Escrita por: ZATN
CONTIENE: MASTURBACIĆN F/M Y BALLBUSTING M/M.
Verónica es una joven de 18 aƱos que estudia BioquĆmica y BiologĆa molecular en una universidad de la capital; Es una chica muy inteligente y desde los 15 se encuentra en la universidad, ya lleva 6 semestres, y planea una vez terminada su carrera especializarse en varias Ć”reas de las ciencias… la joven es una genio, y siempre estĆ” investigando y probando teorĆas.
Es la menor de 3 hermanos, admira a su hermana mayor Bertha, quien estudia IngenierĆa Electrónica (personaje que aparece en la historia en audio: INGENIERAS CHARLANDO). Verónica es una chica solitaria y muy introvertida, pero quienes la conocen bien saben que es demasiado pervertida y muy gustosa del gĆ©nero masculino (como su hermana Bertha), pero su amplia educación y visión analĆtica, la han vuelto una persona de personalidad peculiar, siempre con un lenguaje demasiado cientĆfico, analizando y calculando cada situación.
Le han nombrado la supervisora del laboratorio de biologĆa, y para conservar el mando del laboratorio debe mantener su nivel de notas extremadamente alta… Es por eso que buscando impresionar aĆŗn mĆ”s a su superior el decano de biologĆa Dr. PĆ©rez Ayola, ha iniciado una nueva investigación, ahora relacionada con la fisiologĆa genital.
Hoy la chica se encuentra charlando con Miguel Lozano, quien es amigo y vecino suyo, Miguel con 18 aƱos, va en segundo semestre de OdontologĆa, y dada la amistad es alguien a quien Verónica ha “usado” con anterioridad para sus extraƱas investigaciones.
“…OlvĆdalo Verónica, no me volverĆ”s a involucrar en tus investigaciones!”.
“Vamos Miguel acepta mi propuesta, ven maƱana en la noche…te recompensarĆ©!, y mejor que en la ocasión anterior”.
“Te refieres a esas entradas a cine, para ver esa pelĆcula de tercera?, no cariƱo, no caerĆ© de nuevo en ese engaƱo!…AdemĆ”s la rodilla me quedó doliendo toda una semana”.
En aquella ocasión la investigación trataba sobre explorar los reflejos del tendón de la rodilla, ante traumas repetidos, para ello, Verónica habĆa usado una mĆ”quina para que repetitiva y calculadamente diera golpes leves y con una fuerza constante, desafortunadamente para Miguel, la maquina habĆa presentado una falla, propinando fuertes golpes al voluntario en su rodilla, antes de que la cientĆfica lograra apagarla, Miguel con la rodilla atada a la mĆ”quina, solo pudo quejarse del dolor.
“No podĆa anticipar que el aparato iba a fallar, mis cĆ”lculos fueron correctos, el problema fue en la calibración del instrumento, mejor dicho en su mala calibración, y no soy yo la encargada de eso”.
“Pero igual esa mĆ”quina me terminó lesionando la rodilla…. y para quĆ© era todo ese asunto?...ah sĆ, para ver los reflejos de la rodilla de la gente…tĆŗ y tus raros proyectos!”.
“Era el estudio cuantitativo de la respuesta de los reflejos osteo-tendinosos en el humano adulto”.
“Dilo como quieras, tus estudios me tienen cansado, y para mĆ solo son una pĆ©rdida de tiempo, ademĆ”s tengo un partido que ver, maƱana en la noche juegan Boca-River, y no me perderĆ© el partido”.
“Prefieres ver Boca-River a copular conmigo?”.
La cara de Miguel quedo paralizada.
“De que hablas?...te refieres a…”.
“Copular, es sinónimo de sexo o coito… por tu expresión veo que si estas interesado”.
“Es en serio?, quieres hacerlo conmigo?”.
“Admito que eres un hombre atractivo y de seguro muy viril, pero es por la investigación que tendrĆ© relaciones sexuales contigo, es parte de Ć©ste”.
“EstĆ”s loca?...y que investigación es esa?”.
“Se llama…Efectos de trau… …mejor no te explico, no le entenderĆas, siempre has sido limitado en comprender tĆ©rminos y datos cientĆficos”. Verónica ocultaba a propósito el tĆtulo de la investigación, aquello era vital para la realización de Ć©sta.
“Oye me estĆ”s llamando bruto?”.
“Haz malinterpretado mi expresión verbal, mejor no sigas intentando entender; Pero lo que debes tener claro, es que para el estudio necesitarĆ© un Espermiograma tuyo, para que entiendas mejor, me es necesaria una muestra de tu contenido testicular”.
“Eso si lo entendĆ, sĆ© que es un Espermiograma; Entonces quieres una muestra de mi esperma…y te acostarĆ”s conmigo para obtenerla?”.
Miguel se mordĆa los labios…tentado por la posibilidad.
“AsĆ es, necesito una muestra!... Y antes de que lo digas, prefiero obtenerla a travĆ©s del coito y no por medio de la masturbación, ademĆ”s servirĆ” como una compensación por la lesión de rodilla que te cause. Entonces, no tengo mucho tiempo, aceptas darme tu muestra?”.
Miguel aceptaba pero cometĆa el error de no conocer todos los detalles, al final habĆa quedado de ir al dĆa siguiente al laboratorio de biologĆa a las 9 pm; Si bien era un horario despuĆ©s de clases, no era problema pues siendo Verónica la asistente del profesor PĆ©rez, tenĆa llaves del lugar, y en muchas ocasiones incluso se habĆa quedado a dormir en las instalaciones realizando sus experimentos y estudios.
