ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.
RELACIONADO CON LOS RELATOS: ATAQUE A TRUMP y EL LADO OSCURO DEL DECANO.
Eran las 7 Pm, y en el restaurante DONDE JOEĀ“S, varios clientes cenaban; Entonces apareció un comercial que desde la maƱana inundaba los televisores de la ciudad, en Ć©l se informaba de una peligrosa mujer quien era buscaba por la policĆa, y una cuantiosa recompensa de 10.000 dólares por información para su captura.
Coincidencialmente en 3 mesas, los ocupantes no habĆan visto el comercial, Ahora reaccionan sorpresivamente ante la información.
EN LA MESA 8.
Un hombre y su pareja rubia compartĆan una cena ligera, en un ambiente cargado de mucho romance⦠Se trata de los conocidos personajes, Daniel Roberto y Adriano alias āTrumpā. Daniel una vez mĆ”s cumplĆa la fantasĆa de Adriano, disfrazĆ”ndose de rubia.
Es entonces cuando se emite el comercial donde se ofrece la recompensa. La pareja queda impactada ante la información.
āElla es la enmascarada?, pero si es solo una muchachitaā. Expresa Adriano ante la sorpresa.
āQue no es la novia de Miguel?, la recuerdas Adriano?ā. Expuso Daniel, quien reconocĆa en la buscada, a aquella disfrazada de cientĆfica que conocieron en la Navidad pasada y presentada por su amigo Miguel.
La pareja quedó boquiabierta un rato, cada uno recordaba la tortura a la que fueron sometidos por ella, Daniel sentĆa escozor recordando aquel choque elĆ©ctrico en el pene hĆŗmedo tras su ducha, y no dejaba atrĆ”s los repetidos castigos a las pelotasā¦
ā¦Adriano se tomó el cuello, le pareció tener aĆŗn aquel collarĆn elĆ©ctrico, luego masajeo sus bolas⦠de repente tuvo una idea.
Se acercó a Daniel y a oĆdo le dijo:
āQue te parece si nos divertimos hoy como aquel dĆa que nos agredió esa chicaā.
āPero eso es pervertido, que no recuerdas lo que sufrimos ese dĆaā.
āPero aquel dĆa fue mĆ”s morbo que susto, recuerda que luego de que ella se fue, gozamos mejor, el miedo y luego el saber que me perdonaba, nos encendió mĆ”sā.
āQue loco estas -Trump-, pero lo que quiera el seƱorā. Una sonrisa apareció en los labios de Daniel, en el interior algo le decĆa que aceptara, era cierto lo que decĆa Adriano, si bien sufrieron, luego de que ella se marchó tuvieron el mejor sexo, toda esa adrenalina liberada con el ataque, les dejó listos para gozar mĆ”s⦠tal vez era extraƱo sentirse asĆ despuĆ©s de un trauma como ese, aquello significaba que le tomaban gusto al sadomasoquismo?⦠En fin, esta noche disfrutarĆa con su pareja, no se colocó el disfraz de rubia solo para salir a cenar.
EN LA MESA 14.
El Ex Decano PĆ©rez Ayola, quien ahora laboraba como subgerente en una importante farmacĆ©utica, solĆa ver las noticias mientras cenaba en el lugar⦠Al ver a Verónica como la enmascarada, se muerde la lengua de la rabia.
āAsĆ que era ella!, entonces era su venganza por sacarla del laboratorio!... maldita!ā.
HabĆa odio en la cabeza del Ex Decano, se tomó el hombro luxado, aĆŗn tenĆa molestias, pero movĆa bien el brazo⦠MĆ”s cuando comenzó a recordar detalles de aquella noche de agresión, su pene comenzó a reaccionar.
En su memoria estaba cuando fue golpeado por la enmascarada, e incluso mĆ”s atrĆ”s, cuando tras discutir con la cientĆfica, esta le agarró los testĆculos, aunque sin apretĆ”rselos como hubiese querido.
Excitado el veterano tomó su telĆ©fono, quiso llamar a su dominatriz favorita, pero esta habĆa quedado enojada desde aquel dĆa, y aun no se le pasaba el enojo⦠cerró el telĆ©fono y se dispuso a pagar la cuenta.
En el mismo sitio se hallaba Javier Suarez, el encargado actual del laboratorio de BiologĆa, el joven habĆa sido colocado en el puesto por el ex decano PĆ©rez Ayola, pero no habĆa visto que el sujeto estaba en el mismo lugar; Ensimismado en sus estudios, el joven de 19 aƱos, leĆa un libro, mientras cenaba. Ante el anuncio de la TV, alzó la vista y detallaba a Verónica.
