ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
Yolanda MejĆa es una mujer de 40 aƱosā¦ Divorciada y desde los 20 ha usado siempre su belleza fĆsica para visitar innumerables camas en esta ciudad; Por supuesto con un mismo fin, Sacarle dinero a los hombres con matrimonios cortos y divorcios bien remuneradosā¦ Siempre ha sido ambiciosa y ahora estrena un nuevo marido.
La mujer acaba de contraer matrimonio civil con William Serrano, un ingeniero con buenos recursos econĆ³micos, justo lo que busca Yolanda en un hombreā¦ una buena chequera.
Le fue muy fƔcil seducir a William quien con sus 56 aƱos, y divorciado desde hace 7 aƱos, estaba desesperado por tener a una nueva esposa en su casa.
Una vez instalada en su nuevo hogar, Yolanda se comportĆ³ como toda una autĆ³crata, ella es la dueƱa de esa casa y se hace lo que digaā¦ El ingeniero embrutecido por el deseo, cede en todo lo que le pide esa mujer, quien cada noche le hace ver el cielo en la alcobaā¦ Yolanda con su delicioso sexo, le tiene totalmente dominado.
Dentro del dominio femenino, el Ćŗnico problema son los hijos menores de William, SofĆa de 19 aƱos y Felipe de 18 aƱos, ambos estudiantes universitarios y que aĆŗn comparten el hogar paterno hasta terminar sus carrerasā¦ Desde el principio expresan una clara antipatĆa por Yolanda.
La madrastra detesta a ambos jĆ³venes y no ve el momento en que se gradĆŗen, y siendo ya profesionales abandonen el hogar.
SofĆa la mayor de los dos le hacĆa constantes desplantes a Yolanda, de frente le dejaba claro que no le caĆa bien, y que sabĆa era sĆ³lo una embaucadora que sin duda andaba tras los recursos de su padre para vivir con lujos.
Yolanda la acusaba constantemente con William, quien sin saber que hacer solo pedĆa a su hija fuese tolerante con su nueva madrastra.
Por otro lado Felipe era mĆ”s reservado en sus comentarios, pero compartĆa la misma opiniĆ³n que su hermana; Con respecto a Ć©l Yolanda era altanera, pero solo frente a William y SofĆa, en privado la mujer madura demostraba un claro interĆ©s en el atractivo hijo de su nuevo marido; La descarada Madrastra sentĆa un enfermo y desesperado deseo carnal por el universitario.
El dĆa de hoy SofĆa tuvo un fuerte altercado con Yolanda, quien pretendĆa imponerle horarios de llegada a casa, todo era parte de los esfuerzos de la madrastra por hartar a su hijastra y esta decidiese irse a vivir a un apartamento, sin duda su padre convencido por Yolanda le pagarĆa el hospedaje.
SofĆa le recrimina: āEres una mujer perversa!ā.
āSoy perversa?, pues te toca entonces soportar a esta perversa madrastra!, Jajajaā.
āRespĆ©tame!ā. Yolanda le dio una bofetada sintiĆ©ndose realmente ofendidaā¦La joven se tomĆ³ el rostro adoloridaā¦
ā¦Pero SofĆa reaccionĆ³!, no se dejarĆa maltratar asĆ, y le devolvĆa la cachetada.
āMaldita mocosa!ā. El golpe en pleno rostro lo sintiĆ³ en verdad Yolanda.
āSofĆa!!ā. William presenciĆ³ el golpe de su hija y le regaƱabaā¦ SofĆa intentĆ³ explicar su conducta, pero Yolanda negĆ³ haberla golpeado primero, la joven se dio cuenta que su padre estaba del lado de su mujer, y resentida se fue corriendo de la casa.
El padre se sintiĆ³ muy mal por la conducta de su hija, y su āEscapeā de casa le dejĆ³ muy preocupado.
āNo te preocupes querido, ya regresara, de seguro se quedarĆ” hoy con una de sus amigas, es una consentida, pero ya verĆ”s que regresara para maƱanaā.
