-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Durante los Ćŗltimos dĆas, el equipo rojo estuvo entrenando fĆsicamente de la manera mas competitiva entre sus propios competidores para el nuevo reto del que no sabĆan de quĆ© trataba.
Sebastian entrenaba dĆa y noche para regalar la victoria a su equipo. Estaba muy esperanzado en que ganarĆa, Pedro le daba Ć”nimos. Lo que causaba que Sebastian viera en Ć©l a un tipo amable y cariƱoso.
...
Los habitantes del edificio se reunieron en la sala general. Y allĆ ya los aguardaba LeĆ³n vistiendo un diminuto y apretado calzon negro, sus muslos se veian grandes y deliciosos.
—Muchachos, gracias por asistir —dijo—. Y bienvenidos al nuevo reto —los hombres lo miraron y sonrieron.
—Que sea un reto que valga la pena —sonreĆa Lucas el luchador—. Siento que ya ganĆ©... bueno, no todo el mundo ha sido tan exitoso como...
—¿Quieres callarte ya? —protestĆ³ Marco lanzando sobre Ć©l una palmada a sus genitales ya que estaba sentado a su lado.
Lucas se sobresaltĆ³ lanzando una exclamaciĆ³n y agarrando su entrepierna envuelta en una ropa interior negra despuĆ©s sonriendo dijo:
—CĆ”llate tĆŗ, traga leche.
—Maldito cabrĆ³n —se defendiĆ³ Marco.
—No te sientas mal por eso —seguĆa Lucas— al final habrĆ”s probado mĆ”s leche que todos nosotros juntos. ¡Goloso!
Marco iba a lanzarse sobre Ʃl pero sus compaƱeros lo detuvieron.
LeĆ³n sonĆ³ su garganta y hablĆ³:
—Quieto, hombres, es momento que cada representante de equipo se concentre en el reto... ¿bien? —la pareja aceptĆ³—. AquĆ tienen esto...—indicĆ³ sacando del bolsillo de su ajustado pantalĆ³n dos paquetes de bolsa plĆ”stica con un polvo blanco en su interior
—¿CocaĆna? —preguntĆ³ perplejo SebastiĆ”n—. Soy un deportista de alto rendimiento y nunca he usado drogas. ¿Cree usted que…?
—No es cocaĆna —se burlĆ³ LeĆ³n—. Esta prueba es casi parecida a la anterior... esto, los llevara a la eyaculaciĆ³n sin control.
Sebastian abriĆ³ desmesuradamente los ojos mientras Lucas se reĆa de emociĆ³n cogiendo su bolsa, Sebastian tras dudarlo la tomĆ³. Los demĆ”s hombres aplaudieron y vitorearon.
El polvo se sirviĆ³ en un vaso de agua que cada integrante bebiĆ³, tomĆ”ndolo hasta el fondo. LeĆ³n consultĆ³ su reloj. Hubo un intervalo de tiempo mientras el estimulante empezaba a hacer efecto en el organismo de cada quien. Trece o quince minutos bastaron para que se volviera la polla de cada participante de un tamaƱo grande e hinchada creciendo su ropa interior.
El pene de SebastiĆ”n estaba descomunalmente grande y apetitosamente se marcaba en su prenda negra, la erecciĆ³n era colosal sus testĆculos peludos colgaban entre sus piernas.
Lucas sonreĆa prepotente con su pene que se levantaba como una carpa.
—Esto —hablĆ³ LeĆ³n— es un dispositivo que medirĆ” su grado de excitaciĆ³n, ustedes se van a masturbar frente a nosotros, no importa cuanta cantidad de semen eyaculen, quiero saber es cuanto registra su cuerpo el grado de excitaciĆ³n, el que mas altos puntos registre gana, ¿entendido? —ambos hombres afirmaron con la cabeza dejĆ”ndose colocar el artefacto en uno de sus muslos.
Lucas sonriĆ³, mirando con mucha confianza mientras se desnudaba dejando al aire su verga blanca y los huevos repletos de leche.
SebastiĆ”n se mordiĆ³ los labios y creyĆ³ que su verga iba a explotar del excite, tambiĆ©n se desnudĆ³.
—Pan comido —alcanzĆ³ a decir.
Lucas empezĆ³ a pajearse salvajemente, tan frenĆ©tico como su carĆ”cter. SebastiĆ”n fue mĆ”s lento pero seguro, el polvo que habĆa tomado sentĆa que le hacĆa mal fĆsicamente y le dolĆa el miembro, pero pronto gritĆ³ de placer. Manteniendo una buena velocidad sobre su glande y movia su cuerpo hacia tras y adelante.
