Pueblo chico - Las Bolas de Pablo

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16 dic 2019

Pueblo chico

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING VERBAL F/M.


INFORME PERIODISTICO.
14 de Julio del 2019.

UNA HISTORIA DE BARBOSA.


   CĆ³mo toda las semanas una nueva entrega sobre la vida cotidiana en diversos municipios de nuestra GeografĆ­a, el dĆ­a de hoy trataremos sobre el municipio de Barbosa.

   Barbosa es uno de los municipios mĆ”s pequeƱos del paĆ­s, con 262 km2, y una poblaciĆ³n de 1.012 habitantes segĆŗn el Ćŗltimo censo, es el municipio menos poblado, asĆ­ como en donde el Ć­ndice de violencia estĆ” muy por debajo de la media nacional, tanto asĆ­ que desde hace 5 aƱos no se registra un homicidio.

   Cabecera municipal de Barbosa. Foto por Camilo Zuleta.

   Gran parte de la poblaciĆ³n habita en viviendas rurales, y menos de la mitad lo hace en el casco urbano, en donde a diario se observa deambulando por las calles, mas perros que personas.

   Con un banco, una farmacia, tres tiendas, un billar y una cantina, la vida social de los BarboseƱos no es muy activa; El Ćŗnico cambio es el domingo, en donde la gente de la zona rural viene al pueblo para la misa dominical, y las tiendas se activan un poco mĆ”s, gracias a las fiestas, los partidos de fĆŗtbol por televisiĆ³n y el licor.

   Pero como todo pueblo chico, existe algo que crea conflicto… El chisme!

   Y parece ser que hasta los criminales temen venir a este municipio, en donde apenas alguien llega al lugar recibe toda clase de comentarios, y su vida privada parece estar expuesta ante los residentes locales.

   “AcĆ” no se meten los criminales, porque les inventan chismes”. Describe Pablo Torres Palacios, alias “PTP” y alcalde del municipio, quien todas las maƱanas va de su despacho a una tienda a tomarse un cafĆ©, para soportar la solitaria jornada laboral antes del almuerzo.

   En el pueblo pueden ser tan chismosos, que se sabe quien visitĆ³ a quien, y si alguno de los hijos va mal en el colegio- por cierto solo hay uno en el pueblo- Incluso es sabido que las relaciones extramaritales estĆ”n proscritas, no por ley, sino porque es imposible que alguien sea infiel a su pareja sin que el pueblo lo sepa.

   El hecho mĆ”s recordado en temas amorosos sucediĆ³ hace mĆ”s de 25 aƱos. 

   Y es Amelita SocarrĆ”s, -QuiĆ©n desde las seis de la maƱana trabaja en su pequeƱa parcela rural ordeƱando vacas-, La que nos narra aquel suceso que impactĆ³ al municipio.

   En aquella Ć©poca corriĆ³ el rumor de que “DoƱa Bernarda” se enamorĆ³ de su sobrino MartĆ­n. Recuerda que se ennoviaron y se comprometieron. “Eso pasĆ³ en Barbosa. Yo no sĆ© si en otras partes pasa eso, pero hasta tuvieron un hijo. El crio era bien educado y buenmozo”.

   Ante la peticiĆ³n de este periodista, Amelita contĆ³ con mĆ”s detalle como fue el asunto con DoƱa Bernarda.

   “Fue como hace 25 aƱos, ella era de CumanĆ” y se vino para acĆ”, vivĆ­a en una finca grande y muy cerquita de aquĆ­, tenĆ­a unos treinta aƱos pero no se habĆ­a casado; Era muy arisca con los hombres, esa mujer no gustaba de ninguno…
…Y eso que los hombres del pueblo anduvieron atrĆ”s de ella, porque tenĆ­a muchas carnes, sobre todo en las tetas, Yo dirĆ­a que es la doƱa mĆ”s tetona que he visto vivir en este pueblo; La Bernarda tenĆ­a por delante, porque por atrĆ”s si le faltaba… Pero ella no le daba el sĆ­ a ninguno…”.

   Entrada en mĆ”s confianza, DoƱa Amelita no parĆ³ de contar sobre aquella mujer:

   “… ToƱo Vargas, una vez borracho le toco una teta en la tienda del viejo FermĆ­n, quiĆ©n ya muriĆ³, ToƱo estaba bebiendo porque era dĆ­a de pago de quincena, y la Bernarda fue a comprar vĆ­veres; ToƱo sĆ­ que estaba bien jicho (Ebrio) esa vez, y la Bernarda brava como siempre, se le enfrentĆ³ por aprovechado, le apretĆ³ los huevos, yo vi la cosa de lejitos, pero se los tenĆ­a bien cogidos, le apretaba el pantalĆ³n enterrĆ”ndole las uƱas…
…Todos los que vimos eso, quedamos creyendo que lo habĆ­a dejado baldado, y sin mĆ”s la mujer lo soltĆ³ y se fue con su compra… Luego como al aƱo siguiente, el ToƱo se casĆ³ con la Mariana y tuvo hijos con ella, asĆ­ que inĆŗtil no quedĆ³ aquel dĆ­a...
…Por esa Ć©poca vino a vivir con ella un sobrino, MartĆ­n, Ć©l iba a estudiar en el municipio vecino, y la tĆ­a le dio vivienda, de aquĆ­ se iba a diario y regresaba casi por la noche. Ɖl tenĆ­a 17 aƱos, y la verdad yo estaba enamorada de Ć©l, yo en esa Ć©poca era una china de 14, pero el MartĆ­n no me hizo caso…
…Un domingo por la tarde, estaban molestando en el billar a MartĆ­n, y vino a buscarlo doƱa Bernarda, se puso bien cabreada porque estaban estafando a su sobrino, se acercĆ³ a SimĆ³n EcheverrĆ­a, quien gustaba de engaƱar en el juego, y sin mediar palabra le metiĆ³ un rodillazo en parte noble, sĆ­ que era peleonera esa Bernarda…
…Ɖl SimĆ³n terminĆ³ en el piso del billar agarrĆ”ndose las bolas, entonces todos los dejaron en paz; Y ese dĆ­a se lo llevĆ³ a las malas a la finca, porque el MartĆ­n estaba enojado, era que le daba pena que la tĆ­a lo defendiera…
…Dicen que esa noche hizo por primera vez el sexo con el muchacho, cuentan las sirvientas, que la seƱora se fue de su habitaciĆ³n a la del MartĆ­n sin ropa, y asĆ­ toda empelotada se le metiĆ³ al cuarto. El muchacho estaba enojado todavĆ­a, pero la tĆ­a se le entregĆ³, Ć©l no se aguantĆ³ y se acostaron; Desde ahĆ­ convivieron como marido y mujer, dormĆ­an juntos todas las noches, y al poquito tiempo se casaron…
… Fue un escĆ”ndalo, vino la mamĆ” de MartĆ­n y casi se agarra de los pelos con su hermana, pero el MartĆ­n querĆ­a estar con la tĆ­a y convivieron. Al aƱo les naciĆ³ un chino que llamaron JosĆ©, ellos vivieron por aquĆ­ hasta hace unos 10 aƱos, cuando se fueron para San Antero, allĆ” deben vivir…”.

   CĆ³mo la historia de DoƱa Amelita, hay no pocas anĆ©cdotas en estos pueblitos olvidados de nuestra naciĆ³n, donde siempre el conflicto interpersonal estĆ” a la orden del dĆ­a; Bien lo dice el dicho… Pueblo chico, Infierno grande.

Escrito por Pedro Cifuentes MariƱo.
Periodista investigador.


FIN.
Gracias.

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