-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
āY aquĆ estamos desde la gran final de El desafĆo de reyes āanimaba Hermes por el micrófono. El guapo rey de la información se rascó la frente mientras los rayos del sol iluminaban su cuerpo lampiƱo semidesnudo donde se efectuarĆa el reto finalā. Los tres finalistas resultaron: Electro, favoritos entre varios y posible sucesor del gran Olimpo, Salazar, misterioso y de poder inigualable desde las sombras y su contraparte Xian, rey de la luz, joven y robusto. ĀæEstĆ”n preparados grandes reyes?
Hubo distintas muestras de afirmacion. AllĆ tambiĆ©n estaba Olimpo y su bella hija RubĆ, la reina del amor, deseada por todos y amada por pocos. El hombre que ganara a partir de ese momento se casarĆa con aquella hermosa dama obteniendo con ello gran poder al lado del rey de reyes Olimpo.
Alto e imponente Electro mostraba el fornido cuerpo al aire su larga y flĆ”cida polla estaba envuelta en la ropa interior azul, sus grandes bolas colgaban entre sus piernas repletas de semen. Sonrió arrogante creyendo que ya era el ganador del desafĆo, su poder era superior a la oscuridad de Salazar y las luces de Xian.
Salazar estaba orgulloso de la escultura gruesa y fuerte de su cuerpo, sus bolas eran grandes, carnosas y resistentes. Nada en el mundo podrĆa destruirlas. Guiñó un ojo a RubĆ que le correspondió con un beso lanzado al aire.
El guapo Xian estaba con los brazos tras la espalda usaba un calzoncillo rojo que acentuaba sus dos gónadas grandes y redondas.
Ante el sonriente Hermes estaba una ruleta, grande, brillante y colorida con nĆŗmeros aleatorios entre 1 y 100.
āEn nuestro Ćŗltimo desafĆo la encantadora RubĆ harĆ” participación ādecĆa Hermesā, antes de saber quien serĆ” su marido nuestros guapos participantes girarĆ”n la ruleta y el nĆŗmero que resulte seleccionado determina el nĆŗmero de patadas que recibirĆ”n sus huevillos. El mĆ”s fuerte y resistente se quedarĆ” con el amor de RubĆ y la aprobación de su padre. ĀæEstĆ”n preparados? āhubo tres diferentes respuestas positivasā. Ā”Que San Valentin los bendiga! Ā”Electro, eres el primero!
Electro dio un giro contundente a la rueda y duró casi un minuto completo hasta que dio como resultado al número 5.
Electro abrió las piernas y miró al cielo dÔndole a Rubà acceso total al enorme par de bolas carnosas que colgaban entre sus muslos.
Rubà estaba utilizando unas pesadas botas construidas para destruir. Se plantó ante Electro y lanzó una patada que hizo crujir sus huevos con fuerza.
Electo hizo una mueca dolorosa y dejó escapar un gruñido.
Rubà se rió entre dientes y pateó las gónadas del eléctrico rey tan fuerte como pudo, introduciendo las dos enormes gónadas en el cuerpo de Electro.
La tercera patada aplastó las pesadas bolas del rey con un ruido sordo.
La bota de Rubà volvió a encontrarse con las huevas de Electro, haciéndolas crujir y sacÔndole el aliento de los pulmones.
La quinta prĆ”cticamente devastó sus testĆculos hinchados.
Electro se quedó encorvado amasando sus cojones y Hermes anunció el turno de Salazar que hizo girar la ruleta aterrizando en el número 3.
Salazar se rió, frotÔndose las manos. Abrió las piernas.
Rubà suspiró y dio un paso atrÔs. Con un pequeño arranque, movió su bota contra las bolas del rey de la oscuridad, haciéndole gruñir de dolor.
Una vez mÔs, la mujer pateó las bolas de Salazar tan fuerte como pudo, embistiendo los dos fuertes cojones en el cuerpo del musculoso macho.
La cara de Salazar estaba contorsionada de dolor.
RubĆ pateó las pelotas colgantes de Salazar con toda la fuerza que pudo reunir, aplastĆ”ndolas y āāprovocando un gruƱido bajo y gutural por parte del hombre.
Xiam fue el último en girar la rueda y ésta cayó en el número 8.
RubĆ le dio un puntapiĆ© a las bolas y el empeine levantó los testĆculos con un golpe rotundo.
Los ojos de Xiam se agrandaron y dejó escapar una tos.
Rubà siguió con otro golpe.
