Catador de semen (6/7): leche de fuerza - Las Bolas de Pablo

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20 feb 2022

Catador de semen (6/7): leche de fuerza

La mirada de LenĆ­n se encontrĆ³ con la de David cuando le quitĆ³ la manta que cubrĆ­a su semidesnudo cuerpo. Lenin se mordiĆ³ de forma peculiar su labio inferior, comiĆ©ndose con los ojos el moreno cuerpo del esposo de Pablo; David de 32 aƱos es bastante fuerte, lleno de potentes mĆŗsculos que dejarĆ­a nockeado a cualquier rival suyo, lo que mĆ”s le gustĆ³ a LenĆ­n fue la erecciĆ³n claramente visible en los calzoncillos del dueƱo de gimnasio.

 

—Que delicioso es venir por leche y que ya te estĆ©n esperando —afirmĆ³ LenĆ­n—. Hoy amanecĆ­ con ganas de una salsa viril que me llene de fuerzas y tĆŗ eres el mĆ”s indicado para dĆ”rmela —se plantĆ³ frente al moreno hombre y comenzĆ³ a acariciar su dedo Ć­ndice alrededor de su ombligo, como reacciĆ³n, David se arqueĆ³ emitiendo un gemido de placer—. Eres un sucio muy caliente —susurrĆ³ LenĆ­n en el oĆ­do de David—, un marrano, ¿quieres que te la chupe, eh? Pablo y tĆŗ deben hacer un rico manjar juntos. La leche fresca de Ć©l con la impulsadora de fuerza tuya hacen una combinaciĆ³n muy buena. Sucio, te la voy a sacar toda, te voy a dejar las bolas secas.

 

LenĆ­n se arrodillĆ³ ante David y comenzĆ³ a bajar su ropa interior. MirĆ³ como a un Dios a la morena polla, no era grande, pero sĆ­ gruesa y llena de venas. SintiĆ©ndose feliz, el catador sacĆ³ la lengua para saborear la punta de la virilidad.

 

Apenas la rozĆ³ con su lengua, el pene se irguiĆ³ mas y se emocionĆ³ mucho cuando las primeras gotas de placer emergieron en su paladar al recibir las caricias.

 

LenĆ­n apretĆ³ la barra de carne en su mano y se dedicĆ³ a saborear el glande. David se arqueĆ³ de placer emocionado por la excelente manera en la que le comĆ­an la verga, tenĆ­a que admitirlo, LenĆ­n lo hacĆ­a mejor que Pablo.

 

DĆ”ndole una mirada pĆ­cara, LenĆ­n se escupiĆ³ la mano y la deslizĆ³ por el trozo de David, masajeando su pene, hacia arriba, abajo, rodeando el capullo y con pequeƱas presiones a la vez que tambiĆ©n lo lamĆ­a.

 

David hacĆ­a movimientos de pelvis para conseguir introducir su pene en la boca del catador.

 

LenĆ­n se burlaba de su ansiedad y desesperaciĆ³n, por lo que abriĆ³ la boca dejando que entrase toda, toda su virilidad.

 

David gimiĆ³ de placer al sentirla dentro.

 

LenĆ­n se dedicĆ³ a comer, chupar, lamer la verga de David. ArrancĆ”ndole gemidos, suspiros y jadeos.

 

Los movimientos de David Aceituno se volvƭan cada vez mas rƔpidos.

 

Quiero tu leche de fuerza en mi boca, toda.

 

—No aguanto mĆ”s... —confesĆ³ David con el rostro de no poder contener sus jugos viriles por mĆ”s tiempo.

 

GritĆ³ de placer y el caudal caliente de esperma saliĆ³ disparado dentro la boca de LenĆ­n.

 

Mientras se relajaba, el catador continuĆ³ lamiendo el miembro comiĆ©ndose la caliente leche.

 

Cuando se puso de pie se quedĆ³ mirando a David a los ojos.

 

—¿QuĆ© pasa, eh? —le preguntĆ³ con tono de reclamo.

 

—¿Ah? —David frunciĆ³ las cejas sintiĆ©ndose confundido.

 

Es muy poca leche. ¿Que pasa, cabrĆ³n? Eso no satisfizo mi necesidad. TĆŗ siempre tienes mĆ”s que esa miseria que me diste.

