CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Esa madrugada la puerta se abriĆ³, LeĆ³n entrĆ³ sigilosamente sin perturbar el sueƱo de David. Ya lo habĆa drogado antes con somnĆfero pero horas precedentes no tuvo acceso al departamento del equipo para poder hacerlo. El hombre dormĆa plĆ”cidamente sobre su cama su pecho lucĆa desnudo y las cobijas cubrĆan sus piernas. LeĆ³n se acercĆ³ en silencio hasta Ć©l con la jeringa en la mano, siempre tuvo en su vida la mejor suerte y en ese momento la necesitaba mĆ”s que nadie, si se despertaba David estarĆa perdido. ColocĆ³ la inyectadora en el brazo de David y presiono lenta pero decididamente, ahora el liquido se mezclaba en su organismo. David sĆ³lo moviĆ³ la cabeza al contacto con la aguja.
...
Los rayos del sol volvieron a surgir contra las paredes del edificio, cada vez quedaban pocos hombres y a su vez poca amistad. Y apenas el triunfo no estaba cerca todavĆa. Se desconfiaban unos a otros creyĆ©ndose posibles traidores.
David al despertar saliĆ³ de su habitaciĆ³n y bajĆ³ al comedor vestido de short verde, saludĆ³ a los presentes y se sentĆ³ a desayunar huevos revueltos preparados por Miguel.
—Los delfines azules —reĆa Miguel cuando David comĆa su desayuno.
—Guarda silencio —le dijeron.
—¿MatĆas, has pensado en algĆŗn momento que hacer si pierdes el proyecto elite? —preguntĆ³ Carlos.
—Espero que el que pierdas seas tĆŗ —agregĆ³ tajante MatĆas—… pero en caso de perder —dijo mirando a David—, seguirĆa buscando una manera de seguir mejorando mi nivel deportivo—. ¿Y tĆŗ, Carlos?
—Igualmente seguirĆ© entrenando para mejorar mi nivel deportivo, talento tengo… uno que no necesita ganar es David le sobra talento y es muy conocido —alegĆ³ tocando con su pies las piernas de David bajo la mesa y casi llegando a su paquete.
—Bueno… me gustarĆa ganar —reconociĆ³ David con una amigable sonrisa.
—jajaja. David como has llegado a tan alto lugar —siguiĆ³ Carlos—. TodavĆa recuerdo como te acuso la voz aquella noche.
—jajajaja —estallĆ³ en risas MatĆas—, este weon ahora quieres que te lo cojas, David.
Carlos lo miro con odio pero siguiĆ³ hablando:
—Recuerdo como te acuso la voz…
David sonriĆ³ con molestia y explico:
—Me gusta aprovechar las situaciones, no soy de esos que van a satisfacer a alguien si no obtengo nada a cambio, no te penetrarĆa si yo no tengo un beneficio.
—Placer, eso tendrĆ”s —sugiriĆ³ Carlos.
—No… no soy asĆ.
Carlos sonriĆ³ y siguieron desayunando. Sin presentaciones LeĆ³n entrĆ³ al comedor asustando a todos.
—David, necesito que salgas un momento de este departamento y vayas al salĆ³n general
—¿A quĆ©? —preguntĆ³.
—Tienes una visita.
—¿Visita? —interrumpiĆ³ a David, MatĆas—. ¿Por quĆ© este weon tiene visitas?... ¿y yo? ¿Nosotros?... ¿QuĆ© nos partan un rayo?
—AsĆ son las cosas —terminĆ³ arrugando el rostro LeĆ³n con malestar.
—Pero es que eso no puede ser asĆ —discutiĆ³ Carlos—. Yo tambiĆ©n quiero ver gente.
—¡No me importa lo que digan! —declarĆ³ en tono autoritario LeĆ³n—. Te esperan, David, y no me hagas las preguntas a mi, solo ve… la sala general estarĆ” disponible solo para ti, procura cerrar la puerta.
David asintiĆ³ con la mirada, lleno de miedo abandono el lugar pensando en quien lo visitaba o que cosa querĆa, no olvidĆ³ la mala noche que pasĆ³ cuando lo masturbaron, si se trataba de otra cosa de esas emplearĆa todas sus fuerzas para defenderse.
Cuando se hubo marchado empezaron las habladurĆas entre los miembros del equipo.