“…Entonces IvĆ”n…aceptarĆ”s establecer cópula conmigo?”.
“Y eso que es?”.
Verónica sabĆa que IvĆ”n no era muy listo, apenas lograba superar los semestres en su carrera de Mercadeo y Publicidad… Todo lo opuesto a su hermana, quien era una destacada alumna de derecho y una de sus mejores amigas; Pero como el hermano dejaba mucho que desear intelectualmente hablando, la joven debió explicar mejor su propuesta: “Me refiero a que si quieres estar en intimidad conmigo…como se dice popularmente….quieres hacerlo?”.
Eso si lo entendió IvÔn, quien a pesar de lo entusiasmado expresó:
“Claro que si me gustarĆa, eres muy bonita, pero la verdad quisiera saber porque te intereso?”.
“Es fĆ”cil, eres de raza negra”.
“Por ser negro?, es esto alguna clase de discriminación?, o me tomas el pelo crespo?”.
“No!, parece que todos el dĆa de hoy malinterpretan mis palabras, Mira IvĆ”n, para el estudio que realizo necesito a un varón de raza negra, y tĆŗ eres un buen espĆ©cimen… para que lo entiendas mejor…eres un buen ejemplo de un hombre de color”.
“Ya veo, entonces si acepto sin problemas, pero no me termina de agradar eso de que me llames especie, o como me dijiste... me hace parecer uno de esos ratoncitos, o esos monos que usan los cabezones de los laboratorios”.
Una hora mÔs tarde, Verónica charlaba con un chico de ascendencia japonesa.
“Entonces puedo contar contigo Taro?”.
“Si, pero la verdad nunca creĆ tener una oportunidad contigo, te parezco atractivo?”.
“Sinceramente prefiero los hombres caucĆ”sicos, pero me ha interesado que seas muy aventajado en lenguas extranjeras, y simplemente Ć©l que hables en japonĆ©s me resulta excitante… la diversidad de idiomas es algo en lo que no destaco, y en eso me superas… siempre me atraerĆ” un chico inteligente”.
Para Taro Takahashi no habĆa mĆ”s que discutir, estaba feliz del acercamiento de Verónica: “No faltarĆ©, a quĆ© horas es?”
“A las 9 pm, y Taro…mĆ”s vale que estĆ©s preparado para lo que sucederĆ” en ese lugar”.
Verónica se alejaba dejando al chico Takahashi con una erección, esperaba poder tener sexo con la linda cientĆfica, quien siempre le gustó, pero no les hacĆa caso a muchos hombres.
A los 3 varones les habĆa dejado claro que se abstuvieran de relaciones Ćntimas el dĆa de hoy, necesitaba que tuvieran una buena reserva de semen, ademĆ”s le recalcó a Miguel que no se masturbara, pues como su amiga, conocĆa los ocultos gustos del chico. Pero su petición generó una queja en su joven amigo, quien no sabĆa de lo enterada que estaba Verónica de sus formas de desahogo sexual.
TRIPLE CITA EN EL LABORATORIO.
Y llegó el dĆa siguiente a la hora indicada. Sorpresa se vio en los rostros de los 3 jóvenes cuando se encontraron en la entrada del laboratorio de biologĆa, en donde Verónica les recibió. La chica usaba su larga bata de laboratorio que le llegaba hasta las rodillas, y debajo una falda ceƱida, que no se alcanzaba a ver por lo largo de la bata blanca. La cientĆfica se acomodó los lentes esperando las obvias quejas de los chicos.
“Que es esto Verónica?”, reclamó Miguel.
La chica con total naturalidad explico a los invitados:
“SabĆa que no aceptarĆas venir si te contaba que otros dos varones asistirĆan, pero lo que te expuse pasarĆ””.
“No esperarĆ”s que lo hagamos frente a ellos, no aceptarĆ© eso”.
“Cada quien es libre de tomar esa decisión o hacerlo en privado, de todas maneras copulare con los tres, necesito de su contenido testicular”.
“Eh exactamente para que necesitas de nuestro semen…PodrĆas decirnos con mĆ”s detalle de que trata esta investigación?”. Preguntó oportunamente Taro.
“Les dirĆ© cuando sea el momento oportuno, por lo pronto necesito que se desvistan”. Tanto Taro como Miguel sospecharon de la clara evasiva a la pregunta por parte de Verónica.
“Lo haremos frente a ellos dos?, nenita es raro eso, pero quĆ© diablos, lo harĆ©!”. Expresó IvĆ”n cuyos pantalones cayeron rĆ”pidamente a sus pies, incomodando a Miguel y Taro; Se disponĆa a retirar sus calzoncillos, cuando preguntó: “AquĆ en el piso nena?, pero yo quiero arriba, asĆ me gusta mĆ”s”.
“Espera IvĆ”n, necesito que te masturbes primero”.
“Masturbarme?, pero nenita tĆŗ me dijiste que te podĆa culear…”.
“Te refieres a copular, ese es el tĆ©rmino IvĆ”n, pero eso vendrĆ” despuĆ©s, necesito dos muestras de ustedes para el espermiograma. La primera serĆ” por medio de la masturbación, la cual es la forma ideal para tomar una muestra, y la segunda si serĆ” a travĆ©s del coito, claro usando un preservativo para recolectar el fluido viril”.
