CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
āEl primer juego es Nutball āexplicaba Simón Chacón a las personas que seguĆan la competencia en vivo por instagramā. Los concursantes deben contar con la mejor precisión de lanzamiento. Resistencia al dolor debe ser otra de las caracterĆsticas, en nuestro primer dĆa de compencia contamos con un total de 120 espectadores en el gimnasio lo que promete que el encuentro serĆ” brutal. AquĆ cerca tenemos a David. Nunca ha competido en un campeonato de Nutball. Ahora estĆ” preparado para dar lo mejor de sĆ.
El hombre moreno esposo de Pablo se quitó el boxers, revelando un par de testĆculos de buen tamaƱo y una polla mediana un poco dura. Su vello pĆŗbico estaba recortado mientras que sus bolas estaban bien afeitadas.
āDavid tiene todo lo que se necesita para un buen juego de Nutball ācomentó Simón Chacónā. Su otro competidor es Walter, veamos quĆ© nos tiene que mostrar.
Walter le dio la espalda y se quitó los calzoncillos, revelando sus nalgas bronceadas. Se dio la vuelta y le guiñó un ojo a los espectadores. Sus grandes huevos colgaban bajo su impresionante pene.
āĀæQuizĆ”s tenemos uno de los primeros favoritos aquĆ? ācontinuó Simónā. Ahora nos encontramos con ElĆas, en su hoja de vida resalta sus aƱos de entrenamiento en bĆ©isbol.
El semental de pelo con algunas canas sonrió y se bajó los calzoncillos. Su polla dura saltó y algunos espectadores jadearon de admiración. Era una cosa hermosa, y rivalizaba con el miembro orgulloso de Walter en longitud y circunferencia.
āWow āSimón se rió entre dientesā. Esto es una sorpresa. ElĆas es un gran contendiente. Y mira esas manzanas enormes. Guau.
El pĆŗblico aplaudió la revelación de ElĆas.
āY, por Ćŗltimo, pero no menos importante, tenemos a Horacio. A su vez tambiĆ©n es el presidente de la CBS y fundador de esta jornada.
Horacio arrojó sus calzoncillos boxer a la multitud haciendo que se volviera loca de emoción.
āVamos a ver cuatro buenos competidores hoy āexplicó Simónā. David se enfrentarĆ” a Horacio, y ElĆan rivalizarĆ” con Walter los ganadores de cada encuentro jugarĆ”n por la medalla de oro y los perdedores juegan por bronce.
Los cuatro contrincantes se posicionaron desnudos sobre el escenario, mostrƔndose orgullosos de sus cuerpos.
āAhora viene el Ć”rbitro de las competencias y es... Alguien muy adorado y seguido por todos, con un fuerte aplauso recibamos a Eladio.
La multitud vitoreó salvajemente cuando reconocieron a Eladio. El experto futbolista de la selección nacional responsable de los goles en el Mundial Rusia 2018. Amigo también de Lucas Chacón.
Eladio sonrió y disfrutó las ovaciones.
Luego habló con los competidores. HabĆa marcas en el suelo para que los jugadores se sentaran. David se colocó a un lado, Horacio se sentó frente a Ć©l, ambos con las piernas bien separadas. Estaban sentados con 20 centĆmetros de espacio entre ellos.
Ambos sacudieron sus pollas durante un par de segundos para que se levantaran y no obstruyeran el acceso a sus huevos que descansaban en el piso entre sus muslos.
āDe acuerdo con las reglas de Nutball, se gana por nocaut o por puntos ganados despuĆ©s de cinco minutos āexplicó Simónā. Ahora los oponentes pueden elegir sus armas.
Al lado de los jugadores habĆa una variedad de objetos, algunas pelotas de bĆ©isbol, pelotas de tenis, de billar, pero tambiĆ©n zapatos, cubos de Rubik y latas de refresco. Las latas de refresco habĆan sido aƱadidas despuĆ©s del contundente golpe de Horacio el dĆa de la inauguración. David las seleccionó.
Horacio se volvió mÔs tradicional y eligió las pelotas de béisbol.
Entonces Eladio, el Ɣrbitro, hizo sonar su silbato.
El primer juego comenzó.
