Proyecto Elite (11/?): la visita - Las Bolas de Pablo

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21 ago 2018

Proyecto Elite (11/?): la visita


CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Esa madrugada la puerta se abriĆ³, LeĆ³n entrĆ³ sigilosamente sin perturbar el sueƱo de David. Ya lo habĆ­a drogado antes con somnĆ­fero pero horas precedentes no tuvo acceso al departamento del equipo para poder hacerlo. El hombre dormĆ­a plĆ”cidamente sobre su cama su pecho lucĆ­a desnudo y las cobijas cubrĆ­an sus piernas. LeĆ³n se acercĆ³ en silencio hasta Ć©l con la jeringa en la mano, siempre tuvo en su vida la mejor suerte y en ese momento la necesitaba mĆ”s que nadie, si se despertaba David estarĆ­a perdido. ColocĆ³ la inyectadora en el brazo de David y presiono lenta pero decididamente, ahora el liquido se mezclaba en su organismo. David sĆ³lo moviĆ³ la cabeza al contacto con la aguja.

...

   Los rayos del sol volvieron a surgir contra las paredes del edificio, cada vez quedaban pocos hombres y a su vez poca amistad. Y apenas el triunfo no estaba cerca todavĆ­a. Se desconfiaban unos a otros creyĆ©ndose posibles traidores.

   David al despertar saliĆ³ de su habitaciĆ³n y bajĆ³ al comedor vestido de short verde, saludĆ³ a los presentes y se sentĆ³ a desayunar huevos revueltos preparados por Miguel.

   —Los delfines azules —reĆ­a Miguel cuando David comĆ­a su desayuno.

   —Guarda silencio —le dijeron.

   —¿MatĆ­as, has pensado en algĆŗn momento que hacer si pierdes el proyecto elite? —preguntĆ³ Carlos.

   —Espero que el que pierdas seas tĆŗ —agregĆ³ tajante MatĆ­as—… pero en caso de perder —dijo mirando a David—, seguirĆ­a buscando una manera de seguir mejorando mi nivel deportivo—. ¿Y tĆŗ, Carlos?

   —Igualmente seguirĆ© entrenando para mejorar mi nivel deportivo, talento tengo… uno que no necesita ganar es David le sobra talento y es muy conocido —alegĆ³ tocando con su pies las piernas de David bajo la mesa y casi llegando a su paquete.

   —Bueno… me gustarĆ­a ganar —reconociĆ³ David con una amigable sonrisa.

   —jajaja. David como has llegado a tan alto lugar —siguiĆ³ Carlos—. TodavĆ­a recuerdo como te acuso la voz aquella noche.

   —jajajaja —estallĆ³ en risas MatĆ­as—, este weon ahora quieres que te lo cojas, David.

   Carlos lo miro con odio pero siguiĆ³ hablando:

   —Recuerdo como te acuso la voz…

   David sonriĆ³ con molestia y explico:

   —Me gusta aprovechar las situaciones, no soy de esos que van a satisfacer a alguien si no obtengo nada a cambio, no te penetrarĆ­a si yo no tengo un beneficio.

   —Placer, eso tendrĆ”s —sugiriĆ³ Carlos.

   —No… no soy asĆ­.

   Carlos sonriĆ³ y siguieron desayunando. Sin presentaciones LeĆ³n entrĆ³ al comedor asustando a todos.

   —David, necesito que salgas un momento de este departamento y vayas al salĆ³n general

   —¿A quĆ©? —preguntĆ³.

   —Tienes una visita.

   —¿Visita? —interrumpiĆ³ a David, MatĆ­as—. ¿Por quĆ© este weon tiene visitas?... ¿y yo? ¿Nosotros?... ¿QuĆ© nos partan un rayo?

   —AsĆ­ son las cosas —terminĆ³ arrugando el rostro LeĆ³n con malestar.

   —Pero es que eso no puede ser asĆ­ —discutiĆ³ Carlos—. Yo tambiĆ©n quiero ver gente.

   —¡No me importa lo que digan! —declarĆ³ en tono autoritario LeĆ³n—. Te esperan, David, y no me hagas las preguntas a mi, solo ve… la sala general estarĆ” disponible solo para ti, procura cerrar la puerta.

   David asintiĆ³ con la mirada, lleno de miedo abandono el lugar pensando en quien lo visitaba o que cosa querĆ­a, no olvidĆ³ la mala noche que pasĆ³ cuando lo masturbaron, si se trataba de otra cosa de esas emplearĆ­a todas sus fuerzas para defenderse.

