CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Todos reunidos en la sala general esperaban los resultados de la eliminaciĆ³n. Al final LeĆ³n hablĆ³:
—Los posibles eliminados son: Lucas y MatĆas. Las personas votaron para que uno de ellos se salvara. Con 25% merece una segunda oportunidad en el proyecto......... el jugador de waterpolo, MatĆas.
Lucas pateĆ³ al suelo al saberse eliminado.
…
Al paso de los dĆas se realizarĆa un nuevo reto de equipos, llegado el momento LeĆ³n estaba como siempre a la espera de los participantes que fueron llegando uno por uno. Todos reunidos empezĆ³ a relatar como seria el desafĆo:
—El reto de hoy es actuar
—¿CĆ³mo? —preguntĆ³ SebastiĆ”n.
—Se anuncia que para este reto participarĆ”n 2 miembros de cada equipo. Esos dos tendrĆ”n que actuar, uno de doctor y otro de paciente. Se disfrazo una habitaciĆ³n del edificio al estilo de un consultorio donde ambos estarĆ”n actuando y una cĆ”mara los grabarĆ” cuya transmisiĆ³n se vera aquĆ entre nosotros. El que mejor actuĆ© harĆ” ganar a su equipo.
—¿Y de quĆ© va la dramatizaciĆ³n? —quiso saber Carlos.
—Tienen que excitarnos —anunciaba LeĆ³n—, a cada uno de sus compaƱeros (que verĆ”n el video) se le conectara un dispositivo que va a detectar el grado de excitaciĆ³n que tienen al verlos. Eso harĆ” saber con cual transmisiĆ³n se excitan mĆ”s.
—BĆ”sicamente un video sexual —dijo Marco moviendo una pierna nervioso—, un clĆ”sico video de doctor y paciente.
—Eso queda a decisiĆ³n de cada quien —dijo LeĆ³n entregando un dispositivo a cada participante— ustedes decidirĆ”n como actuaran para estimularnos.
Los representantes de cada equipo eran: David y Miguel, Ignacio y Marco. Cada quien subiĆ³ a la segunda planta del edificio donde ingresaron a la sala, por decisiĆ³n de moneda los primeros en actuar iban a ser Ignacio y Marco.
El televisor se encendiĆ³ y con Ć©l un verdadero estudio que parecĆa una sala de consultas allĆ estaba Marco en calzoncillos rojo y una bata de medico escribiendo en lo que parecĆa hojas, LeĆ³n observĆ³ como el bulto del nadador Pedro iba creciendo.
—Je, je —se riĆ³ SebastiĆ”n mirando la pantalla— parece que Marco estuviera nervioso ¿Ven como le tiembla el pulso?
—¿Doctor Marco? —llamaron a la puerta—¿Esta ahĆ?
—Adelante —invitĆ³ el pseudo mĆ©dico.
Se abriĆ³ la puerta y entro Ignacio vestido de pie a cabeza con pantalĆ³n y sin franela.
—¿Usted es Alejandro? ¿No? —actuĆ³ Marco.
Ignacio asintiĆ³ con la cabeza siguiendo con la dramatizaciĆ³n.
—¿QuĆ© puedo hacer por usted? —preguntĆ³ Marco dejando con nerviosismo la carpeta sobre la mesa.
Ignacio se quedĆ³ pensando que decir.
—Pues... —tanteĆ³— mi bolas... quiero... quiero que me las revise…
Marco asintiĆ³ con la cabeza.
—AcuĆ©stese sobre la camilla.
Ignacio obedeciĆ³, Marco se sentĆ³ frente a Ć©l.
—Y… ¿quĆ© tienen sus bolas?
Ignacio abriĆ³ la boca. Antes de que pudiera decir una palabra, Marco salvajemente bajo la cremallera del jeans y saco una verga morena semi erecta y larga pero no grande sino muy gruesa y cabezona. El deportista abriĆ³ la boca sorprendido para luego gemir cuando el supuesto doctor le sacĆ³ los negros testĆculos y los exprimiĆ³ retorciĆ©ndolos.
—Me parece que estĆ”n repletos de semen —comprobo el doctor— y por ello los siente pesados y molestos... ¿QuĆ© pasa con esto?
Sin avisar Marco estampĆ³ un puƱetazo en los cojones que hizo gritar a Ignacio y desenfocar sus ojos. Luego se introdujo la verga a la boca y comenzĆ³ a mamar mientras le estrujaba los huevos.
Ignacio respirĆ³ hondo entre adolorido y lleno de placer.
