Las citas de Ivan y Taro (2/3) - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

25 jul 2018

Las citas de Ivan y Taro (2/3)

LA CITA DE TARO.

CONTIENE BALLBUSTING F/M y SEXO HETEROSEXUAL.

TIENE RELACION CON LA SAGA “LA INVESTIGACION DE VERƓNICA”.
Luego de los sucesos en el laboratorio de Verónica, IvÔn Mosquera y Taro Takahashi, esperaban volver a intimar con la joven, pero siendo pareja de Miguel la científica debió modificar sus planes para con estos dos jóvenes.
Cuando IvÔn y Taro se enteraron por Verónica, de que ella y Miguel se habían vuelto pareja, se decepcionaron.

UNA CITA PARA TARO.
“Entonces se hicieron novios…eso me deja sin cita para este fin de semana…esperaba invitarte a salir Verónica”. Taro siempre se mostraba mĆ”s comprensivo, sobre todo comparado con IvĆ”n.

“Pero asĆ­ como con IvĆ”n, serĆ”s compensado querido Taro….He convencido  a una amiga de establecer el acto coital contigo, posterior al tradicional intercambio de fluidos orales y que gastes una aceptable cantidad de dinero en alcohol y alimentos…eso sĆ­, deben ser saludables pues ella es estricta con sus ingestas”.
“Me conseguiste una cita?, pues te lo agradezco Verónica”.
“No fue difĆ­cil, expuse tus habilidades linguales, y cómo logras con rapidez el orgasmo de tu contraparte femenina, mi amiga aceptó”.
El oriental se sonrojó un instante, pero estaba feliz.
“Mira su fotografĆ­a, siempre es necesario un previa aceptación fĆ­sica, no es verdad?”.

“Es morena…y vaya morena!”.
“SabĆ­a que no tendrĆ­as problemas por la diferencia racial, espero tengas una buena noche de copula”. Un ligero beso en la mejilla significó el fin de la conversación.

DEL BAR AL MOTEL.
La noche de la cita, Taro vio pasar a IvĆ”n en el bar “LA TABERNA DE HOMERO”, y se saludaban…La conversación incluyó el compartir que su cita era de tez morena, mientras la de IvĆ”n era de raza oriental. La charla terminó sin saber el nombre de la pareja de su amigo.
Por su lado Las citas de IvÔn y Taro se habían tropezado en la entrada del bar, iniciando una amena conversación, entre las dos amigas de Verónica.
Rato despuƩs Taro veƭa llegar a su pareja, vaya que era hermosa!, vestƭa una diminuta y ceƱida falda de leopardo, dejando ver en toda su magnificencia las piernas mƔs largas que habƭa visto en mucho tiempo.

La visión de lo que podría pasar esta noche con esa morenaza, le produjo una erección, que debió ocultar cruzando un poco las piernas; Tras el saludo, la pareja comenzó una amena charla.
“Te sientes cómoda con esta cita pactada por Verónica…ella es muy directa y seguro te planteo algo”.
“Hacer el amor?, si te refieres a eso, si!, lo planteó de una manera muy directa…”.
“Supongo que siendo amiga suya la conoces mucho mejor que yo”.
“Verónica es muy peculiar en su forma de ser y directa cuando menos se le espera, pero no te preocupes estoy de acuerdo con entablar una intimidad contigo esta noche…vine a eso”.
“Si te sientes cómoda con eso, igual yo…Pero le debes tener una gran deuda con Verónica si accediste a su petición”.
“Me hizo un gran favor, es todo… pero cambiemos de tema, antes de que me metas tu cosa, charlemos un rato mĆ”s”.
“Por supuesto, sabes me enterĆ© por Verónica que estudias derecho”.
“Y tu estudias literatura y lenguas modernas”.
“Pero supongo que al mencionar eso trató un tema no tan educativo”.
“Si, Verónica hizo la analogĆ­a de ese tema, Jajaja…no tan educativo; Me hablo de tu lengua, y lo que puedes hacer con ella…es vergonzoso hablar de esto, pero debo admitir que me resultó intrigante”.
“Bueno ya la conocerĆ”s”. Taro abrió un poco la boca asomando su lengua, generando risas en Vanessa, que lo contagiaron tambiĆ©n.

