Erick se une al proyecto (1/2) - Las Bolas de Pablo

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8 nov 2019

Erick se une al proyecto (1/2)

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Pocos dĆ­as atrĆ”s Erick se comunicĆ³ con su amigo Pablo para preguntarle por quĆ© no habĆ­a participado en la CBS a lo que ChacĆ³n le dijo que su cupo se lo habĆ­a entregado a David quien deseaba ser parte de la competencia. A su vez Erick aprovechĆ³ el contacto con su mejor amigo para pedirle que lo ayudara a ser parte del Proyecto de Bastian.

   Pablo transmitiĆ³ la peticiĆ³n a su tĆ­o que no dudĆ³ ni un segundo en asignar una entrevista con el muchacho de cabellos alborotados ya conocido en el blog.

   Cuando se conocieron Erick vestĆ­a con jeans y una franela ajustada sin mangas que mostraba su musculoso pecho. Se rascĆ³ sus alborotados cabellos y simpatizĆ³ de inmediato con Bastian, que ademas lo recibio con una sexy ajustada tanga negra.

   El dueƱo del proyecto se parĆ³ al lado de Erick y sonriendo, pasĆ³ el brazo por los hombros del guapo semental.

   —AsĆ­ que quieres poner tus huevos a mi orden, que deleite. Ya vamos a iniciar, es hora de quebrartelos y olvidar que una vez los tuviste.

   Erick palideciĆ³ pero despuĆ©s sonriĆ³ sintiĆ©ndose confiado.

   Bastian agarrĆ³ su mosca y la desabrochĆ³.

   No llevaba ropa interior y Pablo mirĆ³ su pubis afeitado.

   —Haz el honor, Pablo, deshuĆ©valo.


   Pablo mirĆ³ la mosca abierta de Erick y se encogiĆ³ de hombros, con expresiĆ³n aburrida en su rostro.

   Erick puso los ojos en blanco. Luego, dejĆ³ se quitĆ³ los zapatos y el jean, dando una larga mirada de miedo. QuedĆ³ ante ellos, usando solo su camiseta sin mangas. Su polla y grandes bolas colgaban entre sus piernas.

   Pablo caminĆ³ lentamente hacia Erick hasta que estuvo parado frente a Ć©l. Se encogiĆ³ de hombros, suspirĆ³ y lanzĆ³ una potente patada justo entre sus muslos aplastando sus preciosas esferas contra la pelvis.

   Erick gimiĆ³ roncamente desplomĆ”ndose en el suelo.

   Bastian lo mirĆ³ y sonriĆ³.

   —¿Bien? —preguntĆ³.

   Pablo mostrĆ³ una leve sonrisa.

   —Un poco… —respondiĆ³ Erick

   —Vamos, levĆ”ntate, amigo —invitĆ³ Bastian. Erick sĆ³lo gemĆ­a de dolor.

   AgarrĆ³ la mano del guapo fauleado y lo ayudĆ³ a levantarse.

   —Joder —susurrĆ³, agarrando sus huevos con la mano derecha.

   Pablo retirĆ³ la mano de Erick de sus bolas y agarrĆ³ las grandes y colgantes gĆ³nadas y las pesĆ³ en su mano.

   —Bastante pesadas —sonriĆ³ Pablo. Clavando las yemas de los dedos en las bolas suaves y carnosas. TorciĆ³ la mano para aumentar la tortura.

   Erick gritĆ³ de dolor y luchĆ³ por salir del agarre mortal de Pablo. En vano. Pablo aumentĆ³ la presiĆ³n sobre los pobres testĆ­culos, amasando entre sus dedos y usando la mano izquierda para aplanar aĆŗn mĆ”s los delicados orbes.

   DespuĆ©s de unos minutos, Erick dejĆ³ de gritar y balbuceĆ³ roncamente, haciendo que Pablo soltara su ingle.

   Erick se derrumbĆ³ en el suelo y se acurrucĆ³, gimiendo de dolor y frotando su dolorida virilidad.

   Bastian mirĆ³ a Pablo y afirmĆ³.

   Pablo sonriĆ³.

   Bastian ayudĆ³ a Erick a levantarse nuevamente y le dijo que se pusiera de espalda a Pablo e inclinĆ”ndose hacia adelante para que sus manos descansaran sobre sus rodillas. Sus jugosas partes enrojecidas quedaron completamente vulnerables, colgando entre sus muslos y asĆ­ Pablo las pudiera crujiera.

   Con un pequeƱo comienzo de carrera, Pablo pateĆ³ sus cocos. Su zapato se clavĆ³ en la ingle desde atrĆ”s con admirable precisiĆ³n. La punta de su pie chocĆ³ con las dos huevas y las aplastĆ³ contra el cuerpo de Erick.

   Ć‰ste gritĆ³ de dolor. CayĆ³ al suelo, sosteniendo su entrepierna, retorciĆ©ndose en agonĆ­a y murmurando incoherencias.

   Pablo mirĆ³ a Bastian y sonriĆ³.

   Erick estaba gimiendo suavemente. Sus manos agarraban sus bolas doloridas, tratando de detener el dolor insoportable que bombeaba a todo su cuerpo.

   —Bueno, Erick, dejame decirte que serĆ­as parte interesante de nuestro proyecto. Me encantarĆ­a tenerte en mi fila. AsĆ­ que bienvenido, hombre.

   —Gracias —susurrĆ³ Erick con voz ronca, todavĆ­a rodando por el suelo y amasando sus testĆ­culos maltratados.

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