William siguiĆ³ preocupado, pero las palabras de su esposa tenĆan algo de cierto, ya con el paso del tiempo se le bajarĆa la rabieta a SofĆaā¦ que dolores de cabeza le daba su hija, si tan solo fuera como su hijo Felipe, Ć©l habĆa recibido con mejores maneras a su madrastra.
El esposo partĆa al trabajo, encontrando a su hijo Felipe que regresaba temprano de la universidad; Al verlo llegar, Yolanda tomo su decisiĆ³nā¦ Con William en la oficina todo el dĆa, y sin esa entrometida de SofĆa, La casa serĆa sola para Felipe y ella.
Con prontitud, la dueƱa del hogar le dio a la servidumbre el resto del dĆa libre, y al ser de igual forma remunerado, nadie protestĆ³.
Felipe estĆ” en su habitaciĆ³n cuando suena su telĆ©fono mĆ³vilā¦ es Yolanda quien le llama, la mujer le pide vaya a su habitaciĆ³n pues debe decirle algo importanteā¦ Es extraƱo que estando en la misma casa no pueda acercarse a su habitaciĆ³n a hablarle, pero que se podĆa esperar de su egocĆ©ntrica madrastra.
El joven ya habĆa tenido encontrones con la nueva esposa de su padre, la cercanĆa con esa mujer era molestaā¦ Si bien era muy atractiva, los descarados coqueteos de Yolanda eran algo inconcebible para el universitario.
A pesar de la renuencia, el joven se dirige a la habitaciĆ³n matrimonial, toca la puerta y la encuentra abierta.
āAdelante querido!ā. Yolanda le invita a entrar con un tono de voz mĆ”s que sexy.
Felipe en pantaloneta y suĆ©ter deportivo, apenas ingresar se asombrĆ³ al ver a su madrastra recostada contra la pared, vistiendo Ćŗnicamente una ropa interior de color negro.
āQue significa esto?ā. Se escandalizĆ³ Felipe, quien vio a la mujer avanzar hacia Ć©l. El muchacho no podĆa dejar de verla.
āNo sabes lo bueno que es tenerte aquĆ queridoā.
āQue haces?, te puede ver la servidumbre vestida asĆ, la puerta estĆ” abiertaā.
āNo te preocupes, despache a los sirvientesā¦ Estamos tu y yo solitos en esta casa para hacer travesurasā. Yolanda abrazĆ³ del cuello a Felipe acercĆ”ndose mucho a Ć©l. El joven muy inseguro no supo que hacerā¦ por instinto bajo la mirada, que quedĆ³ fija en el escote de su semidesnuda madrastra.
Yolanda sonriĆ³ al ver el rostro estupefacto del boquiabierto Felipe.
āTe gustan mis pechos?, adelante dales una cariciaā.
El joven por un instante pensĆ³ bien lo que estaba sucediendo y decidiĆ³ retroceder:
āEsto es una locura, me voy!ā.
Yolanda dio un paso y se apoyĆ³ contra su torso, el muchacho quedĆ³ paralizado, la mujer de inmediato le retirĆ³ el suĆ©ter sin la menor resistencia masculinaā¦ igual sucediĆ³ al retirarle la pantaloneta.
āVaya, que buen bulto!ā. La madura mujer detallĆ³ un rato el paquete en los calzoncillos negros de Felipe.
Su hijastro logrĆ³ detenerle una mano, antes de que la dama le tocara el paquete.
āNoā¦ no puede pasarā. Se notaba excesivamente jadeante.
āNo digas eso, ya llegaste muy lejosā¦acepta mis cariciasā.
Felipe aflojĆ³ la presiĆ³n y dio un suspiro, cuando Yolanda le acariciĆ³ la punta de la verga
āCĆ³mo te encantaā¦ā.
La mano femenina pasĆ³ a acariciar el bulto escrotal.
āTienes buenas pelotasā¦ son mĆ”s grandes que las de tu padreā.
