Viviendo en trio (1/5): Entre deseos - Las Bolas de Pablo

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11 ene 2019

Viviendo en trio (1/5): Entre deseos


CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

Los ojos de Eddy estaban fijos en el abultado frente del calzoncillo de Pablo ChacĆ³n. El guapo rubio de 27 aƱos tenĆ­a un cuerpo increĆ­ble con mĆŗsculos en todos los lugares correctos. Junto con una sonrisa irresistible y unos ojos muy lindos, lo hacĆ­an un muchacho espectacular ademĆ”s de su simpatico trato. Pero la caracterĆ­stica mĆ”s impresionante era su bendita genĆ©tica familiar al dotarlo de una gran polla gorda y dos bolas pesadas y colgantes que llenaban su ropa interior al mĆ”ximo. No era un secreto que en aquella nueva relaciĆ³n de trĆ­o el interĆ©s de Eddy era Pablo, y en David se habĆ­a despertado un creciente interĆ©s por el reciĆ©n llegado hombre a la relaciĆ³n y Pablo intentaba mantener un cariƱo equilibrado entre aquel par de machos que lo acompaƱaban en las frĆ­as noches de enero.


David se sonĆ³ la garganta y Eddy parpadeĆ³ un par de veces al verse descubierto por el moreno fortachĆ³n mirando el bulto del rubio esposo.



—Hagamos un juego —intervino David metiĆ©ndose en la cama. A fin de cuentas era de noche y el dĆ­a de trabajo resultĆ³ aburrido—. Pablo serĆ” mi juguete y tĆŗ nuestro especial invitado.



Eddy enarcĆ³ las cejas. Su polla se moviĆ³ dentro de su boxer.



Pablo sonriĆ³.



—Pero dejemos que intervenga, Eddy.



—No —negĆ³ David—. Tengo un cierre fenomenal para nuestro Eddy. Te voy a masturbar mi Pablo.



Pablo afirmĆ³ en seƱal de aprobaciĆ³n.



—¿Y yo quĆ©? —quiso saber Eddy.



—A ti te voy a penetrar —respondiĆ³ David y su polla creciĆ³ dentro su calzoncillo, estaba dura como roca.



Eddy tragĆ³ saliva y sonriĆ³. Si habĆ­a alguien en esa habitaciĆ³n por quien le gustarĆ­a ser follado era por el vergudo de Pablo y no David.



David se volviĆ³ hacia Pablo y lo agarrĆ³ por la caderas. Se arrodillĆ³ frente a Ć©l y mirĆ³ su entrepierna. Pablo tenĆ­a un buen par de pelotas, le bajĆ³ la ropa interior hasta sacarla de sus piernas, que hermosos eran los genitales de Pablo.



David comenzĆ³ a sacudir la gruesa polla.



Pablo se quedĆ³ sin aliento.



A David le brillaron los ojos acariciando febrilmente la dura polla de su esposo con la mano derecha.



DespuĆ©s envolviĆ³ los dedos alrededor de las gordas pelotas de Pablo y apretĆ³ con fuerza.



ChacĆ³n inhalĆ³ bruscamente.



David continuĆ³ masturbando la polla mientras apretaba sus huevos haciendo que Pablo gimiera sintiendo la mezcla de dolor y placer.



Pablo soltĆ³ un profundo gemido.



—Oh, asĆ­, asĆ­ me gusta.



David retorciĆ³ las bolas de Pablo haciĆ©ndolo gritar de dolor.



La cara de Pablo se contrajo de dolor cuando David aplastĆ³ sus testĆ­culos entre sus dedos fuertes.



La respiraciĆ³n de Pablo se acelerĆ³ y sus gemidos se hicieron mĆ”s fuertes.



Eddy miraba y sonreĆ­a a Pablo.

David ordeƱaba como todo un profesional. Unos momentos despuĆ©s, fue recompensado con un gran chorro de semen que brotĆ³ de la polla de Pablo y aterrizĆ³ en su cara. Se limpiĆ³ el rostro con la mano y acto seguido se acercĆ³ a Eddy y este con su polla erecta empezĆ³ a lamer con atenciĆ³n la mano de David.