—Wow —opinĆ³ GerĆ³nimo manteniendo tambiĆ©n una linda erecciĆ³n—. Se ha vuelto loco.
SebastiĆ”n gimiĆ³.
Lucas parĆ³ sus movimientos y se quedĆ³ contemplado a Sebastian, que estaba loco por su estimulaciĆ³n y eso lo calentaba; SebastiĆ”n volviĆ³ a gemir. Lucas se riĆ³ entre dientes.
—Buena suerte, boludo —dijo antes de clavar una patada en la ingle a Sebastian, este gritĆ³ de sorpresa y se doblĆ³ parando de masturbarse. Lucas volviĆ³ a su faena omitiendo las protestas de los miembros del equipo rojo.
Sebastian hizo una mueca, las bolas le dolĆan y el sudor corrĆa por su rostro.
Lucas continuĆ³ haciendo movimientos frenĆ©ticos sobre su pene que seguĆa duro como roca a punto de expulsar la primera carga de su amargo lĆquido corporal. SebastiĆ”n parpadeĆ³ y con mirada dolorosa agarrĆ³ su pene que con la patada se volviĆ³ mĆ”s rĆgido y se masturbĆ³ en la cabeza sonrosada dondese asomĆ³ lĆquido preseminal. Lucas se tocĆ³ el ano para provocarse mĆ”s estimulaciĆ³n, gemidos salieron de su boca.
—Excitante —asegurĆ³ David con la boca abierta y con el pene que casi rompĆa el pantalĆ³n.
—Fuerza, Sebas —apoyĆ³ Pedro.
SebastiĆ”n intentĆ³ hacerse con el control de su cuerpo a pesar del dolor de bolas que sentĆa. PasĆ³ su mano por el abdomen y tetillas inhalando profundamente.
Lucas masajeaba su perine mientras Sebastian apretaba su falo intentando con fracaso no poder eyacular.
—Loco... concĆ©ntrate en el excite —rogĆ³ Marco.
SebastiĆ”n se mordiĆ³ el labio inferior, nuevamente perdiĆ³ el control cuando Lucas le lanzĆ³ una patada en las pelotas que lo elevĆ³ en el aire, cayĆ³ doblado y paralizado con el pene rezumando lĆquido preseminal.
—No puede hacer eso —reclamĆ³ Ignacio en tono de protesta.
LeĆ³n lo detuvo y lo obligĆ³ a sentarse otra vez.
Lucas se sentĆa cada vez mĆ”s excitado y sus jadeos lo demostraba. Cuando tensĆ³ el cuerpo su polla empezĆ³ a eyacular. SebastiĆ”n abriĆ³ la boca con incredulidad al ver el chorro de semen que cayĆ³ disparado en sus muslos despues que Lucas apuntara a Ć©l. El equipo verde estallĆ³ en risas y aplausos. Un segundo, tercero y cuarto brote de esperma espesa y cremosa llego instantĆ”neamente al albdomen y piernas de Sebastian.
Lucas jadeaba y gemĆa, su polla temblaba luego de los potentes chorros de semen que salieron a borbotones.
Lucas volviĆ³ a masturbarse y el estimulo causĆ³ mĆ”s lluvia de semen que se perdĆa sobre el suelo perdiendo su fuerza.
—IncreĆble —susurrĆ³ Ignacio deseando escapar de ahĆ para pajearse en el baƱo— fue excitante ver como perdimos de nuevo.
—SabĆa que ganarĆa soy una maquina sexual —reĆa Lucas.
Para terminar SebastiĆ”n eyaculĆ³ no tan seguido como Lucas sino de una manera descomunal pero eyaculĆ³ TODO su semen llenando la sala general de un fuerte olor a cloro, su lefa era blanca y espesa.
—uss, vaya —se quejaban varios del pesado olor.
Cuando el reto culmino Leon le quito el dispositivo a los participantes y determino:
—En una escala de 10... SebastiĆ”n registĆ³ 9,7 grados de excitaciĆ³n sexual y Lucas tiene una marca de 8,2 grados.
—¿Que?... ¿pero que? —se quejĆ³ el joven.
—La mĆ”quina registra que SebastiĆ”n se excitĆ³ mĆ”s en el momento en tĆŗ eyaculaste, Lucas.
Sebastian se quedĆ³ con la boca abierta muy sorprendido mientras sus compaƱeros lo criticaban y el equipo verde celebraba su nuevo triunfo consecutivo.
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