ESCRITA POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
Armando DĆaz ingresaba a las 7 am, al hospital de la policĆa, los oficiales Soler y YaƱez, estaban en recuperación, sus lesiones eran severas y presentaban luxaciones y algunas fracturas⦠los galenos habĆan hecho su mejor esfuerzo y le permitieron recibir visitasā¦
ā¦PasarĆan por una larga recuperación; Armando se sentĆa culpable, Ć©l era su superior, y lo que les ocurriese era su responsabilidad, Verónica Arango era una intrigante oponente; SegĆŗn los golpeados, ella simplemente fue a agredirlos, y se ensañó con ellos, pudo noquearlos y marcharse, pero de dedicó a lesionarlos.
En la televisión de la habitación, pasaban comerciales, de repente apareció un anuncio que DĆaz conocĆa muy bien⦠Era un comercial de la policĆa de la ciudad, ofreciendo una recompensa de 10.000 Dólares por la ubicación de la fugitiva Verónica Arango⦠TambiĆ©n se mostraba una circular azul de la interpol con sus datos.
Tras observar el comercial, y detallar a esa āpsicópataā, la oficial Soler le pidió acercarse. Presentaba una severa inflamación en su Ć”rea genital⦠otra muestra de lo desquiciada e incoherente de la joven Arango. Soler le dijo:
āJefe promĆ©tame algoā.
āLo que sea, dimeā.
āCuando atrape a esa maldita, patĆ©ele la vagina por mĆ!ā. La petición era muy incómoda para un hombre⦠golpear la intimidad de una mujer, y siendo Verónica solo una jovencita, que raro sonaba eso⦠aun asĆ respondió:
āHare lo posible y lo necesario Soler, tu solo preocĆŗpate de recuperarte, yo me harĆ© cargo de esa dementeā.
DĆaz salió del hospital minutos mĆ”s tarde⦠la Teniente Gertrudis le puso un mensaje por telĆ©fono, querĆa verle en su casa.
Miguel y sus 4 amigos estaban reunidos intentando hallar pistas sobre la ubicación de Verónica, de pronto Rebeca Artigas tocó a la puerta, la ābrujaā, parecĆa dispuesta a ayudarles a hallar a la cientĆfica.
āTienes algĆŗn indicio de donde pueda estar?ā. Miguel se mostraba algo desesperado.
āLo siento leĆ sus cartas y todo sigue igual, la oscuridad a su alrededor es mĆ”s intensa cada vez⦠pero intentarĆ© el desdoblamiento astral esta noche, espero encontrarla, una vez lo haga les avisoā.
āTe refieres a salir de tu cuerpo, sigues intentando eso?ā. Miguel recordaba aquel tema en su Ć©poca de novio con Rebeca... para Ć©l era una locura, pero Rebeca lo decĆa con tanta seguridad que le pareció creerlo.
Luego de marcharse la ex novia, y con Miguel en su habitación, los amigos enterados del tema tratado comentaron:
āEsa bruja ya estĆ” de manicomioā. Expuso IvĆ”n.
āSĆ que es rara!, la ex chica de Miguel perdió un tornillo, sino es que dosā. Yuki concordaba con su novio.
El cuarteto preparaba armas eléctricas para atontar a Verónica y atraparla sin daños⦠Vanessa preguntó:
āSeguro que no la lastimarĆ”n estas cosasā. Activaba constantemente el arma elĆ©ctrica
āEstĆ”n hechas para atontar, son segurasā. Taro aclaró.
āA menos que te electrocutes la intimidad hermanita, jajajaā. IvĆ”n con su comentario incomodo hacĆa de nuevo su aparición.
āEres un idiota IvĆ”n!ā.
āEs en serio Vanessa, fĆjate bien en cómo te guardas esa cosa en el pantalón. Mejor llĆ©valo en el bolso⦠Yo debo hacerlo con cuidado, no quiero que por accidente me electrocute la verga, jajajajaā.
āO las huevas!ā. Agregó Yuki quien por detrĆ”s paso el arma entre los muslos de IvĆ”n y activó la descarga elĆ©ctrica.
āAAAAHHHH!!!ā. Gritó IvĆ”n al sentir la electricidad en la parte baja de su escroto. Sus huevos se resintieron de inmediato.
Tras el corrientazo el moreno se desplomó, agarrÔndose las pelotas.
āAyy, ay, ay, Yuki⦠que mala eres!ā. Mientras la novia reĆa.
āYa dejen de jugar con esas cosas!ā. Intervino Taro, siempre tan responsable. āYuki eso no es para bromasā.
āNo es para tanto, no fue tan graveā.
IvÔn se recuperó rÔpido y contraatacó verbalmente:
āNo te quejes cuando te electrocute el coƱo, cómo pudiste electrocutar a nuestros hijos!ā.