MĆ”s de una hora despuĆ©s, la pareja abandonó el bar rumbo al cercano Motel RIVIERA. Una vez ubicada en su habitación, Taro dejó un instante el nido de amor en busca de algunas bebidas…cómo esperaba gozar las 2 horas que habĆ­a cancelado!.
Al llegar a la recepción se topa con IvÔn, los amigos habían escogido el mimo lugar de amor, durante la charla de estos (LEER PARTE 1), dejaron acordado encontrarse luego de las dos horas en el estacionamiento subterrÔneo del motel para así conocer a la pareja de su amigo, claramente con la intención de a futuro esperar salir con ésta.
De regreso a su cuarto, Taro pensó en lo intrigante que sería salir con la chica de IvÔn, siendo ella de raza oriental como él.

UN GOLPE BAJO DADO POR ENCARGO. 
Ya en la habitación, Taro encontró a Vanessa en ropa interior, aunque mantuvo los zapatos, el cuerpo de la morena era espectacular.
“Cierra la boca o babearĆ”s”.
“Es imposible dejarla cerrada ante lo bella que eres”.
“QuĆ© esperas para desvestirte, estoy ansiosa por sentir lo que tienes allĆ­”. Vanessa apunta a la entrepierna del oriental, claramente en crecimiento.
El chico se retiró los pantalones ante la mirada atenta de su pareja, unos calzoncillos oscuros muy distendidos le sacaron una sonrisa a Vanessa, cuando se desabotonó y tiró a un lado la camisa, Taro escuchó:

“Perdón por esto chico”.
Vanessa reunió fuerzas y con decisión lanzó un puntapié contra el bulto genital de Taro.

La punta del zapato de la morena golpeó certeramente la parte baja del escroto, impactĆ”ndole en ambas huevas. 
El fuerte dolor le hizo caer de inmediato al piso, en el suelo no pudo aguantar mĆ”s y exclamó “AAAAAhhhhiiiiiiiiiii!!!!!”.
Vanessa lo vio algo impactada, el grito casi la dejó sorda.
“Pobre…lo siento querido, pero tenĆ­a que hacerlo.
Taro sobaba sus bolas, con desesperación, metiendo una mano en los calzoncillos, se frotaba el quemante escroto.
“Po…Por quĆ© hiciste eso, que rayos te pasa???”.
“Lo siento Taro, no creas que te golpee para que no puedas hacerme el amor, eso sĆ­ lo quiero, pero fui obligada a pegarte”.
Aun en medio del dolor, Taro se mostró astuto, y dedujo:
“Ella te pidió esto?”. El chico hizo fuerza en su abdomen, intentando alejar esa sensación de nauseas que emergĆ­a en su estómago.
Sabiendo que se refería a Verónica, Vanesa contestó:
“Si, fue Verónica, me dijo especĆ­ficamente que te golpeara los huevos…y antes de hacer el amor”.
“Aauuu, esa chica sĆ­ que estĆ” mal de la cabeza…Aauu, Aauuu”.
Vanessa en aquel instante recordó su conversación con Verónica:
“Quieres que golpee a ese chico en los…, estĆ”s loca?, estar metida tanto en ese laboratorio te ha afectado la mente?”.
“Como me afectarĆ­a cerebralmente el trabajar en el laboratorio?, lo que dices es una incongruencia”.
“Al igual que eso que me pides hacer…Vero, son sus cojones”.
“Eso lo sĆ©, son dos como todos los varones; Vanessa entiende mi argumento, Taro merece recibir un trauma gonadal, especialmente uno con bastante fuerza”.
“Pero Verónica, son los huevos…ya sabes, dónde mĆ”s le duele a ellos…que tienes contra Ć©l?”.
“Te refieres a algĆŗn asunto personal?, entonces la respuesta es NO, pero es lo mĆ”s indicado para que entables una relación sexual con Ć©l”.
“No entiendo…”.
“Taro es un chico con una actitud ampliamente machista, esto estĆ” cimentado en su egocĆ©ntrica creencia de que es mĆ”s listo que los demĆ”s. Un golpe en sus partes dĆ©biles le servirĆ” de reprimenda moral, pues jamĆ”s se esperarĆ­a un trauma de su inminente pareja sexual”.
“No me atrevo…yo nunca he golpeado a propósito a un chico, y menos en ese lugar”.
“Cierto, antes me habĆ­as comentado que has propinado traumas genitales en una situación de autodefensa, esto es lo mismo, un trauma con el pie es lo mĆ”s prĆ”ctico”.
“Segura?, y con el pie?...que horrible se ve eso”.
“Hazlo!, preferentemente un golpe con la extremidades inferiores, eso causarĆ” una mayor agresión genital”.
“Vaya ideas las tuyas Verónica”.
“Taro no es un individuo violento, luego de reponerse del dolor, es seguro que procederĆ”n a la copula, te gustarĆ” la intimidad con Ć©l, ya te recalquĆ© lo de su hĆ”bil lengua”.
“De acuerdo, sólo lo harĆ© porque me interesa ese asunto de la lengua, pero como me reclame algo te denunciarĆ© enseguida ante Ć©l”.
“No veo problema, Taro es un individuo coherente y que tiende a negociar, de reclamarme, ya acordarĆ© alguna forma de compensación “.

