Competencia Ballbusting Salvaje (5/11): Roshambo - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

5 oct 2019

demo-image

Competencia Ballbusting Salvaje (5/11): Roshambo

CONTIENE:
BALLBUSING HOMBRE/HOMBRE

   Todo estaba listo para el segundo encuentro de Competencia Ballbisging Salvaje (CBS).

   El gimnasio estaba lleno de gente. Cerca de 115 hombres, casi todos jóvenes de aproximado 20 aƱos, estaban sentados en las gradas.
49ebc6525b67c172538a1695a68f8006

   En gran Simón Chacón saludaba a los espectadores. —Bienvenidos a nuestro segundo dĆ­a de competencia aquĆ­ en la CBS. A inicios de esta semana vivimos un torneo de nutball feroz con Horacio ganando la primera medalla de oro. Walter obtuvo el segundo lugar ganado playa y David Aceituno tuvo que conformarse con bronce. Hoy disputaremos la resistencia en el Roshambo. Como casi todos los juegos en la CBS, Roshambo se jugarĆ” desnudo. Los concursantes se patearĆ”n alternativamente las pelotas. El juego termina cuando un competidor cae o su mano toca el suelo, o se da por vencido. HabrĆ” cuatro juegos. Los ganadores de los primeros dos retos lucharĆ”n por la medalla de oro, mientras que los perdedores tendrĆ”n un partido para decidir quiĆ©n obtiene la de bronce.

   Los participantes subieron al escenario y fueron recibidos con aplausos por parte del pĆŗblico.

   ā€”AquĆ­ estĆ”n, damas y caballeros —continuó Simón—. Saludamos a LenĆ­n, Ignacio, Evan, y Milton. Creo que no hay necesidad de presentar a nuestro Ć”rbitro. Si tienen algĆŗn interĆ©s en el fĆŗtbol, ​​reconocerĆ”n a Eladio, el mejor jugador de futbol que ha parido nuestra selección nacional.

   Los jugadores hablaron con el Ć”rbitro.
67666014489678f467f0c059f9c3def6

   La estrella de fĆŗtbol vestĆ­a short y camisa negra con un silbato colgando en su cuello. Levantó los brazos y saludó a la audiencia.

   Horacio se acercó a Ć©l y sonrió.

   ā€”AhĆ­ estĆ” Horacio, presidente de la CBS —dijo Simón—. EstĆ” hablando con Eladio. Probablemente estĆ©n pautando las reglas de Roshambo. Bueno, son bastante obvias. Sólo tie...

   De la nada, Horacio pateó al futbolista en los huevos. Eladio gimió y se agarró la entrepierna.

   La audiencia se rió y aplaudió, y Simón muy entretenido comentó: —SĆ­, eso es bĆ”sicamente.

   Horacio sonrió y palmeó la espalda de Eladio.

   Eladio sonrió dĆ©bilmente y se enderezó.

   ā€”Presentaremos a los concursantes de hoy. LenĆ­n. He oĆ­do que es un pateador de primera clase.
c80f565150da8d0fee31da204413a3fc

   El hombre hizo una reverencia frente a la audiencia. Se quitó la camiseta, los zapatos y los jeans para revelar un cuerpo fuerte y velludo con dos huevos colgantes, su pito estaba flĆ”cido pero de buen tamaƱo.

   ā€”Ignacio.

   El muchacho se desnudó rĆ”pidamente y sonrió con orgullo cuando el pĆŗblico aplaudió al ver su cuerpo delgado. Su vello pĆŗbico estaba cuidadosamente recortado, y sus grandes y jugosas huevas colgaban entre sus muslos. Su polla se crispó y se endureció ligeramente. Ignacio disfrutaba de mostrar su cuerpo.

   ā€”Obviamente Ignacio estĆ” muy feliz —observó Simón con una sonrisa—. Esto me recuerda: si bien una erección era obligatoria para la competencia de Nutball, no es necesaria para Roshambo. El otro contendiente es Milton.

