El documento secreto (6/6) - Las Bolas de Pablo

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1 jul 2018

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El documento secreto (6/6)


CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   ā€”Todo este tiempo te estuviste riendo de mi —aseguró Armando—, viĆ©ndome la cara de tonto mientras creĆ­a que estabas desmemoriado —agarró los testĆ­culos hinchados de Paolo haciendolo inhalar bruscamente.

   Paolo sólo pudo decir:

   ā€”TĆŗ eres distinto al otro hombre, eres bueno, si me sueltas yo te podrĆ­a ayudar…

   Armando no lo escuchó y comenzó a apretar, clavando las yemas de sus dedos en los testĆ­culos de Paolo.

   ā€”Maldición —toció Paolo—. DĆ©jame ayudarte. No lo hagas.

   Armando tenĆ­a el rostro doblado por y amargura y la mentira que vivió ese tiempo, querĆ­a castigarlo.

   ā€”Suelta —rogó Paolo con voz tensa, haciendo una mueca de dolor.

   Armando apretó mĆ”s fuerte, haciendo que Paolo gimieran mientras sus ovaladas gónadas perdĆ­an la forma aplastadas por la mano.

   Las polla de Paolo se habĆ­a puesto dura como roca y apuntaba al techo. Sus gemidos resonaron en la sala mientras sus bolas eran exprimidas brutalmente por Armando.

   Finalmente, el captor lo soltó, permitiendo que el angustiado rostro de Paolo se tranquilizase y jadeara buscando recuperación.

   ā€”En lo que Rafael encuentre el documento secreto estarĆ”s perdido.

   ā€”ĀæPor quĆ©?

   Sin dar respuesta la planta del pie de Armando pateó los huevos expuestos de Paolo, embistiĆ©ndolos contra su cuerpo con un ruido sordo. Los ojos de Paolo se agrandaron y su boca formó una "O", acompaƱada por un gemido largo y sibilante.

   Armando no se conformó y pisó las bolas de Paolo otra vez con toda la fuerza que pudo reunir, aplastĆ”ndolas como tortillas y provocando un lloriqueo lastimoso y agudo.

   El pene de Paolo seguĆ­a duro como roca, su punta brillaba con lĆ­quido preseminal.

   Su cuerpo estaba congelado en agonĆ­a. Sus labios temblaban.

   El pie de Armando se afincó duro sobre la entrepierna de Paolo aplastando sus cojones con un estruendo resonante.

   Un pequeƱo chorro de lĆ­quido preseminal salpicó fuera de la polla de Paolo tan violentamente al ser forzado a salir de sus bolas.

   La hermosa cara de Paolo mostraba una mezcla extraƱa de dolor extremo, horror total y resignación.

   Armando continuó afincando el pie aplicando todo el peso de su cuerpo. El pene de Paolo temblaba y lĆ­quido preseminal goteaba como charco al zapato de Armando.

   Paolo dejó escapar un gemido sibilante.

   Los testĆ­culos seguĆ­an siendo aplastados profundamente.

   Paolo jadeó. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas. Sus cejas se levantaron.

   Fue asĆ­ como su pene estalló con un gran chorro de esperma que salpicó el pecho musculoso de Paolo.

   Un disparo tras otro de leche cremosa salió de la crispada polla de Paolo, aterrizando en el piso y sobre el cuerpo de Armando, en su rostro y cabello.

   Las rodillas de Paolo temblaban y su polla todavĆ­a disparaba lo que parecĆ­an galones de esperma.

   Armando torció el pie de manera fulminante.

   Paolo dejó escapar un grito horrorizado. Su pene continuó vaciando sus bolas hinchadas y maltratadas por todo el piso mientras emitĆ­a sollozos.

   DespuĆ©s un sonido espantoso llenó la sala.

   CRACK

Y Paolo perdió la consciencia.

…

   Cuando abrió los ojos, Paolo se encontraba acostado en una limpia habitación de hospital, se sintió intranquilo pero al ver el rostro de su esposa lo reinó la confusión y despuĆ©s la calma.

   ā€”Es una larga historia, Paolo —aseguró la bella muchacha—, pero debes estar tranquilo ya todo lo malo ha pasado.

   Paolo la tomó de la mano y ella le sonrió.

   Finalmente parecĆ­a que el mal habĆ­a triunfado. Rafael encontró el documento secreto en la cabina de baƱo en el aeropuerto y nunca jamĆ”s los delincuentes pagarĆ­an por sus actos criminales.

   TenĆ­an tanta influencia que en todo ese tiempo lograron que ningĆŗn medio de comunicación emitiera información de la desaparición tan misteriosa de Paolo a pesar de la bĆŗsqueda de su mujer.

   Tuvieron piedad con Ć©l y lo liberaron inmediatamente dejandolo abandonado en un sitio dónde serĆ­a encontrado con un testĆ­culo roto.

   La justicia nunca llegarĆ­a para Paolo pero al menos estarĆ­a tranquilo al lado de su esposa e hijo.

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