Vanessa terminaba su recuerdo, y veĆ­a recuperar fuerzas al delgado cuerpo de Taro, el chico habĆ­a hecho un considerable esfuerzo y relativamente se reponĆ­a con alguna rapidez…era coherente, pues Verónica le habĆ­a contado de su experiencia en la cancelada investigación, donde el oriental habĆ­a sufrido un trauma similar, si no es que peor.

LA INTIMIDAD ENTRE VANESSA Y TARO.
Tras retomar sus fuerzas Taro fue por Vanessa, los labios de la pareja se unieron y dieron vía libre a su pasión.

La lengua de Taro envolvía la de Vanessa con gran habilidad, la mujer ya sin aliento retiró a Taro para poder tomar aire, cuando salía su lengua se vio atrapada por la lengua opuesta, la morena debió pedirle al chico le diera respiro.
Taro se arrodilló ante la joven y le bajó las pantaletas, la respiración sobre la excitada vulva generó ansiedad en la morena, casi dio un gemido cuando la lengua del chico se encargaba de ese clĆ­toris de buen tamaƱo, los dedos intrusos en la vagina le estimulaban haciĆ©ndola derramar fluidos…
…El placer en Vanessa era intenso.
“Tienes una buena fama ganada…que lengua!”.
“Y aun no la ejercito bien”.
 “AAauuuu”. La chica se quejó un poco cuando Taro mordió suavemente su labio menor derecho….Ya abierto el campo la lengua penetró en la vagina.
Las lamidas del joven pretendían limpiarle el coño de esos abundantes fluidos, unos buenos chupones, en vez de succionar lograron que Vanessa casi explotara en placer, haciendo una pausa la chica se acostó en la cama, esperando con ansias el miembro del oriental.
“MĆ©tela ya…no aguanto mĆ”s, necesito un macho!”.
Taro estaba muy feliz, se ubicó sobre ella…pero no la penetró, se ubicó entre sus piernas, y volvió a devorarle el coƱo, el estĆ­mulo repetido a esa sensible Ć”rea, hacia retorcer sobre la cama a Vanessa.

“ME VENGO, SACA TU LENGUA POR FAVOR!!!”. Otro cliente y su pareja que pasaban frente a la habitación, escucharon el grito que los dejó asombrados, la dama alcanzo a decir: “Que escandalosa!”.
El hombre solo se lamio los labios, esperando que su cita con su pareja resultase asĆ­ de emocionante….lograrĆ­a hacerla gritar de esa forma?. Como podrĆ­a lograrlo?.
“AAahhhhhh!!”. Expresó Vanessa cuando era penetrada en pleno orgasmo por Taro.
Encima de la morena, el muchacho comenzó a bombear ese contraído y empapado coño.

La penetración sin preservativo es dedicada y genera éxtasis mutuo, los embates de Taro no dan tregua y decide no cesar en su empuje., siente la inminente eyaculada, y a pesar de querer seguir disfrutando, da rienda suelta a su pasión, unas cuantas penetradas mÔs y descarga su esperma en el coño de Vanessa.
“Siii, dĆ”melo todo, que rico es sentir la leche dentro”.
Las buenas reacciones de la mujer sacan mƔs de una sonrisa de Taro, cuando siente que ya no expulsa una gota mƔs, retira su miembro y reposa en la cama.
“QuĆ© bueno que esa patada no te afecto querido”.
“Se necesita mĆ”s que una patada en las bolas para evitar que lo haga con una mujerona cómo tĆŗ!”.
Ambos rĆ­en un rato.
Minutos después reinician el sexo, Vanessa se recuesta contra un mueble y Taro se ubica tras ella, la penetración del oriental es mÔs pausada y rítmica, disfrutando cada entrada y salida; Vanessa se toma su tiempo degustando al sensaciones en su aun empapada vagina, siente deliciosos cuando Taro lame con finura su espalda.

