CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Camilo llegaba a casa despuĆ©s de una salida al centro comercial con sus amigos, era de tarde y su madre habĆa salido con su novio probablemente allĆ sĆ³lo estaba su hermanastro. Se recostĆ³ en la silla para actualizar los datos de su celular cuando escuchĆ³ un fuerte golpe seguido de un grito en la parte de arriba. SubiĆ³ corriendo las escaleras hacia la habitaciĆ³n de Fabio, de donde habĆa salido el ruido.
Cuando llegĆ³ a la puerta de la habitaciĆ³n la abriĆ³ sin llamar.
Fabio y su amigo Oriol giraron la cabeza y parecieron sorprendidos cuando irrumpiĆ³. Estaban en calzoncillos.
āĀæEstĆ” todo bien? āpreguntĆ³ Camilo jadeando mientras sus ojos barrĆan la habitaciĆ³n buscando daƱos.
āHola, Camilo ālo saludĆ³ Oriol. Era amigo de Fabio. Pasaba mucho tiempo con Ć©l en casa. Era alto y tenĆa el cabello castaƱo onduladoā. Ā”Todo estĆ” bien!
Su hermanastro Fabio estaba sentado en el suelo.
āUgh, no, no lo estĆ”. Oriol me derribĆ³ con esa patada āgimiĆ³ y sus manos quedaron enterradas entre sus piernas. Oriol se quedĆ³ mirando a su amigo con una gran sonrisa en su rostro.
āĀæQuĆ© estĆ” pasando? Oriol, Āæpor quĆ© pateaste a Fabio? āCamilo parecĆa desconcertado cuando los dos muchachos comenzaron a reĆrse al unĆsono.
āNo te preocupes, no es nada. Solo estamos jugando āFabio respondiĆ³ mientras tomaba la mano de Oriol y se levantaba del piso.
āĀæJugando?
Fabio se levantĆ³ y se sacudiĆ³. āSĆ, Roshambo. El otro dĆa vi el juego directo en la cuenta de instagram donde estĆ”s trabajando, @proyectobastian
Camilo sacudiĆ³ la cabeza. āFabio, podrĆas lastimarte.
āSi tĆŗ lo juegas, Āæpor quĆ© nosotros no? ĀæCon que moral lo niegas? āintervino Oriol.
Fabio sonriĆ³, todavĆa acariciando sus aguacates.
āTe has quedado callado, Camilo. ĀæQuieres unirte a nosotros?
āNo, gracias āCamilo sacudiĆ³ la cabezaā. Lo digo en serio, no deben jugar Roshambo. Si lo hacen mal y no de forma profesional pueden hacerse un daƱo para siempre.
āĀæCual profesionalismo, tonto? āse burlĆ³ Fabioā. El otro dĆa barrieron el piso contigo, te patearon el culo. Ganador del paupĆ©rrimo cuarto lugar.
Camilo se quedĆ³ boquiabierto.
Fabio suspirĆ³. āNo eres la gran cosa.
āĀ”SĆ lo soy! āespetĆ³ Camilo.
āOk, lo siento, Āæde acuerdo? Nos detendremos, solo que no salgas a contarle de esto a nadie āadmitiĆ³ Fabio con vergĆ¼enza.
Camilo mirĆ³ a su hermanastro y suspirĆ³.
Los ojos de Oriol se posaron en Camilo. Su interĆ©s en Ć©l habĆa alcanzado un punto mĆ”ximo desde que Fabio le confiĆ³ el secreto que lo habĆa fauleado. SegĆŗn Fabio, estaba dotado de un par de colgantes testĆculos. Fabio afirmĆ³ que solo una patada era suficiente para derribarlo, y no lo dudaba tras su participaciĆ³n en la CBS. Camilo era grande y fuerte, era una pena que sus cojones no fueran lo suficientemente resistentes para soportar cualquier ataque.
Camilo estaba hablando con Fabio en voz baja mientras Oriol se acercaba para escuchar lo que decĆan. Se detuvo cuando estaba a unos centĆmetros de distancia. Se dio cuenta que estaba en posiciĆ³n perfecta para un ataque furtivo.
Su corazĆ³n comenzĆ³ a latir con fuerza, sintiĆ³ que se excitaba. RespirĆ³ hondo para estabilizarse y escuchĆ³ la conversaciĆ³n entre los hermanastros. TodavĆa ninguno de ellos parecĆa sentir su presencia. Luego, cuando estuvo listo, apuntĆ³ y lanzĆ³ una patada entre las piernas de Camilo.
El pie de Oriol chocĆ³ con el bulto de Camilo, su empeine levantĆ³ las bolas cubiertas del jean embistiĆ©ndolas contra su pelvis.
Camilo no supo quĆ© lo golpeĆ³. Se detuvo a mitad de conversaciĆ³n, su boca se abriĆ³ y un ronco gemido escapĆ³ de su garganta.
Fabio mirĆ³ perplejo a su hermanastro, cuando Camilo se agarrĆ³ la entrepierna y se puso de rodillas.
Cuando levantĆ³ la vista, vio a Oriol sonriendo.