David arrojó la lata llena de refresco pero falló por poco.
āEso fue un tiro de seƱorita ācomentó Simónā. Tienes que hacerlo mejor que eso, porque...
Horacio sonrió y arrojó la pelota de bĆ©isbol a las joyas colgantes de David. Aterrizó perfectamente y estrelló sus pelotas contra el suelo duro. Sus dos testĆculos fueron golpeados y David gritó de dolor. La multitud vitoreó.
David hizo una mueca y se masajeó las huevas. Agarró otra lata de refresco y la pesó en su mano. Apuntó y arrojó la lata a las bolas de Horacio, fallando nuevamente.
āEsto no va bien para David ādijo Simónā. Tiene que asestar un golpe o serĆ” fulminado pronto.
Horacio sonrió y agarró una pelota de bĆ©isbol. Con un rĆ”pido y poderoso movimiento, lanzó la pelota a la entrepierna de David, anotando otro golpe directo y provocando una ronda de aplausos de la audiencia. David tosió y acarició sus testĆculos.
āEsto es feo ācomentó Simón. ā. David no tiene ninguna posibilidad...
La cara de David estaba pÔlida cuando tomó otra lata de refresco. Tragó saliva y miró al techo.
Horacio sonrió, sabiendo que las habilidades de lanzamiento de David estaban mucho mÔs allÔ de las suyas.
David arrojó la lata de refresco, que aterrizó en la rodilla de Horacio, muy lejos del objetivo.
āWow, esto es feo āSimón se rió entre dientesā. QuizĆ”s las latas no eran la mejor opción en armas para empezar...
Horacio sonrió y conectó su tercer golpe consecutivo, la pelota de bĆ©isbol se hundió en los testĆculos de David. Su polla dura se crispó y gritó de dolor. Algunos muchachos del pĆŗblico se encogieron y Horacio sonrió con orgullo.
āAy, ay, ay āSimón hizo una muecaā. QuizĆ”s deberĆa rendirse.
Pero David intentó ignorar el dolor en sus pobres bolas y agarró otra lata de refresco. Jadeó pesadamente y miró la lata, rezando en silencio para que esta golpeara el hermoso saco de huevos de su rival. Se enderezó y se concentró en el objetivo, las pesadas y jugosas bolas de Horacio debajo de su polla dura.
Horacio sonrió.
Pero esta vez David anotó un golpe. El metal duro se hundió en las delicadas gónadas de Horacio, aplastando los orbes en el suelo. Horacio gimió.
āĀ”SĆ! āgritó Simón, y el pĆŗblico vitoreóā. QuizĆ”s esta sea la oportunidad de David. Quedan dos minutos.
Horacio trató de recuperarse. Gimió de nuevo y se masajeó los huevos con los dedos.
āParece que Horacio estĆ” en problemas, Āæse va a rendir?
Horacio agarró una pelota de bĆ©isbol y la arrojó a la entrepierna de David. Sin embargo, su punterĆa falló, y David sonrió mientras buscaba otra lata de refresco.
Horacio parecĆa mortificado.
David apuntó y lanzó la lata con tanta fuerza como pudo. La lata se estrelló contra el escroto de Horacio, haciendo que aullara de dolor y rodara en el suelo.
āParece que la suerte ha cambiado ācomentó Simónā. Horacio aĆŗn lidera, pero por un pequeƱo margen. Vamos en el minuto 3:04. Horacio se estĆ” tomando todo el tiempo posible para recuperarse.
Horacio rodaba por el suelo envuelto en agonĆa, agarrando sus doloridas bolas y gimiendo miserablemente, mientras el pĆŗblico animaba a David.
āHoracio tiene que lanzar dentro de los próximos 5 segundos o David obtiene un punto por penalización ā, dijo Simónā. 3, 2, 1.
Eladio hizo sonar el silbato.
āEso es. Son 3 puntos cada uno ahora ācomentó Simónā. Guau. ĀæPodrĆ” Horacio salir de su miseria? El tiempo se acaba y tiene que conseguir un golpe sólido...
Horacio hizo una mueca de dolor, agarrando sus doloridas gónadas. Miró a su oponente con expresión siniestra, y agarró una pelota de béisbol con la mano derecha, mientras confortaba sus bolas palpitantes con la izquierda.
David sonrió nerviosamente.
āEl tiempo se acaba ārepitió Simón.
Horacio hizo una mueca de nuevo. Con toda la fuerza que le quedaba, lanzó la pelota de bĆ©isbol a las bolas de David. La pelota se hundió en las joyas con un ruidoso golpe, trayendo un fuerte āOooooā de la multitud y un ronco āOooooā de los labios de David. Los ojos del esposo de Pablo se cruzaron ligeramente y sus dedos encontraron su escroto.
āĀ”SĆ! āgritó Simónā. Eso podrĆa ser la victoria para Horacio.
David comenzó a toser.
Eladio, el Ôrbitro, miró su reloj. Se puso el silbato en la boca y lo sopló dos veces, terminando el juego.
David se movió en el suelo serpenteando como culebra desesperada.
Horacio se levantó y se acarició la verga varias veces con la mano derecha mientras formaba el signo de la victoria con la izquierda.
El público aplaudió.
āĀ”Es una victoria para Horacio! āgritó Simónā. IncreĆble. Ā”Ese fue el final digno de campeones!
David estaba acurrucado en el suelo, rodando de lado a lado y gimiendo de dolor.
āLos siguientes son Walter y ElĆas. Horacio lucharĆ” contra el ganador de esa ronda por la medalla de oro, mientras que David tendrĆ” que luchar contra el perdedor para obtener una medalla... Ahora el Ć”rbitro estĆ” despejando el campo.
Eladio ayudó al pobre David a levantarse y lo llevó a la puerta de los vestuarios donde Pablo lo esperaba con una bolsa de hielo.
Horacio caminó hacia allĆ tambiĆ©n. Ignacio y Camilo sonreĆan y palmearon con enerĆa su espalda felicitĆ”ndolo. Horacio sonrió dĆ©bilmente y agarró sus bolas que tambiĆ©n habĆan recibido una paliza.
Ahora Walter y ElĆas subieron al escenario. Sus cuerpos desnudos brillaban a la luz del gimnasio.
Walter se paró frente al pĆŗblico y saltó arriba y abajo, con las manos sobre la cabeza, haciendo que el pĆŗblico aplaudiera de ver sus genitales rebotar con Ćmpetu.
āWalter cuenta con la audiencia como apoyo ācomentó Simónā. Probablemente sabe que serĆ” difĆcil vencer a la estrella de bĆ©isbol ElĆas en el próximo partido.
ElĆas no parecĆa impresionado. Se acarició el miembro y se sentó en la marca.
āElĆas parece ansioso por comenzar. Ahora el Ć”rbitro pide que Walter se siente tambiĆ©n ādijo Simón.
Walter se sentó frente a ElĆas, mientras la multitud lo vitoreaba.
ElĆas sonrió gentilmente.
āĀæCuĆ”les serĆ”n las armas de elección de los concursantes? āpreguntó Simónā. ElĆas va por las pelotas de bĆ©isbol. Bueno, eso no es sorpresa. ĀæPero quĆ© va a hacer Walter? Ćl, oh, se arriesga y elige las bolas de billar. Esas cosas pesadas son difĆciles de arrojar. Pero cuando dan en el blanco, realmente dan en el blanco... Ahora el Ć”rbitro comienza el juego. ElĆas va a comenzar.
Los dos jugadores estaban sentados uno frente al otro, sus piernas abiertas, sus pollas duras apuntaba al techo, sus enormes ciruelas descansaban pacĆficamente entre sus muslos musculosos.
ElĆas pesó la pelota de bĆ©isbol en su mano y miró la enorme huevera de Walter.
Walter le sonrió.
ElĆas lo ignoró y arrojó la pelota de bĆ©isbol a la entrepierna de Walter.
Aterrizó en sus huevos, aunque un poco fuera del objetivo.
āEsto es interesante ādijo Simónā. ĀæEl Ć”rbitro lo contarĆ” como un punto? Walter no parece tener ningĆŗn dolor.
Eladio dio un paso hacia los concursantes y miró la entrepierna de Walter como si esperara encontrar una marca del impacto. Luego asintió. El golpe fue contado.
āEsa es una ventaja para ElĆas ācomentó Simón.
