Cerdo corrupto - Las Bolas de Pablo

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7 nov 2022

Cerdo corrupto

 ā€”Vamos, seƱor oficial ā€”replicĆ³ HĆ©ctor cuando en medio de la avenida fue detenido por un policial al conducir con exceso de velocidadā€”. Le he dicho que necesito llegar temprano al hospital porque tengo guardia ā€”seƱalĆ³ con la mano el asiento de conductor donde reposaba su bata blanca.

 

ā€”Doctorcito, le he dicho que al no tener su licencia de conducir actualizada le corresponde una multa ā€”afirmĆ³ el oficial Armando devolviĆ©ndole la tarjeta vencida un aƱo atrĆ”sā€”. Con esto le corresponde soberana multa.

 

HĆ©ctor en su deber
como mƩdico
ā€”Oficial, se hace tarde, debo llegar al hospital. Mi deber es salvar vidas. Por esta ocasiĆ³n perdone mi falta. Le prometo que maƱana estarĆ© a punto para actualizar mi licencia.

 

ā€”No, de aquĆ­ usted se irĆ” con la multa. Usted salva vidas y yo cumplo con la ley, al menos queā€¦ ā€”el policĆ­a frunciĆ³ la boca como si pensara en algo.

 

ā€”ĀæAl menos que, oficial?

 

ā€”Que usted y yo nos arreglemos internamente. VerĆ”, es de noche y tengo hambre. ĀæQue le parece si nos olvidamos de la multa y usted me da dinero para comprarme una cena? IncluĆ­mos el desayuno de la maƱana y el almuerzo tambiĆ©n.

 

HĆ©ctor lo observĆ³ ceƱudo sintiendo una punzada de ira.

 

ā€”Ā”Es usted un cerdo corrupto, oficial! ā€”explotĆ³ā€”. Ā”Un maldlto corrupto mĆ”s del montĆ³n! Ā”AdemĆ”s de los ladrones, policĆ­as como usted tambiĆ©n roban! Ā”Su dignidad quedĆ³ tras las rejas!

 

El oficial Armando lo agarrĆ³ de la camisa y lo empujĆ³ de espalda contra el vehĆ­culo, sujetando su antebrazo a la mejilla del doctor. Con el rostro contraĆ­do de rabia le dijo:

 

ā€”ĀæQuĆ© demonios has dicho? LlĆ”mame cerdo y corrupto de nuevo.

 

Entre los dos hubo un pesado silencio hasta que un escupitajo del doctor cayĆ³ en el ojo del policĆ­a. Sin previo aviso, el oficial respondiĆ³ con un puƱetazo rĆ”pido y fuerte en la mandĆ­bula del muchacho, y luego se limpio la baba del ojo, sentĆ­a que le ardĆ­aā€”Ā”Maldito infeliz! ā€”dijo pasando su mano con el escupitajo por el rostro del doctor.

 

ā€”Ā”Cerdo corrupto! ā€”repitiĆ³ el mĆ©dico agarrando al policĆ­a de la camisa de su uniforme y conduciendo su rodilla a la entrepierna del defensor de la ley, aplastando de lleno sus dos testĆ­culos.

 

ā€”Ā”Uuurgh! ā€”gritĆ³ el oficial Armando agarrĆ”ndose los huevos y cayendo de rodillas, gimiendoā€”. Ā”Aaaaargh, maldito hijo de puta!

 

HĆ©ctor agarro la placa del uniforme del policĆ­a y se la arrancĆ³, sujetĆ”ndolo del cabello hizo que mirara la manera en que la escupĆ­a.

 

ā€”Cerdo corrupto ā€”dijo una vez mĆ”s el mĆ©dico, observĆ³ como el oficial dolorido se frotaba los testĆ­culos y preguntĆ³ā€”. ĀæEstĆ”s bien ahĆ­ abajo policĆ­a? Si desea le hago una cita con el urĆ³logo.

 

El policĆ­a apretando los dientes a travĆ©s del dolor, lanzĆ³ un fuerte puƱetazo en las bolas del mĆ©dico.

 

HĆ©ctor gimiĆ³ cuando el dolor estallĆ³ en su hombrĆ­a y cayĆ³ de rodillas al frente del oficial, sujetĆ”ndose los huevos.

 

El policĆ­a agarrĆ³ a HĆ©ctor colocando una mano detrĆ”s de su cuello y cerrando el puƱo, lo golpeĆ³ en el abdomen y luego en la cara. Lo tirĆ³ al suelo y se sentĆ³ sobre su pecho, dĆ”ndole bofetadas en la cara.

 

ā€”Te enseƱarĆ© a respetar a la ley.

 

HĆ©ctor se defendiĆ³ apuntando un nuevo certero escupitajo al ojo del policĆ­a Armando y luego el dio un rodillazo en la espalda para que se cayera de su pecho.