āĀæPor quĆ© hiciste eso?
Oriol se encogiĆ³ de hombros. āMe cansĆ© de esperar, asĆ que decidĆ comenzar las cosas por mi cuenta.
Fabio sacudiĆ³ la cabeza y mirĆ³ a su hermanastro balanceĆ”ndose lentamente hacia adelante y atrĆ”s en el suelo.
āNo deberĆas haberlo hecho. Se enojarĆ” y se lo contarĆ” a la familia.
āNo, no lo harĆ”. No te preocupes āOriol se riĆ³. ParecĆa confiado, pero Fabio no estaba convencido.
Oriol se inclinĆ³ sobre Camilo por un momento para inspeccionar su trabajo. El muchacho estaba boca arriba sosteniendo su entrepierna protectoramente. Oriol agarrĆ³ sus manos y tratĆ³ de despegarlas.
āAmigo, ĀæquĆ© demonios? DĆ©jame āespetĆ³ Camilo.
En circunstancias normales, habrĆa sido capaz de luchar contra Oriol, pero el golpe a sus cojones lo debilitĆ³. Los dos muchachos se enfrascaron en una lucha tremenda. Camilo tenĆa fuerza y āātamaƱo, pero Oriol fue mĆ”s rĆ”pido y le dio un golpe en las costillas.
Camilo gruĆ±Ć³ y volviĆ³ a doblarse.
Oriol separĆ³ las piernas de Camilo y lanzĆ³ un puƱetazo a su entrepierna. Sus nudillos se encontraron con las gĆ³nadas de Camilo, haciendo que el joven jadeara de sorpresa y soltara un grito.
Oriol se riĆ³ mientras seguĆa con otro golpe hundiendo el puƱo en el montĆculo en el jeans de Camilo.
Fabio sonriĆ³ sintiĆ©ndose divertido.
Camilo se retorciĆ³ de dolor gritando a todo pulmĆ³n cuando los golpes de Oriol llovieron sobre sus frĆ”giles gĆ³nadas aplastadas una y otra vez.
āĀ”Es suficiente Oriol! ādijo Fabio, preocupado.
Oriol sonriĆ³ y sacudiĆ³ la cabeza. āEspera, ĀæcuĆ”l es la problema? Hay una cosa que quiero comprobar āagarrĆ³ los jeans de Camilo por las piernas y los halĆ³ hasta que se deslizaron. Luego fue por sus calzoncillos. Camilo gimiĆ³, vagamente consciente de lo que le estaba sucediendo por los latidos constantes de sus testĆculos.
Una vez que fue despojado de su ropa cintura para abajo, Oriol pudo ver que la descripciĆ³n de Fabio en vivo de la desnudez de su hermanastro y comprobĆ³ que no era exageraciĆ³n. Una hermosa polla blanca decorada de dos huevos grandes y colgantes, cuando los vio, supo que tenĆa que tocarlos.
Oriol recogiĆ³ los cojones de Camilo y los hizo rodar contra la palma de su mano. Eran pesados, suaves y, sin embargo, firmes.
Camilo gimiĆ³ cuando la mano de Oriol se cerrĆ³ alrededor de su saco y comenzĆ³ a acariciar sus grandes bolas. SabĆa el peligro en el que se encontraba, pero estaba demasiado dĆ©bil para defenderse.
āĀæOriol? āFabio vio la lujuria en los ojos de su amigo y supo que era hora de detener eso antes de que las cosas fueran demasiado lejos, pero Oriol no pareciĆ³ escucharlo.
Oriol se llenĆ³ de una sensaciĆ³n de euforia mientras sostenĆa las huevas de Camilo como rehĆ©n. Poco a poco comenzĆ³ a experimentar, primero con ligeros apretones, rĆ”pidamente aumentĆ³ el nivel de dolor.
Camilo gimiĆ³ mĆ”s fuerte y moviĆ³ sus piernas varias veces, pero fue inĆŗtil. El bloqueo de Oriol en su virilidad era sĆ³lido.
āOriol ārepitiĆ³ Fabioā. Ha tenido suficiente.
Oriol ignorĆ³ la protesta de su amigo y centrĆ³ su atenciĆ³n en la gran gĆ³nada izquierda de Camilo. Hizo rodar el grueso cojĆ³n entre sus dedos y tirĆ³ de Ć©l hacia la base del escroto, aislĆ”ndolo de su gemelo antes de comenzar a presionarlo.
La cadera de Camilo se sacudiĆ³ y dejĆ³ escapar un gemido bajo y estrangulado.
DespuĆ©s de unos segundos, Oriol soltĆ³ la hueva torturada que regresĆ³ a su forma natural. Luego agarrĆ³ la bola derecha y le aplicĆ³ el mismo tratamiento, haciendo que Camilo volviera a gemir.
Oriol alternaba varias veces antes de finalmente dejar de apretar y golpear las carnosas pelotas de Camilo.
Camilo se quejĆ³ y su polla se crispĆ³.
āVaya āsonriĆ³ Oriol. Luego le dio otro golpe.