“No sĆ© quĆ© es eso, pero imagino que es culear, verdad?”. IvĆ”n limitado en su entender, volteó a ver a Taro, a quien conocĆa, y ante una confirmación del oriental, supo que imaginaba lo correcto.
Verónica continuó: “Por tal motivo les instruĆ para que no tuvieran eyaculaciones desde el dĆa de ayer, necesitaba que tuvieran una buena reserva de espermatozoides, y por norma lo mĆnimo de abstinencia para tomar una muestra es un dĆa”.
La cientĆfica le entregaba un frasco a IvĆ”n,
“Toma, deposita aquĆ tu muestra de semen, lo ideal es asear bien la zona, pero pasaremos eso por alto, doy por hecho que se asearon bien las partes antes de venir…”.
Pero se extrañó cuando IvÔn le alejó el frasco:
“No nenita, para masturbarme yo, mejor me quedo en mi casa, si quieres lo que este negro guarda en las bolas, sĆ”calo tĆŗ misma… mira que te pido con dedicación me hagas el favorcito mi amor”.
“No nenita, para masturbarme yo, mejor me quedo en mi casa, si quieres lo que este negro guarda en las bolas, sĆ”calo tĆŗ misma… mira que te pido con dedicación me hagas el favorcito mi amor”.
“Entiendo… de acuerdo IvĆ”n”. Verónica serĆa entonces la encargada de recolectar personalmente el semen del moreno voluntario.
La joven se arrodilló ante el moreno chico, quien sonriente se bajaba los calzoncillos… mostrĆ”ndole un ya semi erecto pene, cuya longitud era de admirarse.
“Vaya IvĆ”n eres digno de tu raza, tu miembro viril es de buen tamaƱo”.
Verónica comenzó a masturbar el oscuro y caliente pene de IvĆ”n con gran habilidad, haciendo babear al hombre, pronto su miembro alcanzó los 21 centĆmetros mĆ”ximos.
Todo era felicidad para el moreno, y mĆ”s cuando Verónica dejaba el frasco de recolección de muestra en el suelo, y con su mano libre acariciaba los testĆculos del complacido varón.
“Uuhhhhh!, que rico nenita, sigue, sóbame las bolas”.
“Tu escroto es bastante largo IvĆ”n, en los testĆculos tambiĆ©n se te nota que eres un miembro mĆ”s que destacado del gĆ©nero masculino”.
Miguel y Taro observaban boquiabiertos, y muertos de envidia con el tratamiento que la cientĆfica le daba a los genitales del hombre de color.
“Te gusta sobarle las bolas a los hombres, verdad nenita…Uufff, lo haces delicioso!…seguro tienes esta experiencia por haber tocado muchas bolas”.
“He acariciado estas Ć”reas a varios varones, lo admito…Pero cómo me ha tocado el masturbarte, he decidido hacer lo mĆ”s conveniente para el estudio que realizo…”.
Verónica siempre con su pensamiento cientĆfico exponĆa sus motivos, no sólo a IvĆ”n (quien no entenderĆa muy bien) sino tambiĆ©n a los testigos.
“… el estĆmulo dedicado y constante al escroto y testĆculos, produce mĆ”s que sólo un aumento en el placer fĆsico; el contacto provoca un mayor flujo sanguĆneo a las gónadas masculinas, lo que lleva tanto a facilitar la movilización de los espermatozoides depositados en el epidĆdimo, cómo a liberar tensión en los mĆŗsculos eyaculatorios… Por supuesto sin olvidar una mayor relajación mental en el sexo masculino.
“No entendĆ que dijiste, ni para quĆ© sirve todo lo que dijiste, pero que rico se siente nenita”.
“IvĆ”n, el estĆmulo testicular sirve para obtener una eyaculación mĆ”s pronta, y lo mĆ”s importante, con una mayor carga espermĆ”tica, y eso favorece mi investigación”.
“Oh que demonios!, yo tambiĆ©n quiero algo de eso”. Exclamó Taro quien no aguantó mĆ”s ver cómo gozaba IvĆ”n…empezando de inmediato a desvestirse.
Mientras manipulaba con buen ritmo el erecto y dotado miembro del moreno chico, Verónica confirmó al oriental en calzoncillos, que Ć©l seguĆa… De pronto volteó hacia un Miguel confundido y apenado.
“Vamos Miguel acepta tambiĆ©n…no negarĆ”s que sientes gusto de que te practique el acto masturbatorio, a la vez que acaricio tus testĆculos”.
Miguel cedió, quedando en ropa interior…
… Todo esto le parecĆa una seguidilla de actos contra la moral, pero tenĆa deseo por sentir lo que IvĆ”n sentĆa ya…y no se cohibirĆa de que Verónica le diera una caricia extra antes de tener sexo con ella…Pero lo que si pedirĆa era hacerle el amor en privado, hacerlo con testigos ya era demasiado para Ć©l.
Pronto el ritmo manual de Verónica aceleró, haciendo jadear a IvĆ”n, cuyo pene bien erecto comenzó a palpitar, anunciando una pronta eyaculación… las caricias testiculares se hicieron mĆ”s detalladas y suaves, y cuando la cientĆfica notó el recogimiento del largo escroto del moreno joven…
… cesó sus caricias para tomar el frasco receptor de semen… no tardó en explotar IvĆ”n en un torrente de esperma, depositĆ”ndose chorro a chorro en el designado frasco…Verónica fue hĆ”bil recolectando el lĆquido viril, impidiendo que con salpicadas algo se perdiese, era necesario recibir la eyaculación completa, pues el volumen de la Ć©sta, era uno de los aspectos a evaluar en el espermiograma.