“Que ternura Taro”.
“Tienes la espalda saladita”.
“Es que me has hecho sudar bastante”.
Unas suaves mordidas en la alta espalda de la morena le arrancan gruƱidos casi felinos.
El oriental estƔ mƔs y mƔs a gusto con esta mujer, su pene empieza a contraerse.
“Me voy a venir Vanessa”.
“En mis tetas!, vente en mis tetas”.
Complacido el muchacho se la saca y ante la mujer que se le arrodilla, se masturba para soltar una segunda carga de esperma contra sus negros pechos.

Tras el esfuerzo Taro estaba rendido, debió descansar al abrazo de la almohada, Vanessa se acostó una vez mÔs a su lado, el joven vio que la mujer se tocaba los pezones.
“Aun quieres mĆ”s eh?...dĆ©jame complacerte un poco a mi manera mientras recobro las fuerzas”.
Taro se colocó en posición opuesta a la chica apoderÔndose de sus pies.
“Que vas a hacer?”. Vanessa no debió preguntar de nuevo, pues comenzó a jadear cuando Taro le lamia con detalle los dedos de los pies.
Las manos del oriental realizaban un maravilloso masaje a los talones, mientras su peculiar lengua degustaba los dedos de su pareja.
“Oh dios, hay algo que no puedas hacer con esa lengua?...detente un momento que me vuelves loca”.
Taro podƭa ver como el coƱo de Vanessa comenzaba a derramarse una vez mƔs en fluidos que manchaban la sƔbana.
El fetiche de pies proporcionado por Taro era una tortura de placer para la chica…Un rato despuĆ©s Taro abandonaba los pies, y en acción combinada de manos y lengua, ascendĆ­a con sus caricias por las largas piernas morenas, hasta centrarse una vez mĆ”s en el coƱo de Vanessa.
Lo gemidos de la joven eran incesantes, Ć©l escucharlos, asĆ­ como sentir en detalle la intimidad de su pareja, hicieron que Taro estuviese de nuevo erecto….esta vez la verga del oriental se mostraba aĆŗn mĆ”s venosa en el tronco y brillante en la punta.
Taro se colocó sobre Vanessa en la posición 69, mientras él estimulaba con su lengua ese inflado clítoris, Vanessa le lamia los testículos.
La mujer enloquecƭa una vez mƔs ante el sexo oral que recibƭa.
“ChĆŗpame la verga”.
“Lo siento no me gusta eso, nunca he chupado una, pero te besare las bolas cuanto quieras”. Los besos delicados en los testĆ­culos no dieron lugar a queja por parte de Taro.
Desencadenada su lengua contra las partes íntimas de Vanessa, la hicieron correrse una vez mÔs, pero ante su suplica de detenerse, el oriental intensificó sus ataque de lengua.
“Para!…te lo suplicoooooo!!!”.
El “despiadado” Taro penetró el coƱo con su lengua llevĆ”ndola bastante profundo.
Vanessa, comenzó a ver borrosos los testĆ­culos y pene de Taro, necesitaba una pausa o podrĆ­a desfallecer…ante la falta de atención de su pareja debió actuar!.
“AAAAHHHHHHHHHH!!!!!!”. Gritó Taro cuando sintió un terrible dolor en su testĆ­culo derecho…Tiraban de Ć©l, Vanessa le habĆ­a agarrado del huevo y apretaba con fuerza.

La chica desesperada por detener al varón, atacó en el lugar dónde sabía que Taro no resistiría e inevitablemente pararía.
Liberado de la torturadora pinzada, el joven se desplomó a un lado de su agresora, encorvÔndose del dolor y agarrando su lastimado huevo.
Vanessa jadeaba del alivio al parar los incesantes estĆ­mulos de placer en su bajo vientre. Tras tomar un buen aire pudo hablar al adolorido oriental.
“Perdóname querido, pero o te apretaba las pelotas o me desmayaba…eres un Dios con la lengua, pero no atendĆ­as razones…”.
“Ayyy mi huevo, mi huevo…”. ParecĆ­a convulsionar de la agonĆ­a.
“Perdón, dĆ©jame compensarte”.
Vanessa se ubicó entre las piernas de Taro, quien supo que quería hacer y se recostó con dificultad, una vez abierto de piernas, la chica comenzó a besarle el testículo herido.
“Perdón huevito, perdón”. Pronto sintió alivio el oriental, quien sintió escozor en la lengua y pidió a Vanessa se colocara ahora en la posición 69, le querĆ­a lamer nuevamente su coƱo.
Regresaron los jadeos de Vanessa, quien regresaba las atenciones besando y lamiendo ambos testĆ­culos…de pronto Taro asomó su lengua por el ano de la chica; Y es que aquella vista era maravillosa para Ć©l.