Todo el cuerpo de Camilo se sacudiĆ³ como si fuera golpeado por un rayo y su polla se elevĆ³ en el aire, orgullosa, imponente, esplĆ©ndida.
āĀæVes esto? āpreguntĆ³ Oriol asombrado golpeando las bolas desnudas de Camilo unas cuantas veces mĆ”sā. Ā”Se estĆ” excitando!
āSuficiente Oriol, lo estĆ”s lastimando āpidiĆ³ Fabio.
āDe ninguna manera, sabemos que le gusta āOriol agarrĆ³ el miembro de Camilo y lo masturbĆ³ por unos segundos.
āOriol, esto tiene que parar āFabio frunciĆ³ el ceƱo.
āĀ”Solo un minuto, estos huevos deben estar llenos de leche! āasegurĆ³ Oriol. TenĆa la mano firme en el palpitante pene de Camilo mientras seguĆa apretando una bola contra la otraā. Voy a ordeƱarte, Camilo.
Fabio los mirĆ³ con fija fascinaciĆ³n mientras lo masturbaba, Camilo fue reducido a un montĆ³n de gemidos.
āVamos, bota esa leche, sĆ© que quieres hacerlo āOriol retorciĆ³ el escroto del muchacho como si estuviera escurriendo una toalla hĆŗmeda.
Camilo aullĆ³ cuando sus toronjas fueron pellizcadas sin piedad y estiradas al mĆ”ximo.
Fabio vio el sufrimiento en la cara de su hermanastro y se preocupĆ³.
āNo puedes forzarlo ādijo, inclinĆ”ndose junto a su amigo.
āAyĆŗdame, mis dedos se estĆ”n cansando āpidiĆ³ Oriol.
Por un momento, los ojos de ambos hermanastros se encontraron. Fabio sonriĆ³.
Suavemente, agarrĆ³ las bolas de su hermanastro y las colocĆ³ en su mano como si fueran un par de huevos que podrĆan romperse con el mĆ”s mĆnimo golpe. Camilo gimiĆ³, pero no hizo nada para detenerlo cuando Fabio comenzĆ³ a frotar lentamente sus testĆculos entre sus dedos, apretando suavemente.
Camilo de repente dejĆ³ escapar un gemido. La tensiĆ³n en su rostro desapareciĆ³, y Fabio se dio cuenta de que el gemido no habĆa sido por dolor, sino de placer.
Fabio continuĆ³ su tratamiento en los testĆculos de Camilo, deteniĆ©ndose ocasionalmente solo para darle a la polla algunas caricias cortas para continuar. Gracias a las delicadas manos de Fabio, la polla de Camilo se engrosĆ³ y endureciĆ³ en poco tiempo, apuntando al techo, dura como roca.
Los tres pares de ojos miraron la verga mientras temblaba, lista para soltar un gran fajo de semen.
āVamos, hazlo āsusurrĆ³ Oriol, su voz temblaba de emociĆ³n. Su bragueta estaba abierta y su mano bajaba a su pantalĆ³n, donde tenĆa una erecciĆ³n mientras observaba a Fabio y su hermanastro.
Fabio mirĆ³ a Camilo.
Camilo sintiĆ³ un hormigueo en sus gĆ³nadas subiendo a su pene.
Fabio apretĆ³ el agarre, presionĆ³ sus dedos contra cada una de las peloas y masturbĆ³ rĆtmicamente la verga. La polla de Camilo comenzĆ³ a tener espasmos cuando los dedos de Fabio se movieron cada vez mĆ”s rĆ”pido.
Camilo apretĆ³ los dientes y gimiĆ³. Su polla se tensĆ³ y comenzĆ³ a eyacular, brotando un chorro gigante de semen cremoso como volcĆ”n.
Oriol jadeĆ³ y pareciĆ³ aturdido observando el espectĆ”culo.
Cuando terminĆ³, tanto Camilo como Fabio estaban cubiertos por la sustancia salada.
āĀ”Oh, eso fue increĆble! āafirmĆ³ Oriol. El frente de sus jeans tenĆa una mancha hĆŗmeda.
Los ojos de Camilo estaban cerrados y su rostro parecĆa tranquilo y relajado. Ahora que todo habĆa terminado, no tenĆa idea de cĆ³mo reaccionar con su hermanastro despuĆ©s de golpearlo en los testĆculos y ordeƱarlo.
El corazĆ³n de Fabio dio un vuelco cuando los ojos de Camilo se abrieron lentamente. Respiraba profundamente, tomĆ”ndose un momento para examinar los charcos de su semen que se habĆan acumulado sobre su estĆ³mago. Fabio contuvo el aliento cuando los ojos de Camilo se levantaron y se fijaron en los suyos, mantuvo la mirada. El tiempo se detuvo para ambos. Fabio se moviĆ³ incĆ³modo, inseguro de lo que debĆa hacer a continuaciĆ³n. Sus peores temores comenzaron a manifestarse en su mente y entrĆ³ en pĆ”nico.
Camilo se le quedĆ³ mirando a los ojos y despuĆ©s sonriĆ³.
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