Unos minutos despuĆ©s era el turno de Taro Takahashi, el chico de origen japonĆ©s se desprendĆa de la ropa interior, y mostraba un pene circuncidado (comĆŗn en la cultura oriental) ya en erección plena, alcanzando los 17 centĆmetros, segĆŗn pudo medir Verónica a simple vista…la cientĆfica tenĆa buen ojo para calcular longitudes.
Las manos de Verónica acariciaron delicadamente los testĆculos de Taro, los cuales de menor tamaƱo que los de IvĆ”n llamaron la atención de la chica al tener unos finos vellos pĆŗbicos, para el chico oriental el cosquilleo en sus gónadas era delicioso; El estĆmulo al glande masculino pronto hizo expulsar gran cantidad de lĆquido lubricante formĆ”ndose algo de espuma en el Ć”rea de la uretra, llegando hasta el borde del glande.
“No puedo querido Taro, mi saliva contaminarĆa la muestra cuando eyacules, debe ser solo una acción manual”.
Pero Verónica quiso complacerle, y besó con delicadeza los testĆculos del chico que ya se recogĆan.
El tamaño testicular de Taro era algo menor que el de IvÔn, lo que era normal, pues la raza negra aventaja en promedio a la oriental en proporciones testiculares, asà como de miembro viril.
“Uuuhhhh”, expresó Takahashi, ante los besos y pronto expulsó una buena carga espermĆ”tica.
Dos caballeros habĆan eyaculado y falta uno.
Miguel no se cohibió mĆ”s, y apenas Verónica de rodillas cerraba el frasco con el lĆquido vital de Taro, Miguel casi le ponĆa el pene erecto en la mejilla a la chica:
“Veo que te he tentado, y has dejado a un lado el asunto de que haya testigos”.
“Sólo comienza ya, por favor”. El joven habĆa presenciado a Verónica masturbar a dos sujetos y las ansias por recibir tambiĆ©n lo suyo lo tenĆan desesperado. Para alegrĆa de Miguel, tanto IvĆ”n como Taro, ya satisfechos se alejaron un poco, reposando del goce recibido, dando al joven algo de privacidad con la arrodillada cientĆfica.
Verónica comenzó a estimular el pene de Miguel, (el cual tambiĆ©n estaba circuncidado), ante las caricias rĆ”pidamente alcanzó los 19 centĆmetros en erección plena. Algo llamó la atención de la cientĆfica sobre el pene de Miguel, algo en lo que por mucho le aventajaba frente a los otros 2 varones… Y era el tamaƱo de su glande.
“Tu glande es muy grueso Miguel, no te lo conocĆa estando en erección”. La joven habĆa visto el pene de Miguel en un par de ocasiones… Eran amigos desde hace tiempo, y mĆ”s de una vez en casa de Ć©l, la chica le sorprendĆa en el baƱo, o mientras se vestĆa, la mayorĆa de las veces de forma accidental, mĆ”s terminaba detallando las Ć”reas viriles de su amigo, y por supuesto siempre generando en Ć©l una gran vergüenza al ser visto.
Las pelotas de Miguel asà como las de Taro, colgaban a mucha menor distancia comparados con el largo escroto de IvÔn, que le dejaba las bolas a modo de campanas, mÔs los cojones de Miguel eran de mayor volumen a los del chico oriental, y se notaban de tamaño igual a las colgantes joyas del moreno IvÔn.
Las uƱas de Verónica pasaban constantemente por el escroto de Miguel dĆ”ndole una leve caricia y a la vez proporcionĆ”ndole la sensación de rascado, que encantó al joven…Luego era el turno de la yema de los dedos, que con suavidad recorrĆan la circunferencia gonadal.
La mano cerrada apretaba un poco el gordo glande de Miguel haciéndole gemir, e impidiéndole cerrar la boca del placer, Verónica notaba que tan sensible era el glande de su amigo, y especialmente el borde libre, el cual al rozar con los dedos de la chica proporcionaban una deliciosa comezón a su dueño.
Las bolas de Miguel mĆ”s prontamente se recogieron un poco, haciendo creer a Verónica que se vendrĆa mĆ”s rĆ”pido…despuĆ©s de todo el chico gozaba cómo loco, pero la eyaculación no vendrĆa tan pronto…Sólo tras un constante sube y baja de la mano de Verónica sobre el venoso tronco, y una buena ración de apretujones al dotado glande, el miembro de Miguel comenzó a palpitar; Fue entonces cuando las bolas del hombre ascendieron aĆŗn mĆ”s, demostrĆ”ndole a la cientĆfica que ahora si venĆa el flujo de lĆquido blanco.
El frasco de recolección se ubicó frente a la uretra masculina justo a tiempo para recibir el primer chorro de esperma.
Fueron fuertes descargas hasta calmarse los espasmos peneanos…Cuando la Ćŗltima gota cayó al frasco, Miguel suspiró pletórico…una misión bien cumplida; Al ver su rostro de felicidad, la arrodillada Verónica le sopesó los testĆculos con una bella sonrisa en sus labios:
“Bien hecho Miguel, espero que estos dos sigan de Ć”nimo para lo que viene a continuación”.