   El joven lindo con el cabello oscuro saludó a la audiencia y se quitó los jeans ajustados, su camiseta y los zapatos. Su impresionante polla colgaba, dormida, y, guiƱando un ojo al pĆŗblico, se la levantó para dar a los espectadores un buen vistazo de sus grandes bolas que se escondĆ­an detrĆ”s de ella.

   La multitud se volvió loca de emoción.
353562c6a0a18e80a81e761fff945528

   Simón se rió entre dientes. —La semana pasada, Walter coqueteó con el pĆŗblico. Y lo convirtieron en el favorito de la semana hasta que perdió ante Horacio. Milton parece haber tomar un bocado de su plao, y la audiencia lo acepta. Ahora, por Ćŗltimo pero no menos importante, tenemos a Evan.

   Evan mostró una gran sonrisa y se pasó la mano por el corto cabello. Era muy simpĆ”tico y varonĆ­l, se quitó los zapatos, la camiseta y los jeans haciendo que el pĆŗblico aplaudiera.

   ā€”Wow —fue lo Ćŗnico que dijo Simón, cuando Evan mostró sus partes privadas.

   Sus genitales eran hermoso: una polla que parecĆ­a bastante grande incluso en su estado flĆ”cido  y un par de testĆ­culos enormes y perfectamente ovalados que colgaban bajos en su bolsa afeitada.

   El pĆŗblico estaba tan impresionado como Simón, y lo demostraron aplaudiendo y vitoreando frenĆ©ticamente.

   ā€”Bueno —dijo Simón cuando volvió a encontrar su voz—. QuizĆ”s Milton tenga un rival por el tĆ­tulo de favorito de la audiencia... Sea como sea, esto no es un concurso de belleza, es una competencia deportiva. Y veremos si esos delicados huevos prevalecerĆ”n o se quebrarĆ”n en la batalla de hoy.

   Evan sonrió disfrutando ser el centro de atención. Se agarró la entrepierna desnuda y meneó su miembro y los dos cocos al pĆŗblico.

   ā€”Ahora, el primer juego serĆ” Ignacio vs. Evan —dijo Simón, mientras que el resto de los muchachos abandonaron el escenario.

   Los dos concursantes estaban parados uno frente al otro con Eladio entre ellos. Eladio lanzó un gemido corto y se frotó los huevos. Cuando hizo sonar el silbato, comenzó el partido.

ee8e4ebef3f0b2f174549490bb01b093

   Ignacio darĆ­a la primera patada. Le sonrió a Evan, que no parecĆ­a intimidado.

   Se encogió de hombros y alzó una pierna musculosa entre las piernas de Evan. Su empeine desnudo atrapó los grandes huevos y los aplastó contra su pelvis.

   La audiencia exclamó, cuando el dolor se apoderó de Evan. El chico hermoso tosió y se agarró la ingle.

   ā€”Ouch —comentó Simón entre risas.

   Evan se enderezó y apretó los dientes.

   Ignacio trató de parecer relajado mientras abrĆ­a sus piernas dejando que sus partes privadas colgaran entre sus muslos para que Evan lo pateara.

   Evan hizo una mueca de nuevo.

   ā€”Al parecer, Ignacio tuvo un buen golpe —comentó Simón—. Ā”Evan tiene que golpear sus huevos para empatarlo!

   Y asĆ­ hizo. Evan comenzó a correr y golpeó con el pie la entrepierna de Ignacio.

   Ignacio fue levantado del suelo y tuvo problemas para no caerse cuando volvió a tocarlo. Gritó a todo pulmón y agarró sus genitales.

   ā€”Ese fue un buen contraataque —dijo Simón alegremente.

   Ignacio saltaba hacia arriba y abajo agarrando sus huevos, mientras que Evan parecĆ­a a punto de vomitar en lo que se masajeaba sus bolas palpitantes.