   Cuando se hubo marchado empezaron las habladurĆ­as entre los miembros del equipo.

   —No me gusta que ese tipo tenga ciertas exclusivas —negĆ³ Carlos.

   —Quietos —intervino Miguel—, tampoco sabemos si es una mala noticia de algĆŗn familiar.

   —Lo odio —dijo Carlos— por tantas cosas…

   —Lo tuyo es por asunto sexual —anunciĆ³ MatĆ­as— pero igual para mi es una molestia… porque el si recibe visitas y nosotros no.

   —Lo seguro es que sea Ć©l el traidor —dijo Carlos—, tengamos cuidado con Ć©l… recuerden que hablĆ³ con mucha propiedad el dĆ­a que tocĆ³ el tema de un posible ayudante de LeĆ³n, Ć©l seguro sabe mucho… y solo nos querĆ­a observar

   —No nos precipitemos —pidiĆ³ Miguel.

   —Ya verĆ” —dijo Matias.

   avid llegĆ³ a la sala general entrĆ³ y cerro la puerta con llave, se sentĆ­a nervioso y sus puƱos cerrados asĆ­ lo demostraban. El silencio de la casa general era tenebroso, escuchĆ³ ruidos, pasos, un zapato con tacĆ³n se acercaba. VenĆ­a del interior del departamento. Llego hasta el un hombre: con un brillante zapato negĆ³, pantalĆ³n gris, abultado paquete, camisa blanca y de gruesa espalda

   —¿QuĆ© haces aquĆ­? —preguntĆ³ con sorpresa David acercĆ”ndose y abrazĆ”ndolo fuertemente

   —RecibĆ­ una invitaciĆ³n… —respondiĆ³ su pareja, compaƱero de muchos secretos de David—. Fue una invitaciĆ³n vĆ­a correo electrĆ³nico —mostrĆ³ una carta en letra impresa.

   —¿Una invitacion? —preguntĆ³ asustado—. No entiendo, explĆ­came.

   —TĆŗ tambiĆ©n tienes que explicarme muchas cosas —dijo William apretando los gruesos labios mirando de arriba abajo a David.

   —Tomemos asiento —dijo David, desde hace mucho tiempo no sentĆ­a una erecciĆ³n tan grata y deseada, estaba allĆ­ cerca de William. Fueron a sentarse en unos sillones de cualquier lugar de la sala general—. ¿QuiĆ©n empieza?... quiero saber cosas.

   —Yo tambiĆ©n…

   —Pues… recibĆ­ una solicitud de cita por internet… me reunĆ­ con un tipo… con LeĆ³n... me propuso participar en un concurso por eliminaciones y me sedujo con un pago en millones y me hizo firmar un contrato donde yo debĆ­a realizar todo lo que se me pidiera.

   —¡¿QuĆ©?!

   —Me informĆ³ que todo ocurrirĆ­a en este edificio, al llegar me encontrĆ© con varios compaƱeros deportistas —David siguiĆ³ contando todo lo que pudo desde la acusaciĆ³n, hasta los retos y los hombres eliminados en los grupos. Solo le ocultĆ³ aquella noche que lo masturbaron, tampoco relatĆ³ su participaciĆ³n en otros retos y nada que tuviera que ver con sexo de su parte. William tampoco preguntĆ³ pero supuso que alguna vez participarĆ­a y se lleno un tanto de celos

   —En la televisiĆ³n se dice que estĆ”s participando en un concurso para que el pĆŗblico vote por ti

   —pero… esto… da miedo, William no sĆ©, tantas cosas que uno piensa aquĆ­… un traidor en cualquier equipo… millones como pago… uff.

   William lo que deseaba era irse con David. ApretĆ³ los labios y besĆ³ a David montĆ”ndose sobre Ć©l.

   William se desabrochĆ³ la camisa y se la quitĆ³. Al igual con el pantalĆ³n quedando solo en calcetines. Su cuerpo lampiƱo y musculoso bien sea por ejercicios o anabĆ³licos, su pene estaba grande y duro. Lo acariciĆ³ un par de veces, observando a David que sonreĆ­a tratando de olvidar sus ansias. AceptĆ³ y empezĆ³ a bajarse el short verde. David sonriĆ³. El joven alto tenĆ­a su cuerpo moreno y musculoso sudando por el miedo o la excitaciĆ³n, con una furiosa erecciĆ³n apuntando a William, tras meses sin estar juntos.

