CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
TobĆas y Luis ocupaban asientos esperando al profesor Hugo, ellos pertenecĆan a la Sociedad Autónoma de Protección tambiĆ©n conocida como SAP una escuela de formación para superheroes en la peligrosa ciudad de Gift acechada por mentes criminales.
Los aspirantes a héroes estaban nerviosos de lo que Hugo iba a decirles, aquel señor de cincuenta y tantos años era un héroe retirado que decidió pasar el resto de su tiempo formando a las nuevas generaciones.
Hugo llegó sonriendo al salón de trofeos donde lo aguardaban aquellos valientes muchachos.
āJóvenes āsonrió mientras estrechaba la mano de cada unoā. Desde hace tiempo querĆa tener esta conversación con ustedes.
El instructor se sentó frente a ellos, vestĆa pantalón y una camisa blanca. Se pasó la mano por su corto cabello castaƱo y se encogió de hombros.
āEs importante que siempre tengan presente que mientras el mal acecha habrĆ” una fuerza de elite dispuesta a frenarla. AhĆ es donde intervenimos nosotros la SAP el comando, la patrulla, poniendo la justicia a favor de los ciudadanos de Gift.
Luis lo miraba fijamente mientras asentĆa, tenĆa el pelo rubio y su cara era bonita. Su cuerpo era mĆ”s musculoso que el de TobĆas.
TobĆas tenĆa un buen cuerpo marcado. De cabellos negros, habĆa sido muy feliz al formar parte de SAP al tener mega fuerza.
āTodo este tiempo he pensado mucho sobre su oportunidad de dar un paso mĆ”s en SAP ādecĆa Hugoā. Al ser hĆ©roes obtendrĆ”n un pago y por capturar criminales una bonificación. Pero nuestra misión por encima de todo es el bienestar del mundo...
En aquel momento una alarma resonó en el lugar, y el instructor guardó silencio mirĆ”ndolos. A Luis se le erizaron los pelos y a TobĆas los ojos se le abrieron como platos.
āParece que hay una actividad para SAP ācorroboró Hugoā. Muchachos, preparados o no esta misión es suya.
āĀæQuĆ©? āsaltó asustado Luis.
Por el contrario TobĆas se sintió emocionado de llevar a cabo su primera misión.
El instructor se dirigió a una pantalla que habĆa en la sala y movió las teclas, la imagen proyectó un viejo edificio abandonado en la ciudad. Se dio la vuelta y miró a sus pupilos.
āNos estĆ”n avisando que vieron ingresar a un extraƱo encapuchado al edificio de la zona 22.
āĀæNo dicen de quien se trata? āquiso saber TobĆas.
El instructor Hugo negó con la cabeza.
āSerĆ” su deber identificarlo, muchachos, y de ser posible apresarlo para la SAP. Es su debut.
āEstoy nervioso āse atrevió a decir Luis ganĆ”ndose la mirada fulminante del profesor Hugo.
āPreparados o no es su deber āindicó Hugo seriamente.
āLo acepto ādijo con orgullo Tobias. Pasó su mano por el hombro de Luisā, trabajaremos en equipo y traeremos a ese desgraciado. Iremos a buscar nuestros trajes.
āConfĆo en ustedes.
Los dos muchachos abandonaron la sala rumbo a sus espacios para buscar sus trajes que finalmente verĆan la luz de la calle.
āEstoy nervioso ādijo Luis.
āĀ”Aperra, hombre, Ć”nimos!
Y tomaron caminos distintos con un objetivo en mente.
TobĆas rĆ”pidamente se quitó la ropa, mostrando su cuerpo musculoso y sus grandes genitales. Se colocó el traje de lĆ”tex azul con un estampado que resaltaba una S en su pecho. Se veĆa absolutamente precioso. Miró su imagen frente al espejo y le gustó lo que estaba frente a Ć©l era tan grandioso lo que encontraba, se sintió profundamente poderoso.
Luis por su parte temeroso de fallar en el intento o morir se colocó su traje. El recuerdo orgulloso de su padre un ex hĆ©roe le devolvió el valor. Tras colocarse el uniforme rojo un antifaz cubrió sus ojos, ya habĆa aprendido a controlarlo, cuando quisiera el antifaz crecĆa cubriendo su rostro con una mĆ”scara roja. Por ahora solo lo usarĆa para sus ojos, se reunió con TobĆas y salieron en un deportivo automóvil blindado con las coordenadas indicadas por Hugo.