Walter se encogió de hombros y apuntó con la pelota de billar.
āEsto va a doler āpredijo Simón.
Y lo hizo. La bola de billar voló en un arco perfecto y se incrustó en los vulnerables orbes de ElĆas, atrayendo un jadeo colectivo de la audiencia y un grito de dolor del concursante. El pobre hombre agarró sus huevos y se dobló.
āAy. Es un empate ādijo Simón.
ElĆas respiraba con dificultad intentando lidiar con el dolor.
El pĆŗblico estalló en vĆtores y aplausos para Walter.
El atractivo moreno sonrió y asintió a la multitud.
ElĆas logró recuperar el aliento a tiempo y agarró una pelota de bĆ©isbol.
La lanzó con la mĆ”xima fuerza y āālogró golpear las bolas de Walter. Quien jadeó cuando la pelota golpeó sus órganos reproductivos, sus bolas fueron afectadas por el impacto, mientras su polla tambiĆ©n se retorcĆa.
Gimió y se agarró la ingle.
ElĆas todavĆa estaba dolorido por el golpe anterior de Walter, pero logró formar una sonrisa victoriosa, mientras que Walter se dobló y tosió.
āWalter se estĆ” tomando su tiempo para hacer frente al golpe. Pero tiene que tener cuidado. Agarra otra pelota de billar y apunta a la virilidad de ElĆas.
Walter se concentró. Sus ojos se entrecerraron mientras se enfocaba en el Ôrea objetivo.
ElĆas parecĆa asustado. Sus bolas ligeramente enrojecidas estaban completamente desprotegidas ya que su polla dura y gruesa estaba de pie. QuizĆ”s sabĆa que era el final.
Walter exhaló lentamente, luego disparó la pelota de billar a la entrepierna de ElĆas. Aterrizó perfectamente, justo en la gónada izquierda.
āOoooh āSimón hizo una muecaā. Ooooh, eso mató a los hijos de ElĆas.
Los ojos del atleta se cruzaron, su boca formó una O y sus cejas se alzaron. Luego sus ojos giraron hacia atrÔs y se desmayó.
El Ć”rbitro se apresuró y echó un vistazo, luego declaró que el partido habĆa terminado.
La audiencia rugió con aprobación y aplaudió a Walter, quien sonrió y se inclinó.
āSe acabó. Ā”Wow! āgritó Simónā. Ā”Wow! ElĆas se desmayó. Es una victoria por nocaut para Walter. Eso significa que lucharĆ” contra Horacio por la medalla de oro. Guau.
Los compaƱeros de ElĆas: Ari y Evan, se apresuraron hacia su amigo y, con la ayuda de un poco de sal de olor, lo trajeron a la conciencia y al dolor de pelotas. ElĆas aulló y agarró sus pobres bolas. Ari retiró los dedos de su ingle e inspeccionó su hueva izquierda, temiendo algĆŗn daƱo permanente.
Asintió aliviado.
āBueno. Todo parece estar bien ācomentó Simónā. Ahora sigue el enfrentamiento de los perdedores por la medalla de bronce, lo que significa, desafortunadamente, que ElĆas tendrĆ” que volver al ring para luchar contra David. Esta deberĆa ser una victoria fĆ”cil para el primero. No hay duda de esoā¦
ElĆas protestó cuando el Ć”rbitro le dijo que tendrĆa que quedarse para el próximo partido, pero fue en vano. Estaba rodando por el suelo, tratando de sobrellevar el dolor que irradiaba de sus delicadas esferas dentro de su escroto.
David subió al escenario y se sentó frente a ElĆas, que todavĆa se retorcĆa en agonĆa.
āPor otro lado, David no ha tenido el rĆ©cord perfecto con Horacio. QuizĆ”s, ElĆas tenga oportunidad de ganar el bronce despuĆ©s de todo... Ahora, ĀæquĆ© tipo de instrumento va a elegir David? Parece pensar en eso. Oh, ha tomado una decisión. Y va por... oooh, el cubo de Rubik. Eso es... No sĆ©... Si consigue uno o dos buenos golpes con los bordes puntiagudos, podrĆa acabar con ElĆas para siempre...
