La fama de Simon (2/4): El rating - Las Bolas de Pablo

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22 ago 2018

La fama de Simon (2/4): El rating


CONTIENE:
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE

   Al concluĆ­r su programa de radio SimĆ³n ChacĆ³n se dirigiĆ³ al canal de televisiĆ³n para conocer los resultados en rating de la noche anterior de su reconocido programa frente a un late show que se estrenĆ³ en la competencia conducido por un viejo amigo.


   SimĆ³n ingresĆ³ a la oficina de la seƱora Calero, presidenta del canal. Iba vestido con un fascinante jeans que se ceƱƭa a sus musculosas piernas y marcaba un paquete perfecto y al sentarse, como de costumbre en los machos de su familia, marcaba la inmensa dotaciĆ³n de sus gĆ³nadas.



   —SeƱora Calero, buen dĆ­a —la saludĆ³—, ¿cĆ³mo estĆ”? Digame, he venido a conocer el resultado de ChacĆ³n frente al estreno de la competencia —tras referirse al nombre de su programa SimĆ³n hizo un gesto en alto con la mano—, ¿aplastamos al rival? ¿Nuestros nĆŗmeros fueron superiores?



   La seƱora Calero se le quedĆ³ mirando fijamente primero a la cara pero despuĆ©s resultaba inevitable desviar la vista a aquellas bolas que se agitaban con nueva esperma acumulada.



   —¿Quieres saber quĆ© pasĆ³ con tu programa anoche? —interrogĆ³ la seƱora Calero parĆ”ndose frente a Ć©l y llevando sus manos a ambos lado de la cadera. SimĆ³n con buen humor afirmĆ³ con la cabeza hasta recibir el balde de agua frĆ­a con la mala noticia—. Pues perdimos abruptamente, nos aplastaron con su estreno.



   —¿SĆ­? No hay de quĆ© preocuparse. DespuĆ©s de todo fue su premiere y tenĆ­an invitados internacionales, al tiempo se van a desinflar, son una mala copia nuestra y el pĆŗblico prefiere la calidad.



   —¡Pero ayer perdimos! Y no soy una mujer que le guste perder frente a sus adversarios —anunciĆ³ la seƱora Calero, y era verdad, se consideraba una mujer a la que el fracaso la frustraba—. No quiero que esta noche tu programa salga perdedor en la franja horaria, si ayer tenĆ­an invitados de lujo hoy prometieron botar la casa por la ventana… ¿a quien invitaste para hoy?



   —A una escritora.



   —¡¿A una escritora, SimĆ³n?! —furiosa la seƱora Calero levantĆ³ la pierna y estampĆ³ su zapato de tacĆ³n alto en la albultada entrepierna de SimĆ³n aplastĆ”ndole las bolas.



   SimĆ³n dejĆ³ escapar un grito agĆ³nico.



   —¡SerĆ” mejor que pongas a producir tus ideas! No voy a tolerar que tu programa baje un nĆŗmero mĆ”s, tampoco que quede relegado al segundo o tercer puesto despuĆ©s que eramos los reyes de las noches. AsĆ­ que quiero que te vayas y te pongas a pensar en como reinventarte. Produce ideas y no solo leche para estas grandes huevas.



   AfincĆ³ el pie con fuerza.



   SimĆ³n gritĆ³ de dolor desenfocando los ojos.



   —Si tu programa pierde esta semana considera que saldrĆ”s del aire.



   La mujer retirĆ³ el pie de la entrepierna de SimĆ³n y permitiĆ³ que este adolorido y quejĆ”ndose del quemante sufrir de huevos se sobara sus grandes testĆ­culos.



   La seƱora Calero lo mirĆ³ hecha una furia y saliĆ³ de la oficina alegando que querĆ­a seguir ganando a las 23 horas.



   —Ay, mis pelotas. Me duelen...



   Se quejaba SimĆ³n acariciando su entrepierna.

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