Camila en peligro - Las Bolas de Pablo

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11 feb 2018

Camila en peligro

ORIGINAL DE: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M

ESTE CORTO RELATO ESTƁ  BASADO EN UN HECHO REAL;  HACE UNOS AƑOS UNA PERSONA CON QUIEN LABORABA NOS CONTƓ A VARIOS TRABAJADORES ESTE SUCESO; ACLARO QUE ASI MISMO, A ESTA PERSONA ALGUIEN MAS LE CONTƓ LO OCURRIDO.

   Camila una agraciada joven de 24 aƱos, saliĆ³ esa tarde rumbo a casa de una tĆ­a, iba demorada y decidiĆ³ no esperar el autobĆŗs; En vez de ello, tomĆ³ un servicio de motocicleta pĆŗblica, un servicio mĆ”s rĆ”pido, pero ilegal… Aun asĆ­  en su pequeƱa ciudad latinoamericana de residencia, era una fuente de empleo dada la gran cantidad de personas sin ingresos. La mayorĆ­a es gente honesta y necesitada, pero desafortunadamente  algunos delincuentes tambiĆ©n prestan el servicio como una oportunidad para asaltar personas, y cometer delitos muchos peores.

   A las 3 de la tarde, Camila hacia una seƱal con la mano y el conductor de motocicleta se detenĆ­a, la mujer en pantalĆ³n jean ceƱido y blusa, se subĆ­a al vehĆ­culo de dos ruedas; El conductor le explica que no tiene un segundo casco, pero la mujer hace caso omiso a las normas mĆ­nimas de seguridad y estĆ” de acuerdo en ser llevada… para Camila lo importante es llegar a tiempo a casa de su tĆ­a.

   No solo estĆ” exponiĆ©ndose a algĆŗn accidente por no usar casco protector, sino que sin saberlo estĆ” en otro tipo de riesgo, un riesgo criminal; La muchacha subiĆ³ a la motocicleta de un delincuente… y en donde podrĆ­a ser asaltada y tal vez abusada.

   Indicada la direcciĆ³n a llevarla, el motociclista va con prudencia durante la zona de la ciudad mĆ”s poblada, pero en una parte mĆ”s desolada, altera la ruta… Cuando debe dar un giro a la izquierda, el sujeto toma la derecha, metiĆ©ndose por un amplio terreno destapado.


   “A dĆ³nde vas?”.

   “Es mĆ”s rĆ”pido meterse por aquĆ­”, expresĆ³ con voz ronca el sujeto, debido  al casco que le cubrĆ­a casi toda la cabeza y rostro. 

   Camila pareciĆ³ entender, pero cuando el sujeto cambiaba de nuevo la ruta, y la mujer ya no sabĆ­a por dĆ³nde iban, se alarmĆ³ y le exigiĆ³ regresar.

   De pronto el sujeto acelerĆ³ la motocicleta, provocando una obvia reacciĆ³n en Camila.

   “Que haces?, para!, que no me oyes?, detente!” La joven le dio un puƱo en la espalda al sujeto para hacerle entender, pero Ć©ste ni se inmutĆ³.

   En la mente de la mujer solo habĆ­a preocupaciĆ³n, esto no era un asalto, el sujeto la estaba raptando; Y era obvio que buscarĆ­a un paraje desolado para accederla sexualmente.

   Camila tenĆ­a intenciones de bajarse, pero a tal velocidad se matarĆ­a de seguro, el terreno por el que circulaban era duro y lleno de piedras.

   Con el corazĆ³n acelerado, la mujer golpea repetidamente la espalda del sujeto.

   “Ya para!, que me vas a hacer maldito!”. La espalda del tipo es musculosa, asĆ­ que esos puƱos sin fuerza poco le hace; Si pudiera golpearle la cabeza, o usar sus uƱas contra su rostro, pero con el casco todo esto es inĆŗtil… el depravado calculĆ³ bien el cĆ³mo protegerse.

   “Ya cĆ”lmate dulzura, que cuando lleguemos te va a gustar”.

   Desesperada decide rogarle.

   “Por favor no me haga daƱo, seƱor dĆ©jeme ir, se lo ruego”.

