PORQUE MI MARIDO NO DESPIERTA?
CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.
Astrid, una mujer de 32 años se encontraba en el hospital, su marido Mateo estaba en la cama sin reacción alguna, la mujer estÔ desesperada y sólo permanece sosteniéndole la mano.
āPorque
mi marido no despierta, doctora?āPregunta la mujer al ingresar la doctora a la
habitación, sin soltar la mano de su esposo.
La doctora le explica que Mateo estƔ estable y le realizan pruebas diversas, pronto sabrƔn que le sucede en realidad.
Ante la angustia de Astrid la doctora la insta a contar lo sucedido, eso le aliviarĆ” la carga emocional y se sentirĆ” un poco mejor, la esposa se niega en principio, pero la mĆ©dica termina convenciĆ©ndola... AsegurĆ”ndole que su marido estarĆ” en buenas manos del personal de enfermerĆa y de ella misma.
Astrid pasa al consultorio de la trabajadora social y tras una charla por parte de la profesional decide contar lo que sucedió:
EstĆ”bamos en el pueblo de San Jacinto de Olmos, eran las fiestas patronales y mi marido querĆa visitar a algunos primos y festejar allĆ, nos quedamos en un hotel del pueblo. Era nuestro primer viaje solos desde hace mucho tiempo. Mis padres se hicieron cargo de nuestros 5 hijos mientras tenĆamos unos dĆas de viaje y relajación.
La expresión de Astrid era de felicidad pura, hacĆa tiempo no se divertĆa tanto con su marido, a pesar de ser un pueblo pequeƱo el ambiente era muy ameno.
Pero después de las 11 de la noche sucedió algo, un tipo pasó a mi lado y me tocó un seno, no fue un accidente, el descarado lo hizo a propósito.
Me sentĆ enojada, Mateo me preguntó que me sucedĆa, pero yo no daba para decĆrselo, insistió tanto y yo le contĆ©.
Estalló en ira, y fue a reclamarle al sujetoā¦
Mateo estaba bebido, no mucho pero lo vi muy enfadado, el otro tipo seguro igual estaba tomado, y discutieron enseguida. Mi marido le dio un golpe en la cara al tipo ese y se comenzaron a pelear.
Yo le gritaba que dejara de pelear y algunas personas de la fiesta tambiĆ©n lo pedĆan, otros miserables querĆan verlos pelear, cómo no se trataba de un cercano suyo no les importaba.
Mi marido le estaba dando una tunda de golpes a ese canalla, pero apareció otro sujetoāDespuĆ©s supe que era un primo del que me tocó el senoā Y le dio a Mateo una patada por detrĆ”s en las pelotas, le pateó muy duro, maldito!
āAAAAAHHH!!!!!āMateo gritó muy fuerte y se agarró las bolas con una mano.
El dolor era mucho para mi esposo, se fue agachando hasta quedar de rodillas, despuĆ©s se acostó en el suelo de medio lado, sin duda le debĆan doler mucho las bolas con esa patada traicionera.
Le vi la cara a ese cobarde, tenĆa cara de mala gente.
Yo corrà a ayudar a Mateo y ese tipo me empujó al suelo, caà sentada pero no me lastimé. Ahà fue cuando las personas intervinieron deteniendo la pelea.
Una mujer āQue no paraba de reclamar a ese miserable del primoāme ayudó a levantar.
AlcancĆ© a ver a ese cobarde inclinado sobre la cara de Mateo, no le pegaba pero de seguro le decĆa algo, miserable cobarde! Jactarse de ganarle por pegarle en las bolas, eso es de alguien que es poco hombre!
Por fin aparecieron unos primos de Mateo y alejaron a los dos tipos, y finalmente se fueron; Yo estaba al lado de Mateo, parecĆa desmayado, no me sorprendĆ de eso. Le pedĆ ayuda a las personas para llevarlo al cuarto de nuestro hotel, como estaba cerca no tardamos en llegar.
āY porque no lo llevaste al hospital?āInterrumpió la narración la trabajadora social.
āSeƱora āMiró fijamente a la trabajadora social āYo ya he lidiado con eso.
La trabajadora social puso cara de no entender, y Astrid le iba explicar.
āNo es la primera vez que mi Mateo se desmaya despuĆ©s de un golpe en sus partes, yo sĆ© que esos golpes les duelen mucho a los varones, pero en otras veces que se ha golpeado ahĆ o le han llegado a pegar, Mateo se ha desmayado...Yo creo que es porā¦
Astrid hizo una pausa bajó la mirada y se encarnó un poco.
āā¦Yo entiendo su condición, es por tener las huevas mĆ”s grandes, por eso es que le duelen tanto a Mateo, peroā¦Pero eso no es malo, porque por eso es que me ha preƱado 5 vecesāAstrid recordaba las pelotas de su marido, de mayor volumen que el promedio, y yaciendo en un escroto delgado y fino.