   Amasando sus bolas doloridas, Ignacio se inclinó y dejó escapar un grito ronco.

   ā€”Ahora nos encontramos en una terapia de gritos —comentó Simón—. Esperemos que funcione.

   Ignacio le lanzó una mirada furiosa a Evan, su mano derecha sostenĆ­a sus bolas y su mano izquierda se apretada en forma de puƱo.

   Evan alzó las cejas y abrió las piernas. Obviamente, todavĆ­a estaba dolorido por la Ćŗltima patada.

   Sus grandes gónadas colgaban de manera vulnerable entre sus muslos.

   Ignacio volvió a gritar y se lanzó contra Evan, levantando su pierna derecha entre las piernas de Evan y crujiendo los pobres testĆ­culos con su empeine.

   Evan dejó escapar un grito agudo cuando sus pobres y frĆ”giles huevos fueron golpeados contra su pelvis.

   ā€”Oh —dijo Simón. —Esto podrĆ­a ser el fi...
5f224ee684dea9d13e4a8957640821a6

   Evan se derrumbó en el suelo, gritando y gimiendo de dolor.

   Eladio hizo sonar el silbato.

   ā€”SĆ­. Juego terminado —dijo Simón—. Por otro lado: Evan podrĆ­a estar buscando una carrera fructĆ­fera en el mundo de la ópera. A juzgar por el ruido que estĆ” haciendo, ciertamente tiene talento. Evan, los teatros de Europa esperan por ti.

   Evan se retorcĆ­a en el suelo, sollozando y gimiendo, acunando sus torturados huevos en sus manos.

   Ignacio volvió a gritar, esta vez levantando las manos al aire.

   El pĆŗblico parecĆ­a estar un poco desconcertado por la actitud de Ignacio. Aplaudieron cortĆ©smente, pero sin mucho entusiasmo.

   La cara de Ignacio estaba roja como un tomate. Estaba celebrando su victoria con algunos gritos mĆ”s, hasta que se recordó el dolor martilleante en sus bolas, y se dobló, exhausto y dolorido, agarrĆ”ndose su virilidad y jadeando fuertemente. Salió del escenario donde Horacio y Camilo lo abrazaron dĆ”ndole palmadas en la espalda.

   Evan, por otro lado, todavĆ­a estaba tirado en el suelo. Ari y ElĆ­as, se acercaron a Ć©l y lo ayudaron a entrar a los vestuarios. TenĆ­a los ojos llorosos y sudaba.

   ā€”Los siguientes son Milton y LenĆ­n. Ignacio lucharĆ” contra el ganador, mientras que Evan se encontrarĆ” con el perdedor y lucharĆ” por la medalla de bronce.

   Ambos subieron al escenario. Se sonrieron el uno al otro e intercambiaron apretones de manos muy deportivos.

   Eladio hizo sonar el silbato y LenĆ­n hizo el primer movimiento. Sonrió disculpĆ”ndose. Luego dio un paso atrĆ”s y apuntó una patada a las regiones inferiores de Milton. Sus dedos de los pies destrozaron los jugosos testĆ­culos del contrincante.

   Milton gritó y se dobló, mientras LenĆ­n saltaba arriba y hacia abajo sosteniendo su pie con la mano.

   ā€”Ā”Oooh, daƱo colateral! —comentó Simón—. Pobre LenĆ­n se lastimó el pie...

   Milton sostuvo su escroto y cruzó las piernas. La multitud lo animó a levantarse. Echó un vistazo de cerca a sus huevos: palpando sus dos bolas entre sus dedos.

   LenĆ­n estaba haciendo una mueca por el dolor en su pie.

   ā€”Apuesto a que el dolor desaparecerĆ” en un minuto —reflexionó Simón, mientras Milton animaba al pĆŗblico a aplaudir rĆ­tmicamente. Se frotó las bolas doloridas y se paró frente a LenĆ­n.

   El sonido del impacto resonó en el gimnasio, cuando el empeine de Milton hizo contacto con las carnosas bolas de su oponente.