Felipe ya tenĆa los calzoncillos como una carpa de circo de la erecciĆ³n, Yolanda le quiso quitar el interior, pero a Ćŗltimo minuto las manos del hijastro mantuvieron la prenda en su lugarā¦
āLo siento, no va a pasarā. El joven alejĆ³ a su madrastra; Por fin Felipe entro en razĆ³n, no cometerĆa el grave error de acostarse con la mujer de su padreā¦ Yolanda era la peor mujer del mundo al intentar traicionar a su reciente maridoā¦ y con su hijastro!.
āRespeta a mi Padreā. SentenciĆ³ Felipe quien se inclinĆ³ y tomĆ³ sus ropas.
Ante lo que sucedĆa. Yolanda le retuvo de una mano.
āEspera, no puedes dejarme asĆ!ā.
Felipe la ignorĆ³ y se dispuso a darle la espaldaā¦ La mujer se enojĆ³, y le hizo darle el frente.
āA mĆ nadie me rechaza!ā. Yolanda intentĆ³ abofetearle, pero Felipe le detuvo la mano y tras soltar sus ropas terminĆ³ inmovilizĆ”ndole tambiĆ©n la otraā¦
ā¦La mujer intenta liberarse, pero sus esfuerzos son inĆŗtiles.
āDĆ©jame!ā.
āSi te calmas te sueltoā. Las seƱas de que no escaparĆ” a su agarre resignan por un instante a Yolanda, quien baja la cabeza en seƱal de rendiciĆ³n.
Felipe la suelta, toma una vez mƔs sus vestimentas y le da la espalda dirigiƩndose hacia la puerta.
La vista trasera del joven causan que nuevamente el enfado la domineā¦ como se atrevĆa su hijastro a rechazarleā¦ ella que es un mujer bella y ha tenido hombres por montonesā¦ Esto no quedarĆ” asĆ-PensĆ³, y se dirigiĆ³ tras Felipe.
La mujer le tomĆ³ de un hombro y con fuerza le hizo voltearā¦ el joven cansado de su insistencia replico:
āYolanda, ya dĆ©jemeeeeeeeā. Su madrastra no le dio tiempo de reaccionar y le enterrĆ³ con fuerza un rodillazo en los testĆculos.
El joven de inmediato se quejĆ³ echando el aire fuera de sus pulmones:
āOoohhhhhhhh!!!!ā. ExpresĆ³ y se alejĆ³ de su atacante de manera desesperada.
āEso te ganas por negarteā¦ Te lo dije, a mĆ nadie me rechaza!ā.
El muchacho se dobla a la mitad, sus manos acunan unas pelotas que irradian una punzante corriente elƩctrica que recorre su joven y deseable cuerpo.
āLoca!ā. Felipe la mira con odio.
Yolanda se le va encima y le lanza varios golpes con puƱos en cara y cabeza, Felipe se encorva aĆŗn mĆ”s protegiĆ©ndose de los impactos.
āTomaā¦ toma!!!ā, Yolanda parece fuera de sĆ... De repente haciendo un esfuerzo Felipe reacciona y abofetea a la mujer.
El impacto derriba a Yolanda, quien queda sentada en el suelo tomƔndose su adolorida mejilla.
āYa cĆ”lmate!, desquiciada que pretendes?, piensa en la locura que cometes al serle infiel a mi padre!ā.
La madrasta esta sin palabras. Felipe se soba con desesperaciĆ³n las bolas, toma aire y por fin puede erguirse.
āOugh!, MaldiciĆ³nā¦ me los dejaste achatados!ā.
Una vez mĆ”s se retira Felipeā¦ Tras abandonar el cuarto, Yolanda queda pensativa:
La mujer corre hacĆa su bolso y saca un Stun gun (Arma elĆ©ctrica), y a toda prisa sale tras su hijastro.
Felipe cojeando llega a la entrada de su habitaciĆ³n, decide apoyarse un instante contra la puerta buscando aire para superar ese intenso āacojonamientoāā¦ SentĆa las pelotas raras, como si tuviera algo pesado dentro de sus bolasā¦ aquella sensaciĆ³n incomoda sabĆa pasarĆa con el tiempo, pero tendrĆa sus horas con molestias.