“EstĆ”n mĆ”s que listos Verónica”.
LA VERDAD OCULTA.
Tras la eyaculación de los 3 individuos, Verónica procesaba los frascos con semen, el anĆ”lisis macroscópico era lo primero, que incluĆa la evaluación del volumen de semen, el aspecto, color, la viscosidad y el pH. El volumen normal es de 2-6 ml para una abstinencia sexual de 1-7 dĆas, los varones habĆan tenido 1 dĆa y medio de abstinencia como mĆnimo, asĆ que las cifras a esperar debĆan estar lejos de los 6 ml.
El resultado para los 3 fue el siguiente: IvƔn: 4.2 ml, Miguel: 4.0 ml, Taro: 3.1 ml
“Uhmmm, que interesante…”. Expresaba la cientĆfica mientras observaba al microscopio una muestra de material recolectado en cada voluntario, para su investigación era necesario grabar lo observado por lo que el microscopio tenia integrado un dispositivo de grabación enlazado a una PC, todo serĆa registrado.
Los tres voluntarios aguardaban en ropa interior mientras la cientĆfica degustaba sus ojos.
El tercer paso eran una serie de pruebas bioquĆmicas, pero estas eran de carĆ”cter secundario para las metas de su investigación.
“Muy bien ya he registrado lo esencial para mi estudio en su primera etapa, luego realizarĆ© las demĆ”s pruebas a las muestras recogidas”.
Los hombres sonrieron pues ahora venĆa la segunda etapa, y cómo Verónica habĆa dicho, ahora le harĆan el amor, y se vendrĆan en un preservativo.
“Llegó el momento de contarles el tĆtulo de mi investigación, y les confieso que he ocultado algunas cosas, para evitar que se negaran a colaborarme en este estudio”.
“Lo sabĆa!, tramabas algo, y no nos dijiste cosas a propósito”. Reclamó Miguel quien con el paso del rato, y ya calmado en su excitación, habĆa vuelto a su desconfianza inicial.
“Ah no nenita!, no nos salgas ahora con que no te vas a dejar culear”. Se mostró molesto IvĆ”n.
“Nada de eso, el tener intimidad es el premio que les ofrecĆ por acceder a esta investigación, y eso se mantiene… IvĆ”n, si vas a poder introducirme tu miembro viril”.
“Dinos el tĆtulo de tu estudio”. Apresuró Taro, quien era de los 3 el que mĆ”s calmado se mostraba.
“EFECTOS DEL TRAUMA TESTICULAR AGUDO EN LA MOTILIDAD Y VITALIDAD ESPERMATICA”.
Todos quedaron impactados por el tĆtulo, Miguel y Taro entendĆan bien, pero IvĆ”n se impactó por las palabras “Motilidad” (Valoración del desplazamiento del espermatozoide) y “Vitalidad”(Numero de espermatozoides vivos), las cuales no entendĆa.
Verónica continuó: “Una de las variable que aplican en esta investigación es la diversidad racial, de esa manera habrĆ” un resultado aplicable a los miembros del sexo masculino en general”.
Taro captaba bien de que trataba el asunto, pero pregunto: “Trauma testicular?, pero ninguno de los 3 tenemos trauma testicular alguno, y menos agudo”.
“Por eso no les dije antes, deberĆ”n causarse entre ustedes un trauma gonadal importante para luego de obtener la segunda muestra post coital pueda analizar los efectos de dicha condición en el espermiograma”.
Miguel solo sonreĆa y negaba con la cabeza, es que se habĆa vuelto loca Verónica?…esperaba que se dejaran golpear las pelotas para su dichosa investigación.
Verónica explicaba que para llevar a cabo su investigación, necesitaba una muestra pre trauma y una post trauma, asĆ evaluarĆa como afectaba un trauma testicular la movilidad y la sobrevida de los espermatozoides... AdemĆ”s el trauma debĆa ser causado entre los 3 voluntarios de la investigación.
Mientras hablaba, Miguel y Taro ponĆan cara de sorpresa… era muy obvio que no estaban contentos con lo que planteaba Verónica, y en el caso de Miguel, claramente no se prestarĆa a ser golpeado entre las piernas.
LA NEGOCIACIĆN.
El primero en reaccionar fue el desconfiado Miguel:
“Estas loca!!!, que me deje golpear los testĆculos, olvĆdalo Verónica!”. Miguel tomó su ropa y se prestó a marchar.
“Pero, Por favor Miguel es necesario para el experimento”. La reacción de Verónica no era tan sincera, desde que planeó esta investigación, sabĆa que los varones se negarĆ”n a ser golpeados en tales partes de su anatomĆa, pero ya habĆa presupuestado como les harĆa aceptar seguir adelante con el estudio.
Por su parte IvĆ”n no entendĆa, la frase dicha por Verónica “Necesito que con los miembros inferiores golpeen las glĆ”ndulas reproductivas de su compaƱero, para asĆ evidenciar la reacción fisiológica en los gametos masculinos”, Simplemente lo anterior no era entendible para el poco ilustrado hombre:
“Que dijo la lindura esta?”…Taro fue el destinatario de la pregunta del chico pues era el mĆ”s instruido de los 3, el joven de rasgos orientales decidió explicarle: “En otras palabras, quiere que te pateen las huevas para ver cómo afecta el golpe a tus futuros hijos”.