āEso no tiene que verā¦āTrató de decir la trabajadora social, pero decidió dejarla continuar.
āYo lo quiero asĆ, me gusta como es Ć©l como personaā¦Y siempre me ha gustado que tenga las huevas grandes. Eso lo hace mĆ”s hombre.
La trabajadora social no pudo replicar ese aspecto.
Astrid continuó narrando.
Cuando se ha desmayado yo siempre le atiendo y ya sĆ© que hacer, le doy un masaje en las huevas, y eso le recupera, como de 15 a 20 minutos, ahĆ es cuando reacciona...Aun se duele bastante pero ya estĆ” mucho mejor, se las sigo sobando y al dĆa siguiente ya estĆ” bien.
Pero esa noche no despertaba despuĆ©s de toda una hora de estar masajeĆ”ndoselas; Estaba muy asustada, aunque Ć©l sólo parecĆa dormidoā¦
ā¦RecordĆ© la cara de ese sujeto que lo pateó, me enfadĆ© mucho!
SalĆ con decisión a reclamarle, pedĆ datos del agresor con un primo de Mateo, ocultĆ”ndole lo que le sucedĆa a mi esposo, asĆ supe que el canalla que lo pateó no era del pueblo sino que era un turista y se quedaba en el mismo hotel que nosotrosā¦
ā¦Sabida de cuĆ”l era su cuarto le toque y abrió.
AllĆ estaba solo, estaba sin camisa y con un vaso de licor en la mano, usaba unos sucios jeans, los mismos que tenĆa cuando atacó a mi esposo.
Le dije que mi esposo no despertaba y que lo iba a denunciar, el miserable dijo:
āDe malas, llĆ©velo a la clĆnica a ver si despierta allĆ”.
Soltó una risa y enloquecà de ira.
āMiserable cobarde, que persona es usted?āLe di una cachetada de la rabia que me daba su patanerĆaā¦
ā¦Tras el golpe Ć©l me tomó la mano y para sorpresa mĆa me arrimó a Ć©l.
āCreo que usted no vino a reclamar, sino a otra cosa.
āComo se atreve!?āTratĆ© de zafarme pero el miserable me tenĆa muy bien sujeta.
āDesde que entraste me estĆ”s viendo el pechoāMe sonrió apoyando mĆ”s su torso contra mĆ.
āEs solo porque esta sin camisa, dĆ©jeme ya!
āQuieres un macho de verdad y viniste por uno.
āSuĆ©lteme!āQuise darle un rodillazo en las huevas, pero estaba muy pegada a Ć©l y no sabĆa cómo quitĆ”rmelo de encimaā¦
ā¦De pronto lo que dijo cambió mi forma de pensar, porque supe a donde podĆa terminar estoā¦ĀæCómo vine al cuarto de un hombre yo sola?, me habĆa metido en un lĆo!
āPorque no me la chupas un poco y a ver si seguimos con algo mĆ”s.
Me soltó y enseguida me girĆ© para escapar de allĆ, pero me agarró del hombro, me hizo darle el frente y a la fuerza me obligó a arrodillarme.
El uso de la fuerza me dejó atónita y no daba para moverme del susto, en frente de mà se desnudó en un abrir y cerrar de ojos, con una sonrisa de maldad pura.
āChĆŗpamelaā Me acercó su pipĆ, lo tenĆa parado ya.
āNoo!!āLe negaba tratando de alejar la cabeza, pero Ć©l me la sostuvo y trataba de obligarme a abrir la bocaāNi a mi marido se lo he chupado, dĆ©jeme!
āQue bien, entonces conmigo te estrenarĆ”s la boca.
Me obligó a abrir la boca y me la metió, mantenĆa una mano en mi cabello sosteniĆ©ndome con fuerza.
āEso es!āNo dejaba de verme y sonreĆr.
Pero por fin pude reaccionar, tener esa cosa en la boca, el pipĆ de otro que no fuera Mateo me hizo enojar, ademĆ”s ese miserable lastimó a Mateo, le harĆa pagar!...
ā¦PreparĆ© la boca y agarrĆ”ndosela con una mano la sostuve firme, cerrĆ© la quijada y le mordĆ la polla con rabia!
āAAaaaaahhhhh!!!!! āGritó el maldito y me agradó oĆr su dolor. Estoy segura de que le dejĆ© los dientes marcados, querĆa arrancĆ”rsela.
Me la saque de la boca y escupà rÔpidamente la saliva, estaba asqueada de tener aquello en la boca.
Pero seguĆa decidida a castigarlo al mĆ”ximo, asĆ que no le di tiempo para que se agarrara allĆ” abajo. CerrĆ© un puƱo y le di en las huevas, le pegue con todas mis fuerzas!
