Dante se despierta aturdido y mira a su alrededor. Sus brazos y piernas estĆ”n atados por los nanotentĆ”culos. Alrededor de su polla hay un tubo transparente que se canaliza hacia una jarra. El recipiente contiene mucho semen. Su polla estĆ” dura. El tubo comienza a vibrar y Dante eyacula. El lĆquido blanco viaja hacia el interior del tubo y algunas gotas entran en la botella. Dante mira hacia abajo y calcula que debe haber eyaculado mĆ”s de cien veces porque el envase ya tiene una cantidad considerable de leche.
Su brazo estĆ” conectado a una vĆa intravenosa que lo hidrata; concluye que le suministra algo que lo mantiene excitado y produciendo mucho semen. Sus bolas estĆ”n enrolladas en el nanotentĆ”culo. Se da cuenta de que esto no debe ser obra de Andrógeno, sino de Lord Michael, conocido como Hipopótamo.
Hipopótamo simplemente contrató a Andrógeno para fulminar a Dante.
El reloj marca la medianoche y, de repente, un tentÔculo metÔlico recoge un consolador que excreta lubricante. Se abre camino hacia el recto de Dante y gira suavemente. El punto G del superhéroe se estimula y en pocos minutos se siente como si estuviera a punto de eyacular. Lo hace, y el tubo que aprieta la cabeza de su polla recoge mÔs de su semen. Esto sucede seis veces en una hora. La polla de Dante eyacula a toda marcha y él lucha por mantenerse consciente. Después de cinco minutos de eyacular. Un ruido lo alerta en señal de que alguien estÔ entrando por la puerta. Finge dormir mientras Hipopótamo ingresa. Los tacones de Delicia se pueden escuchar mientras ella camina detrÔs.
āĀæTodavĆa estĆ” durmiendo? ādice la mujerā. Pobre pendejo.
āDebe haber eyaculado mĆ”s de 100 veces ādescribe Hipopótamo. En realidad fueron mĆ”s.
āVamos a ser ricos. Ya tengo una orden de esperma de parte de Mordor. Por una garrafa de esperma de Dante, estĆ” dispuesto a pagar 500 000 dólares.
āĀæCómo va a conseguir el dinero? Es un villano arruinado.
Delicia saca su teléfono y reproduce una transmisión de noticias.
Ā«La policĆa ha concluido que los dos bancos de ciudad GaĆ©lica fueron robados por parte de un criminal que se hace llamar Mordor. El ladrón usa una baba que es pegajosa provocando que los guardias de seguridad fueran inmovilizados durante el robo. El sospechoso tambiĆ©n agredió sexualmente a uno de los oficiales practicĆ”ndole sexo oralĀ».
Delicia apaga el telƩfono.
āParece que puede ser un aliado āconcluye Hipopótamo.
āMĆ”s estragos en Ciudad GaĆ©lica. Me encanta y no estĆ” Dante, Ares o Aquiles para detenerlos.
Delicia pone su mano alrededor de Hipopótamo y los dos salen.
Dante se despierta y se da cuenta de que Ciudad GaĆ©lica estĆ” produciendo villanos mĆ”s rĆ”pido de lo que debe. Se retorció para salir de las garras de los tentĆ”culos robóticos, pero le sujetaron los brazos con mĆ”s fuerza. Un nano tentĆ”culo se envuelve alrededor de sus bolas y comienza a apretar su testĆculo izquierdo. Se dio cuenta de que cada vez que intentaba moverse, los tentĆ”culos grandes le indicarĆan al mĆ”s pequeƱo que lo torturara. Gritó de dolor pero decidió que tenĆa que quedarse quieto. El pequeƱo tentĆ”culo soltó su agarre. Pero luego vino el consolador y se abrió camino en su jugoso trasero. Subió a su próstata y la masajeó, lo que hizo que se corriera una y otra vez.
Comenzó a perder esperanzas cuando escuchó un ruido. A travĆ©s de una alcantarilla, vio que algo se movĆa. ĀæFue una rata? Miró y vio a Aquiles tropezar. El rostro del joven estaba un poco magullado y su pectoral izquierdo colgaba del traje. Dante miró a Aquiles al principio con alivio y luego se enojó.
āĀæQuĆ©, quĆ© te hicieron? āreplicó.
Aquiles miró hacia otro lado y no le reveló a Dante lo que le sucedió.
āĀæTe hicieron daƱo? āinsistió Dante.
