonrieron dƩbilmente y agarraron a Erick, sosteniendo su cuerpo en alto.
Los ojos de Erick estaban llenos de lĆ”grimas. āNo āsusurró.
āLo siento ādijo Lucas, sin algĆŗn tipo de remordimientoā, Ć©ste es el Ćŗltimo.
Erick gimió.
Lucas chasqueó los nudillos y retrocedió un par de pasos. Luego fue corriendo hacia Erick.
Los ojos de Erick se abrieron.
El pie de Lucas se estrelló contra la ingle de Erick, golpeando las dos gónadas llenas de leche en su pelvis, aplastÔndolas como tortillas.
Lentamente, la boca de Erick se abrió. Jadeando por aire.
Sus ojos volvieron a su cabeza y se dejó caer al suelo.
āOuch ācomentó Gastón, haciendo una mueca de simpatĆa.
La polla de Jean se crispó al ver el rostro torturado de Erick.
āEstĆ” fuera de combate ādijo Lucas alegrementeā. Supongo que eso es un diez automĆ”tico, Āæeh?
Bastian echó un vistazo a Erick.
El pobre era abofeteado en la cara por Jean que intentaba despertarlo.
En la tercera bofetada, Erick abrió los ojos y gimió miserablemente.
Cogió sus huevos y se acurrucó lo mÔs que pudo, gimiendo.
āSupongo que sĆ āconcluyó Bastianā. Eso hace 27 puntos para ti. Eladio tiene 14. ĀæQuieres ir por los huevos de Dereck una vez mĆ”s?
Eladio miró a Dereck que lo estaba mirando.
āBueno, es la segunda ronda todavĆa aunque no tiene sentido patear esas bolas patĆ©ticas de nuevo, Āæeh, Dereck?
Dereck lo fulminó con la mirada. āĀæQuĆ©?
Eladio sonrió. āErick lo tomó como un hombre, y tĆŗ gritaste como chica. Supongo que pasarĆ© de ti. No podrĆas soportar otra patada, de todos modos...
Dereck se levantó lentamente, sobando sus gónadas desnudas. āĀæQuĆ©?
Eladio puso los ojos en blanco. āDebes superarlo. Esta ronda ha terminado.
āĀ”Puedo soportar un diez! āmurmuró Dereck.
āLo dudo ārespondió Eladio, pareciendo aburrido.
āĀ”Erick se desmayó! āDereck seƱaló a su amigo que se retorcĆa en el sueloā. Ā”Se desmayó! āse paró frente a Eladio y seƱaló sus testĆculos colgantesā. Vamos, dame un diez.
Eladio sonrió. āViste lo que le pasó a MoisĆ©s...
Dereck miró al morenazo que estaba haciendo muecas de dolor, agarrÔndose los heridos genitales. Luego se volvió hacia Eladio.
āPuedo doportar un diez.
Eladio se encogió de hombros. āNo va a importa de todos modos.
āĀ”Me importa a mi! ādijo Dereck bruscamenteā. No me voy a desmayar como Erick. Ā”Dame un diez!
Eladio se encogió de hombros otra vez. āBien.
Se paró frente a Dereck.
El hernano menor de Horacio apretó los dientes. Su polla estaba semidura apuntando a Eladio.
Gastón, Jean y Lucas lo miraban con diversión. Erick y los Palacios estaban demasiado ocupados lidiando con el dolor en sus huevos para fijarse.
āAdelante āmurmuró Dereck.
Eladio se rió entre dientes. Luego se puso serio. āLo querĆas ādijo. Luego, con un movimiento rĆ”pido y poderoso, pateó las bolas de Dereck. Su empeine chocó con los dos tiernos orbes y los aplastó contra su pelvis.
Dereck sintió el dolor de inmediato. āĀ”JODER! āgritó y se desplomó en el suelo otra vezā. CABRĆN, DESGRACIADO, PUTO, MARICOTAS, MIS BOLAS, MIS BOLAS, AY MIS BOLAS.
Eladio parecĆa divertido. āTu lo quisiste. ĀæFue lo suficientemente duro quieres que te de otro?
Dereck gritaba obscenidades mientras Eladio se reĆa de Ć©l.
āDime, Āæfue lo suficientemente duro? ārepitió Eladio.
āCoƱo, sĆ āgimió Dereckā. Era un diez. Ā”Y lo tomĆ© como un hombre!
Eladio puso los ojos en blanco y sonrió. āSĆ. Como un hombre. Tirado en el suelo, llorando por tus bolas. Felicidades.
Dereck lo miró fijamente, acariciando sus doloridos huevos.
āEstĆ” bien, muchachos ādijo Bastianā. La segunda ronda va para Lucas con 27 puntos. Eladio tiene 24. Ćltima ronda, caballeros.
āSomos nosotros āle dijo Gastón a Jean.
