BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
SEXO HOMOSEXUAL
I
Jaime estaba tomando el sol en la alberca de la hacienda ChacĆ³n, era un dĆa soleado perfecto para reposar y descansar una relajada maƱana, el guapo semental observaba al hermoso rubio que se zambullĆa en el agua, era Pablo, quien no demorĆ³ mucho tiempo ahĆ y saliĆ³ del agua. Pablo calzaba un pequeƱo traje de baƱo que apenas contenĆa sus obcenos genitales, se apartĆ³ el pelo de la cara y caminĆ³ hacia Jaime que abandonaba su silla reclinable para mirar sin ninguna prudencia la entrepierna de Pablo.
—¿Quieres dejar de mirar mi plĆ”tano? —sonriĆ³ Pablo.
Jaime LizĆ”rraga ChacĆ³n se riĆ³.
—No lo estoy haciendo.
—SĆ, sube esos ojos —dijo Pablo—. O no podrĆ© resistirme.
Jaime se mordiĆ³ un labio la prenda mojada se aferraba a los muslos de Pablo y delineaban el gran paquete que tenĆa.
—Sube la vista.
Jaime sĆ³lo se riĆ³ divertido.
Hubo un golpe sordo y Pablo se echĆ³ a reĆr.
—¡Ay! ¡Mierda! ¡Mi huevo!
II
La habitaciĆ³n que Pablo ocupaba en la finca de su familia era grande, tenĆa algunas sillas, paredes con decorado moderno, y una confortable cama.
Pablo saliĆ³ del baƱo despuĆ©s de una fuerte meada, apenas se estaba despertando y los rayos del sol iluminaban por la ventana. Usaba jeans y su torso estaba desnudo.
—Buen dĆa, ¿quĆ© haces aquĆ tan tempano? —interrogĆ³ cuando vio a Jaime en una silla.
—VenĆa a darte un maƱanero —sonriĆ³, no sabĆa si era una broma o iba en serio—. ¡QuĆtate el pantalĆ³n —su voz fue frĆa.
—¡No voy a quitarme nada! —Pablo se negĆ³ decidido.
—¡QuĆtate el pantalĆ³n —repitiĆ³ Jaime, mirando a Pablo a los ojos.
—¡Esto estĆ” mal! Mi esposo no puede enterar...
Jaime lo interrumpiĆ³:
—¿Tengo que repetirlo otra vez?
Pablo le lanzĆ³ una mirada nerviosa. PareciĆ³ derrotado. ObedeciĆ³ y se quitĆ³ el pantalĆ³n arrojĆ”ndolo sobre la cama. MirĆ³ a Jaime y dijo con voz enojada:
—EstĆ” bien, ¿feliz ahora?
Jaime solo le levantĆ³ un poco las cejas pero luciĆ³ mĆ”s feliz.
Pablo comenzĆ³ a protestar:
—Mi esposo no...
Jaime lo mirĆ³ con las cejas levantadas.
—EstĆ” bien —susurrĆ³ Pablo.
Con mirada seductora a Pablo, se abriĆ³ la bragueta del jeans, dejando los muslos bien separados, mostrando una gruesa y dura polla.
Pablo tragĆ³ saliva.
—¡ChĆŗpalo!
Pablo se quedĆ³ estupefacto.
—¡Sabes que lo quieres! —sonriĆ³ Jaime.
—¡ChĆŗpalo por un rato! —dijo Jaime normalizando el tono de su voz.
—¡No puedo hacer esto! Si mi esposo se entera...
—Deja de quejarte. Hazlo, como en los viejos tiempos.
Pablo tomĆ³ la gruesa polla de Jaime y la guardĆ³ en su boca.
—Eso es todo —suspirĆ³ Jaime—. Lo haces muy bien.
La cabeza de Pablo se balanceĆ³ hacia arriba y abajo sobre la polla de Jaime, provocando un gemido satisfecho del hombre y un sonido ahogado de Pablo.
Jaime se recargĆ³ sobre el respaldo cerrando los ojos, mientras su mano derecha acariciaba la espalda de Pablo, cuya cabeza se movĆa lentamente, disfrutando y saboreando el sabor del pene. Su mano lo masturbĆ³ mientras dentro de su boca la lengua se encargaba de darle el placer que querĆa. Luego de varias lamidas se lo tragĆ³ por completo, succionĆ”ndolo todo. MoviĆ³ la cabeza mĆ”s rĆ”pido, haciendo gemir a Jaime, quien con la mano izquierda lo tomĆ³ del cabello. Pablo moviĆ³ mĆ”s la cabeza chupando el pene que se endurecĆa en su boca.
Algunos dedos acariciaron los testĆculos, provocando que Jaime suspirara. La respiraciĆ³n de Pablo se volviĆ³ un poco agitada, y los gemidos de Jaime fueron en aumento.
Tras cinco minutos de felaciĆ³n, Pablo con una mano le acariciaba el vientre y con la otra sus bolas, sujetando su pene sĆ³lo de su boca. Jaime seguĆa recostado gimiendo y suspirando por la chupada, sus testĆculos empezaban a hincharse. Pablo subiĆ³ la vista y en el rostro de Jaime sĆ³lo habĆa gesto de placer y excitaciĆ³n. SigiĆ³ succionando el pene mientras la mano izquierda seguĆa masajeando sus testĆculos, habĆa uno mĆ”s grande que otro, su mano derecha subiĆ³ a su torso, pellizcĆ”ndole las tetillas, duras. SacĆ³ su pene de la boca y le dio varias lamidas, desde la base hasta la punta, la cual chupĆ³ con fuerza, viendo a Jaime estremecerse.
Con un suspiro Jaime comenzĆ³ a mover la cadera, penetrĆ”ndole la boca.
Sus movimientos fueron fuertes y rĆ”pidos, la respiraciĆ³n de Pablo se hizo agitada, atragantĆ”ndose por la fuerza de las embestidas.
Pasaron unos segundos mĆ”s hasta que Jaime dijo que ya estaba por eyacular. Pablo sacĆ³ el pene de su boca, y lo observĆ³ cubierto de saliva, la cual escurriĆ³. Lo tomĆ³ con la mano derecha y lo masturbĆ³ con rapidez, haciĆ©ndolo gemir ruidosamente, hasta que unos segundos despuĆ©s eyaculĆ³ y Pablo abriĆ³ la boca.
La mayor parte del semen cayĆ³ en ella y otra sobre sus labios y mejillas; hasta que terminĆ³ de eyacular. Pablo limpiĆ³ la punta con su lengua y labios, luego de tragarse el semen que tenĆa en la boca.
Jaime gimiĆ³ por lo sensible que estaba su pene, y mirĆ³ a Pablo sonriendo.
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