Tras un nuevo suspiro, iba a abrir la puerta cuando sintiĆ³ que hurgaban tras Ć©l, entre sus piernas!
No alcanzĆ³ a reaccionar, era Yolanda quien introdujo el arma elĆ©ctrica entre los muslos del joven, activando el aparato justo contra la parte baja del bulto en los calzoncillos de Felipe.
āAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!ā. El alarido del joven es brutal ante la intensa descarga elĆ©ctrica aplicada contra su escroto.
Yolanda se ensaƱa con las partes pudendas del muchacho manteniendo el castigo elĆ©ctrico; La electricidad en los testĆculos hace al joven sudar por todos los poros y orinarse empapando todo su calzoncillo.
āAAAAAAHHHHHHHHHH!ā. Felipe no cesa en sus gritosā¦ finalmente la satisfecha mujer retira el arma, de inmediato el muchacho cae al suelo tomando sus ardiente gĆ³nadas.
āEsto me lo dio tu padre para defendermeā¦ā.
Felipe se retuerce en el suelo, quejĆ”ndose ahora en silencio pues su mandĆbula se habĆa contraĆdo obligĆ”ndole a mantener los dientes apretados.
āā¦Pero tiene otros usosā¦ CĆ³mo castigar a un hombre, y obligarle a hacer lo que yo deseo!ā.
El shock en el joven es demasiado y termina perdiendo el sentido, Al cerciorarse Yolanda expresa:
āPodrĆ”s ser alto y fuerte querido Felipe, pero ningĆŗn hombre aguanta una electrocutada en las pelotasā.
La mujer sonriente le quita los calzoncillos a su hijastroā¦ tomĆ”ndole de los pies, la madrastra le arrastra con dificultad hacia su habitaciĆ³n.
āCariƱo eres un mal hijastro, pero si tu no quieres, eso no me detendrĆ”!ā¦ yo si lo quiero!ā.
Mientras le arrastra puede ver como el flƔcido miembro de Felipe se balancea ligeramente.
āQuerido, tu pene se ve muy ricoā¦ me voy a servir yo misma!ā.
Los esfuerzos por llevarle al cuarto son intensos dado el peso del hombre.
āEres grandote Felipe, pero no me importa, cĆ³mo sea te subirĆ© a la camaā¦ Y como gozare con tu cuerpazo!, Mmmmmā¦ā.
Justo tras ingresar en el cuarto, SofĆa aparecĆa en la casaā¦ La hijastra decidiĆ³ regresar tras la discusiĆ³n, pero no le verĆa la cara a su madrastra, se limitarĆa a internarse en su habitaciĆ³n evitando al mĆ”ximo encontrarse con Yolanda.
Al subir las escaleras se topĆ³ con los calzoncillos orinados de Felipe, la joven dudĆ³ un instante, pero terminĆ³ deduciendo algo.
- Felipe te has acostado con Yolanda?... te dejaste engatusar por esa sucia mujer?.
SofĆa se siente decepcionada de su hermano, ella siempre estuvo enterada del deseo de Yolanda por Ć©l, y pensaba que su hermano no se dejarĆa atrapar por esa mujerzuela, mas por que compartĆa con ella el rechazo a su madrastraā¦ Pero parece que finalmente cediĆ³ a su cuerpo, despuĆ©s de todo, los hombres son mĆ”s dĆ©biles de carne.
La muchacha al acercarse logra ver abierta la puerta del cuarto de su padre y tiene una idea, Grabarlos teniendo relaciones sexuales!ā¦ Si lo consigue podrĆ” hacer que su padre se divorcie de esa mujerzuelaā¦
ā¦ Lamentablemente Felipe serĆ” echado de la casa, SofĆa no quiere eso, pero Ć©l se lo ha buscado, ademĆ”s es lo mejor para elā¦ asĆ aprenderĆ” a controlarse mejor en el futuro.
