CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
SEXO HOMOSEXUAL
Pablo estaba haciendo ruidos con el pene que tenĆa dentro de la boca. Jaime por otro lado lo estaba disfrutando, agarró el cabello del rubio moviĆ©ndolo de arriba a abajo, follando su boca y gimiendo de placer.
Pablo gimió y continuó chupando la polla de Jaime.
Los gemidos de Jaime se volvieron mĆ”s intensos y mantuvo la cabeza de Pablo en su lugar mientras movĆa la cadera y continuaba follando su boca.
Pablo se atragantó, y Jaime se detuvo, luego metió su verga en la boca del primo. Gimió cada vez mÔs fuerte sintiéndose cerca de acabar.
La gruesa y venosa verga soltó semen a chorros.
Pablo escupió mientras Jaime estaba en medio del orgasmo.
—SĆ —gimió Jaime y agarró a Pablo por el cuello. Tomó su pene con una mano y lo sacudió.
Chorro tras chorro de esperma blanco y espeso aterrizó en el cabello de Pablo, bajando por su rostro, dejando un rastro viscoso en su nariz antes de llegar a sus labios.
Pablo jadeó y se limpió el semen de la cara con el dorso de la mano.
Jaime se estaba calmando. Sacudió su polla un par de veces mĆ”s y se echó a reĆr con alivio post orgĆ”smico.
Luego miró al hombre, cuya cara y cabello estaban desordenados con semen. Dijo lentamente:
—Para la próxima me gustarĆa que te lo tragues.
—¿QuĆ©?... —Pablo se quedó sin habla—. ¿¡Para la próxima!? Realmente crees que voy a hacer esto de nuevo, ¿no? ¡Esto es ridĆculo! ¡No le voy a seguir haciendo esto a mi esposo. —se levantó y miró a Jaime, que permanecĆa sentado en la silla.
La perorata de Pablo se detuvo en seco por un golpe rÔpido y fuerte en sus bolas, aulló y agarró su ingle. Se hundió en el suelo sollozando.
—Ya veremos —dijo Jaime esbozando una sonrisa.Se levantó y se terminó de quitar el pantalón y la ropa interior. Pasó por encima de Pablo, que estaba tendido en el suelo, acunando sus bolas fauleadas.
—Quitate la ropa, Pablo
—¿QuĆ©?
—¿EstĆ”s sordo? QuĆtate el pantalón —repitió Jaime con calma.
Pablo, a regañadientes, se quitó todo quedando desnudo. Miró a Jaime.
—Jaime... —susurró Pablo.
Jaime asintió y ocupó esta vez la cama. Lo miró con aire enigmÔtico.
—¿Por quĆ© no te sientas aquĆ, cariƱo? —movió su duro pene.
—No... —gimió Pablo.
—¡Te gustarĆ”! —dijo Jaime—. Mira tu polla. ¡EstĆ” empezando a crecer!
El pene de Pablo empezaba a ponerse duro. Pablo miró su ingle y se sonrojó.
—¡Ven aquĆ y siĆ©ntate! ¿No me digas que necesitas una invitación, lindo?
Pablo suspiró profundamente y se subió a la cama. Se sentó a horcajadas sobre el cuerpo de Jaime que comenzó a entregarle rÔpidos besos.
Agarró el miembro de Jaime y lo insertó lentamente en su trasero.
Jaime gimió de placer.
Pablo puso los ojos en blanco. Su pene tambiĆ©n se contraĆa, duro como roca. Comezó a moverse de arriba a abajo sobre el grueso miembro de Jaime, extrayendo de Ć©l fuertes gemidos.
Jaime agarró la cadera de Pablo y comenzó a empujar su polla en su agujero. Lo follaba mÔs y mÔs rÔpido y la expresión en el rostro de Pablo cambió de disgusto a placer y deseo. Se agarró el pene y lo acarició lentamente.
Jaime gimió y se estiró para agarrar las bolas de Pablo. Las apretó con las manos con fuerza.
Pablo gritó.
—SĆ —gimió Jaime amasando las jugosas y regordetas bolas de Pablo entre sus dedos.
—¡Ay!
Jaime gruñó y continuó apretando las gónadas de Pablo y follando su agujero a ritmo constante.
Pablo tenĆa los ojos cerrados, gimiendo de placer y dolor acariciando su pene.
Jaime clavó su polla dentro de Pablo y exprimió sus bolas con las manos. Ambos comenzaron a gemir mÔs fuerte.
—¡Ohhh! ¡Estoy acabando! —gritó Pablo.
—SĆ —gimió Jaime y lo penetró mĆ”s fuerte.
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