CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
En las Ćŗltimas dos entregas, los huevos de Ignacio habĆan sido el centro de atenciĆ³n por peticiĆ³n de Bastian ChacĆ³n: Horacio y Camilo se habĆan dedicado a golpearlo y el ganador para el Ćŗltimo dĆa anotarĆa un punto para el estudio del seƱor de los testĆculos grandes.
El registro del juego se tenĆa filmado por la cĆ”mara de un celular y en ese momento Camilo estaba dentro de la habitaciĆ³n del rubio. Estaba atando una cuerda al cuello de una botella de plĆ”stico que solĆa contener 2 litros de bebida gaseosa. Pero para el momento estaba llena de agua. SonriĆ³ a la cĆ”mara.
—Estamos planeando una pequeƱa sorpresa para Ignacio... —subiĆ³ a una silla y sujetĆ³ el otro extremo de la cuerda a una abrazadera en el techo, directamente en frente del marco de la puerta.
—Date prisa, hombre —dijo Horacio con impaciencia detrĆ”s del celular—. EstarĆ” aquĆ en cualquier momento...
Camilo sujetĆ³ la abrazadera al techo con un martillo y clavos y atĆ³ la cuerda con la botella, con mĆ”s cuidado. La botella quedĆ³ colgando a nivel de la entrepierna. Camilo guardĆ³ la silla y se parĆ³ detrĆ”s de la botella. La ostuvo y retrocedio unos pasos, asĆ que se parĆ³ con la espalda tocando la puerta. Sosteniendo la botella frente a su entrepierna.
—Perfecto.
Cuando escuchĆ³ pasos acercĆ”ndose, tirĆ³ de la botella hacia Ć©l y esperĆ³ a que se abriera la puerta.
De repente, la puerta se abriĆ³ y Camilo soltĆ³ el recipiente. Se balanceĆ³ hacia el chico en el marco de la puerta.
Pero no era Ignacio.
LenĆn apareciĆ³ con una sonrisa traviesa: —Ignacio estarĆ” aquĆ en cualquier...
No pudo terminar la oraciĆ³n cuando la pesada botella se aplastĆ³ contra su entrepierna, interrumpiendo su anuncio y haciendo que su cuerpo saltara del impacto. LevantĆ³ las cejas y formĆ³ una silenciosa O con la boca. La botella se balanceĆ³ hacia atrĆ”s y agarrĆ³ sus pelotas antes de que la botella pudiera golpear su ingle una vez mĆ”s y hacer mĆ”s daƱo.
—Carajo —gimiĆ³ con voz aguda.
—Funciona —sonriĆ³ Camilo.
—SĆ —gimiĆ³ LenĆn—. Funciona muy bien...
Camilo lo agarrĆ³ y lo empujĆ³ hacia el baƱo. LenĆn cojeĆ³, gimiendo y agarrando sus bolas, mientras Camilo cerrĆ³ la puerta de nuevo.
Horacio se riĆ³ detrĆ”s de la cĆ”mara.
Camilo agarrĆ³ la botella nuevamente y la tirĆ³ hacia atrĆ”s.
Unos momentos mĆ”s tarde, la puerta se abriĆ³ de nuevo y Camilo empujĆ³ el envase.
Era Ignacio. No tenĆa camisa y usaba un traje de baƱo que mostraba sus bonitas y regordetas bolas y un pene grande y flĆ”cido que apuntaba hacia un lado. SontenĆa un palo en una mano.
Vio la botella balancearse hacia Ć©l y abriĆ³ la boca para decir algo. Sin embargo, antes de que lo hiciera, la pesada botella se contactĆ³ con sus huevos.
La fuerza del golpe levantĆ³ a Ignacio y cuando puso lo pies en el suelo, apenas logrĆ³ mantenerse. Mientras sus manos estaban ocupadas sosteniendo el palo, la botella golpeĆ³ sus preciosas bolas nuevamente, balanceĆ”ndose contra su desprotegida entrepierna y golpeando sus huevos una vez mĆ”s.
Ignacio se doblĆ³. La botella se balanceĆ³ hacia Ć©l, golpeando su cabeza y enviĆ”ndolo al suelo.
QuedĆ³ retorciĆ©ndose en el suelo, agarrĆ”ndose la ingle y murmurando obscenidades.
Horacio se acercĆ³ con el celular y filmĆ³ su cara contorsionada por el dolor.
—Felicitaciones, Camilo, eso es un indicador de dos puntos para ti...—se riĆ³ Horacio acercĆ”ndose a Ignacio, que parecĆa no escuchar lo que dijo—. Es una pena ser tĆŗ, ¿no, Ignacio?
Al final del dĆa la pizarra mostraba a Camilo con 8 golpes, seguido por Horacio con 7.
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