En la octava patada Xiam estaba doblado del dolor haciendo muecas y agarrando su entrepierna.
En la nueva ronda Electro hizo girar la ruleta aterrizando en el 28. El macho se asustó y tembló lanzando un gemido.
Rubà retrocedió a larga distancia, tomó impulso y salió corriendo hasta clavar una patada entre las piernas de Electro, este lanzó un grito letal.
Veintisiete patadas mƔs tarde, Electro estaba sufriendo mucho. Se encontraba doblado, agarrƔndose las bolas severamente hinchadas y gimiendo de dolor.
Salazar soltando un gruñido giró la rueda una vez mÔs. Aterrizó en el número 21.
El rey miró sus cojones dentro de la ropa interior. Se veĆan hinchados y rojos. Gimió ante su desdicha.
Rubà pateó duramente las gónadas de Salazar. La punta de su bota aplanó el abultado paquete del rey de la oscuridad, el se dobló gimiendo, con el rostro blanco como una hoja de papel.
Al termino de la ronda Salazar todavĆa continuaba en el juego. Xiam hizo girar la ruleta y esta lanzó el nĆŗmero 39.
RubĆ se frotó las manos y le guiñó un ojo al guapo rey que extendĆa las piernas.
Xiam cerró los ojos. Sus enormes bolas hinchadas colgaban entre sus muslos.
Rubà comenzó a patear sus bolas tan fuerte como pudo, estrellÔndolas en su pelvis una y otra y otra y otra vez.
El sonido de las botas hacĆa eco en todo el campo donde los camarógrafos enfocaban transmitiendo el programa por televisión, el lugar se decoraba de los gruƱidos y gemidos agónicos del rey de la luz.
Xiam permaneció de pie, apretando puños y dientes.
Finalmente, RubĆ se detuvo.
āĀ”Guau, eres increĆble, semental!
āEl rey que te mereces ādeterminó Xiam. Su cara estaba roja y contorsionada de dolor. Sus testĆculos se sentĆan como si hubieran sido atropellados por un autobĆŗs.
āĀ”Gira la rueda, Electro āinvitó Hermes con mucho entusiasmo ajustĆ”ndose la entrepierna.
Electro hizo una mueca y giró la rueda.
Cuando se detuvo, Rubà soltó una risa contagiosa.
69.
RubĆ comenzó a romper las bolas de Electro con la energĆa de un jugador de fĆŗtbol.
Su bota se estrellaba contra los frÔgiles órganos con una fuerza implacable y precisión destructora.
En la dƩcima patada, Electro respiraba pesadamente.
Para la vigƩsima patada, su cuerpo musculoso brillaba de sudor.
En la trigƩsima sus gruƱidos se volvieron roncos y guturales.
En la cuadragƩsima patada, las lƔgrimas comenzaron a correr por su atractiva cara.
En la quincuagƩsima el cabello de Electro estaba empapado de sudor.
En la sexagƩsima patada sus ojos se volvieron vidriosos.
Finalmente, despuĆ©s de las sesenta y ocho fuerte patada a los testĆculos sobredimensionados de Electro, RubĆ se detuvo, dejando que el rey cayera al suelo rindiĆ©ndose y acurrucĆ”ndose en posición fetal.
āNotable decepción para el desafĆo āopinó Hermes a tiempo que dos hombres entraban al campo llevĆ”ndose a Electroā, era un rey querido y favorito para ganar. El juego final se cierra entre Salazar y Xiam.
El rey de la oscuridad lentamente y giró la ruleta.
Para su suerte aterrizó en el número 12.
Salazar gimiendo separó las piernas.
La docena de patadas que Rubà entregó fueron poderosas y colericas, levantando a Salazar por el aire.
Despues de los golpes el macho terminó doblado en el suelo sufriendo toda una agonĆa.
Xiam hizo girar la rueda.
89.
Xiam cerró los ojos cuando Rubà se acercaba a él.
Finalmente sobrevivió a la ronda, aunque terminando adolorido y frotÔndose las huevas moviendose como culebra en el piso.
Fue el turno de Salazar y aunque el número aterrizó en el 14 sólo resistió hasta el número 5 cayó al piso pataleando y agarrÔndose las bolas. Lloriqueaba como nena.
āAsĆ que tenemos un ganador āanunciaba Hermes mientras Xiam levantaba los brazos con alegrĆaā. Y es el rey de la luz Xiam.
RubĆ corrió hasta su futuro marido este la abrazó y besó sintiendo una dolorosa erección. Olimpo abrĆa la boca sorprendido.
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