Reto Farid: El combate - Las Bolas de Pablo

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24 abr 2022

Reto Farid: El combate


Eran las 2:33 de la madrugada cuando Pablo se preparaba un vaso de leche en la cocina, su cuerpo caucĆ”sico estaba desnudo cubierto Ćŗnicamente por el ajustado calzoncillo azul que realzaba sus firmes nalgas y hacĆ­a todo lo posible por sostener su inmenso pito y las grandes bolas que su genĆ©tica le heredĆ³ por derecho. Estaba concentrado firmemente mezclando los polvos de leche con el agua cuando sintiĆ³ los pasos de un somnoliento David que lo abrazĆ³ con ternura desde atrĆ”s. Su moreno esposo posĆ³ su mentĆ³n sobre su hombro, Ć©l tambiĆ©n vestĆ­a con un calzoncillo de tonos rosas.

 

—¿Por quĆ© estĆ”s aquĆ­, gatito? —le preguntĆ³ a Pablo.

 

—No puedo dormir. La pelea de maƱana me tiene muy nervioso.

 

—Si no me lo dices no me doy cuenta. Toda la noche has estado vuelta y vuelta en la cama.

 

—Lo siento. Ya verĆ”s que voy a dormir despuĆ©s de esto.

 

David se echĆ³ a reĆ­r y reafirmando su abrazo en Pablo afirmĆ³:

 

—Yo tengo otra leche que tambiĆ©n te puede poner a dormir muy rico.

 

Pablo se echĆ³ a reĆ­r y le dio un beso en la mejilla a David.

 

—Quiero estar enfocado —afirmĆ³ Pablo.

 

David continuĆ³ abrazado a su esposo.

 

A la maƱana siguiente todos los miembros estuvieron presentes en la sala donde se iba a efectuar el primer reto de Farid. El barbudo habĆ­a planificado una serie de pruebas donde los padres, tĆ­os de una familia se enfrentaban a sus hijos o sobrinos. El primer reto consistĆ­a en un combate cuerpo a cuerpo. El equipo de los mĆ”s veteranos de los ChacĆ³n se hacĆ­a llamar La Experiencia, y quiĆ©n se sometiĆ³ a defender al equipo en esa ocasiĆ³n iba a ser el espĆ­a profesional BenjamĆ­n.

 

El atractivo hombre que era director de una instituciĆ³n gubernamental de espionaje ya estaba en la habitaciĆ³n y se habĆ­a quitado la ropa. Su cuerpo en forma indicaba que iba a ser un hueso duro de roer, tenĆ­a amplia experiencia en combate y defensa personal, algunas perlas de sudor se acumulaban en sus pectorales y turgentes pezones. VestĆ­a ropa interior negra y botas del mismo color. 

 

El equipo contrario conformado por la generaciĆ³n de hijos y sobrinos era La RenovaciĆ³n y quiĆ©n asumiĆ³ el primer combate fue su capitĆ”n Pablo, desde muy joven participĆ³ en lucha deportiva y actualmente se desempeƱaba como propietario de una empresa titulada Guerreros de la arena que se enmarcaba entre la lucha libre profesional y erĆ³tica. El cuerpo de Pablo tambiĆ©n brillaba de sudor, en ese momento estaba ocupado reajustando su paquete en su ropa interior de tono rojo.

 

Por alguna razĆ³n Marcos ChacĆ³n no quiso estar presente para el combate y prefiriĆ³ salir de la sala llevĆ”ndose de manera obligada a Bernardo el rubio y pendenciero hijo de BenjamĆ­n.

 

Farid estaba transmitiendo la lucha para las redes sociales y mientras relataba las caracterĆ­sticas del encuentro, BenjamĆ­n dirigiĆ³ una mirada a Pablo. El espĆ­a ajusto su verga que comenzaba a endurecerse en su ropa interior.

 

A indicaciĆ³n de Farid, el combate iniciĆ³ y tanto Pablo como BenjamĆ­n comenzaron a dar vueltas, con los brazos levantados para una prueba de fuerza.

 

Con un golpe fuerte los cuerpos de ambos sementales de diferentes generaciones chocaron, tensĆ”ndose uno contra el otro, perfectamente emparejados. Con bastante experiencia enfrentĆ”ndose a mafiosos y peligrosos criminales, BenjamĆ­n se moviĆ³ a un lado haciendo tropezar a Pablo. Lo agarrĆ³ de la cabeza y la aplastĆ³ contra su cuerpo en una fuerte llave.

 

Pablo gimiĆ³ sintiendo la compresiĆ³n que BenjamĆ­n le provocaba con su bĆ­ceps. La mano de Pablo agarrĆ³ un muslo de BenjamĆ­n hasta que subiĆ³ a su bulto, sin tanta ceremonia lo golpeĆ³ en las bolas.

 

AutomĆ”ticamente BenjamĆ­n emitiĆ³ un fuerte grito que fue silenciado por los aplausos de los miembros del equipo La RenovaciĆ³n. BenjamĆ­n cayĆ³ de rodillas agarrĆ”ndose las bolas, meciĆ©ndose en estado de shock, aĆŗn sorprendido de tanta crueldad a inicios del combate.

 

Pablo sonriĆ³ mirando a BenjamĆ­n desboronarse de dolor. AgarrĆ³ la cabeza del seƱor espĆ­a y metiĆ³ su cara en la axila. ApretĆ³ su cabeza con fuerza y lo obligĆ³ a ponerse de pie. Pablo apretĆ³ el puƱo y golpeĆ³ a BenjamĆ­n en el abdomen una y otra vez.

 

Cuando Pablo se cansĆ³ de golpear los abdominales de BenjamĆ­n lo hizo caer con fuerza sobre el acolchado suelo donde BenjamĆ­n aterrizĆ³ gimiendo boca abajo y con los ojos cerrados. Escuchaba los gritos de Ć”nimos que le daban sus compaƱeros de equipo La experiencia.

 

—Vamos, perra, terminamos con esto —asegurĆ³ Pablo inclinĆ”ndose. Cuando iba a hacer levantar a BenjamĆ­n, recibiĆ³ un codazo en la cara.  

 

Pablo retrocediĆ³ con una mano en su ojo y parte del rostro, en cuestiĆ³n de segundos BenjamĆ­n estaba sobre Ć©l, estrellando su cuerpo.

 

BenjamĆ­n abriĆ³ sus manos como garras y las clavĆ³ en los pectorales de Pablo, exprimiĆ©ndolos como si fueran unas duras toronjas.

 

Pablo gritĆ³ de dolor.

 

BenjamĆ­n se lamiĆ³ los labios disfrutando del dolor de Pablo. SubiĆ³ la presiĆ³n sobre los pectorales una Ćŗltima vez y luego liberĆ³ al muchacho, para rematar con un rodillazo en sus abdominales haciendo que cayera en posiciĆ³n fetal

 

Pablo se arrastrĆ³ escasos centĆ­metros y lentamente empezĆ³ a ponerse de pie. Oportunidad que el profesional espĆ­a aprovechĆ³ para asestar una patada en el culo de Pablo que reaccionĆ³ con un fuerte grito.

 

RĆ”pidamente agarrĆ³ a Pablo y lo hizo girar. Lo sostuvo de la barbilla y lo estirĆ³ hacia atrĆ”s, exponiendo su poderoso y lampiƱo pecho. BenjamĆ­n lo golpeĆ³ a puƱo cerrado en los pectorales.

 

Uno, dos, tres veces, impactĆ³ el puƱo de BenjamĆ­n en los pectorales de Pablo, llegado un momento el experimentado maduro se inclinĆ³ y mordiĆ³ el pezĆ³n derecho de Pablo. Ɖl grito de dolor y sus rodillas comenzaron a doblarse mientras todo su cuerpo temblaba.

 

BenjamĆ­n apartĆ³ su boca. Pablo estaba sin aliento y gimiendo. Fue sorprendido por las gruesas manos de BenjamĆ­n que rodearon su cuello impidiĆ©ndole la respiraciĆ³n.

 

Apretaba fuertemente.

 

En poco tiempo, Pablo comenzĆ³ a jadear a medida que se le hizo imposible respirar, con sus manos acariciĆ³ salvajemente el cuerpo del espĆ­a. Sintiendo cada centĆ­metro muscular de su fuerte cuerpo. Su mano derecha palpĆ³ el tieso y palpitante pene, pero bajĆ³ un poco mĆ”s y lo agarrĆ³ de las grandes y colgantes bolas, apretando como dos robustos limones.

 

BenjamĆ­n gritĆ³ conmocionado. No quiso quedarse atrĆ”s, apartĆ³ las manos del cuello de Pablo y se trasladĆ³ a sus bolas, apretĆ”ndolas tambiĆ©n.

 

Pablo gritĆ³ de dolor, usĆ³ toda la fuerza que le quedaba y agarrĆ³ los pectorales de BenjamĆ­n empujĆ”ndolo lejos de Ć©l. BenjamĆ­n saliĆ³ hacia atrĆ”s soltando los huevos de Pablo, tropezĆ³, pero consiguiĆ³ quedarse en pie. Se quedĆ³ mirando como Pablo jadeaba y sudaba a chorros. Sin dar tregua a la derrota, BenjamĆ­n se agachĆ³ tomĆ”ndolo de un tobillo haciĆ©ndolo caer de espalda.

 

Aturdido, Pablo sintiĆ³ que BenjamĆ­n iba por Ć©l, lo tenĆ­a encima queriendo sujetar sus piernas, utilizĆ³ la extremidad libre para entregar una patada a BenjamĆ­n en sus pectorales obligĆ”ndolo a retroceder. Se levantĆ³ y estrellĆ³ su hombro en los abdominales de su contrincante.

 

BenjamĆ­n cayĆ³ de rodillas aturdido y sin aire, mirando al techo como si asĆ­ pudiese recuperar su bienestar. Solamente que Pablo no le dio pausa, cuando ya estuvo de pie clavĆ³ una patada hacia la frente del espĆ­a, la cabeza de BenjamĆ­n se sacudiĆ³ con la mirada perdida, luchĆ³ por mantener estabilidad, pero se fue de bruces completamente nockeado.

 

Pablo posĆ³ su pie sobre BenjamĆ­n y flexionĆ³ un brazo, era el ganador absoluto del primer reto cosechando el primer punto para su equipo.

 

Todos los hombres del grupo La RenovaciĆ³n se acercaron a Ć©l para felicitarlo, el Ćŗltimo en sujetarlo de los brazos y jurarle que tendrĆ­an una noche inolvidable fue David Aceituno.

 


Cuando Marcos ChacĆ³n ingresĆ³ a la habitaciĆ³n se sintiĆ³ bastante orgulloso de Pablo y no dudĆ³ en manifestarlo abiertamente cuando lo abrazĆ³. Sin embargo Bernardo no lo tomĆ³ de buena manera, primeramente engaĆ±Ć³ a Pablo cuando extendiĆ³ los brazos en seƱal de saludo, al estar cerca de Ć©l cambiĆ³ su pose para interceptar una patada traicionera en el abundante bulto de ChacĆ³n impactando sus grandes gĆ³nadas de lleno en su pelvis. Pablo se doblĆ³ de dolor con los ojos llenos de lĆ”grimas. AbriĆ³ la boca para escapar un sonido lastimero y se quedĆ³ doblado intentando respirar mejor.

 

—¡CĆ³mo te atreves a derrotar a papĆ”, maricĆ³n! ¡Te voy a dejar las bolas de recuerdo!

 

El joven y arrogante rubio fue apartado por los demĆ”s compaƱeros. Solo minutos mĆ”s tarde BenjamĆ­n se sentĆ³ a su lado, se habĆ­a vestido y sostenĆ­a una bolsa con hielos sobre su dolorida ingle.

 

—No puedes ponerte asĆ­. Pablo me ganĆ³ de la manera mĆ”s justa. Esto es un juego y sabĆ­amos a que nos enfrentĆ”bamos cuando quisimos participar.

 

El siguiente reto de Farid iba a ser rondas de preguntas y respuesta, en esa ocasiĆ³n los mĆ”s intelectuales propusieron su nombre para participar. En el grupo de La Experiencia los candidatos fueron Marcos y BastiĆ”n. Mientras que en la RenovaciĆ³n la propuesta de participar estuvo a cargo de RenĆ© y FabiĆ”n. 

 

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