El muchacho impresionado enseguida replicó: “No, no, no, nada de eso!, yo me voy!”, Ya era el segundo chico que se dirigĆa a la puerta del laboratorio, con los pantalones en la mano; Alarmada. Verónica se apresuró y les cerró el paso.
Curiosamente Taro Takahashi no se movĆa de su lugar, el chico estaba dispuesto a hacer parte del doloroso estudio, pues para Ć©l, intimar con la linda Verónica bien valĆa la pena.
Verónica tenĆa el consuelo de que Taro seguĆa en su sitio, de inmediato dedujo que el si aceptarĆa ser golpeado en los testĆculos, eso la alegró un poco, pero su investigación era con 3 individuos, y de nada servirĆa si dejaba ir a los otros dos.
“Esperen…Miguel, IvĆ”n, negociemos….no les dejare ir asĆ nada mĆ”s”.
“Ya te dije que me voy Verónica, y estoy harto de tus extraƱas investigaciones y experimentos, no me pegarĆ”s en la hombrĆa solo para saciar tu interĆ©s cientĆfico”.
“Lo siento nenita, pero no es bueno para este IvĆ”n que le peguen en las bolas”.
“Vamos IvĆ”n”, Verónica negociarĆa primero con el que veĆa mĆ”s dĆ©bil de carne.
La chica le acarició el paquete sobre los calzoncillos, deteniendo en seco al moreno sujeto.
“Vamos….estĆ” pendiente lo que acorde contigo, me podrĆ”s hacer el amor”.
“Pero nenita…tĆŗ como chica no sabes lo que eso nos duele, no puedo aceptar”.
“Por favor IvĆ”n, besarĆ© tus gónadas cuantas veces quieras”.
IvĆ”n miró hacia Taro quien le tradujo: “Te besarĆ” las bolas”.
Una sonrisa apareció en el rostro de IvÔn, a lo que Verónica continuó negociando.
“TambiĆ©n tu tejido erĆ©ctil sentirĆ” mis caricias linguales”.
Taro volvĆa a traducirle: “Te lamerĆ” la verga”.
Las nuevas ofertas hicieron su efecto, e IvĆ”n terminó aceptado, “Pero vamos a hacer todo eso antes mi amor”. IvĆ”n intentó besar a Verónica, quien desvió el rostro y con las mano le alejó: “No!, contrólate IvĆ”n, aĆŗn no… Debe ser despuĆ©s, necesito recolectar la muestra del contenido intra testicular post trauma”.
“Taro, que dijo?”. Y la traducción llegó: “Dice que te harĆ” todo eso despuĆ©s de la patada, asĆ lo necesita para su estudio”.
“EstĆ” bien dejarĆ© que me patees las huevas nenita, pero solo una vez, no seas una nenita mala”.
“Yo no soy la que…ahora te explico...Y tu Miguel, acepta quedarte por favor, necesito un tercer miembro del sexo masculino”.
“OlvĆdalo!”.
La mano de Verónica irrumpió en la entrepierna de Miguel acariciĆ”ndole las bolas que se marcaban en el calzoncillo de su amigo y hoy voluntario al estudio: “Que dices ahora, verdad que te gusta esto”.
Pero se sorprendió al encontrar una cara seria en Miguel y no una complacida.
“Me las sobas ahora…pero despuĆ©s me las vas a patear!, no me creas tan tonto, una sobada no compensarĆ” tanto dolor”. El chico le retiraba la mano de sus testĆculos, bastante molesto.
Pero Verónica no se rindió, con un gesto pidió a IvĆ”n y Taro se alejaran, negociarĆa con Miguel el que aceptase, y lo que le ofrecerĆa no debĆa ser escuchado por los otros dos, o pedirĆan lo mismo.
La cientĆfica volvió a insistir con su mano dando caricias sobre el calzoncillo, ahora hacia el protuberante glande de Miguel:
“TendrĆ© coito contigo dos veces seguidas, acepta!, me podrĆ”s introducir esa gran cabeza peneana en lo mĆ”s profundo de mi ser…Miguel cede por favor, no puedes negar que deseas estar conmigo”.
“No, no quiero sentir dolor”.
“Pero debes escucharme…Si bien es necesario usar preservativo para no contaminar tu primera eyaculación, la segunda vez permitirĆ© que sea sin protección…PodrĆ”s sentir mis partes Ćntimas sin nada puesto.”.
El joven abrió la boca para exhalar, aunque disimuladamente…El contacto con su glande hacĆa efecto fĆsico, y la oferta no lo dejaba de tentar… En su mente pronto hubo un debate intenso….lo delicioso de hacer amor con una bella y caliente chica VS el ser golpeado en los testĆculos.
Pero gracias a la abundante lubricación masculina, su ropa interior estaba humedecida, y por ello la fricción de los dedos contra el borde del glande generaba una comezón imposible de resistir para Miguel.
“Miguel es inĆŗtil resistirse, tus testĆculos son tu punto dĆ©bil fĆsico, pero he encontrado tu punto dĆ©bil sexual… y es tu grueso glande, Ć©sta es tu debilidad como hombre…sólo admĆtela.
“Espera Verónica, para un momento”. Rogaba desesperado el joven, intentado resistir la tentación
“Solo acepta Miguel, es obvio que vas a hacerlo, lo he calculado, ustedes siempre serĆ”n dominados por sus instintos sexuales…los varones sólo buscan satisfacer sus órganos reproductores; Es lo que quieres, asĆ que rĆndete ante tus primitivas necesidades…”.