Jean asintió con la cabeza.
āBuena suerte ādijo Gastón.
Jean asintió nuevamente.
āĀæQuieres comenzar con un diez? āEladio sonrió a Jean, cuya polla estaba tan dura como roca y hermosamente erecta.
Jean se miró los pies.
Eladio se rió y agarró la cabeza de la enorme polla de Jean.
āEs un monstruo esta porquerĆa āsonrió Eladio dejando que la polla de Jean golpeara sus abdominales.
Jean hizo una mueca, pero sonrió con orgullo.
āY esos testĆculos āsonrió Eladio agarrando el escroto de Jean, apretando juguetonamente los dos cojones extra grandesā. Muy impresionantes.
Jean se rio entre dientes. āEs lo que demuestra que por mis venas corre sangre Chacón.
āBonito ādijo Eladio y dio un paso atrĆ”sā. Vamos a romper tus huevos.
La sonrisa de Jean desapareció y miró a Lucas, luego a Eladio nuevamente.
El futbolista se tomó su tiempo, torturando su psique.
Las ciruelas de Jean colgaban libremente entre sus piernas.
āOh, odio tener que destruir tu virilidad āsuspiró Eladio.
Jean se aclaró la garganta. āBueno, no tienes necesidad de hacer...
Fue interrumpido por una fuerte patada en sus colgantes joyas familiares que lo hizo gemir de dolor y doblarse
āCreo que estuvo fuera del objetivo, Āæno? ācomentó Eladio, rascĆ”ndose la cabeza.
Jean gimió de dolor y asintió. āSólo golpeaste el teste izquierdo ādijo con voz llorosaā. Que bueno que ya soy padre porque creo que lo mataste.
āMmh āEladio se encogió de hombrosā. Los huevos Chacón son difĆciles de aniquilar.
Jean gimió.
āEntonces, ĀæquĆ© fue? ādijo Lucas con impaciencia, mirando a Jean.
Jean se mordió los labios, acariciando su escroto. āUn cuatro.
āĀæUn cuatro? āexclamó Eladio, mirando a Jean con incredulidad.
Jean se encogió de hombros, haciendo muecas de dolor.
āMejor suerte la próxima vez āsonrió Lucas volviĆ©ndose hacia Gastón.
El hermano menor de Horacio lo miró fijamente. āHola ādijo de manera tĆmida.
āHola āLucas se rió.
La polla de Gastón estaba flĆ”cida y Lucas decidió caminar alrededor de Ć©l. āVoy a patearte por detrĆ”s āanunció.
āOh ādijo Gastón, sin moverse.
āErm, abres las piernas, Āæpor favor?
Gastón hizo una mueca e hizo lo que le dijeron.
Lucas no perdió el tiempo. Tan pronto como Gastón asumió su posición, pateó sus huevos. Su zapato se estrelló contra la virilidad con un golpe contundente.
Gastón gimió y se dobló, agarrÔndose los huevos y haciendo una mueca de dolor.
āSeis ādijo con voz ronca.
Lucas sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda.
Eladio se rió. Miró los testĆculos de gran tamaƱo de Jean.
āAgarra tus bolas āle dijo.
Jean lo miró con expresión en blanco.
āAgarra tus bolas ārepitió Eladio.
Jean lo hizo.
āAgĆ”rralos para que pueda patearlos correctamente.
āĀæHuh? āJean lo miró fijamente.
āMantenlos apretados ādijo Eladio pacientemente.
Jean hizo una mueca y apretó su saco de bolas para que sus inmensas gónadas se mantuvieran en la parte inferior. Miró a Eladio y se mordió el labio.
Eladio sonrió y lanzó una potente patada al paquete de Jean.
Las puntas de su zapato chocó contra las dos delicadas ciruelas.
Los ojos de Jean se hincharon y dejó escapar un gemido miserable.
āPerfecto āsonrió Eladio.
Jean se dobló y cuidó su maltratada virilidad.
āĀæNo estĆ”s de acuerdo, Jean?
Jean gimió. āOcho.
āĀ”Gracias! Ā”Eso es lo que querĆa escuchar!
Lucas habĆa observado a Eladio de cerca. āMuy bien, Gastón, agarra tus bolas ādijo, de pie detrĆ”s de Ć©l.
Gastón gimió.
āAprieta hacia atrĆ”s para que pueda verlos.
Gastón obedeció. Sus gordos huevos se mantenĆan firmemente en su lugar entre sus nalgas. Formamdo un blanco perfecto.
Lucas sonrió. Luego dio un paso atrĆ”s y pateó las campanas de Gastón. Ćste dejó escapar un gemido penetrante y apretó las rodillas con los huevos atrapados entre los muslos.
Lucas asintió con la cabeza.
āNueve āgimió Gastón, con lĆ”grimas en los ojos.
