Competencia Ballbusting Salvaje (2/11): Las bolas de la suerte

CONTIENE:

BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Bastian se reunió con Horacio, Ignacio y Camilo para tratar el asunto de lo que denominaron la CBS: Competencia Ballbusting Salvaje, que semanas atrás le habían propuesto.

   —¿Qué pasa? —preguntó cuando los encontró tranquilos y con pocos ánimos.

   —Malas noticias —respondió Horacio—. No hemos encontrado los suficientes participantes para los novedosos juegos que hemos inventado.

   —¿Pocos interesados?

   —Muy pocos —asintió Horacio.

   —Bueno —Bastian se encogió de hombros—. Con ustedes tres, los pocos que seleccionaron y los miembros del proyecto tenemos para algún tipo de competencia divertida.

   —No todos los miembros del proyecto de Bastian quieren participar —objetó Camilo mirándolo fijamente.

   —Lenín, va a participar —corroboró Bastian—. El esposo de Pablo acaba de llegar y se ofreció a prestar sus pelotas para cualquier cosa. Así como los hermanos Palacios y el amigo Milton también. ¡Estoy seguro de que estamos muy bien para la competencia!

   La cara de Horacio se iluminó. —No había tenido esa cuenta tan considerable. Haríamos la competencia con bombos y platillos, bueno, huevos y platillos.

   —¡Si! —Camilo e Ignacio celebraron.

   Bastian sonrió.

   —¡Fantástico! —Horacio estaba fuera de sí de alegría—. ¡Es... fantástico! —levantó las manos en el aire y sacó su entrepierna—. ¡Todos toquen estas bolas! ¡Son las bolas de la suerte!

   Bastian dobló las cejas.

   Sin embargo, Camilo e Ignacio manosearon sus grandes testículos cargados de genética Chacón.

   —¡Sí! —gritó Horacio.

   Camilo e Ignacio sonrieron mirando a Bastian.

   —¡Toca las bolas de la suerte! —lo invitó Ignacio sonriendo.

   Bastian miró a Horacio.

   —Hazlo —le susurró tragando saliva—. Es mala suerte si no...

   Bastian se encogió de hombros. Apretó el puño y lo estrelló contra su entrepierna, golpeando sus grandes bolas.

   Horacio gimió y su ojo izquierdo se crispó.

   —Sí —susurró.

   Bastian miro a Camilo.

—¿Y crees que atraen buena suerte esas bolas?

   Camilo miró a Horacio, que se dobló y se frotó la entrepierna. —Ciertamente no para él —y se rió.

   —Sigamos con la reunión, ¿de acuerdo?

   —Está bien —dijo Horacio lentamente.

   —¿Qué clase de competencias hay?

   Camilo miró una hoja de papel. —Hemos inventado estos juegos y otros no tanto. Habrá Nutball, Roshambo, El rompedor de bolas, El exprimidor y Puño en la ingle

   —Sé lo que es Nutball y Roshambo —dije Bastian—. Pero el Rompedor de bolas, ¿de qué se trata?

   —Pues, debes saltar con la entrepierna sobre una barra de madera —sonrió Ignacio.

   —Sí. ¿Y qué es eso de El exprimidor?

   Camilo sacudió la cabeza y sonrió. —Es una competencia donde se exprimirán las bolas con las manos.

   —Bien. ¿Y qué es Puño en la ingle?

   Camilo se encogió de hombros. —Es una competencia de puñetazos.

   —Está bien, suena genial... Hey, ¿qué es esta cuenta de Instagran? @proyectobastian

   —Lo vamos a transmitir por ahí —sonrió Camilo—. Tambien hemos invitado a Eladio, el futbolista para que nos acompañe, sera una sorpresa.

   —¿Entonces está aprobado? —preguntó Horacio. Todavía sentía dolor pero trataba de ocultarlo.

   Bastian afirmó.

   —Está bien —Horacio se levantó—. La proxima semana arracamos con la CBS. Gracias a todos por su arduo trabajo. ¡Y Buena suerte!

   Camilo e Ignacio sonrieron.

   Horacio hizo una mueca y agarró su entrepierna. Luego suspiró y levantó las manos. —Aquí tienen... ¡Todos toquen las bolas de la suerte!

   —Cuanto más golpees, mejor será la suerte —anunció Ignacio.

   Bastian se rió. Golpeó fuertemente las bolas de Horacio con la mano derecha, sintiendo sus suaves bolas aplanarse entre sus dedos y la entrepierna.

   Horacio gimió.

   El siguiente fue Camilo. Golpeó los huevos de Horacio con la palma de su mano. El sonido de la bofetada resonó en la habitación, y fue ahogada por el fuerte grito de Horacio.

   Entonces Ignacio tomó su turno, golpeando el conjunto genital de Horacio.

   Horacio chilló y se dejó caer al suelo, agarrando sus bolas palpitantes y gimiendo de dolor.

   —¡Sí! —Ignacio estaba jubiloso. Chocó los cinco con Camilo y Bastian.

   —Nos vemos el 01 de octubre con el arranque de la CBS, muchachos. Feliz fin de semana.