   “Como me gustan que supliquen… te aseguro que suplicaras para que dĆ© mĆ”s de lo que tengo entre las piernas”.

   El sujeto no tenĆ­a escrĆŗpulos, pero su Ćŗltima frase le dio esperanzas a Camila, ahora sabĆ­a quĆ© hacer, tenĆ­a una oportunidad de saltar de la moto, y la aprovecharĆ­a!.

   Repentinamente Camila se pegĆ³ a la espalda del sujeto, pasando sus manos bajo los brazos extendidos de este, hasta apoyar las palmas abiertas contra el pecho del criminal; El hombre  sonreĆ­a creyendo en la colaboraciĆ³n de la mujer a quien violarĆ­a.

   “Si le colaboro, promĆ©tame que no me lastimarĆ””.

   “Ya veremos ricura, Jajajaja”.

   Pero la frase de la mujer tenĆ­a como objetivo distraer al tipo, quien no desconfiĆ³ cuando las manos de Camila descendĆ­an por su abdomen… en camino a una mĆ”s sensible Ć”rea del varĆ³n.

   Cuando las manos llegaron a nivel del botĆ³n del pantalĆ³n del degenerado, se detuvieron cĆ³mo esperando una seƱal… Unos instantes pasaron y la mujer bajĆ³ su mano derecha atacando sus objetivos!

   La pequeƱa mano de Camila se dirigiĆ³ a la entrepierna del sujeto, la cual descansaba en el asiento de la moto, agarrando pene y huevos por igual, y dĆ”ndoles un fuerte apretĆ³n.

   “AAAAAAHHHH!!!!”. GritĆ³ el hombre, sintiendo sus huevas ser comprimidas.

   El sujeto era torturado por la mujer quien con las uƱas y dedos liberĆ³ el flĆ”cido pene, y se ensaĆ±Ć³ con sus siempre mĆ”s delicados testĆ­culos!, por instinto el hombre bajĆ³ la velocidad, al principio querĆ­a soltar el manubrio de la moto para rescatar sus cautivas bolas… pero perder el control a esa velocidad lo terminarĆ­a matando, AsĆ­ entonces desacelerĆ³ con prontitud para una vez detenida la motocicleta, pudiera quitar la femenina mano de sus cojones.

   Pasaba lo que Camila querĆ­a y necesitaba, la moto desacelerĆ³ y la mujer no lo dudo dos veces, soltĆ³ las huevas del criminal y como un resorte brincaba de la motocicleta…
…RodĆ³ un poco por la tierra y se levantĆ³ como si nada, emprendiendo la huida.

   Camila corrĆ­a por su vida, pues de seguro el sujeto de lograr atraparla, le darĆ­a muerte por lastimarle en las Ć”reas mĆ”s privadas e importantes para Ć©l varĆ³n.

   Por reflejo volteĆ³ a ver si tenĆ­a a un seguramente enojadĆ­simo criminal tras ella, pero lo que pudo ver fue algo muy diferente.

   Se detuvo un instante y observĆ³ con detalle lo que habĆ­a detrĆ”s; La moto se hallaba en el suelo, el hombre habĆ­a perdido finalmente el control del aparato, y tĆ©rmino en tierra junto a esta. Estaba con el casco puesto, acostado de medio lado, y con las manos en la entrepierna… acunaba sus huevas intentando sobreponerse al tremendo dolor recibido.

   Ya no habĆ­a riesgo de ser atrapada, pero no se quedĆ³ mĆ”s de testigo y retomĆ³ la veloz carrera buscando encontrarse a alguien lo mĆ”s pronto posible.

   En una hora la policĆ­a recibĆ­a la denuncia por Camila del intento de rapto; Desafortunadamente el criminal evadiĆ³ a las autoridades, pero para fortuna del pĆŗblico debiĆ³ irse de la ciudad para evitar su captura.

   Camila aprendiĆ³ que a pesar de tardar mĆ”s, en adelante tomarĆ­a el autobĆŗs… Era mĆ”s seguro en caso de accidente, y si hubiera un asalto, por lo menos en Ć©ste nunca irĆ­a sola.


Fin.
Gracias
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com


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