Pero la actitud de Verónica generó un cambio en el excitado Miguel.
De pronto el varón retiro la mano de la cientĆfica de su glande…intentando ahora calmar su erecto pene en la empapada ropa interior.
“Basta!, aceptarĆ© lo que pretendes, pero debes darme algo mĆ”s”.
“No te basta con penetrarme dos veces… y una sin preservativo”.
“No es suficiente, quiero algo mĆ”s...”. Verónica sonrĆo pues si bien Miguel ponĆa un precio mĆ”s alto, ya daba a entender que aceptarĆa. “…Quiero que ademĆ”s, hagas mi trabajo de final de semestre”.
Verónica se asombró por la petición, y protestó:
“Pero ese es un trabajo que cada alumno debe realizar…el punto es que les vuelva cercanos a la realización de proyectos y futura tesis…no es correcto que alguien mĆ”s lo haga por ti!”.
“Di lo que quieras Verónica, pero esa es mi condición y depende de ti”.
“Esto ya raya en la extorción, simple y sencillamente es eso, extorción!”.
“Jaaja, te tengo contra la pared, admĆtelo no tienes salida…Sin mĆ, esta investigación no se podrĆ” realizar”.
Verónica frunció un poco el ceño y expresó:
“Se admitir cuando estoy vencida, no tengo alternativa…Acepto!”.
Miguel se mostró feliz, alejĆ”ndose de la chica, quien querĆa decirle algo, pero su amigo ahora impaciente por el próximo sexo que vendrĆa, se apresuró a hacer ver a los otros dos varones que la investigación continuarĆa.
LA EXTRAĆA PROMESA DE VERĆNICA.
“Y quien serĆ” la primera vĆctima de la nenita?”. Inició preguntando IvĆ”n a sus próximos colegas de dolor.
“Una cosa antes Verónica. Quiero hacerte el amor, asĆ que si me vas a patear, por favor deja que siga siendo hombre…si no, entonces como te lo hago”. Precisó Taro
Miguel se sumó al ruego de su colega hombre: “Coincido con Taro, Verónica, ten algo de consideración conmigo tambiĆ©n, no me pegues tan fuerte”.
“Si nenita, no seas mala y no te enloquezcas dĆ”ndonos de patadas”, opinó igual IvĆ”n.
“Su suposición es incorrecta, no serĆ© quien patee sus gónadas, serĆ” entre ustedes mismos”.
“Y porque no eres tu quien nos pateas?, mejor que seas tĆŗ Vero”. Expresó Miguel curioso, pues creĆa que su amiga dentro de su perversión estarĆa muy interesada en golpearles bajo…HabĆa escuchado rumores relacionado con eso, sobre ella y su anterior pareja…pero a la vez era mejor que una chica fuera quien diera los golpes bajos, el ser pateado en los testĆculos por otro hombre era algo incómodo a su forma de ver…darse entre varones no era natural y en su mente machista era vergonzante…si…era mejor que fuera una mujer…asĆ fuera una loca mujer como Verónica.
La cientĆfica tenĆa una respuesta preparada desde hace mucho:
“No puedo ser yo…Desde que mi anterior novio y yo terminamos nuestra relación, hice la promesa de no golpear de ninguna forma, y de manera intencional el aparato reproductor de un varón, y debo cumplir eso por un aƱo completo, al dĆa de hoy han transcurrido 4 meses apenas… Simplemente es algo que no puedo transgredir”.
“Y es que acaso le dabas a tu novio golpes bajos?”. Interrogó Taro.
“No quiero hablar de eso, es parte de mi vida Ćntima, ademĆ”s para eso estĆ”n ustedes, y valorando las variables del estudio, es mĆ”s conveniente un trauma debido a un impacto dado por un individuo de mayor kilogramo de fuerza por centĆmetro cuadrado”.
“Que dijo?, nenita nunca te entiendo lo que dices”. Como siempre IvĆ”n no comprendĆa.
“Que como hombres pateamos mĆ”s duro que ella, quiere un golpe mĆ”s fuerte para su estudio”, Le explicó Taro.
IvÔn se sacudió de pensar en recibir una patada en las bolas, por parte de Taro o de Miguel.
Por otro lado, la evasiva respuesta de Verónica confirmó a Miguel que esos rumores que habĆa oĆdo sobre ella parecĆan ser ciertos.
LA MOLESTIA DE VERĆNICA.
Verónica anunció que estaba por comenzar la segunda toma de muestras, fue en busca de nuevos recipientes de recolección, pero llamó a Miguel a solas un momento.
Ya fuera de la vista de los otros dos hombres, Verónica le plantaba una fuerte cachetada a Miguel en pleno rostro.
“Y eso por quĆ© fue?”.
“Por extorsionista!, sabes lo que me tardarĆ© haciendo ese trabajo por ti!”.
“Nos dan un mes para hacerlo, pero tĆŗ eres muy inteligente, seguro lo harĆ”s en poco tiempo”.
“Ya he calculado que demorarĆ© 5 dĆas en hacerlo”.
“Vez…no es nada para ti”.
“SerĆ”n 5 dĆas que perderĆ© en mis estudios, y en mis labores del laboratorio, realmente me causas una gran contrariedad en mis horarios!...eres un aprovechado!”.