   LenĆ­n gimió y agarró su entrepierna.

   ā€”Buena esa —dijo Simón.

   Milton sonrió con satisfacción mientras la multitud lo vitoreaba. Le guiñó un ojo a la audiencia y volvió a levantar su entrepierna, otorgĆ”ndole a los espectadores una vista agradable de sus regordetas toronjas ligeramente enrojecidas. Se rio y palmeó sus bolas.

   ā€”Milton parece bastante seguro de sĆ­ mismo —observó Simón—. Pero el partido aĆŗn no ha terminado.
8dcac6176f0f59ef87c22e6470df5c8a

   LenĆ­n se estaba recuperando y preparĆ”ndose para otra patada. Se concentró en el saco escrotal de Milton y pateó sus pelotas un jugador de fĆŗtbol americano.

   Milton lanzó un fuerte gemido y agarró sus testĆ­culos.

   LenĆ­n, por otro lado, todavĆ­a tenĆ­a dolor, por lo que ambos concursantes se doblaron, acariciando sus respectivas huevas y gimiendo.
4f0d59366f1c98cf28781dcb89cdd634

   Una vez mĆ”s, Milton golpeó los delicados huevos de LenĆ­n con el talón en lugar del empeine.

   Los ojos de LenĆ­n se hincharon cuando el talón le rompió los huevos. Su boca formó una "O" y sus ojos se cruzaron ligeramente.

   ā€”Eso no va en contra de las reglas —reconoció Simón a los seguidores de la transmisión en instagram.

   Milton estaba bastante satisfecho con los resultados de su ingenioso ataque. Y tenĆ­a todas las razones para estarlo: despuĆ©s de unos momentos de silencioso dolor, LenĆ­n tropezó y cayó al suelo.

   La audiencia se volvió loca por Milton, y Ć©l sonrió tĆ­midamente mientras se agachaba para ayudar a su oponente a levantarse.

   LenĆ­n parecĆ­a pĆ”lido, cuando se dio cuenta de que habĆ­a perdido.

   ā€”Y ahora, LenĆ­n tiene que enfrentar a Evan por la medalla de bronce —explicó Simón.

   Milton susurró algo al oĆ­do de LenĆ­n, y Ć©ste sonrió dĆ©bilmente y asintió. Estaba agarrando sus huevos y sentado en el suelo, cuando Milton dejó el escenario y Evan se enfrentó a su oponente.

   Evan no tenĆ­a la expresión de confianza en su rostro que habĆ­a mostrado cuando peleó por primera vez contra Ignacio. Sus huevos grandes colgaban tranquilos en su saco, pero la piel estaba de color rosa brillante. Su pene colgaba flĆ”cido frente a ellos.

   ā€”No creo que Evan estĆ© en plena forma —observó Simón—. LenĆ­n acaba de perder su pelea, Ā”pero se ve mucho mejor que Ć©l!

   Eladio comenzó el partido, y era el turno de Evan para iniciar.

   Evan corrió hacia LenĆ­n y plantó su pie contra sus genitales.

   LenĆ­n gimió y se dobló.

   El pĆŗblico aplaudió cortĆ©smente.

   LenĆ­n hizo una mueca y se enderezó. Luego, con determinación y concentración, fue a contraatacar. Su pie se hundió en la entrepierna de Evan, aplastando las albóndigas del pobre hombre con su empeine.

   Los ojos de Evan se cruzaron y gritó de dolor. Agarró sus bolas y se dobló.

   ā€”Oooooh, ha golpeado los huevos de Evan realmente muy bien —reconoció Simón.

   LenĆ­n se sentĆ­a bastante satisfecho con sus habilidades y sonrió felizmente. Ocasionalmente, se frotaba su propio par de bolas, pero en general, estaba bien.

   Evan tardó un tiempo en prepararse para su turno. Estaba agarrando sus testĆ­culos grandes e hinchados, y gimiendo de dolor. El pĆŗblico se impacientó y algunos espectadores le gritaron que se rindiera.

