Ballbusting entre maduros 2 (2/5): Viagra - Las Bolas de Pablo

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15 ene 2019

Ballbusting entre maduros 2 (2/5): Viagra


CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

Marcos ChacĆ³n se dirigĆ­a a la cocina de la casa de Manuel, iba riĆ©ndose al cumplir la travesura que le estaban jugando a Farid que se reunia en la sala con el resto de los maduros.


Marcos riĆ³ mientras servĆ­a y repartĆ­a la bebida alcohĆ³lica en los respectivos vasos. DespuĆ©s se dirigiĆ³ a la repisa como le indicĆ³ JosĆ© y ahĆ­ consiguiĆ³ el paquetito con polvos.



Era el Ćŗltimo de los maduros en aplicarlo sobre la bebida de Farid. AsĆ­ que ChacĆ³n terminĆ³ de verter el contenido en el vaso, batiĆ³ con la cuchara y se integrĆ³ a la conversaciĆ³n dominando su malvada risa.



Farid atravesaba los cuarenta aƱos y todavĆ­a conservaba la cara atractiva a pesar de la gran barba que tenĆ­a. Su cuerpo con mĆŗsculos era muy impresionante.



El continuĆ³ hablando con los muchachos del Ćŗltimo juego de La Copa del Rey. CogiĆ³ su bebida y continuĆ³ tomando sin percatarse que algo se planeaba contra Ć©l. Dejo escapar una carcajada.



—¿Y vieron la cara del tĆ©cnico despuĆ©s del primer gol de Cabaco? —preguntĆ³. A lo que se unieron mĆŗltiples respuestas.

Era el segundo encuentro que todos tenĆ­an y no se habĆ­a tocado el tĆ³pico de golpear bolas en cambio estaban hablando de cualquier cosa y la reuniĆ³n resultaba entretenida.



Cada uno bebĆ­a de su licor.


Y asĆ­ Farid sintiĆ³ con mĆ”s fuerza un cosquilleo en la ingle. BajĆ³ la mirada a su entrepierna para encontrar que la polla la tenĆ­a dura como una roca y se escabullĆ­a por el muslo de su pantalĆ³n. Inmediatamente se cubriĆ³ con las manos.



Confundido, mirĆ³ a los compaƱeros pero ninguno parecĆ­a darse cuenta de la gran erecciĆ³n.



DejĆ³ de tomar porque le dieron unas infinitas ganas de follar.



Su cuerpo se tensĆ³. Y el deseo sexual aumentĆ³ dentro de su cabeza, ¡tenĆ­a que cojer rĆ”pido! SintiĆ³ que la polla le temblaba y palpitaba. Sus bolas se levantaron dentro de su escroto. Estaba cachondĆ­simo.



—Ehhh... Ehhh —tartamudeaba—. Te... Tengo que ir al baƱo.



Y abandonĆ³ su asiento con un caminar rĆ”pido y un inmenso relieve en su pantalĆ³n.



Los demĆ”s hombres estallaron en risas cuando la puerta del baƱo cerrĆ³ con fuerza.



—¿Nos pasamos del lĆ­mite? —interrogĆ³ GermĆ”n—. Cada uno colocĆ³ su dosis de viagra.



—Va a ser divertido —dijo Marcos —. Para nosotros y mucho para Ć©l.



Dentro del Ć”rea del baƱo y frente al espejo el guapo Farid de habĆ­a quitado la remera y bajado el pantalĆ³n se acariciaba el pecho pero a la vez tocaba su gruesa verga.



Drogado de la excitaciĆ³n su polla comenzĆ³ a disparar...



Una gruesa faja de semen impactĆ³ con fuerza sobre el espejo haciendo su camino hacia abajo lentamente.



El pene de Farid escupiĆ³ mĆ”s tajos gruesos de lefa mientras Ć©l se masturbaba queriendo matar su fuerte erecciĆ³n.



MirĆ³ hacia abajo y estaba parado en un charco de semen. Su pantalĆ³n estaba empapado. Sus zapatos tambiĆ©n.



Hubo un nuevo disparo de leche y Farid dejĆ³ escapar un gemido.



Se sobresaltĆ³ cuando inesperadamente la puerta fue abierta y Manuel apareciĆ³ en el umbral sosteniendo las llaves y acompaƱado de los demĆ”s hombres que se carcajearon de la risa.



—¡Mira como dejaste mi baƱo sucio de tu lefa, marrano! —reclamĆ³ Manuel—. Mi mujer me va a matar.



—Ya vemos que la viagra hizo efecto —dijo JosĆ©.



—¿Has dicho viagra? —parpadeĆ³ Farid—. ¡¿Colocaron viagra en mi bebida?!



—Y cada uno —reconociĆ³ Marcos con una sonrisa.



—¡Hijos de puta los voy a matar!



Farid estaba decidido a golpear a cualquiera pero Manuel estaba furioso por el desastre que hizo en el baƱo asĆ­ que levantĆ³ su pierna hacia atrĆ”s y la enviĆ³ chocando entre los muslos de Farid. La punta afilada de su zapato se hundiĆ³ en su entrepierna, aplastando sus testĆ­culos por completo.



Para Farid todo se desvaneciĆ³.



Dio un fuerte grito y se desplomĆ³  en el suelo, apretando sus gĆ³nadas y chillando en agonĆ­a.



A JosƩ le brillaron los ojos de ver como galones de lefa estaban por todo el baƱo.



—Parece que le hicimos un favor en vaciar sus pelotas —dijo cĆ³micamente.



Pero Farid quedĆ³ acurrucado en el suelo llenĆ”ndose de su propio semen eyaculado minutos antes.



—Para la prĆ³xima, Farid —dijo Marcos ChacĆ³n—, debes tener mĆ”s cuidado de lo que bebes junto a nosotros —alzĆ³ su copa y bebiĆ³ placenteramente exponiendo su fuerte bĆ­ceps y su manzana de AdĆ”n.

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