Alimañas de la noche 2 (4/5): La pócima - Las Bolas de Pablo

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29 ene 2019

Alimañas de la noche 2 (4/5): La pócima

CONTIENE:
SEXO HETEROSEXUAL
BALLBUSTING
Parte 1/3

   Jessica estaba silenciosa en la cocina por instantes daba golpecitos a la mesa con la cucharilla mientras preparaba la cena, en la sala se escuchaba la conversación entre padre e hijo, Iván y Gino conversaban sobre la calma reinante en las últimas noches sobre Biloba, los humanos parecían ganar terreno ante las alimañas.


   Con profunda molestia la mujer fruncía el ceño era verdad las alimañas estaban perdiendo territorio y él estaba ahí para recuperar aquellas tierras que en alguna época le pertenecieron. Sí, él, él era la alimaña más poderosa de todos los tiempos y estaba ahí convertido en mujer nutriéndose de esos poderosos machos, los que le proporcionaban la mejor energía en toda la ciudad.



   Jessica tragó saliva, por las noches cuando dejaba a Iván exhausto tran una deliciosa jornada de sexo se excabullía con su exquisita forma femenina a los brazos de Gino quien hechizado con su poder de Ky la penetraba con juvenil energía.



   Pero hasta el momento ninguno de los dos sospechaba de la traición de la ingrata amante puesto que los ellos se quedaban hechizados con sus poderes de seducción.



   Jessica echó una rápida mirada a la puerta oyendo que la grata conversación continuaba entonces extrajo un pequeño frasco que contenía un líquido color púrpura brillante.



   Era una pócima que una bruja que vivía al sur del país le entregó una tarde.



   Vació su contenido dentro de la bebida que tomarían los hombres y esta no tomó ningún otro color al ser mezclada con el jugo de piña.



   —Iván, Gino, vayan al comedor que ya la cena está a punto —invitó con voz suave.



   Enseguida desde la sala se escuchó la gruesa voz de Iván invitando al comedor a su hijo y el movimiento de los pasos. Con una amigable sonrisa Jessica trasladó la comida hasta la mesa y sirvió donde todos comieron en familia.



   Jessica a medida que probaba su pan echaba rápidas miradas a Iván y Gino, ambos eran tan parecidos que si tuviera que elegir a uno como su eterno amante sería difícil. Por ahora los necesitaba a ambos con vida ya que le ponían a tope su energía vital. Eran unos sementales y de los mejores, Ivan le habia heredado a su hijo una fuerza sexual impresionante y sin embargo Jessica los odiaba...



   Quizás Gino era inocente, como olvidar ese primer encuentro del más fuerte de los Ky transfornado en mujer tragándose el semen del muchacho el una cancha de béisbol.



   E Iván un macho fuerte responsable de la muerte de decenas de Ky en la ciudad, ¿cómo era posible que no hubiera descubierto a Jessica en todo ese tiempo?



   El sexo con ambos era fantástico.



   Jessica miró por un rato a Gino y después reaccionó y mordisqueo su pollo, aquel muchacho estaba confundido y fascinaba a aquella Ky. En ocasiones lo descubría mirándola con lujuria y era que él se contenía de agarrarla y hacerla suya, a la mujer de su padre.



   Porque cada mañana al despertar el bueno de Gino amanecía con lagunas mentales dudando si lo que había ocurrido la madrugada había sido real o simple imaginación... Si fue un sueño paradisíaco el haber follado a Jessica o si ella en realidad entró a su habitación y juntos compartieron cama. La duda a veces lo volvía loco.



   Iván sostuvo el vaso de vidrio entre la mano derecha y lo llevó hasta sus deliciosos labios. A Jessica le brillaron los ojos solo era cuestión de que el brebaje surtiera efecto.



   La cena culminó y el brebaje recorría el torrente sanguineo y los pensamientos de aquel par de machos que se quedaron fregando los platos mientras Jessica dijo que estaría en la habitación de Iván.



   Gino y su padre lavaban en estado maquinal pero a cada uno se le volvió potente una rabiosa erección en su pantalón mientras sus mentes imaginaban que una desnuda Jessica los llamaba desde la recamara.



...