   ā€”Esto es injusto, claro y simple —dijo Simón—. Toma una eternidad para prepararse.

   Evan parecĆ­a mortificado, pero finalmente pudo continuar. Agarrando sus bolas palpitantes con la mano, se paró frente a LenĆ­n. Con desesperación en su cara, lanzó una patada a las gónadas del velludo. Aterrizó de lleno, pero no con fuerza.

   LenĆ­n tosió y se agarró la ingle, pero estuvo listo para su turno en pocos segundos.

   Evan parecĆ­a mortificado.

   Se giró hacia el Ć”rbitro.

   ā€”ĀæQuiere rendirse? —se preguntó Simón en voz alta.

   El pĆŗblico pareció adivinar lo mismo, y comenzaron a abuchear a Evan.

   Eladio sacudió la cabeza y Evan casi lloró.

   Los abucheos se convirtieron en vĆ­tores, haciendo que Evan se viera humillado.

   ā€”De acuerdo con las reglas de Roshambo, un concursante solo puede darse por vencido en su propio turno —explicó Simón—. Evan tendrĆ” que soportar al menos esta Ćŗltima patada de LenĆ­n. Y si yo fuera LenĆ­n, lo harĆ­a muy duro.

   LenĆ­n sonrió perversamente cuando Evan abrió sus piernas y se soltó las bolas, dejando que esas cerezas grandes colgaran entre sus piernas. Miró a su oponente a los ojos y se preparó para la patada.

   Los ojos de Evan le suplicaban que se contuviera, pero aparentemente LenĆ­n no estaba de humor para tiempos de misericordia.

   Con un poderoso movimiento, estrelló la pierna contra las huevas de Evan. Esta vez, no fue su empeine lo que hizo contacto, sino su espinilla. Las gónadas colgantes de Evan fueron aplastadas por la pierna del velludo.  Los ojos del pobre hombre se pusieron en blanco y cayó al suelo en ese instante.

   El pĆŗblico rugió con aprobación, cuando el cuerpo inerte golpeó el suelo.

   Evan estaba fuera de combate.

   ā€”Esos enormes fabricantes de hijos no va a tener herederos —bromeó Simón.

   ElĆ­as y Ari llevaron a Evan fuera del escenario para dar paso a la batalla final del dĆ­a, mientras David y Mateo se acercaron a LenĆ­n y lo felicitaron por su victoria.

   ā€”Ā”Ahora es Milton vs. Ignacio para la final! —dijo Simón con emoción.
7856f1758c5c42b1baf2b21687e25ef3

   Milton e Ignacio estaban uno frente al otro. El rubio parecĆ­a confiado y arrogante, con las manos en la cadera y gran sonrisa en la cara. Sus bolas colgaban bajas y su polla estaba medio dura.

   ā€”Hombre, Ignacio realmente disfruta la atención —se rió Simón ante el micrófono.

   Era el turno de Milton para comenzar, y cuando el Ć”rbitro hizo sonar el silbato, el jugador se tomó su tiempo.

   Se acercó a Ignacio y sonrió.

   ā€”ĀæQuĆ© estĆ” haciendo? —preguntó Simón.

   Milton pasó las manos sobre su cuerpo lascivamente. El pĆŗblico aplaudió.

   Ignacio se sonrojó.

   Milton sonrió, se llevó el dedo Ć­ndice a los labios y lo chupó.

   La polla de Ignacio se crispó.

   Entonces Milton llevó su dedo hĆŗmedo al pezón izquierdo y lo frotó, haciendo que ambos pezones se endurecieran instantĆ”neamente, igual que la polla de Ignacio.

   El rubio respondió con evidente torpeza. Trató de mirar hacia otro lado, pero su polla se alzó como un asta hasta ponerse dura seƱalando al techo.