āAAAAAuuuuuu!!!āAulló como una loba, porque se le salió un tono de mujer.
Me levanté y fui a la puerta para dejar el cuarto, él cayó de rodillas a sobarse el pipà y las bolas.
āMaldita puta!!āAlcance a oĆrle decir, pero seguĆ mi camino.
Cuando ya habĆa abierto la puerta y me enrutaba al pasillo me agarró del brazo y con violencia me hizo volver al cuarto.
Alcancé a gritar por ayuda, pero a esa hora nadie escuchó.
Apenas cerró la puerta se volteó a confrontarme, de seguro me iba a pegar; Pero la verdad no le vi la caraā¦Yo sólo me fijĆ© en su pipĆ, ya flĆ”cido y se le bamboleaba con el giro que hizoā¦Sin pensarlo me lancĆ© contra Ć©l!
SabĆa que sin duda Ć©l me iba a violar por lo que le hiceā¦asĆ que lo agarrĆ© de los hombros y levantĆ© la rodilla con fuerza.
Apunte justo debajo de su pipà y le aplasté las huevas!
Le di con todas la fuerza que podĆa, porque pegarle en esas huevas desnudas serĆa lo Ćŗnico que me salvarĆa.
āAArrggg!!!āSe quejó y arrugó mucho la cara.
El miserable retrocedió y se estrelló de espaldas contra la puerta, mientras se agarraba las bolas. Yo le empujĆ© hacia un lado tirĆ”ndolo al suelo y dejando la puerta libre, la abrĆ, pero antes de salir le observĆ©, estaba acurrucado en el piso agarrĆ”ndose las bolasā¦AhĆ le gritĆ© lo que le habĆa venido a decir desde el principio:
āCanalla! Poco hombre!, espero que te duela mucho, maldito traicionero, eso sintió mi marido cuando lo atacó, cobarde!, COBARDE!
RegresĆ© a mi cuarto, Mateo estaba igual y fui con sus primos contĆ”ndoles lo que el maldito me quiso hacer. No les dije que me habĆa obligado a meterme su pipĆ en la boca, me dio pena decir eso, pero a usted si se lo cuento seƱora.
Hablar con la trabajadora social fue bueno para que Astrid pudiera desahogarse.
También me decidà a llevar a mi esposo al hospital. ..Y aquà estamos.
Sobre ese miserable, los primos me dijeron que cuando fueron a su cuarto ya no estaba, pero lo andan buscando y hasta fueron a la policĆa para que lo ayuden a atrapar.
No sé qué mÔs pasó con eso, sólo me importa Mateo.
ā¦
āDoctora, porque mi marido no despierta?āAstrid habĆa terminado su charla con la trabajadora social y de nuevo estaba junto a su Mateo, la mujer no dejaba de sostener su mano.
La doctora habĆa ingresado a la habitación para informarle sobre los resultados de sangre, Ć©stos revelaron lo que sospechaba.
āA su esposo le dieron escopolamina, la intoxicación lo tiene asĆ, por eso no despierta.
Astrid alarmada, recuerda cuando ese sujeto estaba ante la cara del derribado Mateo, dedujo lo que sucedió:
āAhĆ fue cuando le echó esa porquerĆa, es un maldito!
La doctora continuó expresando:
āEl efecto de la escopolamina puede dejar a la persona sin sentido por horas o dĆas, estamos dĆ”ndole un antĆdoto, pero hay que esperar su evolución. āLa doctora hizo una pausa antes de continuarāā¦SeƱora, debe saber que cuando despierte su esposo puede presentar pĆ©rdida de memoriaā¦Y Ć©sta puede ser total o parcial.
Astrid comenzó a llorar y la doctora se quedó un rato consolÔndola.
Tiempo despuĆ©s, Astrid dormĆa tomando de la mano a su esposo, un repetido movimiento la despertó, se trataba de Mateo quien la observaba dormir.
Astrid casi dio un brinco de la emoción, estaba agitada y ansiosa, no daba para decir una sola palabra.
āMateo, estĆ”s bien?āAstrid se acercó a su rostro.
El marido la veĆa extraƱado, eso preocupó mucho a Astrid, ĀæSu esposo la recordaba?
āMateo, sabes quiĆ©n soy?
El hombre se mantuvo viéndola a los ojos, tardó en responder.
āNo sĆ© cómo te llamas, pero eres la madre de mis seis hijos.
āCinco hijos, Mateo, tenemos cinco hijos.āLa mirada de Astrid era de total confusión y preocupación.
āCinco?, no! estĆ”s equivocadaā¦Porque despuĆ©s de salir de aquĆ encargaremos el sexto, mi querida Astrid.
Astrid lloró de nuevo, pero esta vez de felicidad y besando a su marido, quien repetĆa una y otra vez el nombre de su mujer.
FIN.
***
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