āNo hay tiempo ā Dijo Aquilesā. Tenemos que sacarte de aquĆ. Andrógeno estĆ” en camino y tambiĆ©n tienen a Ares. Intentamos salvarte, pero Andrógeno era demasiado poderoso āen ese momento, el pequeƱo tentĆ”culo apuntó a las bolas de Aquiles. Agarró y tiró de su polla y comenzó a torturarlo. Dante pudo ver a Aquiles sufrir de dolor y no pudo detenerlo. Pensó que si movĆa los brazos y las piernas tal vez el tentĆ”culo volverĆa a Ć©l. AsĆ lo hizo y funcionó. El tentĆ”culo regresó y se envolvió alrededor de la polla y las bolas de Dante. Esta vez apretó su bola derecha.
āAaaaaaaaaaaaaaaah.
Aquiles, que aĆŗn sufrĆa, se dio cuenta de que tenĆa que actuar rĆ”pido. Determinó que los nanobots tenĆan algo de inteligencia artificial. Extrajo dos pequeƱas celdas de baterĆa de los bolsillos de su traje y las colocó en su entrepierna. Apretó un botón para asegurarse de que un lado fuera de alto voltaje. TenĆa que tener cuidado de no permitir que las celdas le cayeran encima o se quemarĆa. Los tentĆ”culos detectaron que sus testĆculos estaban en la zona. Pronto se lanzaron hacia sus bolas. Al impactar, los tentĆ”culos alcanzaron su escroto, pero una onda de choque elĆ©ctrico atravesó el sistema y chamuscó toda estructura robótica.
Dante se soltó y cayó al suelo, pues los tentĆ”culos que lo sostenĆan tambiĆ©n se frieron liberĆ”ndolo. Desafortunadamente, los tentĆ”culos tenĆan la capacidad de regenerarse, por lo que Aquiles indicó que era momento de huir. Ayudó a Dante a levantarse y cargó su cuerpo desnudo sobre su hombro.
āĀæDónde estĆ” tu traje? āpreguntó. Vio el traje de Dante de cerca. Fueron a un rincón de la habitación y lo vistió.
La polla del héroe moreno estaba incontrolable, no se quedaba quieta en la ropa, Aquiles intentó acomodarla y Dante eyaculó por accidente, miró a Aquiles sintiéndose avergonzado. El joven superhéroe simplemente se excitó.
Dante y Aquiles huyeron por las alcantarillas en donde iban a estar seguros. Desde allĆ intentarĆan encontrar a Ares a travĆ©s de los tĆŗneles subterrĆ”neos.
āAntes de que vayamos a otro lado ādijo Danteā. Quiero que sepas que estoy orgulloso de ti.
Aquiles se sonrojó.
āEres un gran maestro, Dante. Me doy cuenta de los peligros, pero quiero luchar a tu lado.
Los dos se abrazaron y sus cuerpos se conectaron. Aquiles miró a Dante y apoyó la cabeza en su pectoral. Pronto sus genitales se frotaron.
āNo ādijo Danteā. Esto estĆ” mal. Estoy muy excitado.
āEsto es correcto āinsistió Aquilesā. Tengo 21 aƱos. ArriesguĆ© mi vida por ti.
Aquiles besó a Dante y los dos comenzaron a sentir los pectorales del otro. Se mudaron al interior de un tubo alcantarillado que no se habĆa usado en aƱos. Dante, todavĆa caliente se desnudó y Aquiles siempre lleno de artilugios sacó un condón.
āTengo que estar seguro en todo momento āsonrió mostrĆ”ndolo. Abrió la cremallera de su traje.
Dante lo rodeó y empezó a empujar. Aquiles tembló cuando la inmensa polla se abrió camino hasta su grueso y musculoso trasero. Dante eyaculó, pero a los pocos minutos volvió a estar duro. Aquiles permitió que Dante se corriera varias veces para liberar el antĆdoto en sus venas. Aquiles comenzó a moverse en posiciones que para un amante experimentado como Dante no podĆa controlar sin correrse. El trasero musculoso de Aquiles, sus mĆŗsculos internos y el movimiento confirmaron que era el mejor amante y la Ćŗnica relación para ambos.
Aquiles todavĆa estaba apretado a pesar de que Andrógeno lo folló primero. AĆŗn asĆ supo que este momento con Dante fue puro amor. Y pensó que la experiencia con Andrógeno, aunque agradable a su extraƱa manera, fue solo sexo.
Dante finalmente se agotó. Aquiles comenzó a frotar sus morenos pectorales y se limpió el semen. Adoraba el cuerpo musculoso de Dante.
āEsto va a complicar las cosas āsusurró Dante.
āEsto fue increĆble ādijo Aquiles, su polla todavĆa chorreaba leche.
El mÔs joven demostró su profesionalidad. Se vistió y arrojó a Dante su vestimenta
āPóntelo. Tenemos que salvar a Ares.
Dante asintió y se vistió. Su polla estaba flÔcida, sin embargo, rebotaba con cada movimiento mientras caminaban para liberar a Ares.
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