“CĆ”lmate Verónica…ademĆ”s fue tu decisión…Tu aceptaste, querida”.
“No tuve alternativa… Y agradece que tengo una promesa que he decidido cumplir…”. En ese momento la mirada de Verónica se fijó en los calzoncillos de Miguel, quien lo notó y se incomodó un poco. “…Porque en otra ocasión no serĆa una bofetada la que te habrĆa dado, sino un golpe en tus glĆ”ndulas sexuales…Y cómo te habrĆa dolido!”.
“Uufffff…Entonces que bueno que eres una mujer que cumple lo que promete…Bendita promesa”.
Verónica suspiró dejando atrĆ”s su enfado y se dirigió a los voluntarios en su investigación…La chica se quitó la falda y pantaletas, levantó su larga bata, y mostrando su peludo coƱo, les dijo:
“Este es el premio que buscan, ya saben lo que deben hacer para obtenerlo”.
EL MOMENTO MENOS DESEADO DE IVĆN.
“Bueno ponte en frente y abre las piernas para patearte de una buena vez”. Se apresuró a decir IvĆ”n.
Taro reaccionó replicando: “Y por quĆ© yo?, que no eras tĆŗ el mĆ”s desesperado por hacerle el amor a la damita?, entonces separa tĆŗ las piernas para darte un buen faul”.
IvĆ”n dudaba: “Pero, es que…”.
“ApresĆŗrate, que te mostrarĆ© que tengo talento para las patadas, soy bueno en el fĆŗtbol”. Amenazó Taro.
“Por favor decidan pronto, la noche avanza y debo tener la segunda muestra para dedicar mi tiempo completo en los anĆ”lisis”. Al mirar a Miguel le propuso: “O serĆ”s tĆŗ el primero en recibir el golpe en tus Ć”reas sexuales, Miguel?, asĆ podrĆ”s introducirme ese grueso miembro de primero”.
Taro e IvĆ”n voltearon hacia Miguel, y concordaron: “Si…que sea Miguel el primero”.
Aunque IvĆ”n luego corrigió: “Pero…yo si quisiera ser el primero en metĆ©rsela a la nenita, es que la verga me tiene loco ya”. Por un instante el moreno, se agarró la punta del pene semi erecto
“Pero el dolor….No sĆ©”. De nuevo IvĆ”n dudó.
Taro se molestó: “Ya estĆ” bueno de este jueguito”.
El chico oriental, se acercó a IvĆ”n, y tomĆ”ndole de los hombros le enterró la rodilla en los testĆculos.
“Toma!!!!”.
“AAAAAAHHHHHH!!!!!!!!!!”, Gritó el negro.
Miguel desvió la mirada al presenciar como la rodilla de Taro se incrustaba en los calzoncillos de IvÔn, justo en el bulto bajo la pronunciada semi erección del moreno.
Pero no terminarĆa allĆ el castigo contra IvĆ”n, pues sin soltarle de los hombros, Taro volvĆa a impactar su rótula contra las indefensas bolas del moreno.
Taro tuvo consideración por fin con IvÔn y le liberó, el fauleado individuo se agarró el Ôrea dolorida y seguidamente desplomó al piso, encorvÔndose y sobÔndose.
AsĆ como IvĆ”n se tomaba los testĆculos, igual lo hacĆa Miguel en seƱa de temor severo ante lo que le esperaba.
“Oh Dios mĆo…En que me metĆ”.
Verónica expresó: “Gracias por resolver de una vez ese asunto Taro, pero de preferencia era un golpe de pierna contra las gónadas, es una mayor fuerza cinĆ©tica”.
“SabĆa que dirĆas eso, por eso le di el segundo rodillazo…Dos golpes de rodilla reemplazan bien a un fuerte puntapiĆ©”.
IvĆ”n se retorcĆa de dolor, el joven moreno denotaba su extremadamente blanca y apretada dentadura…llegando a insultar a Taro por esos traicioneros y dolorosos golpes.
Taro no se inmutó por el reclamo, y le respondió: “De nada amigo mĆo…te sacaste el premio mayor, serĆ”s el primero en metĆ©rselo a Verónica, probarĆ”s sin duda un buen coƱo”.
Verónica se paró junto al derribado moreno, con un preservativo en la mano:
“Vamos!…arriba hombre afroamericano, recupera tus energĆas…tienes una obligación que cumplir!…Por favor introduce tu miembro viril en mi vagina, y eyacula pronto en este preservativo…necesito analizar tus fluidos reproductores luego de ese trauma, no sabes lo ansiosa que estoy por ver tus gametos al microscopio.
“…Ayyy…No entiendo que dices…nenitaaa!…Ayy, Ayyy!, como me duelen las bolas, Ayyy!”.
“Vamos…te gusta lo que ves?, pues estĆ” esperĆ”ndote querido IvĆ”n”. El moreno desde el suelo pudo ver como Verónica abrĆa un poco las piernas, y estando sin nada debajo de la larga bata, dejaba su desnudo y peludo coƱo a la vista del adolorido hombre.
Con el espectacular paisaje, no pasarĆan muchos minutos para que los genitales de IvĆ”n retomaran de nuevo su fortaleza, y estuviera listo para penetrar a la ansiosa y excitada Verónica.
ContinuarĆ”…
Gracias
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
Oh genial. Por favor, mƔs historias donde las chicas se ponen cachondas viendo a los chicos romperle las pelotas a otros.
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