—Oooohhh.
Marco seguĆa apretĆ”ndole los pequeƱos testĆculos.
Marco sonriĆ³ al dejar de dedicarse en el sexo oral. Se lamĆa con ansias los labios de aquel sabor salado que le quedĆ³ impregnado.
De nuevo Marco le diĆ³ un puƱetazo en los cojones que hizo a su paciente gritar, toser y retorcerse de mucho dolor. El doctor volviĆ³ a chupar el sexo de Ignacio.
—SĆ”queme toda la leche, doctor —rogĆ³ Ignacio.
—Sus bolas parecen estar muy bien —calificĆ³ el doctor Marco a su paciente subiĆ©ndose hasta su cara y besĆ”ndolo en los labios. Claramente se podĆa ver como el bulto de Marco estaba dando muestra de excitaciĆ³n.
—Gracias —culminĆ³ Ignacio.
—Vamos a mejorar nuestra terapia.
Marco mordiĆ³ los labios de Ignacio seductoramente. Luego mirĆ³ a la entrepierna del otro pseudo actor y levantĆ³ las cejas. Miro su propio paquete y sus bĆ³xers ya estaban empapados de semen o presemen. VolviĆ³ a besar en la boca a Ignacio mientras pasaba su mano por la espalda de este y el otro le quitaba la bata y lo dejaba solo en ropa interior.
Marco bajĆ³ su mano al pene de Ignacio y procedio masturbarlo, Ignacio entre gemido y gemido fue soltando un lĆquido pegajoso de color claro.
—Vi algo por aquĆ —anunciĆ³ Marco y fue hasta su escritorio y buscĆ³ un vaso de cristal, volviĆ³ a su paciente para seguir con la masturbaciĆ³n.
Con movimientos rĆ”pidos ordeĆ±Ć³ a Ignacio que no tardĆ³ en eyacular. En un principio parte del semen cayĆ³ a su muslo y otros chorros al suelo mientras el doctor apuntĆ³ al vaso haciendo lo posible por capturar el liquido. Ignacio cerrĆ³ los ojos cuando otra vez le apretaron las bolas para sacarle el jugo como pasta dental, se doblĆ³ adolorido.
—Esto te servirĆ” como remedio casero —sonriĆ³ Marco llevando el vaso a los labios de Ignacio.
—No —negĆ³ Ignacio con miedo. Pero Marco le retorciĆ³ las bolas haciendo que el paciente en medio del dolor abriera la boca donde le echo el lĆquido salado.
Ignacio tosiĆ³ y tuvo arcadas mientras su propio esperma bajaba por la garganta.
—Creo que sus bolas se encuentran perfectamente bien —determinĆ³ alegremente el doctor— el semen de la muestra se ve en perfectas condiciones. Y estoy seguro que sabĆa bien, demasiado dirĆa yo...
AsĆ terminĆ³ la grabaciĆ³n del equipo rojo, donde Ignacio quedaria con dolor de bolas por largas horas.
Inicio en simultaneo la del verde.
Inicio en simultaneo la del verde.
David estaba en la habitaciĆ³n con su bata de mĆ©dico, estaba jugando con el estetoscopio que colgaba alrededor de su cuello. VestĆa con calzoncillo negro. Cuando Miguel llamĆ³ a la puerta y David pidiĆ³ que entrara sin levantar la vista jugando con su objeto.
Miguel entrĆ³ en escena:
—Hola, doctor —saludĆ³ de manera cĆ³mico y sobreactuada—, soy Brown.
David garabateĆ³ algo en su libreta. Luego guardĆ³ su lapicero y le sonriĆ³ a Brown—. Hola. AcuĆ©stese, por favor —improvisĆ³ torpemente.
Miguel aceptĆ³ y se acostĆ³ en la camilla.
—Un momento —rogĆ³ David. Estaba de pie entre las piernas de Brown y abriĆ³ la bragueta de su pantalĆ³n.
Miguel parecĆa preocupado
—Doctor...
David sonriĆ³ y continuĆ³.
—EstarĆ© contigo en un momento —bajĆ³ el pantalĆ³n de Brown, revelando un calzoncillo color verde.
David sonriĆ³.
Miguel lo mirĆ³ fijamente.
—Doctor...
David volviĆ³ a sonreĆr y frotĆ³ de manera lenta el paquete de Miguel haciendo que su pene temblara de emociĆ³n o miedo...
—Un momento —dijo David y agarrĆ³ la cintura de Brown.