—No me gusta que ese tipo tenga ciertas exclusivas —negĆ³ Carlos.
—Quietos —intervino Miguel—, tampoco sabemos si es una mala noticia de algĆŗn familiar.
—Lo odio —dijo Carlos— por tantas cosas…
—Lo tuyo es por asunto sexual —anunciĆ³ MatĆas— pero igual para mi es una molestia… porque el si recibe visitas y nosotros no.
—Lo seguro es que sea Ć©l el traidor —dijo Carlos—, tengamos cuidado con Ć©l… recuerden que hablĆ³ con mucha propiedad el dĆa que tocĆ³ el tema de un posible ayudante de LeĆ³n, Ć©l seguro sabe mucho… y solo nos querĆa observar
—No nos precipitemos —pidiĆ³ Miguel.
—Ya verĆ” —dijo Matias.
avid llegĆ³ a la sala general entrĆ³ y cerro la puerta con llave, se sentĆa nervioso y sus puƱos cerrados asĆ lo demostraban. El silencio de la casa general era tenebroso, escuchĆ³ ruidos, pasos, un zapato con tacĆ³n se acercaba. VenĆa del interior del departamento. Llego hasta el un hombre: con un brillante zapato negĆ³, pantalĆ³n gris, abultado paquete, camisa blanca y de gruesa espalda
—¿QuĆ© haces aquĆ? —preguntĆ³ con sorpresa David acercĆ”ndose y abrazĆ”ndolo fuertemente
—RecibĆ una invitaciĆ³n… —respondiĆ³ su pareja, compaƱero de muchos secretos de David—. Fue una invitaciĆ³n vĆa correo electrĆ³nico —mostrĆ³ una carta en letra impresa.
—¿Una invitacion? —preguntĆ³ asustado—. No entiendo, explĆcame.
—TĆŗ tambiĆ©n tienes que explicarme muchas cosas —dijo William apretando los gruesos labios mirando de arriba abajo a David.
—Tomemos asiento —dijo David, desde hace mucho tiempo no sentĆa una erecciĆ³n tan grata y deseada, estaba allĆ cerca de William. Fueron a sentarse en unos sillones de cualquier lugar de la sala general—. ¿QuiĆ©n empieza?... quiero saber cosas.
—Yo tambiĆ©n…
—Pues… recibĆ una solicitud de cita por internet… me reunĆ con un tipo… con LeĆ³n... me propuso participar en un concurso por eliminaciones y me sedujo con un pago en millones y me hizo firmar un contrato donde yo debĆa realizar todo lo que se me pidiera.
—¡¿QuĆ©?!
—Me informĆ³ que todo ocurrirĆa en este edificio, al llegar me encontrĆ© con varios compaƱeros deportistas —David siguiĆ³ contando todo lo que pudo desde la acusaciĆ³n, hasta los retos y los hombres eliminados en los grupos. Solo le ocultĆ³ aquella noche que lo masturbaron, tampoco relatĆ³ su participaciĆ³n en otros retos y nada que tuviera que ver con sexo de su parte. William tampoco preguntĆ³ pero supuso que alguna vez participarĆa y se lleno un tanto de celos
—En la televisiĆ³n se dice que estĆ”s participando en un concurso para que el pĆŗblico vote por ti
—pero… esto… da miedo, William no sĆ©, tantas cosas que uno piensa aquĆ… un traidor en cualquier equipo… millones como pago… uff.
William lo que deseaba era irse con David. ApretĆ³ los labios y besĆ³ a David montĆ”ndose sobre Ć©l.
William se desabrochĆ³ la camisa y se la quitĆ³. Al igual con el pantalĆ³n quedando solo en calcetines. Su cuerpo lampiƱo y musculoso bien sea por ejercicios o anabĆ³licos, su pene estaba grande y duro. Lo acariciĆ³ un par de veces, observando a David que sonreĆa tratando de olvidar sus ansias. AceptĆ³ y empezĆ³ a bajarse el short verde. David sonriĆ³. El joven alto tenĆa su cuerpo moreno y musculoso sudando por el miedo o la excitaciĆ³n, con una furiosa erecciĆ³n apuntando a William, tras meses sin estar juntos.
Se acercaron y se besaron apasionadamente uno con la boca gruesa y carnosa; el otro con labios finos.
