BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
En aquella maƱana SimĆ³n estaba preparado para la grabaciĆ³n de un nuevo comercial del Protex3000, en la televisiĆ³n y otros medios de promociĆ³n la propaganda se habĆa hecho muy popular en parte por las reacciones sexys y dolorosas cuando se agarraba soportando su extremo dolor inguinal. Pero a decir verdad, las ventas del protector eran paupĆ©rrimas varios de los compradores habĆan devuelto el producto quejĆ”ndose de la calidad del mismo. Por lo que Marcos ChacĆ³n comenzaba a dudar de la protecciĆ³n que ofertaba pensando que el dolor de SimĆ³n no se debĆa al peculiar sufrir de gĆ³nadas que perseguĆan a los hombres de su familia. Y ahĆ estaba SimĆ³n usando un muy buen pantalĆ³n que le mantenĆa todo abultado. No era un bulto discreto, sino que sus pantalones parecĆan cubrir una enorme serpiente, aunque ya tenĆa entre sus piernas el Protex3000.
—Ćl serĆ” tu compaƱero de grabaciĆ³n —indicĆ³ el productor.
Y SimĆ³n abriĆ³ los ojos sorprendido y tragĆ³ saliva. Se trataba de un hombre alto y fornido con una musculatura propia de un pesado rinoceronte o la mole hecha persona. Un hombre con el cuerpo tallado en mĆŗsculos potentes y de gruesas piernas.
El video abordarĆa una escena de robo donde la vĆctima salĆa airosa cuando su atacante lo querĆa vencer de un fulminante golpe a las bolas.
La camara grabadora enfocĆ³ a SimĆ³n que enseguida comenzĆ³ su parlamento.
—En ocasiones vamos en plena calle solitaria —decĆa—, cuando un peligro mortal nos acecha.
—¡HEY, ALTO AHĆ!
Era el fisicultirista ataviado con una oscura capucha. La intenciĆ³n era que la victima pudiera salvarse tras el fatal y traidor ataque.
—Un mal movimiento podrĆa nockearte —decĆa SimĆ³n.
Y fue cuando el hombre lo agarrĆ³ de los hombros y colocĆ³ su rodilla entre sus piernas, su movimiento fue acompaƱado por un fuerte ¡PLOFF! Al momento siguiente, el apuesto SimĆ³n tosiĆ³ y se doblĆ³. Por lo que perdiĆ³ la calma y concentraciĆ³n.
—¡Hijo de puta! —murmurĆ³ para que sĆ³lo el otro actor le escuchase.
Con un movimiento rĆ”pido el robusto hombre sujetĆ³ a SimĆ³n de las bolas ocasionando una grave fricciĆ³n entre la taza protectora y los Ć³rganos genitales.
A pesar de la dramatizaciĆ³n SimĆ³n estaba claramente estaba dolorido, pero desesperadamente no pudo zafarse, Marcos ChacĆ³n sonriĆ³ contento con la puesta en escena a pesar de todo la popularidad de la tienda se incrementaba con los vĆdeos de SimĆ³n en la red.
DespuĆ©s de varios minutos, y teniendo que detener la grabaciĆ³n SimĆ³n se quedĆ³ arrodillado y gritando pidiendo clemencia. El fisiculturista sonriĆ³ y lo soltĆ³ dejĆ”ndolo mĆ”s que malherido despuĆ©s del rodillazo quiebra bolas, el apriete y el daƱo mortal de los dedos y la taza protectora.
SimĆ³n sentĆa un dolor enorme pero tambiĆ©n una gran erecciĆ³n que se formaba dentro de su ropa. Su carnosa serpiente despertĆ³, elevĆ”ndose a proporciones gigantescas y presionando los contornos de la ropa interior y la escasa concha protectora.
Marcos ChacĆ³n se acercĆ³ a Ć©l.
—No sĆ© si celebrar las visitas que tendrĆ” este videoclip cuando lo terminen de grabar o sentarme a llorar por tu patĆ©tica resistencia.
—Puedes hacer lo que te venga en gana —comentĆ³ SimĆ³n todavĆa doblado del dolor—. Pero no volverĆ© a filmar nunca mĆ”s un comercial para tu estĆŗpido protector. Israel tambiĆ©n comentĆ³ que no servĆa para nada. Ya rindete y asume que estĆ”s perdiendo tu dinero, te estafaron con el protex, tus clientes se estĆ”n quejando de lo defectuoso que es.
—Paplinas, nuestras bolas ademĆ”s de ser nuestro gran orgullo siempre han sido la fuente de nuestras derrotas son su imĆ”n para las calamidades. Soporta lo que tiene que venir.
—Renuncio, viejo, renuncio. ¡Ay que dolor!¡Mis huevas!
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