Saca su mĆ³vil y activa la cĆ”mara, con mucho silencio se asoma por la puerta semi abierta y da un vistazo al interior, se sorprende al grabar a Yolanda desnuda arrodillada entre las piernas del inconsciente muchacho, quien tendido en la cama no sabe los estĆmulos linguales que Yolanda le hace a su peneā¦
ā¦La madrastra degusta como un bombĆ³n el hinchado glande de Felipe, el miembro ya erecto de tanto placer, goteaba abundante lĆquido lubricante.
āCariƱo que verga tan grandeā¦..Y esta que quema!ā¦cĆ³mo voy a gozar cuando me cojasā.
Las palabras de Yolanda confirman lo que SofĆa sospecho al ver a la distancia a su hermanoā¦ Felipe estĆ” inconsciente, esa maldita mujer le ha hecho algo a su hermano, y va a hacer el amor con Ć©l sin su permisoā¦ eso es una violaciĆ³n!
Sin dejar de grabar, SofĆa decide actuar e irĆ” contra Yolanda, quien estĆ” totalmente desprevenida pues se apresta a sentarse en el rĆgido falo de Felipe.
āOh querido como disfrutarĆ© estoā¦!!!ā. La mujer comienza a sentarse, lentamente su excitado coƱo absorbe el venoso pene de Felipe.
āQue rica verga cariƱoā¦Mmmmā¦ AAAahhhh!!!!ā. Repentinamente recibe un fuerte golpe en la cabeza, lo que la hace salirse del miembro del hijastro y caer a un lado en la cama.
āMaldita perra!ā. SofĆa con un florero que se hace aƱicos, acaba de golpear la cabeza de su madrastra.
Yolanda termina sobre las sƔbanas sin sentido.
SofĆa auxilia a su hermano, sin dejar de ver de reojo esa gran torre Eiffel entre las piernas de Felipe.
SofĆa cubriĆ³ a Yolanda con una sĆ”bana, mientras con otra ocultaba el falo de su hermano, que ante la falta de mĆ”s estĆmulos se desinflaba.
Una media hora pasa hasta que Felipe despierta:
āQue paso?ā. Pregunta el confundido joven.
SofĆa le saluda, y su hermano se sintiente incomodo al verse sin camisa y con solo su pantaloneta puestaā¦ recordĆ³ que andaba en ropa interior tras salir de esa habitaciĆ³n en la que nuevamente se encuentraā¦ Su hermana le habĆa colocado la prenda, ocultando su desnudez.
La muchacha le pone al tanto de lo que parece haber sucedido, incluido el intento de forzarle a tener relaciones sexuales; Le seƱala a Yolanda tirada de medio lado en la amplia cama, semidesnuda, sin conocimiento y atada de manos.
Felipe le complementa informƔndole como le redujo su madrastra:
āLa maldita me aplicĆ³ electricidad en los huevos, y me debĆ desmayarā.
āOh Dios mĆo!, CĆ³mo te encuentras hermano?ā. La joven miro la entrepierna de Felipe.
āMe siento mejorā. Felipe no mentĆa, pero sus testĆculos aĆŗn eran un infierno.
āEs una zorra!, pero la tenemos hermano!ā¦ mi padre se divorciara de ellaā. SofĆa le explica lo del video, y su plan para con su madrastra.
Minutos despuĆ©s, los hermanos observan el despertar de Yolandaā¦ la mujer una vez supera su dolor de cabeza inicial, les insulta: āMalditos!, que me hicieron?ā¦SuĆ©ltenme!!!ā. Yolanda hacĆa inĆŗtiles esfuerzo por romper sus ataduras.
SofĆa le dio una leve bofetada para hacerle calmar, A lo que se sumĆ³ el reclamo de Felipe:
āMaldita!, querĆas aprovecharte de que me dejaste inconsciente!ā¦ Y me atacaste las huevas con ese maldito aparato, perra!ā.
āQuien me pegĆ³ en la cabeza?...Ah!, fuiste tĆŗ maldita tramposa, atacando por las espalda!ā.