   ā€”Ah, estĆ” bien —dijo Simón—. EstĆ” tratando de sacar la polla del camino, y tener sus bolas sin algĆŗn tipo de obstĆ”culo. Buena tĆ”ctica.

   Milton sonrió abiertamente.

   La cara de Ignacio estaba roja. Su polla quedó dura y sus bolas colgando entre sus piernas sin protección alguna para salvarlas del ataque de Milton.

   La vergüenza en los ojos de Ignacio se mezcló con ira.
fcba777d97bace8023e53f9688af7e25

   Milton se encogió de hombros y se preparó para la patada. El objetivo era perfecto, y sin nada que impidiera que el pie de Milton se hundiera en el saco de huevos de Ignacio, sus dedos impactaron con admirable precisión.

   Ignacio gimió de agonĆ­a, mientras el pĆŗblico vitoreaba y Milton hacĆ­a una reverencia.

   El lastimado rubio agarró su virilidad, sosteniendo sus bolas, con el pene apuntando al techo presionando su vientre.

   ā€”Hermoso —catalogó Simón por el micrófono con una sonrisa burlona.

   Ignacio tosió. Miró a Milton con ira.

   Milton le hizo un guiƱo inocente y se lamió los labios, haciendo que la polla de Ignacio reaccionara favorablemente, mientras que el resto de su cuerpo se tensó por la agresión.

   Se abalanzó sobre Milton y lanzó una patada cruel a su entrepierna.

   La reacción de Milton, fue encogerse de hombros y dar una sonrisa, la patada no habĆ­a rozado sus pelotas en absoluto. Los dedos de los pies de Ignacio habĆ­an golpeado su polla pero no sus huevos, y Milton no sufrió ningĆŗn dolor.

   Eso puso a Ignacio aĆŗn mĆ”s furioso.

   Milton sonrió y el pĆŗblico le aplaudió.

   ā€”La tĆ”ctica de Milton estĆ” funcionando. EstĆ” sacando a Ignacio de sus casillas. Y su pene todavĆ­a apunta el techo como un soldado.

   Ignacio frunció el ceƱo a su oponente, quien seductoramente se chupó el dedo Ć­ndice nuevamente. Puso los ojos en blanco y se miró la entrepierna. La punta de su pene lo miraba fijamente mostrando una gota de presemen.

   Milton sonrió abiertamente. Luego comenzó a correr siguió con otra patada perfecta directamente al saco escrotal de Ignacio.

   Las bolas fueron aplastadas contra su pelvis.

   Los ojos de Ignacio se cruzaron y se quedó helado por unos segundos. Luego gimió miserablemente y se agachó, su mano agarró sus preciosas bolas y su cuerpo se balanceó de un lado a otro. La punta de su miembro goteaba mĆ”s presemen, y la audiencia vitoreó a Milton.

   Simón exclamó unas palabras de admiración.

   Ignacio tardó varios minutos en recuperarse.

   Mientras tanto, Milton coqueteaba con la audiencia, flexionando sus mĆŗsculos.

   Ignacio se puso de pie nuevamente, doblado y sosteniendo sus bolas. Una gota de lĆ­quido preseminal salió de su polla dura y aterrizó en el suelo. Ignacio la miró y gimió.

   ā€”Parece listo para rendirse —observó Simón.

   ā€”Ā”No, no lo hagas! —gritó Horacio desde la barra.

   ā€”Ā”Puedes vencerlo! —Camilo intervino.

   Ignacio gimió y se enderezó.

   Milton le sonrió y separó las piernas.

   Ignacio gimió de nuevo y lanzó una patada a los testĆ­culos de Milton, que habĆ­a permanecido relativamente indemne hasta el momento.

   Ignacio anotó, pero la patada fue demasiado dĆ©bil para meter a Milton en problemas.
131137808f3c0df104dea2e234d57427

   Los dedos del pie de Ignacio habĆ­an chocado contra ambas bolas, y Milton se dobló, pero no estaba cerca del golpe destructivo que Ignacio habrĆ­a necesitado para ganar.