āYa dije que no es para tanto, mira⦠estaba en voltaje bajo, asĆ que no te pasó casi nada... Oye!, como asĆ que nuestros hijos?ā. Yuki estaba impactada.
āNuestros hijos, serĆ”s en un futuro la madre de mis hijosā. Sentenció IvĆ”n.
āEstas soƱando negro!, eso no lo hemos hablado, aun no estamos tan unidos los dos y tĆŗ lo sabes, asĆ que no planees tan a futuroā¦ā.
āPero Yuki no digas eso, en parte tienes razón, pero lo hacemos rico todas las nochesā¦ā.
āYa basta!, no es el momento para tales discusionesā. Interrumpió Taro.
Yuki e IvĆ”n dejaron de hablar y atendieron el regaƱo⦠Vanessa se acercó a Taro con la cabeza baja⦠y al oĆdo le dijo:
āTaro, nosotros no hemos hablado del tema de hijosā. Taro se coloreó y le devolvió una respuesta en voz baja.
āVanessa, no es el momento para eso, hablamos otro dĆaā.
La novia estuvo de acuerdo; Miguel ingresaba en la sala, informĆ”ndole de sus acciones de bĆŗsqueda el resto del dĆa.
Julio Huertas de 19 aƱos (protagonista del relato JULIO EL FANTICO), estaba en su cama mirando el techo... no habĆa asistido a la universidad, pues anoche presencio algo increĆbleā¦
ā¦Por segunda vez veĆa a aquella enmascarada misteriosa, la primera ocasión fue en el club Fight Two, cuando observo cómo ella barrĆa el piso con aquel vigilante que le maltrató las bolas y le humilló⦠Desde entonces habĆa despertado una gran admiración por esa misteriosa jovenā¦
ā¦Y anoche por azar del destino, presenció como dos personas, hombre y mujer entraban a un callejón, con armas desenfundadas, sintió miedo pues tal vez era un ajuste de cuentas o un atentado⦠Pero la curiosidad le mantuvo cerca, luego todo fue ruidos y gritos de dolor, finalmente emergĆa aquella enmascaradaā¦Ella estuvo en ese callejón y debió darle su merecido a esa pareja⦠era como una heroĆna⦠una superhĆ©roe!
Con total sigilo procedió a seguirla por mÔs de 20 minutos, hasta aquella abandonada edificación⦠a pesar de la poca luz del sector, supo que el lugar era un almacén abandonado, era esa su base secreta?; El miedo y sobre todo la vergüenza (Le daba pena el hablarle) le hicieron regresarse a casa sin echar un vistazo.
Durmió poco pensando en aquella chica, normalmente se dormĆa luego de masturbarse viendo la foto de su ādiosaā la luchadora de tetas gigantes āLA ROSA NEGRAā, pero no pudo sacarse de la mente a la enmascarada.
Ahora en la televisión, observaba el anuncio de la recompensa por la enmascarada y su identidad era revelada⦠Verónica Arango de 18 años⦠quien estudiaba en la misma universidad que él.
ā¦Verónica era su nombre?, y resultaba ser una chica bastante linda, esos lentes le quedaban realmente bienā¦
Le pareció bastante curioso que su apellido fuera Arango⦠el mismo que su idolatrada Rosa Arangoā¦pensaba:
Dos maravillas de apellido Arango.
La cabeza le da vueltas de pensar en esa peligrosa y misteriosa enmascaradaā¦Finalmente decide volver a aquel lugar.
Cerca del mediodĆa, la teniente Gertrudis Ferrer estĆ” en su casa, esperaba la llegada del detective Armando DĆaz, quien va a informarle de los avances en el operativo contra la prófuga Verónica Arango.
La servidumbre le hizo pasar al patio de la vivienda dónde Gertrudis estaba entrenando a su sobrina de 15 aƱos Lucy, DĆaz ve como la joven lanza golpes contra un maniquĆ de cuerpo entero, el detective detalla que entre las piernas del muƱeco cuelgan dos naranjas en una redecilla de frutas a modo de genitales. Es peculiar ver aquellos falsos testĆculos.
El Detective se queda observando algĆŗn golpe en tales frutas, pero no sucede, la teniente Ferrer le llama a dar su reporte sobre la bĆŗsqueda de la fugada.
Durante el reporte, Gertrudis le recuerda aquel caso de Marisol y su pareja violador (SAGA: LA PORRISTA Y EL DESPROTEGIDO JUGADOR), quienes terminaron muertos al caer en su vehĆculo al fondo de un barranco.
āEso no puede pasar de nuevo, quiero a esa chica con vida, estĆ” claro?ā.
āMuy claro mi tenienteā.
Gertrudis interrumpe la charla al observar una falla en su sobrina.
"No!, no Lucy, ya te lo dije⦠A las huevas!, no seas creativa, atiende lo que te dice tu tĆa, a las huevas y el hombre no podrĆ” mĆ”s!".
La adolescente se mostró cabizbaja por el regaño.
"Lucy, los hombres siempre serÔn mÔs fuertes, para vencerle debes bajarle la fuerza, asà tus golpes le harÔn daño, y la parte anatómica con la que el hombre pierde sus fuerzas, son los huevos".
"Si tĆa".
"DÔndole en los huevos le dejaras débil, entonces podrÔs huir, o si quieres puedes rematarle... El chico que te molesta en la escuela es mÔs fuerte que tú, asà que atiende mis consejos".
"Pero tĆa no sĆ© si quiera lastimarlo... ahĆ".
"Bueno, pero si te agrede lo tendrƔs que hacer, lo ideal es evitar la pelea, pero debes estar preparada".
Lucy volvió a su prĆ”ctica y con impulso pateo la red con naranjas, las frutas brincaron violentamente regresando a su puesto unos segundos despuĆ©s⦠Un nuevo puntapiĆ© y las frutas volvĆan a mecerse.
"Problemas con su sobrina?".
"Un tonto que la molesta en el colegio, pero si no se corrige, Lucy lo va a hacer sufrir".
"No deberĆa ir usted y hablar con ese chico, con solo verla con el uniforme (sin mencionar su cara de pocos amigos) se asustarĆ”".
"Eso estĆ” mal, ella debe arreglar sus propios problemas".
"Tiene razón".
Retoman la conversación⦠finalmente deciden que ella se unirÔ a equipo de asalto que la detendrÔ una vez la ubiquen, y si no estÔ armada la reducirÔn.
āPelearĆ© con ella en persona si es necesario⦠usted no puedeā.
āPero mi teniente, le darĆ© pelea, usted sabe que soy competente en combateā.
"Usted siempre baja la guardia, no sé cómo complace a su pareja si a cada rato le dan por las huevas"
"NO diga eso mi teniente". Armando se coloreó ante el comentario.
"Es la verdad, por eso yo seré la que le enfrente, como verÔ dominó mÔs las artes del combate cuerpo a cuerpo, reduciré a esa niñita y acabarÔ este asunto".
El tema quedo aclarado, apenas fuera ubicada la joven, Gertrudis entrarĆa a dirigir el operativo.
Julio se acercó al almacén abandonado, trató de ser sigiloso, pero era muy malo para no hacer ruido⦠pronto tropezó con algo metÔlico y el sonido alertó a la enmascarada.
Asustado por ser descubierto quiere escapar, pero la enmascarada sale con prisa y le intercepta⦠El joven se pone pĆ”lido ante la chica con mĆ”scara, Ć©l no sabe pelear y no estĆ” armado⦠ademĆ”s sabe por las noticias que ella se ha enfrentado a la policĆaā¦que puede hacer?, nada!, ni siquiera pedir ayuda, por esa zona nadie habita, no le escucharĆan.
āNo⦠no me hagas nadaā¦ā.
La Enmascarada ve el miedo en sus ojos, camina lentamente hacia el paralizado chico y al tenerlo a alcance, le atrapa de los huevos con su mano derecha.
āAAAhhhhhhhh!!ā. Expresa Julio ante un apretón firme y consistente, mĆ”s no tan intenso.
āCamina!ā. Verónica le lleva adentro, tomado de los testĆculos.
Ya en el interior del almacƩn la enmascarada pide respuestas.
āQuien eres, y cómo me hallaste, responde!ā.
āAAyy, dĆ©jame, ayy, no me hagas daƱo, por favooooorrā¦ā. El sollozante Julio simplemente no puede contestar,
La enmascarada le suelta un instante y con rapidez le abre el cierre del pantalón⦠el joven trata de evitar que le desnuden, pero sus pantalones caen rĆ”pido, igual sus interiores, la enmascarada vuelve a agarrarle los testĆculos⦠los dedos de la chica se entrelazan con los huevos del fanĆ”tico.
āAAAAYYYYY, MIS BOLAS!!!!ā. El llanto del chico ya es incómodo, da real pena su reacción⦠incluso el miembro viril de Julio suelta algo de presemen⦠en medio del dolor tiene algo de excitación⦠despuĆ©s de todo es una chica quiĆ©n le tiene agarrado.
Ante tal muestra de temor, dolor y excitación, Verónica libera sus gónadas⦠era demasiado claro que el chico no representaba una amenaza para ella, y en serio querĆa escuchar su historia.
Julio se desploma desnudo al suelo, sobando sus cojones.
āVas a hablar, o te los vuelvo a apretar!ā.
āAyy, ay, hablarĆ©., hablarĆ©ā. Verónica le dio un tiempo para reponerse, se sentó a esperarlo, y cuando se pudo mover, el chico se sentó junto a ella.
Julio se calmó ante una enmascarada que esperaba su versión⦠Le contó que habĆa visto como anoche en el callejón se peleó con aquellas dos personas⦠enseguida la enmascarada le informó que eran policĆas.
āEntonces eres una chica malaā.
āTan mal como se puedeā.
āPero no me importaā¦ā.
Luego explicó que le siguió hasta el almacĆ©n abandonado y solo hasta hace una hora se decidió a volver⦠querĆa conocerla.
āTu razonamiento no es lógico, pero parece que te riges por los instintos, aunque mĆ”s que curioso eres imprudente, pero se nota que sabes mĆ”s de mi⦠cuenta todo!ā.
El joven continuó narrĆ”ndole, cómo la habĆa conocido durante el asalto al club Fight Two, cómo observó su ataque al guardia del club y en aquel baƱo la vio en detalle⦠le pareció una maravillosa mujer⦠El joven no dejaba de engrandecer a la enmascarada.
āDĆ©jame entender⦠eres mi admirador?ā.
āAsĆ es, me has dejado impresionado, no solo por lo que aquel dĆa, sino por ser fantĆ”stica!, toda la ciudad tras de ti, y tĆŗ les has vencido⦠es emocionante conocerte!!ā.
Bajo la mĆ”scara, Verónica se mostraba sonriente, no le darĆa una paliza por seguirla a su escondite⦠era un chico interesante, y mĆ”s que todo, podrĆa serle Ćŗtil en sus planes.
āUn joven que se dedica a admirar a las mujeres luchadoras o violentas, y a cuantas admiras?.
āA muchas!, pero de entre todas tĆŗ eres la nĆŗmero dos de las que mĆ”s admiro⦠es increĆble estar frente a tiā.
āQue peculiar individuo⦠y puedo saber quiĆ©n es la nĆŗmero uno?ā.
āLa Rosa Negra del club Fight Two, no sĆ© si la conozcas, se apellida Arango cómo tĆŗ, que coincidenciaā¦ā.(RELATO: MI COMBATE CONTRA LA ROSA NEGRA)
La enmascarada se levantó de repente⦠dio unos pasos alrededor de un ahora nervioso Julio y una vez mÔs frente a él, expresó:
āNo es coincidencia⦠Rosa Arango es mi hermanaā.
āEs tu hermana!!!... Es eso cierto?ā.
āAsĆ es, es hermana de padre solamente, por eso tenemos el mismo apellido, y te confieso que ese es el Ćŗnico lazo entre nosotrasā.
āPero ibas a verla al club no?, serĆ” que te preocupas por el bienestar de tu hermana?⦠Aunque no es necesario, porque ella es una de las mejores luchadorasā.
āEres un impertinente!ā. Verónica aumentó el tonó de voz, haciendo temblar a Julio.
āPerdón, perdónā¦ā.
āCĆ”lmate no te lastimarĆ© mĆ”s⦠pero no debes de lanzar teorĆas tan folclóricamente, aunque tienen algo de ciertas⦠MĆ”s te equivocas, es mi otra parte la que se interesaba desde hace meses, de alguna forma querĆa saber mĆ”s de ellaā.
āTu otra parte?ā.
Verónica se referĆa a su lado bueno, a la cientĆfica, quien a pesar de no verse con su media hermana, en ocasiones fue en secreto a verla pelear en el club erótico.
āSolo olvĆdalo, ahora hablemos de temas mĆ”s interesantes para mĆ⦠necesito tu ayudaā.
āPero te busca la leyā.
āSi te importara eso mĆ”s que pasar un rato con quien admiras, hubieras avisado a la policĆa desde anocheā. Julio se sentĆa mal por lo que hacĆa, pero Verónica tenĆa razón.
La joven se quitó la mÔscara mostrando su bello rostro, aunque algo ojeroso.
āEres bonitaā.
āGracias, ahora me vas a ayudar a entrar a un lugarā.
āNo quiero lĆosā.
āMuy tarde, o me ayudas, o te dejo aquĆ amarradoā.
Sin salida Julio acepta, aun sin saber de quƩ se trata. Nuevamente interesado en la joven le pregunta:
āTe puedo hacer una pregunta?, porque robaste el club?, te rechazaron para trabajar como luchadora?ā.
āMe es jocosa tu pregunta, a diferencia de ti, no tengo interĆ©s en trabajar, ni visitar ese sitio⦠es simplemente denigranteā.
āPero debes tener un motivo, porque fue?ā.
āEs sencillo, un incipiente sentido de la justicia⦠en una de mis visitas al club, presenciĆ© como el administrador PiƱeres usó el conflicto personal entre dos luchadores para llenarse los bolsillosā. (Relato: PEDRO ALFEĆIQUE EN EL CLUB FIGHT TWO, parte2)
āRecuerdo eso, todo eso llevó al enfrentamiento entre Pedro Coronado y Keilor PanamĆ”ā.
āEse mismo combate⦠su ambición era inaceptable, y sustraje la ganancia extra que tendrĆa con ese eventoā.
āYa veoā.
āBueno, ya estĆ” bien de preguntas, ahora te explicarĆ© el planā¦ā.
La visita de Rebeca en la maƱana a casa de Miguel, tambiĆ©n tenĆa un segundo motivo⦠obtener un elemento personal de Verónica, y en aquella casa, donde tantas veces la cientĆfica tuvo sexo con Miguel habĆa abundantes cosas de ella... de un cepillo de pelo halló un cabello largo y negro⦠claramente era de Verónica y aquello era lo que necesitaba.
Con ayuda de su libro mĆstico, sus poderes mĆ”gicos eran mayores, habĆa en Ć©ste un conjuro que le permitirĆa hallar a Verónica, pero la noche era necesaria para llevarlo a cabo⦠el cabello de la cientĆfica junto con palabras mĆ”gicas le darĆan una guĆa para ubicarlaā¦
..Pronto la joven tomó cama y empezó el desdoblamiento astral⦠apenas su alma emergió del cuerpo, sintió una peculiar atracción⦠era el hechizo especial del libro con el cabello⦠aquella atracción poco a poco la guiarĆa a donde se hallase la dueƱa del cabelloā¦
ā¦Y asĆ Rebeca se metĆa en una aventura peligrosa⦠el salir a la calle en forma astral era un peligro, era la primera vez que salĆa desde que se apoderó del libro de aquel peligroso sujeto⦠cabĆa la posibilidad de que Ć©ste la sorprendiese y se ser asĆ, vendrĆa por ella en una obvia y terrible venganza⦠por eso por lo menos dejó el libro en casa.
Apenas terminó de escuchar el plan de Verónica, Julio quedó con una expresión ambigua, no querĆa, pero debĆa ayudar a la cientĆfica.
En cierto momento se escucharon ruidos afuera, la cientĆfica se puso en alerta, y le dijo a Julio que se ocultara en un viejo baƱo.
La nuevamente enmascarada, observa a su tĆo Edgar bajar de un vehĆculo, como la encontró?, y los mĆ”s importante, se atreverĆa a aparecer solo ante ella, despuĆ©s de todo lo que ha hecho?, Ć©l no es tan valentónā¦
ā¦Desconfiada Verónica se voltea, tras ella estĆ” Lilia, la amante de su tĆo, la cientĆfica recuerda que esa mujer es guarda de seguridad y tambiĆ©n lucha en el club Fight Two, la ha visto pelear.
āQue es esto?, Este relato se ha vuelto una amalgama de personajes al estilo Infinity War?, que poco creativo es este escritor ZATNā.
āQue dijiste?, de que hablas?ā. Expresó Lilia.
āNo, nada, no lo entenderĆas, ĀæComo decĆa el guion?, ah sĆ!⦠Nos vemos de nuevo, Lilia verdad?ā.
āEs cierto, no nos veĆamos desde hace meses, cuando me hice novia de tu tĆoā.
āAmante, querrĆ”s decirā.
āEs igual, supongo que sabes porque estoy aquĆā.
āPor supuesto, por lo ambiciosa e imprudente que eres, vienes por la recompensa sobre mi cuello⦠Y el tĆo Edgar entrarĆ”?ā.
āNo se atreve el pobre, se preocupa por su sobrina, pero no es necesario, yo solita puedo contigo mocosaā.
āComo vas a poder conmigo si no destacas en el club eróticoā.
āMuy lista, ya sabĆas que trabajo ahĆ, pero como luchadora sĆ© cómo barrer el piso con la gente, y mĆ”s con una mocosa como tĆŗā
āDebo preguntar, cómo me hallaron?ā.
āNunca subestimes la red de información del gremio de vigilantes. Algunos te vieron anoche y otros esta maƱana, juntando pistas se descubrió que estabas por este sectorā.
āYa veo, y como el almacĆ©n de tĆo Edgar queda aquĆ, Ć©l sospechó que usaba este lugarā.
āEn efecto, ahora rĆndete, no te quiero lastimar, asĆ que ven por las buenasā.
āLamento no aceptar tu invitación, pero en este instante yo te hago una invitaciónā.
āY a dónde?ā.
āQue te parece si te invito al hospitalā.
āMaldita engreĆda, yo no soy un policĆa sin entrenamiento de combateā.
āTe crees demasiado, he visto cómo Adriana Coronado te venció en el ringā.
āClaro que lo vi⦠conozco a Adriana, y era su primer combate, no te da vergüenza el perder contra una novata?ā.
Lilia sacó su arma y apuntó a la enmascarada, quiĆ©n simultĆ”neamente saco su pistola, la habĆa obtenido durante el escape de la estación de policĆas, pero no la habĆa usado en sus ataques del dĆa anterior.