—Doctor…
David sacĆ³ el calzoncillo de Miguel, de su cintura poniendo a la vista su furiosa y creciente erecciĆ³n. Tenia la polla negra, dura y el liquido preseminal ya estaba saliendo.
Miguel mirĆ³ a David, con los ojos bien abiertos. No parecĆa muy feliz por eso. Su verga fue apuntando hacia el norte.
—Entonces, ¿cuĆ”l es el problema? —preguntĆ³ David con en tono profesional.
Miguel lo mirĆ³ fijamente.
—Ehh, estoy... bueno, yo...
David sin esperar respuesta apuntĆ³ un duro puƱetazo a los testĆculos del negro que saltĆ³ sobra la cama rugiendo, tosiendo y despuĆ©s quejĆ”ndose del dolor.
—Eso te pasa por no saber cual es tu dolor.
—Yo, ¡ay! Yo… tengo… tengo dolor de cabeza.
David afirmĆ³ con la cabeza y llevĆ³ su mano al pene de Brown para empezar a masturbarlo.
—¿Un dolor de cabeza, eh? ¿En la cabeza del pene, jeje?
Brown no supo quƩ decirle a doctor.
David se encogiĆ³ de hombros y sonriĆ³.
—Muy bien. ¿Por quĆ© no te quitas la camisa?
Miguel obedeciĆ³ y mostrĆ³ su pecho musculoso.
—AsĆ es, Brown, vamos a ver que puedo hacer por tu dolor de cabeza —dijo el doctor tocando y acomodĆ”ndole sus testĆculos.
—Oh, sĆ, por favor, doctor, me estĆ” matando...
David afincĆ³ las yemas de los dedos en una bola del negro.
—¡Doctor! ¡AAAAAaaay!
Mas que un video porno parecĆa una comedia asegurĆ³ un miembro del equipo rojo.
—RelĆ”jese y acuestese —pidiĆ³ David masajeando ahora las gĆ³nadas del falso paciente.
—Doctor —hablĆ³ Miguel—, estoy seguro que ese dolor no se quita asĆ
—Yo soy el mĆ©dico —asegurĆ³ David volviendo a apretar esta vez ambas gĆ³nadas del negro.
—¡No! —negĆ³ Miguel reincorporĆ”ndose y parĆ”ndose de la cama—. Hay otro mĆ©todo —y tratĆ³ de acercar sus labios a los de David.
—AsĆ no es —se negĆ³ David rechazĆ”ndolo—. Soy un profesional.
—SĆ lo es —dijo Miguel, ya cansĆ”ndose y llevando la mano al abultado paquete de David ahĆ apretĆ³ lo que tocĆ³.
David se quedĆ³ sin aliento, se puso de puntillas abriĆ³ mucho los ojos. Cuando se repuso mascullĆ³:
—QuĆ©dese quieto, paciente
—Sabe que doctor, usted es un idiota.
—No me importa —asegurĆ³ David logrando apartar la mano de Miguel de sus joyas— Me voy —dijo terminando de una vez su actuaciĆ³n y tratando de salir del estudio.
—De ninguna manera —negĆ³ Miguel y con una fuerza superior a la de David lo pateĆ³ en las pelotas, reduciendo al doctor a un desdichado macho debil por sus bolas, seguido lo arrojĆ³ contra la camilla haciendo que el doctor se diera un buen golpe.
—Arg —se quejaba obĆ”ndose las gĆ³nadas.
—Idiota —asegurĆ³ Miguel haciĆ©ndole frente para masturbĆ”rse frenĆ©ticamente.
—Ayuda —pidiĆ³ David ante la cĆ”mara.
—Ahhhh —decia Miguel—. ¡Por mi! —dijo cuando el primer chorro de semen salĆa de su pene y aterrizaba sobre la cara de David—, por el equipo —y mĆ”s semen aterrizĆ³ sobre la frente—, el reto —cayĆ³ en su pecho— ¡Quiero ganar! —empapĆ³ el rostro de David.
Ahora el masculino David estaba lleno de leche pegajosa y Miguel se arrodillĆ³ frente a Ć©l.
—Ya mi dolor de cabeza pasĆ³, doctor —asegurĆ³ el paciente metiendo parte de su pene en la boca de David que tranquilamente limpiĆ³ con la lengua el semen que habĆa quedado pegado en su tronco.
—¿Es rico verdad, doctor? —se riĆ³ el negro.
La grabaciĆ³n culminĆ³ y el equipo verde empezĆ³ a celebrar, todos estaban con los penes erectos.
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