El Sargento Malverde caminaba por los pasillos del viejo edificio, vestĆa con sus pesadas botas, su traje protector, guantes y un cuchillo en el cinturón. Poco a poco iba inspeccionando las abandonadas habitaciones, solo faltaba una.
āĀ”Jonathan Castillo! ādijo antes de entrarā. Ya no pongas mĆ”s resistencia, estĆ”s rodeado. SerĆ”s detenido por secuestro āde una patada abrió la puerta y sus ojos se encontraron con el criminal.
El experimentado secuestrador sonrió y movió las manos.
āVen por mĆ āle dijo invitĆ”ndolo.
El Sargento Malverde se acercó al criminal manteniendo la mirada firme en su rostro.
āEstĆ”s detenido, Castillo. Soy la Ćŗltima persona que verĆ”s en libertad.
Jonathan se echó a reĆr y escupió en las botas del militar. Fue una tĆ©cnica para que Malverde se distrajera mirando su calzado, de forma inesperada recibió una patada en la cara.
El Sargento Malverde gruñó dando un paso atrĆ”s, sintiendo el daƱo en la mandĆbula.
āHijo de puta ārespondió. Movió la pierna con una patada a las extremidades de Jonathan Castillo para que cayera al suelo.
Mientras caĆa, Jonathan se agarró de las piernas de Malverde haciendo que perdiera el equilibrio. Los dos hombres se fueron al suelo donde rodaron gruƱendo en una furiosa batalla.
Malverde apuntó un puƱetazo a la mandĆbula de Jonathan, luego intentó sacar su cuchillo, mientras seguĆa defendiĆ©ndose de los golpes del criminal. En una oportunidad, Jonathan Castillo consiguió abrazarse a la ventaja y aretó en el cuello a Malverde.
āAsĆ que estoy detenido, Sargento, antes de ir a prisión te matarĆ©.
Malverde primero gruñó, después golpeó con fuerza a Jonathan Castillo en el costado.
āĀ”Arg! āgritó Jonathan. Entonces su musculosa rodilla se abalanzó encima y contundente contra el bulto de Malverde y le golpeó las bolas con tanta fuerza que parecĆa que se las iba a explotar.
āĀ”MIERDA! āgritó Malverde sintiendo el paralizante dolor en sus bolas de toroā. Ā”No, mis putas bolas! āusó su cuchillo, pero en medio de su dolor gonadal solo pudo rasguƱar la pierna del criminal.
ā”””Bastardo!!! āJonathan se separó intentando levantarse.
āVas a pagar por esto, Castillo āanunció Malverde poniĆ©ndose de pieā. Nunca mĆ”s volverĆ”s a lastimarme los huevosā¦
Se vio interrumpido cuando Jonathan Castillo cargó contra él con la fuerza de un tren, su cabeza lo golpeó en los abdominales y el cuchillo salió volando de sus manos rodando por el suelo.
Jonathan continúo con un abrazo de oso. Levantó a Malverde en el aire, comprimiendo sus costillas. El Sargento Malverde gruñó, sintiendo dolor. Golpeó la cabeza contra la nariz de Jonathan y luego subió la rodilla contra las bolas del secuestrador golpeando tan fuerte como pudo. Continuó con otro cabezazo a la nariz del criminal.
āĀ”Bastardo! āgritó Jonathan liberĆ”ndolo una vez que el dolor explotó en su cara y sobre todo en las bolas.
El Sargento Malverde levantó el puƱo con el propósito de azotarlo en el rostro de Jonathan cuando tambiĆ©n fue obligado a despegar las botas del suelo, cuando el maleante lo levantó de una patada en los testĆculos.
Malverde gritó de dolor, y cayó al suelo acurrucÔndose con las manos metidas entre sus piernas.
Jonathan se echó a reĆr sosteniendo su dolorida hombrĆa.
āOye, soldadito. Tal parece que entre tĆŗ y yo, el mĆ”s fuerte soy yo.
Malverde no respondió nada. Estaba en el suelo noqueado de dolor.
Jonathan sonrió, miro hacia la puerta.
āEstoy seguro que la suerte me acompaƱa ārespondióā. Si te he derrotado a ti, cualquiera allĆ” fuera es dĆ©bil. No pierdo nada con escapar ācaminó hacia la puerta despuĆ©s de robar el cuchillo del sargento.
āĀ”Castillo, detente! āimploró Malverde con la voz entrecortada. Simplemente acariciaba sus palpitantes huevos entre las manos mientras lo veĆa huir.
ResponderBorrar”Gran historia! Aquà hay una gran idea para una secuela. Por favor, perdonen la mala traducción.
DespuĆ©s de la pelea, las bolas grandes y peludas de Malverde le dolieron durante dĆas. Le duelen tanto que casi lo despiden del trabajo.
En la comisarĆa, Malverde se desnuda en el vestuario y teme que su vida sexual se arruine. Tiene una polla muy grande y circuncidada, pero no puede ponerse duro porque le duelen demasiado las bolas. Su gran polla es flexible e inĆŗtil.
Los otros oficiales se burlan de Malverde y bromean sobre su pene roto. Los otros oficiales odian a Malverde por su gran polla y sus bolas, y ahora estƔn felices de que Malverde no pueda ponerse duro.
Malverde sale del trabajo y va al bar. Ve que Castillo tambiƩn estƔ en el bar.
Castillo va al baño de hombres y Malverde sigue a Castillo. Malverde tiene la intención de romper las bolas de Castillo, pero luego sucede algo inesperado.
Dos policĆas entran al baƱo y ven a Malverde. Los oficiales estĆ”n enojados porque Malverde perdió en una pelea con Castillo y deciden romperle las bolas a Malverde como castigo. Malverde hizo que los otros oficiales se avergonzaran de perder, y le echan la culpa a sus bolas grandes.