David empezĆ³ enterrando su polla dentro de William, empujĆ”ndolo y acercĆ”ndolo de nuevo, sus bolas chocaban con el culo grande de su pareja.
William tenĆa los ojos cerrados, diciendo “si” a cada momento que lo penetraban con sus embestidas. David se acercĆ³ a William y acariciĆ³ su espalda y mirando sus nalgas, le dio una palmada y prosiguiĆ³ en su faena.
A tan solo 2 minutos esa sala estaba repleta de gemidos de placer.
David penetrando a su pareja liberaba el estrĆ©s. HacĆa movimientos feroces y no se daba cuenta. Solo sabia que William estaba en un paso del clĆmax total y Ć©l tambiĆ©n lo disfrutaba.
—Estoy cerca —reconociĆ³ David con los ojos cerrados.
—…ale… —tratĆ³ de decir William.
—Estoy cerca —repitiĆ³ aumentando con la fuerza de sus movimientos y gimiendo mĆ”s fuerte.
David sacĆ³ su pene del agujero de William habĆa estallado con una lluvia fuerte de esperma fresco, blanco, que aterrizĆ³ en la espalda del muchacho, en su cabello, otras sobre el escritorio donde se apoyaban, otras como las primeras sobre la barbilla de David. Eso era lo bueno o malo del liquido que le habĆa suministrado LeĆ³n mientras dormĆa.
William sonriĆ³ y besĆ³ en los labios a David y le dio la media vuelta por lo que siguiĆ³ fue que William penetrarĆa a David, tenĆan la costumbre de que uno penetraba al otro luego de que el primero terminara. William empujĆ³ su polla hasta el fondo, con el rostro iluminado de placer. Haciendo movimientos constantes
David gruĆ±Ć³.
William llevo su mano al pene mojado de David, recogiĆ³ lo que allĆ tenia y lo llevĆ³ a su boca para probarlo… tiempo sin experimentar aquel jugo salado.
Con mucha excitaciĆ³n por ese momento la polla de William empezĆ³ a disparar semen fuera de David, chorros blancos. La leche cremosa cayo sobre el lomo de David, y sobre su culo, bajando por entre las piernas. Sin problemas David se dio la vuelta y bajo al genital de William deglutiendo el sabor de su semen.
David se sentĆ³ en el sofĆ” exhausto, junto a Ć©l William todavĆa disparando las Ćŗltimas cargas de semen, con su mano limpiĆ³ su pene que posteriormente se dejĆ³ sobre la tela del sofĆ”.
—TodavĆa estoy preocupado —declarĆ³ David.
—Te entiendo —dijo William—, pero… —guardĆ³ silencio.
—¿Pero que?... —quiso saber David casi con desespero.
—Haz lo que corresponde hacer en cada reto —dijo William—. Sin preocupaciones
—¿Hacer que? —preguntĆ³ David; sabia que se referĆa a tener sexo pero querĆa que William lo dijera con sus propias palabras.
—TĆŗ ya sabes —dijo William— solo piensa que quedarĆan pocos participantes, y tĆŗ estĆ”s posiblemente cerca de ganar… y… si te toca hacer eso, hazlo. Yo estarĆ© cerca de ti, nuestra conexiĆ³n es fuerte y… no creo que por nuevas personas se vaya a desintegrar. TĆŗ y yo hemos hecho muchas cosas, muchas.
—No creo que pueda —negĆ³ David—, estoy muy enamorado de ti y… no puedo, William.
—SĆ puedes, son millones y yo estarĆ© cerca de ti apoyĆ”ndote en todo. Si ganas estarĆ© contigo —sonreĆa William, luego se besaron en los labios y siguieron tocando sus cuerpos desnudos.
—¿No te puedes quedar en el edificio? —pregunto al rato David.
—No, LeĆ³n dijo que tenĆa un tiempo limitado… tengo prĆ³rroga para quedarme hasta las 6 de la tarde… sino Ć©l mandarĆa a alguien y me sacarĆa a la fuerza…
—LeĆ³n tiene mucha gente que le trabaja —aseguraba un preocupado David.
—Mi consejo es que te mantengas al ras de la situaciĆ³n, no trates de sobresalir en nada, es mejor pasar inadvertido y ganar; que lucirse y salir perdiendo… hazme caso… seguro ganas mi —le plantĆ³ otro beso en los labios.