El primer lamido anal hizo brincar a Vanessa…Taro lamĆ­a el ano como degustando una golosina.
“AhĆ­ no!!!”. Taro sonrió al verla alarmarse.
“Taro no!, nunca me han tocado ahĆ­, eso no es lo mĆ­o, detente por favor”.
El audaz oriental no hizo caso y apoyo la punta de su lengua intentando ingresar en ese muy apretado orificio. 
“Basta!, o te hago gritar otra vez!”. Vanessa amenazó con agarrar nuevamente un testĆ­culo del joven, quien se alarmó y de inmediato cubrió sus partes pudendas.
“Nada de esas trampas, peleas sucio querida Vanessa”.
“No se me ocurre nada mĆ”s para detener a un chico”.
“Ok, nada por el culo, pero me tienes desesperado mujer!”.
Vanessa sabĆ­a bien a que se referĆ­a Taro, pues ante sus ojos veĆ­a el erecto pene del oriental; Sin tardar invirtió su posición, dĆ”ndole la cara a Taro y disponiĆ©ndose a sentarse sobre esa ansiosa verga…La sentada fue lenta y gustosa para la pareja, ella ansiaba una verga dentro una vez mĆ”s, y Ć©l sentĆ­a deseos de venirse dentro de ese coƱo por segunda vez.

La morena comenzó a cabalgar esa verga como una vaquera, daba brincos tan repetidos que su coño escupía líquido lubricante a presión, Taro estaba en el cielo de los placeres de su glande. El acelerado ritmo de la joven le hizo suplicar:
“No tan rĆ”pido, me vas a hacer correr pronto!, pausa, pausa!”. Vanessa sonrió al ver como hacĆ­a sufrir a su pareja de la noche.
La estudiante de derecho bajó un poco el ritmo ganĆ”ndose unas gracias por parte de Taro…repentinamente, dijo:
“Lo lamento querido, pero no puedo aguantar mĆ”s!”. Vanessa retomó la intensidad en su cabĆ”lgueo.
“UUuhhhhh”. Taro jadeaba desesperado. 
“Besameeeee!!!”. Expuso Vanessa, quien se inclinó mientras el oriental elevaba la cabeza, a mitad de camino se encontraron los labios.
El intercambio de labios y lenguas, duro hasta que Taro eyaculaba en un coƱo mĆ”s que empapado y contrayĆ©ndose por el orgasmo que sentĆ­a…los apretones en la vagina de la morena eran brutales y casi lastimaban el miembro del oriental, pero en ningĆŗn momento deseo estar fuera de ese coƱo….era simplemente una delicia el que le apretara el glande con fuerza.
La pareja terminó el beso y pudieron tomar el necesario aire.
Tras la nueva eyaculada, Taro quedo tendido en la cama, Vanessa que reposaba igual, ocasionalmente le besaba los brazos.
“Que maravilloso fue…quiero verte de nuevo cariƱo”.
“Cuando tĆŗ lo desees princesa”.
Ambos decidieron ducharse juntos, y la joven se divirtió enjuagando la lengua de Taro.
“LĆ­mpiate bien esa pervertida lengua…quien sabe en donde la metes”.
“Espero para la próxima sientas lo que puede hacer esta lengua en tu ano”.
“Que sucio eres…Aunque me intriga la idea…Pero no lo creo!”.
“Y chupar una polla?...mujer tienes que decidirte algĆŗn dĆ­a”.
“Ahora estas soƱando, me mantengo en mi postura”.
“Solo pido que lo pienses, Jajaja”.
Finalmente la satisfecha pareja abandonó el cuarto, Taro estaba feliz con su cita de esta noche…y mĆ”s al quedar con Vanessa de volver a encontrarse, por supuesto dejarĆ­an pasar algĆŗn tiempo, no solo por sus ocupadas labores universitarias, sino que con mĆ”s espacio sin verse serĆ­a mĆ”s deseado el reencuentro.
A pesar del acuerdo, Taro convenció a su acompaƱante salir del motel por el estacionamiento subterrĆ”neo…
…TenĆ­a una mórbida curiosidad por conocer a la pareja oriental de IvĆ”n, esperaba poder intimar con esta chica tambiĆ©n.
ContinuarĆ”... 
Próximo episodio: LAS CITAS DE IVÁN Y TARO Parte3. CONFLICTO ENTRE AMIGOS.

Gracias.
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages