Competencia Ballbusting Salvaje (1/11) - Las Bolas de Pablo

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17 ago 2019

Competencia Ballbusting Salvaje (1/11)

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   La maƱana de aquel dĆ­a Horacio invitó a una reunión privada al tĆ­o Bastian pues tenĆ­a una propuesta renovadora que hacerle, el hombre acudió a la sala de la hacienda Chacón y ahĆ­ estaba el muchacho acompaƱado de Ignacio y Camilo quienes tambiĆ©n formaban parte en el equipo del proyecto pero que con anterioridad tenĆ­an permiso de ausencia.

   –Hola –saludó Horacio con una sonrisa angelical.

   Bastian inclinó la cabeza mirando a los otros hombres, Camilo era el mĆ”s joven de todos, tenĆ­a el pelo castaƱo e Ignacio era rubio.

   —Hace dĆ­as estuvimos ideando un plan y queremos que lo apruebes.

   —¿SĆ­? ¿Y que tipo de idea es?

   –Espera —dijo Ignacio. Su rostro se iluminó con una sonrisa—. ¿CuĆ”l es la capital de Yaren?

   Todos lo miraron por la peculiar y fuera de lugar pregunta.

   Ignacio sonrió. –Vamos, ¿cuĆ”l es la capital de Yaren?

   Bastian se encogió de hombros nunca habĆ­a escuchado de ese lugar pero con un movimiento rĆ”pido, lo pateó justo entre sus piernas, aplastando sus preciosas bolas con la punta del pie.


   Ignacio gritó y tosió. –¡Diablos! Eso fue malo... – se dobló y se frotó las bolas.

   Horacio se rió a carcajadas y Camilo lo imitó.

   –Eres estĆŗpido, Ignacio –comentó Horacio–. No puedes hacer una broma tonta. La pregunta correcta debe ser: ¿CuĆ”l es la capital de Nauru?
Camilo

   –¡Yaren! —gritó Camilo y golpeó a Horacio con los huevos, chocĆ”ndolos con una palmada rotunda.

   Horacio gimió y se agarró la entrepierna.

   RĆ”pidamente Bastian protegió su ingle para no ser vĆ­ctima de otro ataque de escroto.

   Camilo sonrió y asintió hacia Bastian.

   Horacio e Ignacio estaban inclinados, con las manos entrelazadas alrededor de sus golpeadas bolas, ambos gemĆ­an y se frotaban la ingle.

   –SentĆ©monos –pidió Horacio y seƱaló hacia los asientos.

   Obedecieron.

   Horacio gimió cuando se sentó y se rió entre dientes: –DeberĆ­a haberlo sabido... Puta, mis huevos me estĆ”n matando. Los maltrataste a ambos. ¡Mierda!

   –Solo me ejercito –sonrió Camilo con orgullo.

   Bastian se aclaró la garganta. –Entonces, ¿quĆ© pasa con esta propuesta que me tienen?

   Horacio contestó. –Una competencia de ballbusting salvaje, ¿sabes? EstĆ”bamos viendo las olimpiadas de Lima cuando Camilo tuvo la genial idea. No las contó y entre los tres decidimos que tendrĆ­amos que competir en un par de disciplinas. Nosotros los miembro de tu proyecto y sĆ­ hace falta mĆ”s competidores pues los buscamos o se contactan de tus archivos.
Ignacio

   Bastian sonrió.

   –¿Has pensado en quĆ© tipo de competencias tendrĆ”s? —les preguntó.

   –Son pocas hasta el momento, golpes a la entrepierna con una pelota simulando el fĆŗtbol, halar un objeto pesado con tus bolas y una soga para que sea como las pesas.

   Bastian mantuvo la sonrisa.

   —Parece una buena idea. Y sin embargo ejecutarla harĆ­a que tuviera que detener mi proyecto de estudio.

   Los demĆ”s muchachos sintieron un bajón de Ć”nimos. BastĆ­an evaluó sus rostros.

   —Y entonces... —dijo—. ¡Elaboren esa competencia, muchachos!

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