DespuĆ©s de unos placenteros segundo David regresĆ³ con Pablo y le dijo que se colocara en el suelo, ahi se sentĆ³ a horcajadas sobre su cuerpo, con el culo frente a la cara de Pablo, sujetĆ”ndole los brazos con las rodillas. AgarrĆ³ la polla de Pablo por la raĆ­z y golpeĆ³ su cabeza pulsante un par de veces con la palma de su mano.



Pablo gimiĆ³.



Utilizando el esperma como lubricante, comenzĆ³ a acariciar el miembro de Pablo con movimientos duros y rĆ”pidos. Hizo un gesto con su mano libre y en forma de puƱo golpeĆ³ las bolas, aplastĆ”ndolas como masas y provocando un gemido de angustia del macho rubio.



David se dedicĆ³ a pajear a Pablo mientras pisaba cada bola con su mano en forma de puƱo con golpes alternativos.



Pablo gritaba y gemĆ­a en agonĆ­a mientras David golpeaba sus sensibles testĆ­culos.



Los gritos de Pablo hicieron eco en la habitaciĆ³n, acompaƱados por los golpes del puƱo de David conectando con las bolas.



David dejĆ³ de golpear las bolas pero las agarrĆ³, apretĆ”ndolas con toda la fuerza que pudo reunir y haciendo que Pablo chillara de dolor.



La polla de Pablo se movƭa violentamente. David la sacudƭa como si estuviera ordeƱando una vaca mientras retorcƭa las pobres bolas de Pablo.



HundiĆ³ los dedos en unos de los pesados huevos.



Pablo gritĆ³.



AsĆ­ su pene entrĆ³ en erupciĆ³n con otra gruesa capa de crema pegajosa.



Chorro tras chorro de semen saliĆ³ de la polla de Pablo.



David agarrĆ³ la raĆ­z de aquel majestuoso pene y lo sostuvo en lĆ­nea recta y golpeĆ³ la punta de la cabeza sensible con fuerza un par de veces, logrando que Pablo se retorciera debajo de Ć©l.



David se levantĆ³ y girĆ³ a Pablo sobre su estĆ³mago, separando sus piernas. LevantĆ³ el pie y pisoteĆ³ las gĆ³nadas moliĆ©ndolas en el suelo.



Pablo gritĆ³ mientras sus huevos eran aplastados debajo del pie de David. Los dos cojones fueron aplastados, y David moviĆ³ el pie de un lado a otro.



—¿Seguimos? —consultĆ³ David al rato.



Pablo afirmĆ³ y su esposo lo agarrĆ³ de la cadera y lo levantĆ³ para que estuviera a cuatro patas. Luego enviĆ³ su pie hacia arriba entre los muslos de Pablo desde atrĆ”s. Su pie se chocĆ³ con las bolas con un golpe resonante. Pablo soltĆ³ un aullido y cayĆ³ al piso agarrĆ”ndose la entrepierna mientras se quejaba de dolor



David se dio la media vuelta y mirĆ³ a Eddy de forma seductora.



—Date la vuelta, es momento de follar esas grandes nalgas.



Eddy se alzĆ³ orgulloso, dudĆ³ no querĆ­a ser penetrado por David, su deseo era Pablo.



David recogiĆ³ un poco del semen de su esposo y lubricĆ³ a lo largo de su grueso pene moreno.



—Eddy, ponte en cuatro.



Desde un inicio David deseaba follar a aquel guapo semental era tan grande y fuerte que serƭa un orgullo ser el macho alfa del trƭo. AdemƔs de lo rico que serƭa penetrar esas carnosas nalgas del profesor.



Eddy volviĆ³ a tragar saliva y se llevĆ³ las manos a ambos lado de la cadera sobre el elĆ”stico de su ropa interior.



David se estaba acercando por completo desnudo hasta Ć©l y cuando estuvo cerca Eddy lo recibiĆ³ con una dura patada en las huevas impulsĆ”ndolo en el aire.



David echĆ³ un grito desgarrador y retrocediĆ³ agarrĆ”ndose las pelotas mientras su pene se desinflaba.



—Parece que por hoy este guapo que soy yo no va a ser para ti —se echĆ³ a reĆ­r Eddy.

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