āEstĆ” bien ācomentó Bastianā. Son 15 puntos para Lucas y 12 para Eladio. Ā”Una patada mĆ”s cada uno!
āMierda āmurmuró Eladio, dĆ”ndose cuenta de que podrĆa perder esa ronda.
Jean sonrió, leyendo la mente de Eladio. āEstĆ”s perdiendo, hombre.
Eladio levantó las cejas. āAgarra tus gümaros ādijo bruscamente.
La sonrisa se borró de la cara de Jean. Tragó saliva y agarró su saco de pelotas.
āMuĆ©strame los dos āexigió Eladio.
Jean sonrió dĆ©bilmente y presionó sus dos testĆculos contra el fondo de su escroto.
āMuy bien āmurmuró Eladio, concentrĆ”ndose en las bolas de Jeanā. Bienā¦
Dio un paso atrÔs, y con el objetivo perfecto y toda la fuerza que pudo reunir, pateó las pelotas de Jean, golpeÔndolas de frente.
Jean tropezó y su boca se abrió.
Su polla que estaba dura como roca, rebotó contra sus abdominales. Tras eso, estalló con poderosos chorros de esperma que salpicaron contra su barbilla, aterrizando sobre su pecho y bajando por sus abdominales.
SeguĆa sosteniendo sus huevos, incapaz de moverse, con los ojos bien abiertos, escupiendo saliva tambiĆ©n.
Un pequeño sonido sibilante escapó de sus labios cuando sus cejas se levantaron y su nariz se torció ligeramente.
Su polla seguĆa disparando lefa blanca y caliente por todo el lugar, cubriendo su cuerpo y el piso con una gruesa capa de cremoso y pegajoso esperma.
āAsco ādijo Eladio, sacudiendo la cabeza. Dio un paso atrĆ”s y observó la polla de Jean eyacular desde una distancia segura.
āDiez ācalificó Jean con voz sin tono, aferrĆ”ndose a sus bolas. Luego se desplomó en el suelo, uniĆ©ndose a los Palacios, Erick y Dereck.
Gastón tragó saliva y miró por encima del hombro a Lucas.
Su primo se rió y le dio unas palmaditas en el hombro. āNo te preocupes, no espero eso de ti...
Gastón soltó una risa forzada.
āAunque... āLucas sonrióā. ĀæPor quĆ© no te pajeas, eh?
āĀæQuĆ©? āGastón parpadeó.
Lucas se encogió de hombros.
Gastón lentamente comenzó a sacudir su gordo pene hasta que quedó completamente duro.
āBien āsonrió Lucasā. Cuando estĆ©s a punto de eyacular me dices y te pateo la leche.
Gastón respiró con dificultad.
Eladio lo miró.
Pronto, Gastón estaba llegando al clĆmax. Acariciaba febrilmente su enorme miembro, su mano subĆa y bajaba por el falo. Presemen rezumaba de su punta. Su cara estaba roja mientras jadeaba. āESTOY CASI... AAAH, AAAAH...
āEso es lo que querĆa escuchar ādijo Lucas suavemente.
Tan pronto como el primer chorro de semen salió disparado de la polla de Gastón, Lucas pateó sus repletos testĆculos con todas sus fuerzas.
Su zapato se estrelló contra las tiernas joyas y las quebró con un golpe resonante.
Gastón chilló de dolor.
Montones de lefas salĆan de la punta de su pene mientras sentĆa que sus bolas habĆan explotado.
Cayó de rodillas, sus manos agarraban sus huevos mientras su pene estallaba con su lava caliente.
Gastón gimió y se acurrucó, revolcÔndose en su propio charco de esperma.
āLo siento āLucas sonrióā. TenĆa que asegurarme de ganar esta ronda.
āJódete āse quejó Gastón. Luego aƱadió con un gemido miserable. āEso fue un diez...
āĀ”SĆ! ācelebró Lucas.
āLucas gana la tercera ronda con 25 puntos. Eladio tiene 22. Lucas es el ganador definitivo.
Eladio hizo una mueca y estrechó la mano de los muchachos de su grupo.
āMuy bien ādijo Bastian caminando hacia los dos, mirando a los seis hombres desnudos en el suelo.
Los Palacios gemĆan suavemente, Erick y Dereck todavĆa se retorcĆan, Gastón y Jean emitĆan gemidos fuertes y miserables.
āFelicidades āsonrió Bastian estrechando la mano de Lucasā. Otorgas un reconocimiento a tu grupo familiar.
āErm āEladio se aclaró la gargantaā. Supongo que debo prepararme para el castigo, Āæeh?
āSupongo que sĆ, campeón.
āĀæQuĆ© pasarĆ”? āpreguntó Eladio en voz baja.
Bastian dijo:
āTendrĆ”s que esperar y ver.
Eladio tragó saliva.
āLa proxima semanaā¦
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