Cuando llegaron al viejo edificio al detenerse en la puerta de entrada TobĆas tomó una importante decisión.
āEste edificio es muy grande. Tomemos caminos por separado hasta encontrar a ese maleante.
Luis afirmó con la cabeza omitiendo algún comentario que lo hiciera parecer cobarde.
Luis hizo que su antifaz le cubriera el rostro con la mĆ”scara roja iba caminando con cautela por aquellos desolados y antiguos pasillos del edificio. A su criterio esa construcción debĆa ser demolida para que se usara como un sitio de provecho.
Sin darse cuenta una pesada bota subió por detrÔs de sus muslos, lo cogió por sorpresa y le clavó las gónadas en el cuerpo. Los ojos de Luis se agrandaron y dejó escapar un gemido miserable, doblÔndose y agarrando sus bolas con ambas manos.
Después recibió un golpe en la nuca que le hizo perder el conocimiento.
El sujeto que le habĆa golpeado usaba una tĆŗnica verde con capa y una horrenda mĆ”scara plateada. Cogió a Luis de los pies y se lo llevó arrastrando por el suelo hasta dejarlo amarrado en una alcoba. El siguiente era TobĆas.
El muchacho caminaba con cautela alerta ante cualquier ataque ya que era mƔs consciente de la malicia que le rodeaba.
Asà fue como detrÔs del umbral de una puerta un sujeto encapuchado de verde apareció para atacarlo, ambos iniciaron una lucha voraz. Eran buenos combatientes.
Golpe a la mandĆbula, puƱetazo al estómago, patada a un costado, codazo al pecho, cabezazo a la nariz asĆ eran los golpes de los rivales.
Mientras uno daba golpes al aire el otro retrocedĆa evitĆ”ndolos.
TobĆas nunca se esperó como la rodilla del villano impactó con todas sus fuerzas contra sus preciosos cojones.
Dejó escapar un profundo y gutural gruñido.
El encapuchado siguió con otro rodillazo, luego otro, golpeando las bolas del pobre hĆ©roe una y otra vez. HaciĆ©ndole gruƱir y gemir en agonĆa.
TobĆas hizo una mueca de dolor y cayó de rodillas. Se colocó en posición fetal mientras el enemigo sacaba un paƱuelo y proyectaba un lĆquido en el que colocó sobre la nariz logrĆ”ndolo adormecer.
āĀ”Muy bien! āfue la voz transformada y sobrenatural del villano de verde cuando ambos hĆ©roes despertaron viĆ©ndose amarrados uno frente al otro. Se rió entre dientesā. AsĆ que la nueva adquisición de la SAP no pudo conmigo. Ā”JAJAJAJA!
āSolo tienes un profundo miedo. Como un cobarde nos amarras.
El villano se quedó mirando a TobĆas por decir estupideces. Lo pateó en las bolas. Su dura bota se estrelló contra la entrepierna con un ruido sordo, provocando un largo y sibilante gemido.
El rostro de TobĆas se contrajo y gritó a todo pulmón.
El villano se rió y apuntó la mirada al silencioso Luis que le dolĆa la cabeza.
Para su desgracia se detuvo frente a Ʃl
āNo te atrevas a hacerlo āindicó Luis llenĆ”ndose de valor tal y como era su padre.
El de la túnica verde no lo escuchó y envió su rodilla entre sus muslos con un movimiento rÔpido y fuerte.
Luis chilló como un cerdo a punto de morir.
El villano se carcajeó de risa y mirmuró «Perdedores».
Luis estaba apretando los labios procesando el dolor.
El villano se colocó ante Ć©l, arrodillĆ”ndose para estar al nivel de sus bolas. Luego hizo un gesto con el puƱo y le sonó los testĆculos con un duro y fuerte uppercut.
Luis gritó de dolor.
āUstedes son una vergüenza para la SAP ādijo el encapuchado y cambió de posición hacia TobĆas.
El rostro de Luis se deformaba de dolor, sus ojos se mostraban vidriosos, su corto cabello rubio estaba mojado con sudor.
āĀæCómo te haces llamar? āle preguntó el villano a TobĆas.
Tras cortos segundos sin responder de su boca salió el nombre.
