Desde semanas pasadas el cientĆfico de la familia ChacĆ³n le entregĆ³ varias muestras de semen de sus familiares acompaƱadas de una pĆldora que lo obligaban a tener sueƱos erĆ³ticos con cada responsable de muestras mientras cataba el sabor y consistencia de los jugos pasionales de cada varĆ³n.
Reunidos en la oficina privada de BastiĆ”n, su amigo LenĆn le indicĆ³ los resultados de cada fluido que le habĆa dado y al tipo de sueƱo que le hacĆa tener. EnfatizĆ³ que siempre al despertar estaba hĆŗmedo y bastante excitado.
—¿Si tuvieras que repetir una muestra para probar de quiĆ©n serĆa? —intertogĆ³ BastiĆ”n tomando nota en sus apuntes.
LenĆn llevĆ³ la mirada al techo mientras saboreaba con la boca, era lĆ³gico que tuviera la boca hecha agua.
—La de Lucas es bastante dulce, pero la de Marcos tiene un acentuado sabor a aguacate. Sin embargo la de Pablo es fresca, sin duda alguna la de tu sobrino Pablo.
—LenĆn, ¿si tienes que elegir la mejor leche que te dĆ de quiĆ©n serĆa?
LenĆn lo mirĆ³ al rostro.
—La de Pablo.
—Ah, Pablo —BastiĆ”n hizo la anotaciĆ³n en su libreta.
—¿PodrĆas conseguirme otro lote del semen de Pablo?
BastiĆ”n arrugĆ³ el ceƱo.
—No lo creo, tengo que decirle que necesito hacer otro experimento con ella y es un fastidio.
—¿Quiere decir que no lo harĆ”s?
—HarĆ© todo lo necesario —respondiĆ³ el cientĆfico sin mucho convencimiento.
—Bueno, creo que es todo lo que tenĆa que darte. Creo que el experimento terminĆ³. Me irĆ©.
—SĆ, te acompaƱarĆ© afuera —respondiĆ³ BastiĆ”n levantĆ”ndose del asiento y dejando que su prominente bulto se marcara en su pantalĆ³n de oficina—. Muchas gracias por afirmar el sabor del semen de todas las muestras que te pasĆ© y el tipo de sabor que tuviste con su ingesta.
Juntos caminaron hacia la puerta de la oficina, pero cuando BastiĆ”n colocĆ³ la mano en el pomo, LenĆn detuvo la puerta con su palma. BastiĆ”n se le quedĆ³ mirando sorprendido.
—Hay algo curioso —dijo LenĆn—, probĆ© de la leche de Pablo, Israel, SimĆ³n, otros ChacĆ³n y no tan ChacĆ³n. Tuve esos sueƱos teniĆ©ndolos cautivos en un granero......... pero de todas, no probĆ© la tuya. ¿A quĆ© sabe tu jugo, BastiĆ”n?
—Este… ehm —BastiĆ”n se sonĆ³ la garganta acomodando el cuello de su camisa—, mi semen no es objeto de estudio, LenĆn. Y entonces yo prefiero que…
No pudo terminar su oraciĆ³n cuando el pesado puƱo de LenĆn colisionĆ³ contra su entrepierna, interrumpiendo sus vagas frases y haciendo que su cuerpo saltara por el impacto de los nudillos chocando con sus grandes y pesadas pelotas. BastiĆ”n enarcĆ³ las cejas y formĆ³ una silenciosa O con la boca. RetrocediĆ³ con la cara llena de shock agarrĆ”ndose las bolas. De todos los hombres de su generaciĆ³n era el que tenĆa los testĆculos mĆ”s dĆ©biles.
—Carajo, LenĆn, ¿por quĆ©? —gimiĆ³ con voz aguda.
—Tengo curiosidad de saber a quĆ© sabe la leche del mas intelectual de la familia.
—No, la mĆa no —gimiĆ³ el desventurado BastiĆ”n.
LenĆn lo agarrĆ³ y lo empujĆ³ contra un sofĆ” de cuero que reposaba cerca de una ventana. BastiĆ”n gimiĆ³ sujetĆ”ndose los huevos, mientras LenĆn se sentaba a horcajadas encima de su pecho, su espalda daba de frente a la cara de BastiĆ”n.
—SerĆ” un honor probar tu leche directamente desde la fuente principal —afirmĆ³—, y no en horribles vasos de laboratorio como me entregaste las otras.
—No, LenĆn —gimiĆ³ BastiĆ”n agitando las manos atrapadas bajo las piernas de LenĆn.
—La vas a pasar muy bien —declarĆ³ LenĆn. En menos de lo que se esperaba abriendo su pantalĆ³n para desnudarlo; le jurĆ³ aniquilar sus grandes testĆculos si no dejaba que le hiciera sexo oral.
RĆ”pidamente la ropa interior del cientĆfico saliĆ³ de su lugar. LenĆn besĆ³ la parte interna de los muslos de BastiĆ”n, al tiempo que el miembro del cientĆfico se erguĆa como mĆ”stil bajo los gratos estĆmulos. BastiĆ”n diĆ³ un gemido de placer al sentir la hĆŗmeda lengua hurgando sus doloridos testĆculos. DespuĆ©s de ensalivarlos a placer le tomĆ³ el pene por la base y empezĆ³ a lamer con la punta de la lengua.
Poco a poco se fue tragando por completo la polla de BastiĆ”n en medio de gemidos y estremecimientos. ElevĆ³ su espalda y girĆ³ la cabeza para mirar al cientĆfico, detallando sus muecas de gusto mientras acariciaba su peronĆ©, BastiĆ”n abriĆ³ la boca sin articular palabra.
BastiĆ”n regresĆ³ a su labor de ensalivar la verga con sus labios, lamiendo con suavidad y pajeĆ”ndolo con maestrĆa. Su lengua empezĆ³ a serpentear en cĆrculos hasta introducir la punta en el orificio de la uretra. ChupĆ³ la cabeza de la polla de BastiĆ”n como si se tratase de una chupeta, el catador de semen cerrĆ³ los ojos disfrutando del salado manjar. BastiĆ”n sintiĆ³ que su pene crecĆa envuelto en esa cĆ”lida y receptiva cavidad. DespuĆ©s de unos escalofriantes e inactivos segundos, empezĆ³ a mover su cabeza ascendiendo y descendiendo al compĆ”s de los movimientos de cadera del cientĆfico.
La lengua de LenĆn nunca perdiĆ³ contacto con toda la longitud, saboreando por completo la hombrĆa. De repente se apartĆ³ y LenĆn sonriĆ³ de ver el hilo de saliva que lo conectaba al falo.
LenĆn volviĆ³ a dedicarse a lamer el pito del cientĆfico y BastiĆ”n gimiĆ³ cerrando los ojos, abriĆ³ la boca en presencia del placer, moviĆ³ mĆ”s rĆ”pido la cadera, sin importale atravesar la garganta de Lenin con su estaca de carne.
LenĆn soportĆ³ sin inmutarse. En violenta succiĆ³n, aspirĆ³ la verga a toda la profundidad que era posible.
—Aaaaaaah —emitiĆ³ BastiĆ”n sintiendo que la vida se le escapaba con sus trallazos de esperma dentro de aquella lujuriosa boca.
LenĆn no supo cuĆ”ntas veces el pene latiĆ³ entre sus labios, pero sĆ tuvo entendido que su lengua y garganta se inundaba con la caliente leche. LenĆn se bajĆ³ del cuerpo de BastiĆ”n, y el cientĆfico demorĆ³ unos instantes en recuperarse, mientras su compaƱero estaba sin separar sus labios. DespuĆ©s abriĆ³ la boca para mostrarle toda la descarga blanca y espesa. Su lengua parecĆa perdida en medio de toda aquella crema blanca. Y sin llegar a dudar, tragĆ³.
Cuando pudo hablar luego de catar la majestuosa salsa viril de BastiĆ”n, el experimentado LenĆn hablĆ³ hincado en medio de las piernas de BastiĆ”n:
—No hay como probar la leche directamente desde su fuente principal. Tiene un poderoso sabor a cloro, que la vuelve incĆ³moda al paladar, quizĆ”s asĆ sabe el conocimiento. Es caliente y espesa, tiene buena consistencia y se siente grumosa. La calificarĆa como 86% recomendable. Si quieres sentirte inteligente, acude a la leche de BastiĆ”n.
—¿QuĆ©? —se quejĆ³ BastiĆ”n respirando entrecortado—. ¿Por quĆ© tan bajo? ¡EstĆ”s loco!
—Es tu sabor. No la comerĆa todos los dĆas.
—¿Y por eso me tienes que calificar tan bajo? Soy un ChacĆ³n ¡Eres un puto!
LenĆn lo mirĆ³ de arriba a abajo visiblemente molesto. Simplemente apretĆ³ el puƱo y lo estrellĆ³ en la hombrĆa de BastiĆ”n a toda fuerza.
—¡AAAAAAAAAAAY!
BastiĆ”n se encogiĆ³ agarrĆ”ndose las bolas y acurrucĆ”ndose en el sofa, con las bolas vacĆas, su poca resistencia el dolor era letal. LenĆn sonriĆ³ irguiendose y con una potente erecciĆ³n en su pantalĆ³n. Dio media vuelta y saliĆ³ de la oficina del cientĆfico.
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