—Ponte la ropa —rogĆ³ William pasando su mano por el abdomen de David, este obedeciĆ³ y se vistiĆ³ con el bĆ³xers y el short.
—No te vayas todavĆa —dijo David—, esperemos que te vengan a buscar, no sabemos quien estĆ” fuera… que sea LeĆ³n el que te saque… si es que puede conmigo…
William sonriĆ³ y siguiĆ³ abrazando y besando a su pareja.
—Cuando salga de aquĆ… juro que estaremos mĆ”s juntos que nunca —lloraba David—. SaldrĆ© maƱana mismo.
—¡No, tienes que ganar!... no llames la atenciĆ³n… pasa inadvertido.
Siguieron abrazados, uno junto al otro, para David el ver a William fue lo peor que le pudo suceder, ya no querĆa que se fuera y si se iba, Ć©l lo seguirĆa. La nariz de William se expandiĆ³ al oler un aire, frunciĆ³ el ceƱo y mirĆ³ a la ventana que estaba cerrada, se separĆ³ de David que tambiĆ©n tenia expresiĆ³n dudosa, ambos cayeron al piso.
Minutos mas tarde el jefe y LeĆ³n entraron en escena portando mĆ”scara de gas.
—DebĆ trabajar en la CĆa — reĆa el jefe acercĆ”ndose a los dos hombre—, ayĆŗdame con William despuĆ©s nos encargamos de David.
Entre los dos cargaron el cuerpo desmayado de William y lo sacaron de la sala trasladƔndolo fuera de la sala.
Horas despuĆ©s cuando David despertĆ³ y miro alrededor buscando a William, no estaba… comenzĆ³ susurrando su nombre y buscĆ”ndolo en todos los lugares de la solitaria sala, pero no lo encontrĆ³ ahĆ, con desespero empezĆ³ a gritar su nombre, querĆa por lo menos despedirse de Ć©l, tocarlo, abrazarlo, besarlo. SaliĆ³ corriendo del departamento gritando su nombre, pero tampoco lo encontrĆ³. Sus demĆ”s compaƱeros lo miraban como si se hubiera vuelto demente.
—¿QuĆ© paso David te dejĆ³ la mujer? —se le burlo Carlos al acercarse con los demĆ”s al rival.
David estaba molesto, aguantaba las ansias de llorar y con toda su molestia propinĆ³ una poderosa patada en la entrepierna a Carlos.
DespuĆ©s dio media vuelta y saliĆ³ del lugar dejĆ”ndolo doblado del dolor en el piso.
Si era por el apoyo de sus compaƱeros, ya no lo tenĆa, Carlos lo odiaba mĆ”s que nunca y los demĆ”s lo consideraban el traidor del edificio. Si se podĆa llamar amigo, solo estaba Miguel y no aceptĆ³ la llamada cuando el moreno tocĆ³ la puerta de su habitaciĆ³n.
Al anochecer un vehĆculo esperaba a William quien fue acompaƱado por LeĆ³n que lo despidiĆ³ en el silencio de la noche. William se sentĆa culpable, no era un traidor, solo habĆa ido a visitar a David y darle Ć”nimos para ganar los retos…
Al dĆa siguiente de lo ocurrido con David, este saliĆ³ de su habitaciĆ³n con la frente en alto aunque la relaciĆ³n con sus compaƱeros estaba empeorando, solo le dirigĆa la palabra Miguel y aunque quiso saber su situaciĆ³n del dĆa anterior, el deportista no le detallĆ³.
Llego el momento de la eliminaciĆ³n entre Carlos o MatĆas que fueron los seleccionados cuando perdieron en el reto de los doctores, Carlos por decisiĆ³n del equipo rojo y MatĆas por voto de sus compaƱeros.
Era el momento de saber la verdad y conocer quien dejarĆa el concurso.
—SiĆ©ntense por favor —invitĆ³ LeĆ³n, todos aceptaron la invitaciĆ³n—. Es un gran honor tenerlos aquĆ, como en cada encuentro, hoy daremos el nombre de un nuevo eliminado —tras una larga y monĆ³tona conversaciĆ³n, LeĆ³n revelĆ³ el nombre del eliminado—, es Carlos.
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