 

El policĆ­a cayĆ³ de frente a su lado, limpiĆ”ndose frenĆ©ticamente el ojo. Se fue levantando del suelo para quedar a cuatro patas, intentando ponerse de pie. Mientras lo hacĆ­a recibiĆ³ una patada en las bolas desde atrĆ”s. El oficial rodĆ³ pocos centĆ­metros por el pavimento quedando dolorido y quejĆ”ndose con pesar.

 

HĆ©ctor se acercĆ³ al oficial, pero recibiĆ³ una patada en la pierna y cayĆ³ de bruces. El oficial saltĆ³ sobre Ć©l y le bajĆ³ el pantalĆ³n de un tirĆ³n como una forma de humillarlo y dejarlo en calzoncillos, con la inteciĆ³n de llevĆ”rselo detenido por actos bochornosos en la vĆ­a pĆŗblica. Le envolviĆ³ el pantalĆ³n al rededor del cuello y apretĆ³.

 

La cara del mĆ©dico se puso roja, mĆ”s que avergonzado se sintiĆ³ molesto de quedar medio desnudo delante de ese sĆ”dico. LevantĆ³ la mano y araĆ±Ć³ la cara del guardia, sin embargo mĆ”s mĆ©todo de reacciĆ³n tuvo Armando mordiendo su dedo. HĆ©ctor quiso gritar, pero la tela en su cuello fue retorcida.

 

El oficial Armando se echĆ³ a reĆ­r y simplemente lo liberĆ³. HĆ©ctor quedĆ³ acongojado tosiendo.

 

ā€”TendrĆ© que llevarlo detenido, doctor ā€”explicĆ³ā€”. Su actitud con la ley es aberrante. Los cargos a los que enfrentarĆ” serĆ”n terribles: manejo a alta velocidad, resistencia a la ley y agresiĆ³n policial. Sin incluir su poca ropa en la calle y exposiciĆ³n pĆŗblica ā€”puso ante sus ojos las grises y brillantes esposas.

 

HĆ©ctor gruĆ±Ć³ y sin mirarlo al rostro, preguntĆ³:

 

ā€”ĀæEs todo lo que tienes que decir? ĀæHas terminado cerdo corrupto o se te ocurre mĆ”s?

 

ā€”Vete a la mierda, doctor. HarĆ© que te quiten la licencia.

 

ā€”Y yo harĆ© que te quedes sin bolas ā€”dijo Hector y de un salto le apretĆ³ y halĆ³ de los huevos.

 

ā€”Ā”AAAARGH! ā€”gritĆ³ Armando dejando escapar de sus manos las esposas. De forma sorprendente el bulto en su pantalĆ³n se hizo mĆ”s grande. El mĆ©dico sintiĆ³ el engrosamiento de su polla.

 

ā€”Ā”ĀæOh, asĆ­ que te gusta, eh?! ā€”se riĆ³ y continuĆ³ apretando incrementando la presiĆ³n sobre los testĆ­culos.

 

ā€”Ā”Uuuuuuugh! ā€”rugiĆ³ Armando de forma gututal. Sus ojos estaban en blanco y una espesa baba escapĆ³ de sus labios de manera humillante.

 

ā€”ĀæHas acabado, zorra? ā€”se burlĆ³ HĆ©ctor dejando la punta de sus dedos blancos aferrados al par de gĆ³nadas en el pantalĆ³n.

 

El oficial Armando tenĆ­a las manos alrededor de las del mĆ©dico, tratando dĆ©bilmente de quitarlas. Le dolĆ­a cada centĆ­metro del cuerpo y el apretĆ³n a sus huevos lo dejaba sin fuerzas. Varias lĆ”grimas empaparon su rostro. El dolor de sus testĆ­culos deformados en la palma de la mano fue tan potente que hizo que su mundo diera vueltas y se desmoronara cayendo al suelo como un costal de papas.

 

ā€”Ā”Cerdo corrupto! ā€”reclamĆ³ HĆ©ctor cuando el hombre cayĆ³ desmayado. Se arrodillĆ³ y palpĆ³ las gĆ³nadas, todavĆ­a estaban ahĆ­, lo mĆ”s posible es que se hincharan en unas cuantas horas.

 

HĆ©ctor se puso de pie e inspeccionĆ³ la zona. Era una calle solitaria, seguramente la favorita del policĆ­a para hacer sus fechorĆ­as y sobornar a cuanta persona quisiera. El mĆ©dico suspirĆ³ y dirigiĆ³ la mirada al semental desmayado.

 

ā€”Ā”Cerdo corrupto! ā€”volviĆ³ a decir con decepciĆ³n.

 

TomĆ³ el pantalĆ³n colocĆ”ndoselo y se dirigiĆ³ a su vehĆ­culo, lo puso en marcha mirando desde la ventanilla al policĆ­a en plena recuperaciĆ³n, simplemente se puso de costado acariciando con ambas manos sus bolas.


Puedes conocer el registro de policĆ­as y criminales ingresando al siguiente link o visitando la pestaƱa en el menĆŗ superior del blog con la descripciĆ³n "PolicĆ­as y criminales".

 

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