CONTIENE:
SEXO HETEROEXUAL
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Israel comenzĆ³ a desnudarse con su novia de turno... Cuando ella bajĆ³ sus calzoncillos su polla automĆ”ticamente la invitĆ³ a que se la comiera. Ella no rechazĆ³ la invitaciĆ³n y se hincĆ³ para hacerle una mamada con todas sus ganas terminando de ponĆ©rsela dura.
El bello rubio era dueƱo de una polla sabrosa, larga y muy dura. LamiĆ³ sus huevos, grandes, mientras le apretaba el culo con las manos. Con la lengua la mujer recorriĆ³ todo su tallo, lentamente y cuando llegĆ³ a la cima, rodeĆ³ la verga con los labios, chupando, soltando baba y lubricĆ”ndola para que estuviera jugosa. La deseaba dentro de ella, querĆa follar. Se dio la vuelta, se puso de espalda a Ć©l y le dijo:
—FĆ³llame.
Israel como un animal sediento de sexo no demorĆ³ en introducir su pene de una vez. Se ayudĆ³ de sus manos para empotrarla, dando golpetazos con su pelvis y haciendo que la muchacha golpeara contra la pared. Tan excitada sintiĆ³ que sus primeros flujos comenzaron a chorrear por sus piernas y los huevos del macho tambiĆ©n se empaparon de ellos. Lo dejĆ³ seguir cojiĆ©ndola.
Israel gemĆa, suspiraba, lo estaba gozando mucho. El coƱo estaba ardiente y lo notaba cada vez que embestĆa su polla dentro de ella...
—Mmmmm, mi amor, Israel, ¡¡que placer!! Me corro.
Ćl siguiĆ³ con la polla muy dura. Y su novia siguiĆ³ disfrutando de su miembro, hizo que se sentara y se subiĆ³ encima de Ć©l, para cabalgarlo y besarle al mismo tiempo. Llegando al orgasmo otra vez mientras Israel le acariciaba y pellizcaba sus pechos con fuerza. Ahora follĆ”ndole el culo, con su venosa y tiesa verga. La muchacha se puso de pie, y dejĆ³ que la penetrara despacio, con cuidado, hasta que estuvo dentro de ella moviĆ©ndose dentro y fuera para darle placer. ¡Ella se hartĆ³ de gozo tanto o mĆ”s que Israel! PonĆa empeƱo en verla disfrutar, ella veĆa su cara, Ć©l cerraba los ojos mientras se la metĆa hasta el fondo y ella respondiĆ³ con un nuevo orgasmo espectacular. Estrujaba su miembro con fuerza y la mujer pensĆ³ que quizĆ”s se iba a correr pero tampoco lo hizo.
Entonces le quitĆ³ el condon, se sentĆ³, se la chupĆ³ de nuevo, metiĆ©ndola y sacĆ”ndola de su boca, lamiendo con la lengua y sus labios, cada vez mĆ”s rĆ”pido... Supo que Israel querĆa eyacular. AsĆ que procediĆ³ a masturbarlo con la mano, lo hizo lento al principio y un poco mĆ”s rĆ”pido despuĆ©s ayudĆ”ndose tambiĆ©n con la boca... pero el resistente Israel no se corrĆa. Pero bastaron unas caricias a su cabello, unos besos a sus carnosos labios cuando el macho eyaculĆ³ una super oleada de leche.
Consumado el acto sexual el varĆ³n se quedĆ³ dormido junto a su novia hasta la maƱana siguiente cuando la mujer se habĆa retirado del lecho para acudir a su jornada laboral, el guapo rubio, siendo su propio jefe en un consultorio odontolĆ³gico tomĆ³ una ducha y se preparĆ³ el desayuno todavĆa estando en el departamento de la guapa muchacha.
Su torso estaba desnudo y se preparaba un sƔndwich cuando en su celular hubo una llamada.
Ćl no demorĆ³ en atender. Sus labios se ensancharon con una sonrisa. Desde que lo habĆan echado del club de nataciĆ³n su cuerpo le pedĆa ejercitarse con practicar algĆŗn deporte y es que sus genes lo necesitaban, los hombres de su familia dependĆan de un deporte.
Y resultĆ³ seleccionado para presentar una prueba en una empresa de lucha erĆ³tica, era un trabajo pero Ć©l lo tomarĆa como deporte. Para ser parte de la misma antes tenĆa que presentar una prueba. Le atraĆa la idea de luchar contra alguien y demostrar sus atributos corporales y su fuerza.
Israel aceptĆ³ la invitaciĆ³n y la pautĆ³ para la tarde.
DespuĆ©s del desayuno saliĆ³ al trabajo para ejercer parte de su rutina.
