Donantes (9/10): Revancha - Las Bolas de Pablo

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22 ene 2019

Donantes (9/10): Revancha


CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   DespuĆ©s de todo Marlon aceptĆ³ ejecutar la venganza en contra de su padre.


   —Antes de deshuevar para siempre a Jorge —le habĆ­a dicho a Mariana— quiero hacerlo primero con Hiram Ć©l tiene parte de la culpa.



   Es por eso que aquella maƱana volverĆ­a a encontrarse con su medio hermano dispuesto a quitarlo del camino para siempre.



   El hijo mayor de Jorge estaba usando un pantalĆ³n, abrazado a su culo y poniendo su paquete en exhibiciĆ³n. No usaba franela por lo que se acentuaba sus mĆŗsculos.



   —¿QuĆ© demonios haces aquĆ­? —le interrogĆ³ Hiram cuando lo vio.



   Con una mentira Marlon respondiĆ³:

   —Vengo a liberarte, a sacarte de esto.



   —¿Hablas en verdad? —incrĆ©dulo Hiram se acercĆ³ a Marlon.



   —SĆ­, hermano. Pude negociar tu salida es lo que papĆ” hubiera deseado.



   —¿SĆ­? ¿QuĆ© hago? Tienes ropa para vestirne. No quiero irme en calzoncillos.



   Marlon negĆ³ con la cabeza. Por Ćŗltimo la sonrisa diabĆ³lica se frunciĆ³ en su cara y golpeĆ³ a Hiram en los abdominales con fuerza.



   Hiram soltĆ³ un gruƱido y se doblĆ³, dejando su cabeza desprevenida, que Marlon aprovechĆ³ de inmediato y golpeĆ³ su barbilla con un uppercut, enviĆ”ndolo hacia atrĆ”s mientras aullaba de dolor.



   Hiram cayĆ³ de espalda.



   —¿Crees que me tomarĆ­a el tiempo de rescatarte tonto? Vengo a acabar contigo.



   Con la entrepierna de Marlon a la altura de los ojos, Hiram levantĆ³ el pie entre las piernas de su hermano, apretando sus huevos en su cuerpo.



   El pie chocĆ³ con el prominente bulto de Marlon, aplanando sus testĆ­culos y provocando una tos seca en lo que Marlon se doblĆ³.



   —No sĆ© por quĆ© fui idiota. Nunca debĆ­ confiar en ti, cretino —Hiram logrĆ³ apartar las manos de Marlon de su entrepierna y le apretĆ³ las bolas.



   Marlon soltĆ³ un gruƱido enojado y le dio un puƱetazo en el ojo que hizo que Hiram lo soltara.



   Hiram se levantĆ³ y se lanzĆ³ contra Marlon para golpear su cabeza, pero Ć©l logrĆ³ esquivar el golpe.



   La respuesta de Marlon fue una serie de golpes en los abdominales de Hiram, coronados por un golpe cruel contra sus frĆ”giles testĆ­culos.



   Hiram dio un gemido y respondiĆ³ con un golpe bajo de su parte.



   GolpeĆ³ su puƱo en la ingle de Marlon sacando el aire de sus pulmones. La cara de Marlon se contrajo de dolor cuando se doblĆ³ frotĆ”ndose las gĆ³nadas. Dio un paso atrĆ”s.



   —¿A dĆ³nde quieres llegar con todo esto? —preguntĆ³ Hiram.



   —A acabar contigo, idiota.



   —¿Pero por q...?



   Hiram fue interrumpido por un golpe que embutiĆ³ sus testĆ­culos en su cuerpo.



   Sus ojos se hincharon y dejĆ³ escapar un gemido ronco. Su respiraciĆ³n se acelerĆ³ y su cuerpo comenzĆ³ a temblar.



   A pesar de su dolor de bolas Marlon emitiĆ³ una sonora carcajada que le elevĆ³ los huevos.



   Torciendo los labios Hiram se lanzĆ³ contra su medio hermano, cayendo ambos al suelo. ApretĆ³ el puƱo y golpeĆ³ su abdomen haciĆ©ndole gruƱir de dolor.



   Se llenĆ³ de fuerza y lanzĆ³ una continua lluvia de golpes entre el abdomen y los testĆ­culos.



   Marlon gruĆ±Ć³ y gimiĆ³, retorciĆ©ndose mientras Hiram ganaba la pelea sobre Ć©l golpeĆ”ndole.



   Fue asĆ­ como el blanco cuerpo de Marlon fue intensificĆ”ndose a una coloraciĆ³n roja en el Ć”rea del abdomen y la ingle.



   Los gritos de Marlon se hicieron cada vez mĆ”s fuertes a medida que el dolor explotaba desde sus abdominales y sus bolas.



   —¡DETENTE, DETENTE! —chillĆ³ desesperado Marlon.



   Hiram obedeciĆ³ pero el tormento de Marlon estaba lejos de terminar.



   Hiram agarrĆ³ la parte de atrĆ”s de su cabeza y llevĆ³ la cara de Marlon a su ingle, frotando sus pelotas por toda la linda cara de su hermano.



   —¡Lame mis huevos —decĆ­a Hiram—. ¡Lame mis malditos huevos, perra!



   Marlon gimiĆ³.



   —¡PruĆ©balos, zorra!



   DĆ”ndole un puƱetazo en el ojo Marlon cayĆ³ al suelo, dentro del pantalĆ³n sus bolas estaban hinchadas y sus abdominales parecĆ­an magullados y rojos.



   Pero Hiram estaba furioso con toda la situaciĆ³n que se habĆ­a generado. Los tenĆ­an encerrados ahĆ­, sin contacto entre ellos, durante toda su vida habĆ­a sido humillado por su hermano mayor. Lleno de ira levantĆ³ el pie y lo afincĆ³ con toda su fuerza sobre los genitales de Marlon.



   Hubo un sonido atronador y un grito desgarrador de Marlon cuyos ojos se agrandaron.



   Hiram retorciĆ³ el pie y enseguida Marlon comenzĆ³ a vomitar.



   Fue una escena repugnante e Hiram se echĆ³ para atrĆ”s asustado finalmente habĆ­a ganado esa pelea y le habĆ­a roto para siempre un testĆ­culo a su hermano cuando la orden era que tenĆ­a que ser Ć©l.

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