ElĆas todavĆa era incapaz de continuar, pero el Ć”rbitro se impacientó. Habló con Ć©l y lo convenció para que se sentara en su marca.
Los dos oponentes estaban uno frente al otro. David sonreĆa acariciando su pene para que volviera a estar completamente duro. ElĆas no tenĆa que hacer nada, porque su polla estaba orgullosa. Sin embargo, su rostro contaba otra historia. Apretó los dientes para ignorar el dolor. Cuando vio a David con el cubo en la mano, palideció.
David sonrió.
ElĆas resolvió quedarse con las pelotas de bĆ©isbol.
āNo sĆ© si es una buena idea. No le hizo mucho bien en su primer turno. Pero veamos ādijo Simón.
ElĆas volvió a hacer una mueca de dolor y arrojó la pelota de bĆ©isbol. Que no aterrizó cerca de los huevos de David
David sonrió alegremente.
āGuau. Ā”Eso estuvo muy lejos del objetivo! ācomentó Simón.
ElĆas gimió cuando vio a David torcer el cubo.
David le guiñó un ojo y lo arrojó a las bolas carnosas de ElĆas. Las golpeó muy bien, pero no muy duro. Sin embargo, el impacto de los bordes duros pareció renovar el dolor en los huevos de ElĆas y gritó de dolor agarrando sus testĆculos
āOuch ādijo Simónā. No creo que esto dure mucho...
David sonrió y la audiencia vitoreó.
El pobre ElĆas intentó una vez mĆ”s lograr un buen golpe pero, nuevamente, no golpeó los huevos de David. La pelota de bĆ©isbol golpeó su muslo y David se echó a reĆr.
La mirada en el rostro de David cambió a determinación feroz.
āAl parecer, David va a matar a los hijos de ElĆas āobservó Simón.
ElĆas gimió. Su cuerpo tembló, haciendo que su polla dura se contrajera y las bolas dentro de su saco vibraran.
Luego, con el lanzamiento de un jugador de bĆ©isbol, David arrojó el cubo de Rubik al pobre escroto de ElĆas. Dando en el blanco.
El grito de angustia de ElĆas se ahogó entre los aplausos y vĆtores de la multitud.
El borde duro y puntiagudo del cubo habĆa golpeado a las dos bolas de ElĆas.
āĀ”ME RINDO! āgritó y cayó a un lado. Sollozó incontrolablemente y sobó sus pobres y destrozadas bolas con las manos.
āĀ”Eso es medalla de bronce para David! āSimón gritó emocionado.
David saltó arriba y abajo, sus genitales rebotaban alegremente entre sus piernas. Su esposo corrió al escenario y lo abrazó.
El pĆŗblico se volvió loco en algarabĆa.
ElĆas yacĆa en el suelo, reducido a un lloroso desastre. Estaba acariciando sus huevos con las manos, tratando de aliviar el dolor.
āAhora es el momento de la final ādijo Simónā. Horacio y Walter. Ambos han recibido golpes, pero Horacio definitivamente tuvo mĆ”s dificultades para ganar contra David. AsĆ que serĆ” un reto de suspenso... Los dos finalistas estĆ”n sentados en el suelo, con las piernas abiertas, la polla apuntando hacia arriba, todo estĆ” bien de acuerdo con las reglas establecidas. Ahora el Ć”rbitro les pregunta quĆ© instrumentos eligen y... Ambos van por las bolas de billar. Ay. SerĆ” una batalla acalorada...
Eladio hizo sonar el silbato y comenzó el partido.
āDentro de cinco minutos tendremos nuestro primer medallista de oro ādijo Simón con entusiasmo.
Horacio tomó la primera bola de billar y miró a su oponente.
Walter sonrió con confianza. Agarró sus bolas y las pesó en su mano.
Horacio sonrió. Luego apuntó y lanzó la pelota de billar.
Los ojos de Walter se abrieron de terror cuando la bola voló por el aire hacia él.
Momentos antes del impacto, cerró los ojos con resignación.
Fue un golpe perfecto. La pesada bola se estrelló contra sus preciosas pelotas y las aplastó con precisión.
Soltó un grito de dolor.
Horacio sonrió y apretó el puño en pose de victoria.