āSĆŗper hombre.
āJajaja, dime SĆŗper hombre, ĀæQuieres que te golpee las huevas o las apriete? SerĆ” tu elección.
āNo lo sĆ© āgruñó TobĆas.
āEstĆ” bien āafirmó el villano agarrando las gónadas de TobĆas y apretĆ”ndolas con toda la fuerza en su mano.
La mandĆbula de SĆŗper Hombre se abrió mientras que sus ojos se agrandaron y sus bolas golpeadas eran aplastadas por los fuertes dedos del villano.
El sujeto de verde envolvió los dedos alrededor del cuello del escroto, empujando los dos testĆculos grandes e hinchados hasta el fondo, metiendo su dedo en la carne frĆ”gil, golpeĆ”ndolos con la palma de la mano. pellizcĆ”ndolos entre el pulgar y el Ćndice, y moviendo cada bola.
āĀ”No! Ā”No! āgritó TobĆas, su voz se quebró cuando el dolor recorrió todo su cuerpo.
El villano soltó las pelotas y se le quedó mirado.
āUstedes son nada para la SAP.
Con eso echó la pierna hacia atrĆ”s y le dio una patada a TobĆas en las bolas tan fuerte como pudo.
TobĆas dejó escapar un chillido desgarrador.
El villano volvió a reĆrse y agarró los cojones de TobĆas apretando una vez mĆ”s esta vez brutalmente y retorciendo las pobres pelotas del hĆ©roe.
La cara de TobĆas estaba profundamente roja cuando su sangre se precipitó, casi tan roja como sus testĆculos maltratados.
Estaba llorando de dolor, sonando como una niƱa de escuela.
La polla de TobĆas palpitaba y se contraĆa.
El encapuchado aplastó un testĆculo con la punta de sus dedos.
TobĆas parecĆa que iba a desmayarse en cualquier momento.
De repente, su cuerpo se convulsionó y sus bolas se contrajeron mientras empapaba su traje azul con su esperma fresca.
Dejó escapar un gemido miserable.
El encapuchado llevó el pie con fuerza sobre las huevas de TobĆas.
SĆŗper hombre gritó de sentir aquel dolor explotar desde sus bolas casi vacĆas.
El encapuchado subió hacia atrĆ”s la pierna y lanzó una patada fuerte y precisa a los huevos hinchados de TobĆas, golpeĆ”ndolos con fuerza y āāprovocando un chillido agudo.
Una y otra vez, el villano dio patadas y pisoteó a los testĆculos del hĆ©roe, aplastĆ”ndolos con toda la fuerza que pudo reunir.
A pesar del fuerte tratamiento a sus testĆculos el pene de TobĆas estaba duro como roca. Era como si los espermatozoides dentro de sus bolas estuvieran tratando desesperadamente de dejar su casa, temiendo que su hogar pudiera colapsar en cualquier momento, activando la Ćŗnica ruta de evacuación disponible y haciendo que la polla gorda de TobĆas se convierta en una erección dura como el hierro.
El villano presionó las bolas de TobĆas con una mano, provocando que los dos órganos quedaran aplastados, hasta que un enorme chorro de semen salió de su polla manchando aĆŗn mĆ”s su azul traje.
El encapuchado se burló de la humillante derrota de súper hombre.
TobĆas se quedó gimiendo y sollozando.
āUstedes dos son una desgraciada vergüenza para la SAP.
Fueron las últimas palabras del villano antes de aplicar cloroformo a los dos valientes héroes.
Cuando pudieron despertar tiempo despuĆ©s Luis y TobĆas estaban desatados y con el orgullo hecho trizas. HabĆan fallado en su plan.
Cuando llegaron a la academia recibieron otro fuerte regaƱo de parte del instructor Hugo por haber fallado en su plan volviĆ©ndose a sentir los dos muchachos con el orgullo fulminado iban a ser dĆas difĆciles para ellos dos.
Cuando ambos se retiraron de la sala el instructor se quedó pensativo mirando al suelo.
«¿PodrĆa confiar en esos dos pupilos que fallan en una simple y estĆŗpida prueba prĆ”ctica? Hoy estĆ”n reprobadosĀ».
Luego dirigió la mirada a un maletĆn que estaba tras Ć©l, ahĆ dentro estaba guardada su tĆŗnica verde.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario