Reto Farid: hermano desconocido - Las Bolas de Pablo

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10 abr 2022

Reto Farid: hermano desconocido


Todo estaba dispuesto para el reto Farid: lucha de generaciones. Era una competencia que el mejor amigo del tĆ­o de Pablo habĆ­a dispuesto donde padres y tĆ­os de una familia se enfrentaban a sus hijos y sobrinos. Estaban contempladas caras nuevas y otras no tanto de los hombres ChacĆ³n.

 

Por un lado estaba el grupo de la vieja escuela, aquellos que tenĆ­an mĆ”s aƱos y aseguraban iban a ganar la competencia, este equipo de hombres de antaƱo adquiriĆ³ el nombre para la competencia de Los expertos y estaba conformado por:

 

Wilcar
Marcos ChacĆ³n el patriarca favorito y que ademĆ”s fue seleccionado como el capitĆ”n del equipo, lo acompaƱaba su hermano BastiĆ”n el notable cientĆ­fico de la familia, cuyos grandes testĆ­culos eran los mĆ”s dĆ©biles de su generaciĆ³n, estaba el hermano Wilcar de grandes y fuertes brazos con un paquete obsceno en su pantalĆ³n, el galĆ”n y mujeriego Gaspar, padre del futbolista Lucas y de otra docena de hijos no reconocidos, todos ellos hermanos del mismo padre y madre, pero tambiĆ©n habĆ­a un hijo fuera de matrimonio y se trataba de BeltrĆ”n Camacho, quiĆ©n era padre del actor porno Douglas y que guardaba cierto rencor a algunos de sus hermanos y sobrinos quiĆ©nes siempre lo catalogaron como un bastardo sin apellido del padre. Entre los miembros que mĆ”s resaltaban de ese equipo por su pertenencia y paso por la rama militar y de la fuerza uniformada estaba Alan, un primo famoso por su paso por la Ć©lite militar de La LegiĆ³n y el atractivo BenjamĆ­n, quiĆ©n siempre se desempeĆ±Ć³ como espĆ­a y que su trabajo le valiĆ³ para ostentar el cargo de director de la instituciĆ³n. Por Ćŗltimo y no menos importante estaba Alexis Freytez ChacĆ³n, el hijo de una de las hermanas de la familia, en su juventud recibiĆ³ varias burlas de esos miembros del grupo por tener testĆ­culos mĆ”s pequeƱos que ellos (BastiĆ”n habĆ­a investigado que los testĆ­culos de hijos de mujeres de la familia perdĆ­an cierta caracterĆ­sticas que los genes transmitidos de padre a hijo), sin embargo en la actualidad Alexis Freytez ChacĆ³n ocupaba un puesto en el grupo Los expertos.

 

La contraparte era la siguiente generaciĆ³n, hijos y sobrinos de los veteranos se hacĆ­a llamar: La renovaciĆ³n.

 

—¿Por quĆ© carajos yo no puedo participar? —preguntĆ³ Rafael ChacĆ³n en cierto momento. 

 

Farid
—Porque este reto se trata de una generaciĆ³n y la siguiente —explicĆ³ Farid—. TĆŗ te saltas una generaciĆ³n de estos viejos. Eres hijos de Israel y nieto de Marcos, tu puesto, que nunca te iba a pertenecer, es el de Pablo.

 

—Pero yo quiero jugar.

 

—No se puede. DespuĆ©s habrĆ” oportunidad para que le patees los huevos a tu papĆ”.

 

—¿QuĆ©? —Rafael abriĆ³ los ojos mirando a Israel quien estaba sentado en una silla contemplando la inauguraciĆ³n del juego. AutomĆ”ticamente el dentista se cubriĆ³ la entrepierna—. ¿Golpear las bolas de papĆ”?

 

—SĆ­. ¿Crees que Pablo no le va a batir los huevos a tu abuelo? ¡Ja, ja, ja!

 

—Pero —Rafael seguĆ­a con la boca abierta sorprendido. TomĆ³ una bocanada de aire y recuperĆ³ el sentido de la realidad—. En lugar de golpear las bolas de mi padre o mi abuelo, prefiero golpeĆ”rtelas a ti.

 

Con eso teniendo una precisiĆ³n mortal, golpeĆ³ de una patada el punto mĆ”s vulnerable de Farid, hundiendo su pie calzado directamente entre los muslos del semental Ć”rabe y haciendo que los ojos del hombre se hincharan mientras su mandĆ­bula caĆ­a.

 

—GrandĆ­simo, cabrĆ³n —dijo Farid con voz apagada mientras se doblaba y se agarraba la hombrĆ­a, acongojado en el suelo.


Muchos en la sala se rieron contemplando el dolor que embargaban las pelotas de Farid.

 

FabiƔn
El equipo La renovaciĆ³n estaba conformado por el capitĆ”n Pablo, quiĆ©n negĆ³ golpear en algĆŗn momento los testĆ­culos de su padre, el hijo menor de BastiĆ”n cuyo nombre era GermĆ”n, en lugar del futbolista Lucas, su medio hermano HĆ©ctor decidiĆ³ incorporarse a la competencia con la feliz idea de revolver los testĆ­culos de su padre Gaspar por ser un hombre irresponsable con Ć©l, de hecho ni su apellido tenĆ­a. El equipo tambiĆ©n estaba confirmado por Bernardo el rubio y arrogante hijo mayor del adorable espĆ­a BenjamĆ­n, el alto y atlĆ©tico Jean que tambiĆ©n participĆ³ en El Proyecto BastiĆ”n.


Una cara nueva era la de MartĆ­n que era el descendiente de una mujer ChacĆ³n, un joven de tez morena y sonrisa pĆ­cara, alegaba tener huevos grandes, pero todos sabĆ­an que se quedaban cortos al lado de las pelotas de sus primos hijos de varones. FabiĆ”n era hijo del hermano de BenjamĆ­n, un muchacho de tez blanca con cara de Ć”ngel, a pesar de usar aretes en las orejas, su cabello era castaƱo y estatura baja. El Ćŗltimo en ser presentado en el grupo causĆ³ un revuelo y era uno de los hijos del seƱor Wilcar ChacĆ³n.

 

—Con ustedes… ¡RenĆ© ChacĆ³n!

 

La sala quedĆ³ completamente en silencio, en la fila de los espectadores los hijos de Wilcar se quedaron completamente atĆ³nitos ante ese hermano nunca antes conocido.

 

Marcos
—¿Tienes otro hijo? —interrogĆ³ Marcos ChacĆ³n ceƱudo.

 

Wilcar murmurĆ³ un par de incoherencias que chocaron en su lengua y no formaron palabra alguna.

 

El joven que se presentĆ³ en la sala era alto, apuesto, de tez blanca y cabellos negros. TenĆ­a mirada activa y semblante serio, su trapecio y deltoides estaban bien desarrollados. VestĆ­a jeans y franela negra que denotaba una musculatura bien trabajada en horas de gimnasio. Hijo de una amante escondida por dĆ©cadas del galante Wilcar.

 

Horacio
—¿QuiĆ©n se supone que es este, papĆ”? —exigiĆ³ saber Horacio, el hijo mayor desde su asiento.

 

Wilcar continuĆ³ pĆ”lido como un papel.

 


—Ya era momento de conocernos, hermanos —saludĆ³ RenĆ© ChacĆ³n con un sonrisa cĆ­nica.

 

—¿CĆ³mo… cĆ³mo te atreviste a revelar mi secreto? —explotĆ³ con fuerza Wilcar mirando a BastiĆ”n.

 

El cientĆ­fico se encogiĆ³ de hombros.

 

—¡Espera, espera! —dijo Marcos—, ¿tĆŗ sabĆ­as de esto, Bastian? ¡Nunca te atreviste a decirme!

 

BastiƔn
—Lo siento —se excusĆ³ BastiĆ”n—, fue un pequeƱo chisme que Wilcar se atreviĆ³ a contarme en mi diseƱo de Ć”rbol genealĆ³gico, yo estaba trabajando en la informaciĆ³n de su descendencia y Ć©l hablĆ³ de RenĆ©. TenĆ­a bien escondido a su muchacho en el sur del paĆ­s. Lo visitaba en sus viajes de negocios y siempre fue responsable con Ć©l, a su manera, pero lo vio crecer pese a la distancia.

 

—¿CĆ³mo pudiste hacer eso a mamĆ”, Wilcar! —reclamĆ³ Dereck otro de sus hijos completamente furioso.