Walter gimió cuando la pelota rodó lejos de sus muslos. Agarró sus bolas debajo de su polla. La expresión de su rostro decĆa mucho.
āBien hecho ādijo Simón con admiración.
Walter trató de sacudirse el dolor y agarró una bola de billar para lanzar su contraataque.
Horacio sonrió con confianza. La sonrisa se convirtió en una extraña expresión de dolor cuando la bola de billar se estrelló contra su ingle.
El sonido del impacto se escuchó en todo el gimnasio, y el pĆŗblico rugió con aprobación y vĆtores.
Horacio se tomó su tiempo y acarició sus bolas con ambas manos, hasta que el Ôrbitro miró su reloj.
Para no darle un punto de penalización a Walter, Horacio agarró otra bola de billar.
Con un fuerte gemido, envió la pelota a la indefensa entrepierna de Walter.
La pelota aterrizó con un fuerte golpe en los objetos de Walter que gimió y cayó hacia un lado.
Horacio dejó escapar un fuerte āĀ”SĆ! āy el pĆŗblico aplaudió.
āWalter parece estar en problemas ... ā observó Simón.
Y asà era. Su rostro estaba pÔlido y sus ojos se humedecieron.
āTiene que tener cuidado con el tiempo... ādijo Simón mientras se retorcĆa en el suelo, protegiendo su entrepierna.
Horacio parecĆa bastante satisfecho y continuó frotando sus bolas.
Walter estaba haciendo lo mismo. Gimiendo en voz alta, y la audiencia comenzó a gritar āĀ”Walter, Walter, Walter! āpara que volviera a la acción.
Walter gimió y se enderezó, abriendo las piernas y agarrando la siguiente bola de billar, justo cuando Eladio, el Ôrbitro, se estaba poniendo el silbato en la boca para otorgarle a Horacio el punto de penalti.
Walter lanzó la pelota a la entrepierna de Horacio con una fuerza sorprendente y gritó cuando golpeó en el objetivo. Le apretó la entrepierna y gimió de dolor.
āAmbos concursantes estĆ”n teniendo una pelea infernal ādijo Simón.
La audiencia se volvió loca, gritando los nombres de los finalistas y animĆ”ndolos, mientras Horacio yacĆa en el suelo, gimiendo y quejĆ”ndose.
Walter no parecĆa que se sintiera mucho mejor, su rostro habĆa perdido todo color y parecĆa que estuviera fuera de combate en cualquier momento.
Horacio volvió a su posición, con la cara roja como un tomate y la mano consolando sus pobres pelotas.
Agarró una bola de billar y la arrojó a la ingle de su oponente con toda la fuerza que pudo reunir.
Eso fue suficiente.
Walter gritó y se derrumbó, rodando hacia un lado con sus manos agarrando sus doloridas bolas. Se acostó sobre su vientre moviĆ©ndose hacia arriba y hacia abajo mientras trataba de deshacerse del dolor en sus pobres testĆculos.
Horacio sonrió débilmente.
āĀæPodrĆa ser este el final? āpreguntó Simónā. Estamos en el minuto 3:17. Si Walter no se levanta pronto, Horacio serĆ” el ganador.
Walter estaba gimiendo, retorciéndose en el suelo, agarrando sus palpitantes albóndigas.
Su hermano MoisƩs y su amigo Milton le gritaban para que no se rindiera.
El Ɣrbitro hizo sonar el silbato.
āEse es un punto de penalización. Horacio lidera 4 - 2. No creo que Walter vuelva a levantarse āexplicó Simón.
Estaba en lo correcto. Medio minuto después, Eladio sonó el silbato dos veces, terminando la pelea.
āĀ”Tenemos un ganador! Ā”Nuestro primer medallista de oro! āgritó Simón.
Walter sollozó.
Horacio se levantó y sonrió débilmente. Sacudió su polla varias veces, deteniéndose después de hacer una mueca por el dolor en sus bolas.
El público aplaudió, y Horacio levantó las manos en señal de victoria.
Sus compaƱeros subieron al escenario y lo abrazaron.
āĀ”Oro! Ā”Oro para Horacio! āgritó Simón
La algarabĆa reinó en todo el gimnadio con aquella competencia restaban 4.
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