ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
Micaela de 26 aƱos y su marido Roberto de 25, tienen una discusión, la mujer volvĆa de un viaje de trabajo hace 2 dĆas, y ahora revisaba el celular del marido, la celosa esposa descubre llamadas y chats. Se hallaban en la alcoba, justo antes de ir a intimar, El marido en calzoncillos le quiere besar y llevar a la cama, una vez la penetre ella olvidarĆ” sus repetidos celos y se dedicarĆ” al amor.
La mujer en ropa interior y botas altas, le aleja, estÔ muy molesta, observa sin pausa el calzoncillo de su marido⦠y cómo sus dotados genitales llenan la prenda varonil.
Micaela recuerda un video grabado por el investigador privado que contrató el aƱo pasado, en aquella ocasión sospechó de la infidelidad de Roberto, y resulto ser cierta⦠en la grabación observaba a Roberto sobre una compaƱera de trabajo sacĆ”ndole los sesos durante el acto sexual, a ella nunca le habĆa dado tan duro contra su coƱo⦠Aquella vez Roberto se fue de la casa unos dĆas, pero regresó y le pidió perdón, le juró nunca serle infiel de nuevo⦠claramente le volvió a traicionarā¦
ā¦Pero esta vez no se irĆ” ileso el cobarde... La esposa emprende carrera contra su esposo y lanza una patada con todas sus fuerza contra aquello que mĆ”s enorgullece a su marido⦠aquello que ella mĆ”s admira de Ć©l⦠sus testĆculos!
Roberto soltó un grito agudo:
āAAAAYYYYYYYYYYYYY!ā. Las pelotas del esposo cambiaron a una forma achatada, dónde todo su esperma sintió un batido general.
De inmediato se dobló a la mitad, agarrĆ”ndose la masculinidad, seguidamente sintió nauseas, y horcadas, trató de evitarlo pero el vómito emergió incontenible, por fortuna no habĆa comido mucho antes, asĆ que lo expulsado era una especie de babaza blanca verdosa, la respiración se le hizo difĆcil, realmente hacĆa esfuerzos por inspirar.
Micaela, observaba expectante las reacciones de su dotado esposo, se sentĆa orgullosa de herirle, que sufra el condenado traidor⦠pero querĆa causarme mas daƱo.
Finalmente Roberto no aguantó mÔs y se fue al suelo⦠embarrÔndose un lado con su propio contenido estomacal.
El dolor mantenĆa el cerebro del varón bastante aturdido⦠nunca esperó que su esposa le pateara la hombrĆa⦠Micaela siempre habĆa sido celosa, pero nunca le habĆa agredido con mĆ”s de una cachetada.
El hombre nunca habĆa sentido tanto dolor en su vida, golpes bajos si habĆa recibido, algunos en deportes, e incluso en el sexo con su pareja, cuando sentĆ”ndose en su ingle le habĆa alcanzado a aplastar la virilidad, pero de lejos jamĆ”s sintió algo tan intenso.
āMaldito infiel!, no puedes vivir con una Ćŗnica mujer?, que te pasa?, te duelen las huevas?ā.
Roberto no dejaba de retorcerse en el suelo, mientras Micaela lo observaba con odio, detallaba el enorme bulto que su esposo se agarraba.
āSabes algo, me case contigo por que tenĆas los huevos grandes⦠recuerdo que cuando Ć©ramos novios me decĆa a mĆ misma que no debĆa dejarte ir, con esas bolas demostrabas toda tu energĆa sexual, siempre me llevaste al orgasmo, siempre me sentĆa orgullosa de tenerte de esposo, y por mĆ”s que lo pensaba, no podĆa de pensar una vida sin ti⦠un hombre que me harĆa la mujer mĆ”s envidiada de barrio, pero me decepcionas siempreā¦ā.
āOOOuuuggggg, perdón Micaelaā.
āCĆ”llate!... pero no cambiarĆ”s, nunca has podido ser hombre de una sola mujer, siempre burlĆ”ndote de mĆ, mientras te acuestas con toda las zorras del barrio y la oficina⦠eres un maldito!ā.
Roberto trató de dar otra explicación, pero Mariela la calló de una patada en el costado
āMi hermana tenĆa razón, me advirtió de no casarme con un libertino como tĆŗā.
Roberto se retorcĆa, masajeaba desesperado sus grandes bolas; Micaela una vez mĆ”s observó ese masajear de pelotas, eran grandes y cada vez que las tocó en su vida, las sintió duras y llenas.
āMi hermana ademĆ”s me dijo una vez, cuando le contĆ© que eras huevón, que si un dĆa me querĆas golpear⦠que te diera ahĆ, porque sin importar lo macho que seas, con esos huevos tan grandes no tendrĆ”s oportunidad de hacerme nada una vez que te los golpeeā.
La enojada mujer comienza a patearlo, ablandando las carnes de su marido, luego se agacha entre sus piernas, y comienza a puƱetearle las manos,
ā¦En cierto momento el marido se descubre, y es cuando la enfurecida Micaela le acierta un puƱo en las pelotas⦠la mano llega hasta el fondo⦠y enseguida le agarra el escroto y le pulveriza las bolas con un segundo impacto.
āAAAHHHHā¦. AARGGHHH!!!ā.
Roberto jadea por aire, su rostro se descompone y queda semi-inconsciente, babeando espesa sustancia por su comisura labial. No notarĆa cuando su mujer abandonó el lugar.
Por fin Roberto reacciona, el dolor es aun insoportable, nota que chorros de orina escaparon a su esfĆnter durante su aturdimiento, medio calzoncillo estĆ” hĆŗmedo y con un fuerte olor a su excreción renal.
El queda adolorido y llora del dolor. Minutos pasan y por fin logra incorporarseā¦tambalea, luego de nuevo y se debe apoyar en la pared para evitar la caĆda. Sus piernas son de jalea⦠logra llegar a un sillón y se desploma exhausto, se quedarĆ” en ese asiento jadeando hacia el techo y con las manos sobando sin parar y lentamente, sus gónadas.
Micaela se irĆa de casa ese dĆa y nunca volverĆan a verse.
FIN.
Gracias.
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