āY tu intentando abusar de mi hermano, suerte llegue a tiempo, criminal!ā.
āEsperen a que llegue William, le dirĆ© que me atacaron los dos!... Los castigarĆ”!ā.
āNuestro padre se darĆ” cuenta de quiĆ©n eres en realidad, y de lo que puedes llegar a hacerā. ExpresĆ³ Felipe sobĆ”ndose un poco los testĆculos, que aĆŗn le dolĆan.
āA su padre lo manejo con un dedo!!, creerĆ” lo que yo le diga, o si no le negarĆ© el sexoā¦ā.
āGran descarada, pero te va a ir malā. SentenciĆ³ SofĆa.
Yolanda iba a insultarla una vez mĆ”s., cuando su hijastra puso a correr el video en su telĆ©fonoā¦ La mujer quedĆ³ en silencio viĆ©ndose filmada, en ese comprometedor momento de intento de abuso a Felipe.
āAhora no dices nada?, Eh perra!!ā. Dijo SofĆa con una gran sonrisa.
āPor fin perderĆ”s la careta ante nuestro padreā¦ maldita abusadora!ā. Le gritĆ³ Felipe, sintiendo alivio al tener sin salida a su madrastra.
āLe gustĆ³ a la estrella de Hollywood salir en el video?ā¦Y que dices a eso, eh?, vas a fingir demencia, Jajaja, no tienes escape, admĆtelo!ā. La hijastra se reĆa con gusto.
āSĆ© admitir cuĆ”ndo me tienen agarrada de los ovariosā¦que quieren?ā.
SofĆa asintiĆ³ y Felipe hablĆ³: āVas a divorciarte de nuestro padre, y te largarĆ”s para siempre!ā.
āPero yoā¦ā. IntentĆ³ replicar Yolanda sin argumentos.
āTienes una semana para salir de nuestras vidas!, De aquĆ te vas hoy!, y enseguida le mandas a nuestro padre el abogado de divorcio, porque a Ć©l no lo vuelves a ver!ā¦En una semana deben estar separados!!... Y eso sĆ, renuncias voluntariamente a cualquier reclamaciĆ³n de dineroā¦ā.
āMalditos mocosos!ā. La pĆ©rdida del dinero de William era impensable para Yolanda.
SofĆa la abofeteĆ³: āMas respetico!, y cumplirĆ”s lo que se te ordena puta barata!, tienes una semana o hacemos publico el videoā¦y apenas lo vean las autoridades vas directo a la cĆ”rcel!, ya quiero verte con tu piyama de rayasā.
āY eso no es todo, quedarĆ”s ante tus conocidos como lo que eres, una abusadora!, por fin sabrĆ”n quien es la verdadera Yolandaā. ComplementĆ³ Felipe.
Yolanda no protestĆ³ mĆ”s, estaba atrapada, y su vida acabarĆa en todos los aspectos si se sabĆa el contenido del videoā¦ solo le restaba obedecer para mantener su libertad e imagenā¦ debĆa renunciar al dinero de William.
AsĆ sucedieron las cosas, Unas horas despuĆ©s Yolanda abandonĆ³ la casa y entablaba el divorcio sin ninguna ganancia financiera.
William intentĆ³ ver a Yolanda pidiendo una explicaciĆ³n, pero esta se negĆ³ a dĆ”rsela y a verle. Los hijos rogaron al padre olvidar a esa mujer, quien no hizo mĆ”s que causarle penas al dejarle de repenteā¦ Le convencieron de que Yolanda prefiriĆ³ a otro hombre con mĆ”s dinero para desposar, y por ello le era necesario el pronto e inesperado divorcio.
Al final William entrĆ³ en depresiĆ³n, pero sus hijos siempre a su lado le ayudaron a superar el dolor; Entre SofĆa y Felipe se propusieron y lograron encontrarle una nueva parejaā¦ La afortunada, una mujer de 45 aƱos que le darĆa muchas alegrĆas al divorciado, y que congeniĆ³ perfectamente con los dos muchachos.
FIN.
Gracias.
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
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