   Se acercaron y se besaron apasionadamente uno con la boca gruesa y carnosa; el otro con labios finos.

   David empezĆ³ enterrando su polla dentro de William, empujĆ”ndolo y acercĆ”ndolo de nuevo, sus bolas chocaban con el culo grande de su pareja.

   William tenĆ­a los ojos cerrados, diciendo “si” a cada momento que lo penetraban con sus embestidas. David se acercĆ³ a William y acariciĆ³ su espalda y mirando sus nalgas, le dio una palmada y prosiguiĆ³ en su faena.

   A tan solo 2 minutos esa sala estaba repleta de gemidos de placer.

   David penetrando a su pareja liberaba el estrĆ©s. HacĆ­a movimientos feroces y no se daba cuenta. Solo sabia que William estaba en un paso del clĆ­max total y Ć©l tambiĆ©n lo disfrutaba.

   —Estoy cerca —reconociĆ³ David con los ojos cerrados.

   —…ale… —tratĆ³ de decir William.

   —Estoy cerca —repitiĆ³ aumentando con la fuerza de sus movimientos y gimiendo mĆ”s fuerte.

   David sacĆ³ su pene del agujero de William habĆ­a estallado con una lluvia fuerte de esperma fresco, blanco, que aterrizĆ³ en la espalda del muchacho, en su cabello, otras sobre el escritorio donde se apoyaban, otras como las primeras sobre la barbilla de David. Eso era lo bueno o malo del liquido que le habĆ­a suministrado LeĆ³n mientras dormĆ­a.

   William sonriĆ³ y besĆ³ en los labios a David y le dio la media vuelta por lo que siguiĆ³ fue que William penetrarĆ­a a David, tenĆ­an la costumbre de que uno penetraba al otro luego de que el primero terminara. William empujĆ³ su polla hasta el fondo, con el rostro iluminado de placer. Haciendo movimientos constantes

   David gruĆ±Ć³.

   William llevo su mano al pene mojado de David, recogiĆ³ lo que allĆ­ tenia y lo llevĆ³ a su boca para probarlo… tiempo sin experimentar aquel jugo salado.

   Con mucha excitaciĆ³n por ese momento la polla de William empezĆ³ a disparar semen fuera de David, chorros blancos. La leche cremosa cayo sobre el lomo de David, y sobre su culo, bajando por entre las piernas. Sin problemas David se dio la vuelta y bajo al genital de William deglutiendo el sabor de su semen.

   David se sentĆ³ en el sofĆ” exhausto, junto a Ć©l William todavĆ­a disparando las Ćŗltimas cargas de semen, con su mano limpiĆ³ su pene que posteriormente se dejĆ³ sobre la tela del sofĆ”.

   —TodavĆ­a estoy preocupado —declarĆ³ David.

   —Te entiendo —dijo William—, pero… —guardĆ³ silencio.

   —¿Pero que?... —quiso saber David casi con desespero.
 
   —Haz lo que corresponde hacer en cada reto —dijo William—. Sin preocupaciones

   —¿Hacer que? —preguntĆ³ David; sabia que se referĆ­a a tener sexo pero querĆ­a que William lo dijera con sus propias palabras.

   —TĆŗ ya sabes —dijo William— solo piensa que quedarĆ­an pocos participantes, y tĆŗ estĆ”s posiblemente cerca de ganar… y… si te toca hacer eso, hazlo. Yo estarĆ© cerca de ti, nuestra conexiĆ³n es fuerte y… no creo que por nuevas personas se vaya a desintegrar. TĆŗ y yo hemos hecho muchas cosas, muchas.

   —No creo que pueda —negĆ³ David—, estoy muy enamorado de ti y… no puedo, William.

   —SĆ­ puedes, son millones y yo estarĆ© cerca de ti apoyĆ”ndote en todo. Si ganas estarĆ© contigo —sonreĆ­a William, luego se besaron en los labios y siguieron tocando sus cuerpos desnudos.

   —¿No te puedes quedar en el edificio? —pregunto al rato David.

   —No, LeĆ³n dijo que tenĆ­a un tiempo limitado… tengo prĆ³rroga para quedarme hasta las 6 de la tarde… sino Ć©l mandarĆ­a a alguien y me sacarĆ­a a la fuerza…

   —LeĆ³n tiene mucha gente que le trabaja —aseguraba un preocupado David.

   —Mi consejo es que te mantengas al ras de la situaciĆ³n, no trates de sobresalir en nada, es mejor pasar inadvertido y ganar; que lucirse y salir perdiendo… hazme caso… seguro ganas mi —le plantĆ³ otro beso en los labios.

   —Ponte la ropa —rogĆ³ William pasando su mano por el abdomen de David, este obedeciĆ³ y se vistiĆ³ con el bĆ³xers y el short.

   —No te vayas todavĆ­a —dijo David—, esperemos que te vengan a buscar, no sabemos quien estĆ” fuera… que sea LeĆ³n el que te saque… si es que puede conmigo…

   William sonriĆ³ y siguiĆ³ abrazando y besando a su pareja.

   —Cuando salga de aquĆ­… juro que estaremos mĆ”s juntos que nunca —lloraba David—. SaldrĆ© maƱana mismo.

   —¡No, tienes que ganar!... no llames la atenciĆ³n… pasa inadvertido.

   Siguieron abrazados, uno junto al otro, para David el ver a William fue lo peor que le pudo suceder, ya no querĆ­a que se fuera y si se iba, Ć©l lo seguirĆ­a. La nariz de William se expandiĆ³ al oler un aire, frunciĆ³ el ceƱo y mirĆ³ a la ventana que estaba cerrada, se separĆ³ de David que tambiĆ©n tenia expresiĆ³n dudosa, ambos cayeron al piso.

   Minutos mas tarde el jefe y LeĆ³n entraron en escena portando mĆ”scara de gas.

   —DebĆ­ trabajar en la CĆ­a — reĆ­a el jefe acercĆ”ndose a los dos hombre—, ayĆŗdame con William despuĆ©s nos encargamos de David.

   Entre los dos cargaron el cuerpo desmayado de William y lo sacaron de la sala trasladĆ”ndolo fuera de la sala.

   Horas despuĆ©s cuando David despertĆ³ y miro alrededor buscando a William, no estaba… comenzĆ³ susurrando su nombre y buscĆ”ndolo en todos los lugares de la solitaria sala, pero no lo encontrĆ³ ahĆ­, con desespero empezĆ³ a gritar su nombre, querĆ­a por lo menos despedirse de Ć©l, tocarlo, abrazarlo, besarlo. SaliĆ³ corriendo del departamento gritando su nombre, pero tampoco lo encontrĆ³. Sus demĆ”s compaƱeros lo miraban como si se hubiera vuelto demente.

   —¿QuĆ© paso David te dejĆ³ la mujer? —se le burlo Carlos al acercarse con los demĆ”s al rival.

   David estaba molesto, aguantaba las ansias de llorar y con toda su molestia propinĆ³ una poderosa patada en la entrepierna a Carlos.

   DespuĆ©s dio media vuelta y saliĆ³ del lugar dejĆ”ndolo doblado del dolor en el piso.

   Si era por el apoyo de sus compaƱeros, ya no lo tenĆ­a, Carlos lo odiaba mĆ”s que nunca y los demĆ”s lo consideraban el traidor del edificio. Si se podĆ­a llamar amigo, solo estaba Miguel y no aceptĆ³ la llamada cuando el moreno tocĆ³ la puerta de su habitaciĆ³n.

   Al anochecer un vehĆ­culo esperaba a William quien fue acompaƱado por LeĆ³n que lo despidiĆ³  en el silencio de la noche. William se sentĆ­a culpable, no era un traidor, solo habĆ­a ido a visitar a David y darle Ć”nimos para ganar los retos…

   Al dĆ­a siguiente de lo ocurrido con David, este saliĆ³ de su habitaciĆ³n con la frente en alto aunque la relaciĆ³n con sus compaƱeros estaba empeorando, solo le dirigĆ­a la palabra Miguel y aunque quiso saber su situaciĆ³n del dĆ­a anterior, el deportista no le detallĆ³.

   Llego el momento de la eliminaciĆ³n entre Carlos o MatĆ­as que fueron los seleccionados cuando perdieron en el reto de los doctores, Carlos por decisiĆ³n del equipo rojo y MatĆ­as  por voto de sus compaƱeros.

   Era el momento de saber la verdad y conocer quien dejarĆ­a el concurso.

   —SiĆ©ntense por favor —invitĆ³ LeĆ³n, todos aceptaron la invitaciĆ³n—. Es un gran honor tenerlos aquĆ­, como en cada encuentro, hoy daremos el nombre de un nuevo eliminado —tras una larga y monĆ³tona conversaciĆ³n, LeĆ³n revelĆ³ el nombre del eliminado—, es Carlos.

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