ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING VERBAL F/M.
INFORME PERIODISTICO.
14 de Julio del 2019.
UNA HISTORIA DE BARBOSA.
CĆ³mo toda las semanas una nueva entrega sobre la vida cotidiana en diversos municipios de nuestra GeografĆa, el dĆa de hoy trataremos sobre el municipio de Barbosa.
Barbosa es uno de los municipios mĆ”s pequeƱos del paĆs, con 262 km2, y una poblaciĆ³n de 1.012 habitantes segĆŗn el Ćŗltimo censo, es el municipio menos poblado, asĆ como en donde el Ćndice de violencia estĆ” muy por debajo de la media nacional, tanto asĆ que desde hace 5 aƱos no se registra un homicidio.
Cabecera municipal de Barbosa. Foto por Camilo Zuleta.
Gran parte de la poblaciĆ³n habita en viviendas rurales, y menos de la mitad lo hace en el casco urbano, en donde a diario se observa deambulando por las calles, mas perros que personas.
Con un banco, una farmacia, tres tiendas, un billar y una cantina, la vida social de los BarboseƱos no es muy activa; El Ćŗnico cambio es el domingo, en donde la gente de la zona rural viene al pueblo para la misa dominical, y las tiendas se activan un poco mĆ”s, gracias a las fiestas, los partidos de fĆŗtbol por televisiĆ³n y el licor.
Pero como todo pueblo chico, existe algo que crea conflicto… El chisme!
Y parece ser que hasta los criminales temen venir a este municipio, en donde apenas alguien llega al lugar recibe toda clase de comentarios, y su vida privada parece estar expuesta ante los residentes locales.
“AcĆ” no se meten los criminales, porque les inventan chismes”. Describe Pablo Torres Palacios, alias “PTP” y alcalde del municipio, quien todas las maƱanas va de su despacho a una tienda a tomarse un cafĆ©, para soportar la solitaria jornada laboral antes del almuerzo.
En el pueblo pueden ser tan chismosos, que se sabe quien visitĆ³ a quien, y si alguno de los hijos va mal en el colegio- por cierto solo hay uno en el pueblo- Incluso es sabido que las relaciones extramaritales estĆ”n proscritas, no por ley, sino porque es imposible que alguien sea infiel a su pareja sin que el pueblo lo sepa.
El hecho mĆ”s recordado en temas amorosos sucediĆ³ hace mĆ”s de 25 aƱos.
Y es Amelita SocarrĆ”s, -QuiĆ©n desde las seis de la maƱana trabaja en su pequeƱa parcela rural ordeƱando vacas-, La que nos narra aquel suceso que impactĆ³ al municipio.
En aquella Ć©poca corriĆ³ el rumor de que “DoƱa Bernarda” se enamorĆ³ de su sobrino MartĆn. Recuerda que se ennoviaron y se comprometieron. “Eso pasĆ³ en Barbosa. Yo no sĆ© si en otras partes pasa eso, pero hasta tuvieron un hijo. El crio era bien educado y buenmozo”.
Ante la peticiĆ³n de este periodista, Amelita contĆ³ con mĆ”s detalle como fue el asunto con DoƱa Bernarda.
“Fue como hace 25 aƱos, ella era de CumanĆ” y se vino para acĆ”, vivĆa en una finca grande y muy cerquita de aquĆ, tenĆa unos treinta aƱos pero no se habĆa casado; Era muy arisca con los hombres, esa mujer no gustaba de ninguno…
…Y eso que los hombres del pueblo anduvieron atrĆ”s de ella, porque tenĆa muchas carnes, sobre todo en las tetas, Yo dirĆa que es la doƱa mĆ”s tetona que he visto vivir en este pueblo; La Bernarda tenĆa por delante, porque por atrĆ”s si le faltaba… Pero ella no le daba el sĆ a ninguno…”.
Entrada en mĆ”s confianza, DoƱa Amelita no parĆ³ de contar sobre aquella mujer:
“… ToƱo Vargas, una vez borracho le toco una teta en la tienda del viejo FermĆn, quiĆ©n ya muriĆ³, ToƱo estaba bebiendo porque era dĆa de pago de quincena, y la Bernarda fue a comprar vĆveres; ToƱo sĆ que estaba bien jicho (Ebrio) esa vez, y la Bernarda brava como siempre, se le enfrentĆ³ por aprovechado, le apretĆ³ los huevos, yo vi la cosa de lejitos, pero se los tenĆa bien cogidos, le apretaba el pantalĆ³n enterrĆ”ndole las uƱas…
…Todos los que vimos eso, quedamos creyendo que lo habĆa dejado baldado, y sin mĆ”s la mujer lo soltĆ³ y se fue con su compra… Luego como al aƱo siguiente, el ToƱo se casĆ³ con la Mariana y tuvo hijos con ella, asĆ que inĆŗtil no quedĆ³ aquel dĆa...
…Por esa Ć©poca vino a vivir con ella un sobrino, MartĆn, Ć©l iba a estudiar en el municipio vecino, y la tĆa le dio vivienda, de aquĆ se iba a diario y regresaba casi por la noche. Ćl tenĆa 17 aƱos, y la verdad yo estaba enamorada de Ć©l, yo en esa Ć©poca era una china de 14, pero el MartĆn no me hizo caso…
…Un domingo por la tarde, estaban molestando en el billar a MartĆn, y vino a buscarlo doƱa Bernarda, se puso bien cabreada porque estaban estafando a su sobrino, se acercĆ³ a SimĆ³n EcheverrĆa, quien gustaba de engaƱar en el juego, y sin mediar palabra le metiĆ³ un rodillazo en parte noble, sĆ que era peleonera esa Bernarda…
…Ćl SimĆ³n terminĆ³ en el piso del billar agarrĆ”ndose las bolas, entonces todos los dejaron en paz; Y ese dĆa se lo llevĆ³ a las malas a la finca, porque el MartĆn estaba enojado, era que le daba pena que la tĆa lo defendiera…
…Dicen que esa noche hizo por primera vez el sexo con el muchacho, cuentan las sirvientas, que la seƱora se fue de su habitaciĆ³n a la del MartĆn sin ropa, y asĆ toda empelotada se le metiĆ³ al cuarto. El muchacho estaba enojado todavĆa, pero la tĆa se le entregĆ³, Ć©l no se aguantĆ³ y se acostaron; Desde ahĆ convivieron como marido y mujer, dormĆan juntos todas las noches, y al poquito tiempo se casaron…
… Fue un escĆ”ndalo, vino la mamĆ” de MartĆn y casi se agarra de los pelos con su hermana, pero el MartĆn querĆa estar con la tĆa y convivieron. Al aƱo les naciĆ³ un chino que llamaron JosĆ©, ellos vivieron por aquĆ hasta hace unos 10 aƱos, cuando se fueron para San Antero, allĆ” deben vivir…”.
CĆ³mo la historia de DoƱa Amelita, hay no pocas anĆ©cdotas en estos pueblitos olvidados de nuestra naciĆ³n, donde siempre el conflicto interpersonal estĆ” a la orden del dĆa; Bien lo dice el dicho… Pueblo chico, Infierno grande.
Escrito por Pedro Cifuentes MariƱo.
Periodista investigador.
FIN.
Gracias.
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