En horas de la tarde se presentĆ³ en Guerreros de la arena para la prueba que definirĆa su ingreso. AcudiĆ³ con un pasamontaƱa que cubrĆa su cabello una ceƱida franela y un jeans que apretaba y delineaba muy bien su bulto. Al llegar al sitio descubriĆ³ en el centro del local la arena de pelea donde dos contrincantes se enfrentaban midiendo fuerzas, movĆan sus cuerpos sudorosos vistiendo Ćŗnicamente calzoncillos ajustados. Junto a Israel habĆan ya catorce hombre para definir sus plazas de ingreso.
Uno de los hombres que luchaban dominĆ³ al otro con una llave de asfixia hasta dejarlo profundamente dormido en la arena.
Israel se presentĆ³ ante uno de los miembros del club que le tomĆ³ los datos y seguidamente lo encaminĆ³ hacia una habitaciĆ³n donde sĆ³lo habĆa una pesa.
—Debes desnudarte y subir ahĆ para tomar tus medidas.
Israel afirmĆ³ con la cabeza. ComenzĆ³ a quitarse la indumentaria hasta dejar su magro cuerpo desnudo ante la vista del espectador.
—Tienes grandes bolas, muchacho, ¿sufres alguna condiciĆ³n?
—No, no. Esto es 100% carne sana. Herencia familiar a todas las mujeres les gusta y define mi poder viril ante otros hombres. Siempre me burlo de mis amigos que tienen unas canicas por bolas.
El otro sujeto sonriĆ³ mostrando los dientes intentando no darse por aludido sabiendo que sus testĆculos parecĆan autĆ©nticas uvas. Por un momento sintiĆ³ envidia de Israel y sin embargo continuĆ³ tomando y copiando sus medidas. Israel estaba interesado en luchar contra mujeres y hombres por igual, para aquella prueba se enfrentarĆa a un hombre.
Cuando Israel regresĆ³ a la arena donde se harĆa el enfrentamiento conociĆ³ al resto de los aspirantes.
—Quiero entrar aquĆ para seguir mejorando —explicaba Ć©l—. Soy un hombre de retos y siempre los supero. En nataciĆ³n siempre fui el mejor y ahora quiero demostrar que puedo superar a cualquier hijo de vecino que se me atreviese.
El hombre que habĆa tomado sus datos lo escuchĆ³ y frunciĆ³ la boca. NegĆ³ con la cabeza pensando que Israel necesitaba un poquito de humildad. Esteban el dueƱo de la empresa le dijo que conocĆa su historial familiar, hombres fuertes pero de dĆ©biles cojones.
—Si lucharas conmigo, saldrias huyendo como gallina —le dijo Israel a un muchacho pelirrojo mĆ”s joven que Ć©l. QuerĆa demostrar la seguridad de un luchador profesional, o de un villano de pelea.
Las luchas iban a ser por rondas y cuando fue el primer turno de demostraciĆ³n de Israel se sorprendiĆ³ de ver como el flaco que le habĆa tomado las medidas iba a probar su talento. Se sintiĆ³ seguro de ganar ese encuentro.
Los dos hombres se movieron por la arena con los puƱos levantados y en guardia ante el otro, pero fue Israel quien rompiĆ³ la barrera y se lanzĆ³ contra el flaco dispuesto a darle un puƱetazo en la cara. El muchacho lo esquivĆ³ y en su lugar le tomĆ³ del hombro con ambas manos e incrustĆ³ su rodilla en su ingle aplastĆ”ndole las pelotas por igual. El hermoso rubio respondiĆ³ con un alarido quejumbroso cuando sintiĆ³ que sus bolas chocaron contra su pelvis. TorciĆ³ los ojos y se agarrĆ³ las bolas doblando sus rodillas y uniĆ©ndolas.
—¡Oh, eso debiĆ³ doler! —dijo un espectador.
—¡AcabĆ³ con el fuerte e indestructible gladiador! —se riĆ³ otro de los aspirantes.
—Ja, ja, ja, eres un creido. ¿No decĆas que eras invencible? —se reĆa el muchacho flexionando sus mĆŗsculos del bicep y despuĆ©s acariciando su abdomen con una mano—. Levantate, y demuestra que eres el mejor, ¿o vas a huir como gallina?
Israel estaba debilitado y sin fuerza alguna. TosiĆ³ y agarrĆ³ con las manos su hombrĆa cuyas bolas palpitaban por el abuso sufrido. Del insoportable dolor habĆa caĆdo de rodillas al suelo. Su frente arrugada y los labios apretados eran muestras del infinito pesar que su cuerpo experimentaba.
De parte de los espectadores hubo algunas sonrisas de ver como aquel semental arrogante se reducĆa a un miserable hombre despuĆ©s de hablar de su grandeza.
