CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
—Lucas, sobrino que bueno que llegas porque necesito hablar contigo.
—¿SĆ, tĆo? —la voz de Lucas reflejaba duda y miedo. Nunca esperaba llegar a casa en su vehĆculo y que el tĆo Marcos lo esperara fuera del hogar o ¿serĆa mera coincidencia que allĆ se encontraran?—. ¿Dime, tĆo?
Marcos ChacĆ³n usaba esa maƱana una chaqueta para el frĆo y una ajustada camisa que resaltaba un cuerpo poderosamente cuidado para su edad.
—Toque esta maƱana en tu cuarto y ya no estabas. Tu tĆa me aseguro que habĆas salido a la federaciĆ³n de fĆŗtbol.
—AsĆ es, tĆo, habĆa una reuniĆ³n para lo de Rusia.
Marcos ChacĆ³n miraba fijamente a Lucas mientras tanto su sobrino estaba internamente lleno de miedo, ¿para quĆ© su tĆo querĆa hablar con Ć©l? ¿A caso descubriĆ³ lo que pasĆ³ anoche? ¿Por quĆ© lo miraba asĆ? ¿QuĆ© definĆa su mirada: decepciĆ³n, preocupaciĆ³n, rabia?
—AquĆ hace mucho frĆo entremos y vamos a la biblioteca que tengo algo que hablarte seriamente.
—EstĆ” bien pero de quĆ© se trata, tĆo.
—Adentro serĆ” mejor.
«Estoy preparado» pensaba Lucas. «Sabe todo lo de anoche, me va a insultar, me va a pegar y me echarĆ” de su casa como un perro traidor».
—¿No hay nadie? —preguntĆ³ estĆŗpidamente.
—SĆ³lo Daniela, tĆŗ y yo.
Daniela era la seƱora que limpiaba la casa, Lucas sentĆa que sus grandes bolas le subĆan a la garganta por el terror que experimentaba. No habĆa duda su tĆo lo sabĆa todo de anoche y le tocarĆa aceptar las represalias como un macho.
Ocuparon asiento en la amplia biblioteca.
—Lucas sabes que te quiero mucho…
«¡Lo sabe todo! Ćste es el momento en que me escupirĆ” diciendo que le faltĆ© el respeto con su confianza regalada.»
—Lo sĆ©, tĆo —interrumpiĆ³ Lucas dominando su voz a pesar del pĆ”nico—. Y tĆŗ para mi eres un padre mĆ”s que tu hermano Gaspar… tĆo de veras siento lo que pasĆ³…
—Lucas precisamente de Gaspar quiero hablarte.
De manera graciosa el muchacho se quedĆ³ con la boca abierta sin poder terminar su disculpa, se dio cuenta de ello y se acomodĆ³ sintiĆ©ndose libre de culpas.
—¿QuĆ© quiere ese seƱor?
—Ayer por la noche me llamĆ³ hablamos largo rato. Cuando dejĆ© el celular me quedĆ© muy preocupado. Fui a tocarte a la habitaciĆ³n y ya estabas dormido.
«O ya no estaba ahĆ» pensĆ³ el sobrino.
—Mira, yo sĆ© que Gaspar nunca ha sido un buen padre.
—Y nunca lo serĆ”, sino fuera por ti yo no sĆ© que serĆa de mi.
—Oh, Lucas —Marcos ChacĆ³n lo miraba preocupado—, tu padre quiere que te reĆŗnas con Ć©l y todos tus hermanos en su casa.
—¿SĆ? Estoy muy ocupado para eso. Ćl nunca ha querido ni tener hijos ni ser padre. ¿O ya como estĆ” viejo sentĆ³ cabeza?
—No, Lucas, piĆ©nsalo bien Ć©sta puede ser la Ćŗnica manera de conocer a gran parte de tus hermanos.
—Gaspar ChacĆ³n siempre estuvo regando hijos por ahĆ. ¿Se arrepintiĆ³?
—Quiere que todos lo conozcan, quiere hablar con ustedes.
—Yo no quiero hablar con Ć©l.
—Lucas, tu padre estĆ” enfermo y puede morir asĆ que quiere reunirse con los hijos de todas las mujeres con las que ha estado y que le han asegurado ser el su padre.
Lucas abriĆ³ los ojos de sorpresa. RememorĆ³ aquella vez que su madre enferma de cĆ”ncer lo presentĆ³ ante Gaspar y este tan grosero negĆ³ que no tenĆa hijos. Ahora parecĆa que la vida le daba factura.
—¿CuĆ”ntos hermanos somos?
—No lo sĆ©. Ya sabes como es Gaspar.
—MĆ”s de una docena seguramente. ¿CuĆ”ndo quiere reunirse? Estoy con el fĆŗtbol para ir con la selecciĆ³n nacional a Rusia.
—Tu viaje serĆ” pronto. A lo sumo 1 o 2 semanas. No afectarĆ” tu rendimiento. ConocerĆ”s a todos tus familiares. ¿No te da emociĆ³n?
—Un poco, con mamĆ” sĆ³lo la tenĆa a ella y tĆŗ que me abriste las puertas de tu casa.
—SĆ. Con respecto a eso debo confesarte algo —Lucas lo mirĆ³ con renovado interĆ©s, ¿le iba a reclamar finalmente?—. De todos tus hermanos eres el Ćŗnico que tiene el apellido ChacĆ³n.
—Y gracias a tu insistencia.
—El resto de tus hermanos no han sido reconocidos todavĆa, en eso he tenido culpa por no ponerme ferreo con Gaspar.
—Fui un caso Ćŗnico —riĆ³ Lucas.
—Le harĆ© un seguiento a lo de tus hermanos. Ya sabes que soy un hombre al que le gusta la familia.
Lucas afirmĆ³ con la cabeza. Ellos continuaron charlando un rato mĆ”s hasta que cĆ³modamente el joven se despidiĆ³ de su tĆo y al cerrar la puerta dio un resoplido de alvio.
«Que bueno que no sabe nada de lo de anoche» se dijo caminando a su habitaciĆ³n.
Por un momento pensĆ³ en Gaspar ChacĆ³n, asĆ que estaba enfermo y sintiendo un peso de conciencia querĆa conocer a sus hijos. ¡Que lĆ”stima que debĆa pasar eso para llamar la atenciĆ³n! A pesar de todo iba a conocer a sus hermanos y era lo que le emocionaba. Siempre quiso tener hermanos y la verdad es que tenĆa a multitudes.
Se encerrĆ³ en su habitaciĆ³n y se quitĆ³ la franela, zapatos y jeans. En calzones se echĆ³ en la cama y sonriendo.
«Por un momento pensĆ© que mi tĆo sabĆa algo de lo de anoche».
La noche anterior el muchacho habĆa salido a hurtadillas de su dormitorio y visitĆ³ a su novia secreta, no se trataba de nada mĆ”s y nada menos que de su prima Jenny, ambos habĆan sentido una quĆmica desde que se conocieron pero fue el diciembre anterior que decidieron hacerse novios a escondidas de la familia.
Obviamente no era la primera vez que durante la noche Lucas se fugaba de su habitaciĆ³n mientras los demĆ”s dormĆan para visitar a la guapa chica, ya tenĆa experiencia en ello pero era que la noche anterior habĆa sido especial pues fue la primera vez que ellos tenĆan relaciones sexuales.
En las veces anteriores las visitas de Lucas no pasaban de besos, caricias y abrazos por lo que salĆa de la recĆ”mara de la prima totalmente caliente y empalmado teniendo que hacerse una paja en su pieza. Hasta cierto punto Jenny se habĆa resistido a dar un paso mĆ”s.
«Pero anoche fue la noche» pensaba Lucas con una sonrisa de satisfacciĆ³n y el pene tieso.
AsĆ fue lo ocurrido.