   La puerta de la habitación se abrió y padre e hijo encontraron a Jessica sentada al pie de la cama, ella les hizo una seña con el dedo para que se acercasen, cuando Gino estuvo a su alcance empezó a desabrocharle el cinturón y los botones del pantalón, se los bajó y se quedó contemplandola con un bóxer negro y un bulto que no podía aguantar más allí dentro. Iván estaba a su lado boquiabierto mirando todo aquello, se quitó los zapatos y los pantalones, se subió a la cama y se colocó detrás de Jessica, descansando sobre la almohada. Su novia le empezó a acariciar el bulto por encima del bóxer poco a poco hasta que al final se decidió a liberarlo dejando expuesto el tremendo pollón del policía.



   Jessica hizo lo propio con Gino y acercó su cara abriendo la boca para poder acaparar el miembro, empezó a hacerle una mamada y Gino la cogió de la cabeza con ambas manos para marcar el ritmo, Iván comenzó a desabrocharle el vestido y el sujetador para liberar sus tetas y poder acariciarlas mejor y pellizcar esos pezones que parecían botones duros y erectos.



   Cuando Jessica se cansó de dar lametones a aquella polla Iván con ternura la tumbó encima de sus piernas sin dejar de acariciar sus tetas y empezó a besarla apasionadamente, Jessica sacaba su lengua con ansia y no paraba de gemir, su ritmo cardíaco había aumentado. Gino aprovechó aquella postura para bajarle el vestido del todo y quitarle las bragas lentamente, entonces ella puso las piernas sobre la cama ofreciendo su chorreante coño a Gino que se arrodilló y empezó a comérselo con avidez provocando unos ruidos al succionarlo que parecían irreales. Entre placenteros gemidos Jessica empezó a jugar con el miembro de Iván que estaba grueso y palpitante.



   Gino agarró una botella de aceite corporal de la mesita de noche y le echó un chorro por encima del cuerpo a Jessica y empezó a masajearle las tetas con ambas manos, el torso, las piernas y el sexo, ella con la polla de Iván en su boca buscó con la otra mano la de Gino y empezó a masturbarlo mientras el acabó metiéndole varios dedos en su vagina.



   —Quiero que me folles, Gino —suplicó Jessica con el punzante pene de Iván en su mano—, quiero que me la metas toda dentro, quiero sentirla en mi interior.



   Sin demorar Gino acercó su grueso glande a la entrada de la cueva de Jessica. Iván contemplaba la escena a escasos centímetros, detallando como el pene de su hijo iba desapareciendo poco a poco en la chorreante y depilada vagina y como poco a poco empezó a bombear lentamente, a meter y sacar aquel miembro del cuerpo de Jessica, aumentando el ritmo con maestría y resolución. Iván la besaba mientras le pellizcaba los pezones y ella gemía de placer, primero ligeros suspiros entrecortados, después afirmaciones.



   —¡Siiiiii, siiiiii,  un poco más rápido, siiiii, no pares, no pares! ¡Ahhhhhhhh!



   La mujer se deshizo en un tremendo orgasmo abandonando su cuerpo con espasmos y gemidos sin recato, Gino que no se había corrido salió de ella y le dijo,



   —¿Te gusta lo que sientes?



   —Me encanta —buscó los ojos de Iván con su mirada—. Ahora quiero que me folles tú.



   El policía salió de su espalda y se puso encima de ella, metiendo la verga en su dilatada vagina y empezó a follarla como nunca.



   Los dos llegaron al clímax al mismo tiempo:  fue un orgasmo brutal  con una eyaculación tremenda que le dejó el coño chorreando semen, cuando Iván se apartó a un lado ella se dio la vuelta y con la mano por debajo de su cuerpo sacándola por la entrepierna se untó todo el sexo con el exceso de semen que había quedado alrededor de su vagina. Gino inmediatamente le echó otro chorro de aceite en la espalda y empezó un nuevo masaje que derivó suavemente hacia su culo, al poco tiempo puso el glande a la entrada del trasero y fue empujando lentamente hasta que su polla desapareció en el interior de Jessica causándole una mueca de dolor al principio pero que rápidamente se convirtió en cara de placer cuando empezó a bombear poco a poco mientras con la otra mano le masajeaba  el clítoris por debajo del cuerpo.