āAgradece que tu tĆo no quiere que te lastime, porque podrĆa darte un tiro en la pierna y yaā.
āPero supongo que no es tu estilo⦠tampoco esoā¦ā. Verónica se referĆa al arma elĆ©ctrica que llevaba Lilia en el cinturón.
āTienes razón, estas tonterĆas elĆ©ctricas no son emocionantes⦠te reducirĆ© con golpes purosā.
El combate inició, las damas intercambiaban golpes, siendo bloqueados cada impacto por su rival⦠se alejaron y analizaron sus estilos de pelea.
Lilia se decidió de nuevo a atacar, esquivando su golpe, Verónica le dio un contragolpe a las costillas, pero Lilia también reaccionó y le impactó con un codazo en el estómago.
Una vez mĆ”s Lilia fue a por ella y logró aplicarle un candado al cuello, la luchadora era mejor en corta distancia, inmovilizada la enmascarada recibió, dos y tres puƱos en los costados⦠fue entonces cuando Verónica se liberó del candado y aplicó su propia llave sobre el cuello de Lilia, la mujer creĆa poder zafarse, pero Verónica se dejó caer de espaldas, llevando consigo a la mujer, estallĆ”ndola de cara al suelo.
A pesar del impacto Lilia se recuperó rĆ”pido⦠una vez mĆ”s tomó a Verónica del brazo, y tras un giro le puso una llave, la enmascarada con el brazo torcido a la espalda sentĆa dolor, pero logró invertir la situación, tocĆ”ndole ahora a Lilia algo de castigo en el brazoā¦
ā¦Finalmente Lilia pateó el tobillo de Verónica mermando su movilidad, aprovechó esto y la tomó del brazoā¦con fuerza la proyectó sobre si, arrojĆ”ndola como un muƱeco viejo contra un escritorioā¦la enmascarada se estrelló contra un montón de objetos, el dolor fue intenso en la enmascarada.
Lilia expuso una gran sonrisa. Por fin dejaba en claro que era superior. Julio desde su escondite disfrutaba del combate⦠era una emoción que no cesaba, golpe tras golpes, llave tras llave⦠que increĆbles mujeres⦠Nunca habĆa visto la acción tan de cerca.
āEres mejor de lo que esperaba Liliaā. Expuso una sonrisa bajo la mĆ”scara, mientras salĆa de detrĆ”s del escritorio.
āTĆŗ tampoco estas mal, demente de la mĆ”scaraā.
Verónica atacó una vez mĆ”s, pero Lilia se defendió bien, la luchadora lanzó una patada a las piernas, pero Verónica dio un salto atrĆ”s evitando el golpe, de repente brincó sobre una pequeƱa silla y con impulso dio una patada voladora, que Lilia logró resistir usando sus brazos, Verónica una vez mĆ”s, voló pateando los protectores brazos de su rival, empujĆ”ndola contra una pared, el impacto en la espalda hizo quejar a Liliaā¦
ā¦Una tercera patada voladora impacto de lleno en el rostro de Lilia lanzĆ”ndola al sueloā¦Verónica perecĆa tener la ventaja ahora.
Mientras se daba la pelea, el tĆo Edgar habĆa ingresado al almacĆ©n, llevaba un bastón de lujo para ayudarse a caminar, dado un dolor de rodilla que le mataba desde hace meses. Ahora, viendo que Lilia parecĆa perder, se aprestaba a atacar a su sobrina por detrĆ”s, debatió entre un arma elĆ©ctrica que traĆa en el bolsillo o el bastón⦠un golpe en la cabeza y noquearĆa a la rebelde joven.
Se decidió por el bastón⦠dio en silencio unos pasos para acercarse; En ese instante, Lilia recibĆa la patada de karate en el rostro y caĆa al piso, Edgar se abalanzó sobre Verónica, pero Ć©sta le oyó venir, volteó dĆ”ndole el frente y tras bloquearle el bastonazo, le castigó con un patadón entre las piernas.
āAAAAAAAhhhhhhhhhh!ā.
El tĆo se revolcó por el suelo, cubriendo sus huevos... con el veterano hombre babeando del sufrimiento, Verónica regresó a rematar a Lilia que ya estaba reponiĆ©ndose.
Lilia le recibió con una patada a la entrepierna que Verónica interceptó.
āA los genitales eh?, serĆa mĆ”s efectivo si fuera varónā. La enmascarada se lanzó en barrida golpeando el tobillo de Lilia, quien puso las manos para no darse en el rostro, cuando se incorporó le llevó un rodillazo de Verónica en plena cara derribĆ”ndola, la mujer comenzó a rodar por el suelo, evitando a una enmascarada que trataba de pisarlaā¦
ā¦Lilia contraatacó desde el piso pateando el abdomen de la enmascarada, quiĆ©n retrocedió y se tomó el Ć”rea dolida.
āQui⦠QuiĆ©n te enseñó a pelear?ā. Lilia se veĆa muy agitada⦠Las damas hicieron una pausa para tomar aire.
āQuiĆ©n?, nadie!, aprendĆ en libros y con videos, peculiarmente resulte muy hĆ”bil aplicando los movimientos observados, supongo que mi intelecto superior y el siempre buen estado fĆsico, lograron hacerme rĆ”pidamente una expertaā.
āTodo estĆ” en la mente, en entender al detalle las cosas y aplicarlas eficientemente⦠cómo esto!ā. La enmascarada se lanzó contra Lilia y a pesar de que la luchadora pareció levantar la guardia a tiempo, el gancho de izquierda de Verónica le dio en la cara, hiriĆ©ndole en la boca⦠Lilia se sorprendió de la velocidad de su rival y de cómo atravesó su defensa.
āCómo lo hiciste?ā. Expresó Lilia limpiĆ”ndose la sangre de su labio herido.
āEs fĆ”cil, segĆŗn Bruce Lee, los movimientos de hombro determinan el movimiento de los brazos y mano, al leer el movimiento superior anticipo el movimiento inferior⦠lo mismo es con las caderas, y hasta el cuello, asĆ anticipo como te moverĆ”s de piernas y cabeza⦠es como dicen: Leer los movimientos del otroā.
Verónica atacó de nuevo, Lilia no la esperó y lanzó sus golpes, pero todos eran evitados por la enmascarada, que parecĆa pelear mejor cada minuto; Los golpes de la rival comenzaron a hacer mella en el rostro y abdomen de Lilia⦠quien solo retrocedĆa abrumada por la lluvia de impactos⦠La enmascarada esquivo un nuevo puƱetazo y pateo la rodilla de Lilia sacĆ”ndole un gemido, un rodillazo seguido a la quijada y la mujer estaba en el suelo atontadaā¦
ā¦Verónica hizo una pausa, analizó a su rival caĆda y con impulso le propinó una fuerte patada en la cabeza
Con ese golpe Lilia quedó sin sentido, Verónica le iba a rematar como con aquellos policĆas, pero algo la distrajoā¦
ā¦El ahora repuesto Edgar, querĆa venganza, sacó el arma elĆ©ctrica y apuntó con ella a su sobrina⦠de espaldas no podrĆa defenderse, el arma tenĆa un alcance de cable de 2 metros, Verónica no la verĆa llegar.
Sentado en el suelo, el viejo trato de girar para ponerse en la posición optima⦠cuanto estaba por accionar el arma, recibió un contundente golpe en la cabeza que le paralizó al instanteā¦
ā¦HabĆa sido Julio quien salió por detrĆ”s y golpeó al tĆo Edgar en la cabeza con su propio bastón⦠el corpulento hombre se derrumbó de medio lado, casi rodando⦠de inmediato perdió el sentido.
El fanÔtico quedó con el bastón en la mano y boquiabierto.
āPero que hice?... golpee a ese sujetoā.
āEs mi tĆoā. Expresó Verónica revisando la inconciencia de Edgar y tomando su arma elĆ©ctrica.
āNo fue mi intención lastimarlo, no te enojesā. Julio creĆa haber cometido una ofensa a Verónica al golpear a su familiar, pero no analizó que ella misma le habĆa golpeado minutos antes.
āMe ayudaste, y te lo agradezcoā. La enmascarada se mostró muy agradecida, a la vez que accionaba el arma elĆ©ctrica contra las partes pudendas del obeso familiarā¦sin sentido no se quejaba, pero la orina escapó y manchó el pantalón del tĆo⦠Julio no vio aquello pues caminaba hacĆa la inconsciente Lilia.
āWWOOOJUUUU!!!!ā Exclamó un entusiasmado Julio.
āPareces excesivamente emocionadoā.
Julio se acercó al rostro de la inconsciente mujer:
āEs increĆble, que combate!!!... La reconozco, es luchadora del club, y tĆŗ la viste peleando con la chica Coronado, a ambas las he visto pelearā.
āEn efecto, conozco a Adriana Coronado, pero aquella noche fui a ver a Rosa lucharā
āYa recuerdo, aquella noche fue el combate contra un chico AndrĆ©s, que venció a mi adorada Rosa Negra⦠lo recuerdo, fue antes del dĆa de navidad, fue un hermoso combateā.
āDesafortunadamente por una llamada telefónica debĆ salir del sitio, para cuando regresĆ© ya habĆa terminado el enfrentamiento, y Rosa fue vencidaā.