Los dos oficiales amenazan a Malverde y Castillo con sus armas y los obligan a quitarse la ropa en el baƱo. Castillo tiene la verga y las pelotas mĆ”s pequeƱas que Malverde, pero Castillo se rĆe porque la verga de Malverde estĆ” rota.
Los oficiales usan sus armas para pinchar el pene flexible de Malverde, lo que hace que Malverde se ponga muy nervioso de que las armas se disparen y le disparen las bolas.
Castillo observa y sonrĆe mientras los dos oficiales golpean, patean y aprietan las bolas peludas de Malverde. TambiĆ©n pisotean el pene de Malverde para que quede magullado y plano.
Malverde tiene miedo de que lo castren, pero los dos oficiales solo quieren que Malverde duela mƔs.
Le rocĆan la polla y las bolas con gas pimienta, y luego usan sus pistolas elĆ©ctricas para electrocutar las bolas de Malverde y casi cocinar su polla.
Castillo se rĆe del āsalchichón quemadoā de Malverde.
Los oficiales ordenan a Castillo y Malverde que se vistan.
Luego, los oficiales obligan a Castillo y Malverde a salir detrÔs de la barra. Los oficiales tienen una última idea. Un concurso con su Pastor AlemÔn, que estÔ entrenado para morder las bolas de los delincuentes.
La competencia es a ver si el perro muerde las bolas a Castillo o a Malverde.
Castillo deja de reĆrse y ahora estĆ” preocupado.
Tanto Castillo como Malverde tienen miedo. ¿A quién morderÔ el perro?
El perro enojado decide ir por la salchicha mƔs grande y muerde a Malverde. El perro le pincha las bolas a Malverde y le muerde el pito.
Malverde se desmaya cuando el perro comienza a masticar su polla.
Horas despuĆ©s⦠Malverde despierta en el hospital. El mĆ©dico explica que Malverde todavĆa tiene dos balones, pero estĆ”n muy daƱados y estarĆ”n llenos de bultos e hinchados durante mucho tiempo.
El médico pudo salvar la mayor parte del pene de Malverde y lo volvió a coser, pero se verÔ feo con marcas de mordeduras por todas partes.
ā¦
Para la āParte 3ā, Malverde vuelve a trabajar en la comisarĆa. Todo el mundo sabe sobre su fea polla y sus grandes bolas rotas.
Malverde puede volver a masturbarse y estĆ” orgulloso. Tal vez incluso tenga una cita...
Pero Malverde tambiĆ©n quiere vengarse de la policĆa y Castillo. Sale a buscar a Castillo.
En cambio, Malverde es capturado por Castillo y los dos hermanos mayores de Castillo.
Los tres delincuentes encuentran nuevas formas de arruinar aún mÔs las bolas de Malverde. También quieren romperle el pito a Malverde para siempre.
¿Qué pasarÔ después?
(La polla y las bolas del pobre Malverde se romperƔn cada vez mƔs).
Hola, agradezco tu tiempo de lectura y valioso aporte. Gracias a ti y a la encuesta he logrado poner varias situaciones para Malverde... pero debo negociar contigo... aunque quiero que Malverde sufra por sus bolas... no creo que un defensor de la ley tan guapo quede con un pene maltrecho je, je, je.
BorrarGracias por considerar estas ideas. Me intriga tu risa. Tal vez tengas algunas ideas de lo que podrĆa pasar con el pene de Malverdeā¦
ResponderBorrarMalverde parece tan masculino. Me imagino que tiene grandes bolas peludas y una polla larga y gruesa. Debe gustarle mostrarlos en el vestuario de la policĆa.
Pero Malverde también parece muy arrogante. Fue tan rÔpidamente derrotado. ¿QuizÔs esas grandes nueces peludas son su perdición? Después de la pelea, ¿estarÔ demasiado dolorido para que su polla se ponga dura? ¿CuÔnto daño pueden soportar sus bolas antes de quedar impotente? Malverde debe preocuparse de que Castillo arruine su vida sexual.
ĀæQuĆ© pensarĆ”n los demĆ”s sargentos de la debilidad de Malverde? Fue derrotado tan fĆ”cilmente por un criminal. ĀæLo castigarĆ”n? ĀæCómo lo castigarĆan?
Si estamos negociando (ja), entonces tal vez la polla de Malverde se salve, pero el perro policĆa tiene mĆ”s tiempo para masticar las bolas de Malverde >:)
”Gracias por escribir!
ĀæEs cierto que el 9 de enero se estrena una nueva historia de Malverde?
ResponderBorrarāEl Orgullo Heridā suena muy prometedor. Malverde debe estar avergonzado de haber perdido la pelea tan fĆ”cilmente ante un criminal. Y despuĆ©s de recibir un golpe tan fuerte en las bolas, mĆ”s que su āOrgulloā debe estar āheridoā. Apuesto a que todavĆa le duelen las pelotas y el pene despuĆ©s de la pelea, como un recordatorio de su pĆ©rdida.
Estoy emocionado de ver que las grandes bolas peludas de Malverde reciban mĆ”s humillaciones. ĀæPodrĆa su orgullo ser su perdición? ĀæSufrirĆ”n aĆŗn mĆ”s daƱo sus bolas? ĀæSe le encogerĆ” la polla de vergüenza? No puedo esperar para averiguarlo (:
Efectivamente lo prometido es deuda, las bolas de Malverde en juego a partir del 09 de enero
BorrarGracias por la actualización, aunque estoy seguro de que las bolas peludas de Malverde no son tan agradecidas.
Borrar