 

David se encogiĆ³ de hombros sin poder dar una explicaciĆ³n precisa.

 

LenĆ­n se mostrĆ³ furioso, desvĆ­o la mirada hasta una manta con la inscripciĆ³n de «Pablo ChacĆ³n», en la parte superior.

 

—¿Fue Ć©l, verdad? ¿Ć‰l me dejĆ³ sin leche?

 

David siguiĆ³ sin argumentar palabras, por fin pudo decir:

 

Es mi esposo y hace con mi esperma lo que quiera.

 

Sin mĆ”s preĆ”mbulos, LenĆ­n apretĆ³ el puƱo y lo golpeĆ³ contra la entrepierna de David. Estampando sus testĆ­culos contra su cuerpo.

 

David escapĆ³ un chillido agudo con los ojos muy abiertos, sintiendo el dolor salir a mĆ”xima velocidad de sus pelotas para explotar en todo su cuerpo. Se retorciĆ³ en medio de sus fuertes ataduras.

 

—Estoy furioso —anunciĆ³ LenĆ­n—. ¿CĆ³mo vas a gastar toda tu leche con Pablo? ¡Es inaceptable!

 

Con ello lanzĆ³ un nuevo puƱetazo a la ingle de David. Haciendo rebotar sus testĆ­culos despuĆ©s del sonoro golpe.

 

La sala resonĆ³ con un grito del gallardo macho con los ojos abiertos como platos.

 

LenĆ­n sonriĆ³ y clavĆ³ sus nudillos en las bolas de David, aplastĆ”ndolas contra su cuerpo, traumatizando sus pobres huevos una vez mĆ”s.

 

David chillĆ³, batiĆ©ndose y sin poder acunar su dolorida hombrĆ­a.

 

—Pero yo sĆ© que todavĆ­a queda leche ahĆ­ almacenada.

 

Se inclinĆ³ y comenzĆ³ a darle un nuevo sexo oral a David, LenĆ­n se comiĆ³ a gusto la morena polla, la llenĆ³ de babas, la lamiĆ³, la pasĆ³ por su rostro, fijĆ³ su vista en la de David que se debatĆ­a entre el dolor y el placer.

 

No pasĆ³ mucho tiempo para que David estuviera completamente en medio del orgasmo. LenĆ­n no dejaba de chupar su pene, lo hacĆ­a con mĆ”s fuerza.

 

Detente… detente —repitiĆ³ David con la respiraciĆ³n entrecortada.

 

LenĆ­n tuvo un impacto de excitaciĆ³n al sentir un nuevo lote de semen de David en su boca. ComenzĆ³ a tragar como un becerro sin dejar escapar nada.

 

Cuando el miembro saliĆ³ de sus labios, estaba mojado de baba y sin ningĆŗn rastro de semen. LenĆ­n se irguiĆ³.

 

—SabĆ­a que en esos tanques todavĆ­a quedaba algo. Siempre hay una reserva.

 

EstirĆ³ la mano cogiendo el par de testĆ­culos. David contuvo el aliento, pero fue soltado de las huevas.

 

LenĆ­n dijo emocionado:

 

—Es un semen que proporciona fuerza y como tal entrega un potente sabor. Es pesado al gusto, me recuerda al hierro y hace arrugar el ceƱo, sin poderlo evitar. Es caliente y cremoso. Un blanco que excita al mirar cuando se contrasta con la negra polla. La leche se sujeta de manera pesada a la garganta. Conviene probar solo cuando se necesita un golpe de energĆ­a. Es 80% recomendable.

 

—¿No te gustĆ³? —interrogĆ³ David—. A Pablo le fascina.

 

—¡No me lo recuerdes! —dijo LenĆ­n. ArqueĆ³ la pierna y estrellĆ³ una patada en las papas vacĆ­as de David.

 

—¡AAAAAAAAY MIS BOLAS!

 

David se quedĆ³ acongojado de dolor, tosiendo y sollozando.

 

—¡Te gastaste todo tu almacenamiento de semen con Pablo! Debe ser delicioso probar al mismo tiempo leche fresca y de fuerza como cĆ³ctel —chasqueĆ³ la lengua—, debe ser una combinaciĆ³n interesante.

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