   Milton respiró con dificultad por un par de segundos, luego miró a Ignacio, que tambiĆ©n se habĆ­a doblado.

   ā€”Terminemos —anunció Milton.

   El pĆŗblico aplaudió con entusiasmo.

   Ignacio solo gimió y se frotó las bolas.

   Su polla dura apuntaba a Milton y exudaba un claro presemen que caĆ­a al suelo.

   ā€”Esta podrĆ­a ser la patada ganadora —dijo Simón.

   Y asĆ­ fue. Con una patada precisa y despiadada, Milton estrelló los huevos de Ignacio contra su cuerpo, aplastĆ”ndolos con su empeine y balanceĆ”ndolos contra la pelvis.

   La audiencia quedó en silencio.

   Ignacio estaba congelado por el dolor. Su boca formó una O, sus ojos se cruzaron, y sus manos quedaron pegadas a su cadera. Las Ćŗnicas partes de su cuerpo que se movĆ­an eran sus bolas y su polla. Sus huevos grandes y enrojecidos se balanceaban hacia adelante y atrĆ”s por el golpe que acababan de recibir, y su enorme y ardiente pene chorreaba leche tras leche caliente y blanca que aterrizó haciendo un charco en el suelo.

   Los amigos de Ignacio: Horacio y Camilo estaban haciendo muecas de dolor.

   DespuĆ©s de lo que pareció una eternidad, Ignacio gruñó con voz aguda, apenas audible: —Me rindo.

   El pĆŗblico estalló en ensordecedores aplausos vitores para Milton y su merecida victoria.

   ā€”Ā”Oro para Milton! —gritó Simón.

   Ignacio seguĆ­a de pie congelado en medio del escenario, con las manos en las caderas, su erguido pene disparaba los Ćŗltimos chorros de crema blanca al suelo, mientras todos a su alrededor vitoreaban a Milton.

   ā€”Esto fue Roshambo de clase mundial —gritó Simón con entusiasmo—. Ɖl literalmente pateó el semen de las bolas de Ignacio. Ā”Fue una tĆ”ctica arriesgada pero funcionó!

   Horacio y Camilo se acercaron a su amigo, despuĆ©s de haber felicitado a Milton por su victoria. Horacio estaba de pie al lado derecho de Ignacio, mientras que Camilo estaba a su izquierda. Horacio le dio unas palmaditas en la espalda.

   La cara de Ignacio se desfiguraba de dolor. TenĆ­a los ojos bien abiertos, las pupilas ligeramente cruzadas, las cejas arqueadas y la boca entreabierta.

   Horacio sacudió la cabeza y sonrió. Luego le guiñó un ojo a Camilo, que tenĆ­a una sonrisa socarrona.

   Camilo se echó a reĆ­r y rodeó a Ignacio. Con una patada, no lo suficientemente fuerte como para ser dolorosa, pero tampoco amigable, golpeó las bolas desnudas de Ignacio desde atrĆ”s.

   Ignacio tosió pareciendo que iba a vomitar

   ā€”Oh —Simón se rió—. Eso fue malo... Pero al menos rompió el hechizo sobre Ignacio.

   Ignacio se derrumbó en el suelo y Horacio y Camilo se burlaron.

   Simón volvió la atención sobre Ć©l:
dbb918b165044a818bdece84e1da73b8

   ā€”AsĆ­ que eso es todo por hoy. Oro para Milton. Plata para Ignacio. Bronce para LenĆ­n. Sintonicen la próxima semana cuando tengamos nuestro tercer dĆ­a de competencia en la CBS con El rompe bolas. Ā”Hasta entonces! La cita en la CBS es para el próximo 11 de octubre.

   Simón apagó el micrófono y miró a Bastian sonriendo.

   Bastian Chacón levantó el pulgar como seƱal de aprobación.

MaƱana nueva  publicación asociada con la CBS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages

undefined