āDe lo que te perdiste!, tu hermana casi deja sin huevos a ese chico, pero cuando lo iba a terminar, Ć©l le dio un puƱo en un pecho y Rosa tuvo que rendirse⦠sĆ que sufrió con ese golpe en las tetas, y tĆŗ sabes que tu hermana es muy tetonaā.
āSin duda un rasgo maternoā.
āPero eres increĆble!, que forma de pelear, deberĆas entrar a la lucha erótica⦠tendrĆas Ć©xito, y siempre irĆa a verteā.
Verónica interrumpió el júbilo de Julio y le pidió salieran enseguida⦠Su destino, la universidad, donde también Julio estudiaba.
āVamos a la universidad, tengo cosas que hacer en el laboratorioā. Verónica tragó una pastilla de Modafinilo y estaba lista para partir.
Lo que no sabĆan es que desde el inicio del combate, Rebeca en su forma Astral, habĆa llegaba al almacĆ©n abandonado, se impresionó por como combatĆa la enmascarada, tambiĆ©n de aquel joven que golpeó a Edgar, se habĆa hecho amigo de la fugitivaā¦
ā¦Obviamente escuchó a donde se dirigĆan.
Rebeca regresó a toda prisa a su casa y cuerpo, enseguida se comunicó con Miguel.
āMuy bien Rebeca⦠quĆ©date en tu casa, nosotros nos encargaremos de confrontarlaā.
La āBrujaā, permanecerĆa en su casa, se vio tentada a llamar a la policĆa, pero si algo pasaba entre Verónica y las autoridades, Miguel jamĆ”s se lo perdonarĆaā¦simplemente se dedicó a ver las cartas del tarot; En su rato libre rememoró todo lo ocurrido en el almacĆ©n.
Verónica tenĆa una hermana llamada Rosa?, no sabĆa de ella, conocĆa que tenĆa una hermana de nombre Bertha, y que era otro cerebro como Verónica⦠TambiĆ©n ese joven contó que la tal Rosa perdió un combate, desnuda?, parece que participa en peleas de espectĆ”culo, mismo lugar donde Verónica mencionó observó a esa mujer Lilia⦠Pero lo que mĆ”s le llamó la atención, fue que la tal Rosa perdió con un golpe en los pechosā¦Verónica no lo observó, pero segĆŗn el chico, fue un dolor muy fuerte.
Eso es!... Rebeca se dio cuenta de algo⦠Esa Rosa es familia cercana de Verónica y sufrió un dolor en el pecho⦠y sucedió antes de la navidad pasada⦠su presagio de un dolor en el pecho a un familiar de Verónica fue correcto (Relato : NAVIDAD PARA CUATRO PAREJAS)ā¦
ā¦Rebeca se alegró al confirmar que sus presagios nunca se equivocaban.
Mientras tanto en el Club Fight Two, el administrador Gustavo Piñeres apagaba el televisor en su oficina, las noticas de la prófuga le encolerizaban.
Ya se tenĆa identificada a la criminalā¦aquella que le golpeó los testĆculos tan fuerte. Pero el dinero hurtado aun no le era devuelto, y eso que la tuvieron en prisión unas horasā¦
ā¦Ć©l ver, segĆŗn los noticieros, como se burlaba de las autoridades, le exasperabaā¦habĆa decidido actuar por su cuenta y su asistente le comunicaba que aquel que esperaba ya habĆa llegado.
El reloj marcaba las 6:30 Pm, e ingresaba a su oficina un hombre bastante corpulento, se trataba de un caza recompensas profesional, de nombre DarĆo (Protagonista del relato DARIO EL CAZARECOMPENSAS).
āQuĆ© bueno que vino pronto⦠ya le dijo mi asistente cuĆ”l es su objetivo, no?ā.
āEs esa chica que aparece desde esta maƱana en la televisión⦠la que busca la policĆaā.
āEn efecto, esa mocosa, me robo dinero y me golpeó, la maldita sabe karate o algo asĆ⦠acepta el trabajo?ā.
āAcepto!ā.
Mientras DarĆo se retiraba, PiƱeres sonreĆa⦠el hombre era un profesional, y de los mejores cazando gente, inicialmente pensó en ofrecer el trabajo a algĆŗn musculoso luchador del club erótico, esos gorilas hacen lo que sea por dinero, pero a quien enviara, tendrĆa que competir con la policĆa por capturar a la fugada, y si se tropezase con la ley, tendrĆa problemas al no estar autorizado legalmente para el asunto⦠Pero DarĆo tenĆa licencia de caza recompensas, sĆ!⦠era mejor dejar las cosas en manos de un profesional.
CONTINUARĆā¦
Gracias.
NOTA:
Verónica leyó los últimos pÔrrafos del actual relato, y expresó:
āTambiĆ©n incluirĆ”n a DarĆo el caza recompensas?ā¦Como dije antes, toda una amalgama de personajes, parafraseando al universo Marvel, ahora serĆ” el universo Zatnā.
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