Fin de semana divertido (4/4): el orgullo de la familia - Las Bolas de Pablo

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13 dic 2020

Fin de semana divertido (4/4): el orgullo de la familia


CONTIENE

BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE


Día: domingo


—Los quiero niños, espero verlos pronto —decía Pablo a sus sobrinos que estaban en la parte trasera del vehículo de Simón—, deseo que se hayan divertido humildemente con su increíble tío. 


—Fue genial —afirmó Sebastián Chacón. 


—¡Súper! —gritó Vicente alzando los brazos. 


—Mega divertido —confesó Pilar la niña de la familia. 


Pablo y Simón se rieron, intercambiaron un despido y el vehículo se puso en marcha. 


Pablo agitó la mano y una vez el auto de desapareció de la calzada, el rostro del amoroso y simpático tío cambió. Sus labios se apretaron y su mirada se volvió decidida. Ingresó con paso firme al interior de su casa materna. 


Durante aquel fin de semana además de los niños estaban Rafael y Bernardo, este último se estuvo divirtiendo a costa de las bolas de Pablo en todo momento que pudo. Por último la noche anterior le dio una patada tan poderosa que Pablo creyó que se les iban a salir por la boca, entonces retó al hijo de su primo Benjamín a una pelea. 


—¿Estás seguro, Pablo? —le dijo Benjamín—. Recuerda que tengo entrenamiento militar y voy a patearte el culo. 


—Pablo te hará tragar tierra —dijo Rafael. Por decir aquello recibió también un puñetazo en las gónadas que lo dejó doblado. 


La lucha se haría en el patio trasero en la tarde de ese domingo cuando Marcos Chacón y su esposa no estuvieran y Simón se marchase con sus hijos. 



Pablo se dirigió al patio y consiguió a Bernardo de pie, Rafael estaba en la tumbona con un calzoncillo blanco, tomando un jugo de naranja. 


Pablo se quitó la camiseta, los pantalones y rodeó al muchacho con sus calzoncillos que apenas podía contener sus genitales. 


—¿Quieres que te aplaste las toronjas, verdad? —se burló Bernardo. 


—No, estúpido. Es para que sepas que así te patearé el culo. 


Bernardo hizo una sonrisa burlona. 


La pelea comenzó, con un par de intentos cautelosos de ambos en intentar derribar al rival.


Cuando Pablo tuvo oportunidad lanzó un puñetazo a las grandes bolas de Bernardo. 



—¡Ay! Marica —gruñó Bernardo mientras se frotaba las bolas doloridas. 


—¡Te daré una muestra de tu propia medicina! —dijo Pablo. 



Sin embargo en ese momento Bernardo se lanzó encima de él, tirándolo al suelo y levantando su rodilla entre los muslos de Pablo, aplastando sus vulnerables huevos y provocando un aullido angustiado.


Rafael abrió la boca y se llevó una mano a la cabeza, sintiéndose preocupado.


Bernardo comenzó a atacar a Pablo quién sintiendo el profundo dolor en las gónadas pudo defenderse. 


Bernardo emitió un lamento angustiado cuando Pablo clavó su rodilla con todas sus fuerzas contra las bolas.


Bernardo gruñó sin aliento, apartándose y agarrándose las huevas. 


Pablo continuó atacando, intercambiando sus puños contra el cuerpo de Bernardo, que respondía con patéticos gruñidos guturales.


–¿Qué pasa, Berny? —se burló Pablo—. ¿Has olvidado los entrenamientos de defensa personal de tu papi?


Pablo le entregó una dolorosa patada en las bolas a Bernardo que las aplanó en su pelvis.


Bernardo se quedó inmóvil, a punto de desmayarse de dolor. Sentía rabia, humillación y dolor. Quería darse por vencido, pero su propio orgullo no se lo permitía. 


—¿Qué pasa Berny? —sonrió Pablo—. ¿Te quieres rendir? ¿Te has dado cuenta que no tienes oportunidad frente a Pablo Alejandro Chacón Bosch? ¡El grande! 


Bernardo no dijo nada, tenía los ojos llenos de lágrimas, Pablo simplemente lo empujó y el chico cayó acurrucado en la grama. 


Pablo sonrió y dio un suspiro. 


—Me das lastima, Berny —confesó con una sonrisa burlona—, si, pobrecito. No soportas ni dos golpes míos. ¡Que lastima! Pensé que eras rival digno de mí. Mi pobre primo Benjamín ha perdido el tiempo contigo enseñándote a luchar. 


Pablo se echó a reír y Rafael también lo acompañó. Pablo se echó sobre una tumbona y contempló a Bernardo gemir en el suelo agarrándose las bolas. 


Media hora más tarde Bernardo pudo levantarse y caminar encorvado al interior de la casa del primo Marcos. La lucha con Pablo además le había dejado una fuerte erección que necesitaba rebajar. Todavía en sus oídos resonaban las carcajadas de Pablo y Rafael mirando su abultada verga. El joven se quitó el pantalón corto y miró su pene largo y blanco. Parecía un tubo largo y delgado, con una bonita cabeza en forma de hongo rosada. Estaba erecto y procedió a masturbarse, con un gemido gorgoteante, entre mezcla de dolor y placer, se masturbó rápidamente. Las bolas le dolían y su polla disparó chorro tras chorro de cremoso semen almacenado en sus grandes y pesados ​​testículos durante semanas.



Cuando la eyaculación finalmente disminuyó, y el suelo quedó lleno de la salsa blanca, el lavabo y parte del espejo Bernardo suspirando y relajado tuvo que limpiar. Su pecho subía y bajaba tranquilamente mientras pasaba el papel absorbente.


Cuando salió del baño fue tomado por sorpresa recibiendo un puñetazo en las bolas de parte de Rafael, quien estalló en risas acompañado de Pablo. 


Con un graznido miserable y un quejido patético, Bernardo cayó desmayado.


—¿Estará bien? —preguntó atemorizado Rafael.


—Descuida, está bien. ¿Aún tiene sus dos bolas de juguete intactas?


—Hmmm —Rafael palpó los genitales de su primo, sí, ahí continuaban sus testículos.


Estará bien —determinó Pablo—, simplemente este grandullón arrogante se desmayó porque es tan débil como un conejito.


Pablo y Rafael se echaron a reír. 

2 comentarios:

  1. Ame esta historia, me hubiera gustado que la pelea entre Pablo y Bernardo hubiera sido un poco más larga, pero de todos modos me gustó, me encantan tus historias ballbusting donde los dos machos se golpean entre sí! Realmente ADORO el concepto de dos hombres viriles rompiéndose los huevos entre ellos, Especialmente cuando éstos dos hombres tienen una diferencia de edad y son parte de la misma familia, Bernando siendo el joven hombre mientras que Pablo es el hombre más maduro! Joven vs Maduro, me encantan! Tal vez me hubiera gustado que al final Pablo le hubiera sacado su cremoso semen a su sobrino con un buen golpe de gracia que porfin le exprime el semen de sus jugosas bolas Chacon (o tal vez al revez) pero de todos modos, excelente historia!

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    1. Muchísimas gracias por seguir esta y otras historias de principio a fin. Felices fiestas. :)

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