Ambos estaban acostados en la cama de la joven a la luz tenue de la lĆ”mpara Ć©l miraba como un pendejo sus piernas y tetas, imaginĆ”ndola sin ropa, en vez de observar su rostro y pedirle disculpas, cuando se dio cuenta de ello levantĆ³ la vista y la miro a los ojos.
—Vaya al fin te percatas que tengo cara —le dijo de buen humor su novia secreta. Con una sonrisa le entregĆ³ un beso en los labios.
Para su sorpresa Jenny se empezĆ³ a quitar la ajustada pijama quedĆ”ndo en ropa interior. Lucas se tuvo que sentar boquiabierto para ver si era cierto.
Jenny estaba echada en la cama sonriente, ya sin nada de ropa encima, entonces Ć©l se quitĆ³ la franela, su short y hasta el calzĆ³n que tenĆa en la polla, que se le paraba por cuarta vez en menos de cuarenta minutos ahĆ metido. Se inclinĆ³ con la cara cerca de la vagina que estaba empezando a mojarse y le dio placer.
Primero pasĆ³ la lengua por todo el sector, era delicioso mientras ella pellizcaba sus pezones. Luego empezĆ³ a meter sus dedos, y con la lengua le hacĆa bailar el clĆtoris, Jenny parecĆa de gelatina, no paraba de temblar
—Lucas, ay, Lucas. Ahhhh, dame, dame mĆ”s.
—Shhhhhh —susurrĆ³ Ć©l—. Nos pueden escuchar.
El futbolista aumentĆ³ el ritmo con los dedos y lengua, y ella casi se caĆa de la cama debido a la excitaciĆ³n pero Lucas continuĆ³ lamiĆ©ndola y metiĆ©ndole los dedos hasta que en medio de gritos y gemidos silenciados por la almohada se corriĆ³.
Lucas no aguantaba mĆ”s las ganas y no esperĆ³ a que se recuperara, Ć©l se subiĆ³ sobre ella sin parar de besarla y acomodĆ³ el gĆ¼evo a la entrada de su vagina comenzando a bombearla como animal, su verga entraba a tope con su cueva, Jenny aĆŗn disfrutaba de su orgasmo anterior casi ni gritaba solo hacia gemidos, ronroneaba como gatita, estaba por las nubes.
Mientras la penetraba Lucas tambiĆ©n se dedicaba a tocarle las tetas, las besaba, chupaba sus deliciosos pezones, Jenny gemĆa de placer. La embestĆa como una locomotora, por cada segundo que pasaba la excitaciĆ³n se incrementaba en ambos hasta que el joven llegĆ³ al clĆmax corriĆ©ndose dentro de ella, su leche estaba calientita y espesa.
Extasiados se quedaron uno al lado del otro empapados de sudor, en pocos segundos Lucas reiniciĆ³ su deseo sexual y la volviĆ³ a penetrar.
Antes de abandonar la habitaciĆ³n Jenny abriĆ³ la puerta e inspeccionĆ³ el pasillo.
—¡Ya! Puedes salir —le susurrĆ³.
Se dieron un beso y el joven saliĆ³ a hurtadillas por suerte su novia cerrĆ³ la puerta porque cuando Ć©l llegaba a su habitaciĆ³n se encontrĆ³ cara a cara con alguien que cruzaba el pasillo.
—¡TĆa! ¿QuĆ© haces por aquĆ?
La seƱora Yenny no se dio cuenta de la palidez de Lucas.
—Vivo en esta casa, Lucas —riĆ³—. Estaba tomando agua abajo. ¿Y tĆŗ? Es entrada la madrugada.
—SĆ —y el muchacho dio una respuesta pre elaborada—. Vengo del baƱo.
—Ah, sĆ. Que tengas buenas noches, querido.
—AsĆ serĆ”, tĆa, igualmente.
E ingresĆ³ a su recĆ”mara, verdaderamente para Lucas esa fue una buena noche durmiendo plĆ”cidamente de una vez sin tener que masturbarse como en sus visitas nocturnas al cercano cuarto de la prima.
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