 

Sin embargo la atenciĆ³n de Wilcar en estado de furia fue sobre BastiĆ”n tomĆ”ndolo del cuello de la camisa.

 

—¿CĆ³mo te atreviste a revelar mi secreto, hijo de puta? —lo zarandeaba dominado por la rabia.

 

—No fue mi culpa, Farid revisĆ³ mis registros y dio con tus datos.

 

—Eres un cabrĆ³n, hermano, me traicionaste.

 

De repente la rodilla de Wilcar saliĆ³ disparada hacia la ingle de BastiĆ”n aplastando con fuerza el contenido del escroto del cientĆ­fico y haciendo que sus mejillas se hincharan mientras se doblaba de dolor. TodavĆ­a lo sostenĆ­a de la camisa mientras le regalaba par de insultos.

 

GermƔn
—¡TĆ­o, maricĆ³n! —rugiĆ³ GermĆ”n—¡ Suelta a mi padre! —el joven saliĆ³ en defensa del cientĆ­fico que gemĆ­a de dolor. Lamentablemente fue emboscado por el hijo menor de Wilcar, el rĆ”pido GastĆ³n.

 

GastĆ³n

GastĆ³n pateĆ³ a su primo en las bolas y GermĆ”n cayĆ³ de rodillas chillando como niƱa. Fue inmediatamente atendido por Jean y Pablo, mientras que al mismo tiempo Marcos y BenjamĆ­n apartaban a Wilcar del cientĆ­fico.

 


RenĆ© se reĆ­a contemplando la situaciĆ³n que se generĆ³ con su ingreso. SabĆ­a desde muchos aƱos atrĆ”s que tenĆ­a unos hermanos. Pero nunca tuvo el placer de conocerlos hasta hoy.

 

Dereck
—AsĆ­ que te haces llamar nuestro hermano —Dereck se acercĆ³ hasta Ć©l. RenĆ© se ubicaba entre su edad y la de GastĆ³n, el menor de todos.

 

—No me hago llamar su hermano, soy tu hermano —afirmĆ³ RenĆ©—. Y fui escogido por Farid sobre ustedes para participar.

 

—Quiero que sepas que no eres bienvenido en la familia, bastardo.

 

Dereck estrellĆ³ una patada entre las piernas de su hermano.

 

RenĆ© despegĆ³ los pies del suelo, enseguida se doblĆ³ agarrando sus testĆ­culos al mismo tiempo que sus piernas temblaban. Dentro de su pantalĆ³n reposaban dos grandes esferas que perdieron su ovalada forma tras la devastadora patada. A RenĆ© los ojos se le llenaron de lĆ”grimas y cayĆ³ de rodillas al suelo.



 

—Bastardo —murmurĆ³ Dereck dĆ”ndose la vuelta para irse.

 

MƔs allƔ de todo el jaleo. Farid enfocaba su rostro a la cƔmara que transmitƭa el evento para las redes sociales.

 

—En dos semanas —anunciĆ³ al pĆŗblico—, tendremos el primer reto, serĆ” un desafĆ­o de lucha cuerpo a cuerpo. Nuestros retadores elegirĆ”n a los participantes que buscarĆ”n el debut de su grupo. Los invito a participar.

 

—TĆŗ tambiĆ©n tienes la culpa de esto, desgraciado —era la voz de Wilcar quien apareciĆ³ imponente y furioso contra Farid. El hombre barbudo emitiĆ³ un grito y saliĆ³ huyendo despavorido, detrĆ”s de Ć©l iba Wilcar con ganas de golpearlo y siguiĆ©ndolo iban Marcos y BenjamĆ­n con la intenciĆ³n de sujetarlo y calmarlo.

 

En los sucesivos dĆ­as dentro de los grupos se iniciĆ³ una discusiĆ³n para saber quiĆ©nes irĆ­an al primer reto. Dentro de La renovaciĆ³n Pablo y HĆ©ctor se ofrecieron a participar por tener experiencia en luchas, mientras que en el equipo de La experiencia Alan, BenjamĆ­n y Alexis ofrecieron sus nombres; los dos primeros tenĆ­an larga trayectoria en el cuerpo militar y sabĆ­an mucho de defensa personal, mientras que Alexis durante sus aƱos de juventud fue un hombre rebelde protagonista de muchas peleas callejeras.
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