Estaba totalmente sorprendido, por eso la cientĆfica no habĆa asistido estos dĆas a la universidadā¦
Javier siempre sintió algo por la cientĆfica Verónica, pero ella nunca le puso atención, y menos cuando se hizo novia de Miguel, ademĆ”s al tomar su puesto en el laboratorio, temió algĆŗn rencor, aunque Verónica no era de ese tipo⦠o eso creĆa, porque lo que decĆa la policĆa era otra cosa⦠No podĆa creer que ella fuese una criminal, y extremadamente peligrosa para ofrecer 10.000 dólares.
No tarda el joven en terminar su cena y con sus libros toma rumbo a su casa, en la cabeza lleva un sinfĆn de emociones y tratarĆ” con ella en su hogar.
EN CASA DE DANIEL ROBERTO.
Daniel Roberto y Adriano llegaron a casa, el disfrazado de inmediato se abalanzó sobre su amado, quien le recibió a besos⦠ciertamente el tema de la enmascarada y su identidad revelada, les encendió mucho mĆ”s⦠Cada uno tenĆa el morbo, Adriano por el castigo testicular, y Daniel por la adrenalina de aquel suceso.
Adriano se colocó su mĆ”scara de āTrumpā y se lanzó como un todo contra Daniel, con la cabeza le impactó en el abdomen derribĆ”ndolo al suelo, las cosquillas en el cuerpo de la ārubiaā, le hacĆan revocarse.
Daniel le puso un pare, era mejor desvestirse e irse a la cama, āTrumpā cedió y se incorporó, de inmediato la rubia le metió un rodillazo en la entrepierna.
āOOOoooohhhh!!!ā.
āTe dolió querido?ā.
āClaro⦠siempre tomĆ”ndome por sorpresa, cof!, cof!ā. La sensación de vacĆo en el bajo vientre le hacĆa doblarse y toser repetidamente.
Mientras Adriano se recuperaba, Daniel comenzó a desvestirse, pensaba ayudar a hacer lo propio a su amado, pero una vez desnudo sufrió el ataque de su pareja.
Adriano le pellizcó el flÔcido pene con furia, el pellizco a la carne peneana hizo chillar a Daniel.
āAAAYYYYYYYYYYYYYYYY!ā.
Ahora el adolorido era la rubia, Adriano aprovecho para desnudarse el tambiƩn.
Ya desnudo, se le acercó y le pidió acceso a su miembro, aun dolido, Daniel se lo concedióā¦
ā¦Ahora en la cama, Trump chupaba el pene de su rubia, que parecĆa revolcarse entre las sabanas ante tal placer⦠Daniel le suplico parase, y el enmascarado obedeció.
El turno era para Daniel, que chupaba el gordo falo de Trump. Las lamidas ponĆan ese glande rojo y brillante⦠cuando no pudo aguantar mĆ”s Adriano retiró la cara de su pareja.
āEspera, o me vendré⦠y quiero penetrarte ya mismo!ā.
Daniel Se acostó boca abajo y separó algo las piernas, ofreciendo su retaguardia a su macho, Trump se acostó sobre Ć©l, acomodó su glande y le penetróā¦
ā¦con su peso llegó hasta lo mĆ”s profundo de aquel recto, y comenzarĆa a bombear sin pausa, el entra y sale, casi hace desmayarse a Daniel, que apretaba lo mĆ”s que podĆa el ano, causando jadeos al excitado y agitado Trump.
Adriano eyaculo en el ano de Daniel, llenÔndole el tubo digestivo inferior, jadeaba exhausto, como pudo salió de él y dio unos pasos atrÔs⦠la pared le ayudó a sostener⦠Pero Daniel se incorporó a toda prisa y sin contemplación le enterró la rodilla en su expuesto escoto.
āAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!ā. Fue el quejido de Trump, al que siempre golpeaban tras correrse, simplemente Daniel no estaba dispuesto a dejar de lado su tradición de golpes traicioneros.
La rubia se reĆa mientras su amado yacĆa en el suelo en posición fetal.
āBueno, ahora me irĆ© a asear⦠A ver cómo haces para levantarteā.
10 minutos despuĆ©s regresaba la rubia, observando que Trump ya estaba en cama, con las manos en sus pelotas... se sobaba con ahĆnco.
āListo para otra ronda, mi Trump?, ahora me toca a mĆ gozarā.
āComo desee mi amada rubiaā.
Y la pareja retomarĆa la intimidadā¦
EN CASA DE PĆREZ AYOLA.