   Iván que había recuperado su erección, ofreció la polla a su novia que se la puso en la boca y empezó una mamada intensa mientras Gino se la follaba por el culo y le metía los dedos en el coño, no tardó mucho en volver a correrse con espasmos incluidos, esta vez el muchacho eyaculó y se quedaron los dos acostados en la cama, ocasión que aprovechó Iván para separarle las piernas y volver a introducirse en ella para rematar la faena y correrse otra vez en su interior, se quedaron los tres exhaustos, respirando entrecortadamente mientras recuperaban el aliento.



   La revitalizada Jessica abandonó la cama y colocándose de pie empezó a ejecutar un sensual baile frente a padre e hijo volviendo a erectar sus pollas. Seguidamente con el dedo índice invitó a Gino para que se acercase a ella, él no tardó en obedecer y fue cuando la rodilla intrusa de Jessica se estrelló contra su entrepierna. Conduciendo sus frágiles y recientemente vaciadas bolas en su cuerpo.



   Los ojos de Gino se abrieron de par en par y se cruzaron instantáneamente cuando una ola de dolor insoportable atravesó su cuerpo. Su angustiado gemido se mezclaron con las risas de emoción de Jessica e Iván.



   Gino no tuvo la fuerza para estar de pie y se acurrucó en el suelo en posición fetal.



   Jessica se le quedó mirando aferrado a sus genitales doloridos y se echó a reír.



   Gino se retorcía, frotándose los genitales.



   —Oh, ¿te duelen? —Jessica se burló, frotándose la vagina. Con ojos brillantes detalló a su padre—. Ven, Iván.



   Y el guapo hombre abadonó la cama.



   Jessica interrumpió la sonrisa cínica de Iván con una fuerte patada precisa a sus testículos. Llevándolos a su cuerpo.



   Iván se congeló. Y gimió con voz tensa. Al instante se hundió en el suelo junto a su hijo. Dejó escapar un gemido agudo, aferrándose a su dolorosa virilidad.



   Jessica se volvió a reír.



   Una vez que el dolor se desvaneció a un nivel soportable Gino se puso de pie.



   Jessica se quedó admirándolo mientras cerraba el puño.



   Con risa jubilosa estrelló su puño en la entrepierna de Gino, clavando sus huevos contra la pelvis.



   Gino se dobló, gimiendo de dolor y agarrando su virilidad.



   La mujer aumentó el sonido de la risa cuando el muchacho se hundió en el suelo.



   Sin haberlo esperado el gran Iván logró ponerse de pie. Miraba a la mujer como si quisiera follarla ahí en ese preciso instante.



   —¿Y qué? ¿Vienes por tu cuota? —preguntó apretando sus senos.



   Iván rió atontado. Y Jessica le hizo despegar los pies del suelo con una patada en las bolas de manera fuerte y precisa. Iván dio un gruñido de angustia.



   Se quedó paralizado con el rostro contorsionado por el dolor, se dobló aferrándose a sus cojones maltratados.



   Gino se levantó con un largo gemido. Mirando a la mujer extendió las piernas y puso sus manos detrás de su espalda.



   La Ky juntó sus dedos y le dio un puñetazo a la indefensa ingle del joven, metiendo ambos testículos en su cuerpo y aplastándolos como si fueran tortillas.



   Gino reaccionó con una tos seca. Se desplomó en el suelo, retorciéndose de dolor.



   Jessica con una sonrisa diabólica se inclinó sobre él y le susurró al oído:



   —Cuando te recuperes quiero que salgas directamente a tu habitación. No deseo verte en el amanecer aquí.



   —Sí, claro —susurró Gino, sus ojos se cerraron y su rostro se contrajo de dolor.



   La mujer ocupó una silla admirando como los guapos especímenes de hombres se retorcían adoloridos y desnudos en el suelo. El Ky se sentía completamente revitalizado y más poderoso que nunca, sería invencible.



   Cuando Gino tuvo oportunidad agarró sus pertenencias y salió doblado de la habitación de su padre, entre tanto Iván también dominado por el mutis se metió en su cama.



   Jessica simplemente sonreía y lo mejor era que con la pócima que le dio aquella bruja ninguno de los dos recordaría nada horas después. Absolutamente nada, los tenía en su poder.

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