El luchador caminĆ³ hasta Israel sin mucho esfuerzo lo empujĆ³ de los hombros y Ć©ste sin resistencia alguna se fue de bruces. Lo agarrĆ³ de los tobillos y lo doblĆ³ sobre su espalda obligando al rubio a ponerse en posiciĆ³n de carretilla donde comenzĆ³ a gemir con la espalda arqueada.
—Acabale las bolas —gritĆ³ uno de los aspirantes.
—SĆ, que no quede nada de esa piltrafa.
—Patea sus huevos. Que le queden de recuerdo.
El luchador sonriĆ³ observando como las pelotas de Israel se dibujaban en su calzoncillo apretado. EsbozĆ³ una sonrisa malvada y propinĆ³ una contundente patada contra sus gĆ³nadas.
Israel lanzĆ³ un alarido y se sobresaltĆ³ cuando le soltaron los tobillos y se batiĆ³ en el suelo agonizando de dolor.
—AsĆ es —dijo un envidioso aspirante.
—¿Quieren mĆ”s? —preguntĆ³ el luchador a su improvisado pĆŗblico.
—Por supuesto que sĆ, fulminalo.
—¡Patea el culo de ese rubio bonito!
—Ponlo a mamar.
—¡OYE, NO! —grito Israel cuando la mano del luchador se colocĆ³ sobre su cadera forzĆ”ndole a quitarse la ajustada ropa interior.
En aquel momento el luchador acumulaba mĆ”s fuerzas que Israel que en circunstancias normales y con las bolas sanas se hubiese podido defender. Pero aquella ropa fue rasgada y el rubio quedĆ³ hermosamente desnudo ante su pĆŗblico. ParecĆa un dios con su esbelto cuerpo mostrando su dura polla con la cabeza brillante del presemen. Sus ojos vagaron a los espectadores que le devolvieron sonrisas burlonas. Tuvo una ligera vergĆ¼enza y sus mejillas enrojecieron por lo que se cubriĆ³ la entrepierna y logrĆ³ despuĆ©s dar un puƱetazo defensor en el abdomen del luchador que no hizo el mayor daƱo.
El luchador contraatacĆ³ con una barredora que tumbĆ³ y desorientĆ³ al rubio ChacĆ³n. AsĆ volviĆ³ a sujetarlo de las piernas y pisĆ³ sin clemencia sus testĆculos. Israel doblĆ³ la cara de dolor mientras se retorcia con los testĆculos perdiendo su ovalada forma entre el pie y su pelvis.
—Eso te lo mereces por engreĆdo —gritĆ³ otro espectador.
A Israel le dolĆan mucho las bolas pensaba que se iban a deformar para siempre y su mayor orgullo iba a desaparecer.
El luchador separĆ³ sus piernas y despuĆ©s se dejĆ³ caer interponiendo su cabeza sobre la ingle de Israel.
Israel gritĆ³ de dolor dando convulsiones agĆ³nicas agarrĆ”ndose las bolas mientras su pene brillaba de presemen mostrĆ”ndose duro y con muchas venas. DejĆ³ algĆŗn hilo de baba brillante en su abdomen.
—Alguien que me ayude a sostenerlo.
Hubo peleas entre los espectadores y finalmente el luchador tuvo que elegir uno del montĆ³n resultando electo otro paupĆ©rrimo flacucho. El luchador le pidiĆ³ que sostuviera al guapo rubio de los brazos.
El flacucho obedeciĆ³ y el experimentado luchador se situĆ³ entre las piernas de Israel, le agarrĆ³ el pene comenzando a masturbalo.
—¿QuĆ©?... ¿QuĆ© haces? —preguntĆ³ el rubio entre gemidos de sus carnosos labios.
—¡CĆ”llate!
Y le dio un golpe en los huevos.
Israel gritĆ³.
—¿Te gusta esto, ¿ah, rubio? Te gusta que te pajeen jajajaja.
—¡Jajajaja!
El puƱo del luchador navegĆ³ a la entrepierna de Israel arrancĆ”ndole un grito desgarrador enseguida este torciĆ³ la espalda y un chorro poderoso y fluido de semen saliĆ³ expulsado de su gruesa verga.
—Ahhhrrggggg
Israel rugiĆ³ con el cuerpo mojado de sudor el pene embarnizado de semen que tambiĆ©n hizo una laguna en el piso.
Los espectadores se reĆan a carcajadas.
El luchador agarrĆ³ aquella generosa cantidad de semen que cayĆ³ a su cuerpo y en el suelo y lo colocĆ³ contra la cara de Israel, lo dejaron acurrucarse en el suelo lloriqueando amasando sus doloridos cojones.
El luchador y el flacucho se alejaron riƩndose y chocƔndose las manos y diciendo que la empresa no estaba preparada para tipos como aquƩl.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario