Los Nuevo Integrantes (5/6): Tiro por la culata - Las Bolas de Pablo

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8 jul 2020

Los Nuevo Integrantes (5/6): Tiro por la culata

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Bastian estaba sentado en una silla al lado de Alejandro que a su vez dormitaba en el sofĆ”, era un joven amigo de uno de sus hijos que se encargaba de pulverizar los testĆ­culos de cualquier hombre.

   Bastian apartĆ³ la vista de su tablet donde colocaba nuevas anotaciones de su estudio genĆ©tico familiar cuando detallĆ³ que Farid y Unai se acercaban de puntillas al Ć”rea de la piscina. Les sonriĆ³ teniendo la conclusiĆ³n que Alejandro iba a obtener lo que se merecĆ­a.

   Farid hizo un gesto salvaje, tratando de convencerlo de participar en la acciĆ³n. SĆ³lo sonriĆ³ y sacudiĆ³ la cabeza. SabĆ­a que si golpeaba los huevos del muchacho Ć©ste iba a retomar venganza y no deseaba poner sus frĆ”giles bolas en juego. 

   Tanto Farid como Unai parecieron decepcionados. Bastian se encogiĆ³ de hombros y se concentrĆ³ en su estudio mientras se acercaban sigilosamente a Alejandro.

   —Tomas sus pies, yo tomo sus brazos —susurrĆ³ Farid—. AsĆ­ rompemos sus gĆ³nadas.

   Unai asintiĆ³ con la cabeza.

   Alejandro dejĆ³ escapar un gruƱido adormilado, haciendo que tanto Farid como Unai se detuvieran a mitad de movimiento.

   Esperaron ansiosamente un par de segundos.

   Cuando Alejandro no se moviĆ³, Farid le sonriĆ³ a Unai y seƱalĆ³ con el pulgar hacia arriba.

   Unai asintiĆ³ con la cabeza.

   De repente, Alejandro se moviĆ³. Se enderezĆ³ tan rĆ”pido como un resorte elĆ”stico y sus brazos se dispararon hacia las entrepiernas de los dos asaltantes. AgarrĆ³ los pantalones abultados con las manos y los apretĆ³ con fuerza.

   —¡Los tengo! —gritĆ³ alegremente, sus manos apretaron alrededor de los cojones de sus compaƱeros.

   Dos gritos de asombro indicaron que Alejandro los tenĆ­a a los dos por las bolas. Con una risa triunfante, Alejandro girĆ³ su muƱeca, retorciendo los pares de testĆ­culos, haciendo que Unai y Farid aullaran de agonĆ­a.

   —Pensaron que podrĆ­an acercarse sigilosamente, ¿eh? —sonriĆ³ Alejandro, girando sus manos en otra direcciĆ³n, haciendo que Farid dejara escapar un gruƱido de sorpresa mientras los ojos de Unai se cruzaban lentamente—. ¿Y que hablaron? ¿Romper mis gĆ³nadas? —continuĆ³ tirando con fuerza con ambas manos.

   Unai parecĆ­a un personaje de tira cĆ³mica, con los ojos entrecerrados y las piernas cruzadas, mientras Farid hacĆ­a ruidos salvajes, gruƱƭa y resoplaba como un bĆŗfalo en celo.

   Alejandro tirĆ³ hacia arriba para que Farid y Unai se pusieran de puntillas, jadeando de dolor.

   Bastian admirĆ³ los mĆŗsculos de Alejandro flexionarse mientras apretaba los dos bultos en sus manos tan fuerte como podĆ­a. Unai parecĆ­a que estaba a punto de vomitar y Farid probablemente seguirĆ­a su ejemplo.

   Alejandro aplastĆ³ los delicados huevos de Unai y Farid, como si su vida dependiera de ello.

   —Parece que sus planes no fueron lo suficientemente buenos —indicĆ³ Alejandro—. TendrĆ”n que esforzarse un poco mĆ”s para atraparme, muchachos… 

   TirĆ³ con fuerza por Ćŗltima vez, haciendo que Farid y Unai gritaran a todo pulmĆ³n, antes de soltarlos y dejarlos colapsar en el suelo agarrando sus entrepiernas.

   —Hasta luego, chicos —Alejandro se levantĆ³, agarrĆ³ su ropa y saliĆ³ de aquella bonita zona, cantando una canciĆ³n de moda. 

   Farid y Unai gimieron de dolor, y Bastian volviĆ³ a poner atenciĆ³n a su estudio.

   —MaldiciĆ³n —gimiĆ³ Farid—. ¿Por quĆ© no hiciste algo, huevĆ³n?

   Bastian se encogiĆ³ de hombros. —¿Y quĆ© deberĆ­a haber hecho?

   —¡PodrĆ­as haberlo detenido! —gruĆ±Ć³ Farid.

   Unai estaba ocupado sobando sus maltratados genitales, repetĆ­a una y otra vez—. ¡Mis testĆ­culos, mis testĆ­culos!

   —De ninguna manera, Farid —negĆ³ Bastian—. Me gustan mis bolas y no las voy a poner bajo amenaza por culpa de Ć©se alacrĆ”n. 

   Farid le lanzĆ³ una mirada enojada. —Si estĆ”s de su parte, estĆ”s contra nosotros. 

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