El Ex Decano regresó a su casa, luego de ponerse cómodo, buscó el baĆŗl en donde guardaba artĆculos de sadomasoquismo
TenĆa ganas de satisfacer sus oscuros gustos, pero con su dominatriz enojada, le fue muy difĆcil hallar a una dama de aquellas, en la que confiar sus oscuros gustos⦠esta noche se las arreglarĆa para gozar.
Extrajo una pequeña pala de madera y comenzó a golpear la pala contra su palma, probando la dureza con la que golpeaba ésta.
Luego de colocarla a un lado, se desnudó, el veterano se masturbarĆa con una cosa en mente⦠aquella estudiante que ahora era buscada por las autoridades.
Nunca vio a Verónica Arango con ojos sexuales, la colocó a cargo del laboratorio por su conocimiento y dedicación, no por su belleza y juventudā¦
ā¦Pero desde que la enojada cientĆfica le agarró los testĆculos, nació en Ć©l un leve deseo por ella, ojala se los hubiera apretado en aquella ocasión⦠MĆ”s hoy al saber que ella era la enmascarada, ese deseo por la chica Arango aumentó⦠asĆ fuera enmascarada, le habĆa castigado los testĆculos con saƱa.
Por extraƱo que fuera, el enfermo deseo del Ex Decano era mayor al odio, siendo la cientĆfica quien le obligó a renunciar a su decanatura.
Los pensamientos hacia Verónica excitaban al Ex decano, quien comenzó a masturbarse, su pene expulsaba fino lĆquido lubricante, el cual con el manoseo comenzó a cambiar a espuma; Pero faltaba lo importante, con la pala de madera comenzó a golpearse los testĆculos
PAM!, Sonaba la piel del escroto ante el impacto
āOOhhh, Ooohhh!ā. Expresaba en agitación el licenciado.
PAM!, Un nuevo y repetido golpeteo que no cesaba⦠PĆ©rez Ayola, aumentó la fuerza de los golpes, se mordĆa los labios del placer y a la vez del dolor. Su escoto rĆ”pidamente se volvió rojo como el tomateā¦
ā¦Poco a poco el orgasmo se acercaba, el hombre querĆa mĆ”s!
āSiii, si,si!ā. Y llegó la eyaculación, grotesca, abundante y cargada de un olor a rancio y viejo.
La respiración del varón comenzó a calmarse, se recostó sobre la cama, hasta que finalmente su corazón bajó su frecuencia.
āQue desperdicio el haberte ignorado Verónica Arango, darĆa lo que fuera por tenerte a mis piesā.
Un poco de agua, y el hombre retomó la masturbación⦠faltaba mucho para que estuviera satisfecho, su otra mano tomó posesión de la pala de madera, y una vez mÔs se castigaba el escroto.
No serĆa hasta la cuarta corrida que el hombre terminarĆa en la cama semi inconsciente, con la boca abierta y la sabana empapada de saliva⦠asĆ era como le gustaba pasar su tiempo libre.
Apenas llegó su apartamento, Javier se fue de inmediato a su habitación, fuera ropas e interiores y el muchacho comenzó a masturbarse, acostado en cama, se jalaba el pene con desesperaciónā¦
ā¦Ćl era alguien muy reservado con las mujeres, y desde hace un aƱo no tenĆa contacto femenino, su Ćŗltima novia le dejó por un deportista, y siendo el un chico de ciencia, no le era fĆ”cil encontrar pareja; Verónica Arango, una cientĆfica y su jefa en el laboratorio siempre fue su amor platónico, mĆ”s de una vez deseó estar con ella, era la chica perfecta, inteligente, comprometida con la ciencia y muy bonitaā¦porque tuvo que ennoviarse con ese tal Miguel!
Y es que para Javier Suarez, la cientĆfica era lo mejor del laboratorio, a tal punto que le distraĆa bastante, mĆ”s de una vez Verónica le regañó por descuidar sus deberes, Javier siempre cabizbajo gustaba de ser reprendido por ella⦠Luego vino su salida, Agradeció al decano PĆ©rez Ayola el ascenderlo a encargado del laboratorio, pero a la vez le odió por quitarle a Verónica⦠aunque despuĆ©s de todo ella seguĆa estudiando en la universidad, pero ahora la veĆa muy poco.
Con la renuncia del decano, las cosas cambiaron, se entusiasmó al escuchar que el nuevo decano serĆa una dama, habĆa docentes en edad media, y algunas bastante atractivas, pero su decepción fue total al saber que la escogida serĆa Amelia Stewart, una docente de 65 aƱos, para nada atractiva, incluso era conocida como -Miss Arrugas-, Sin duda era mejor imaginar a PĆ©rez Ayola en bikini, que a esa mujer en traje de baƱo.
āQue lastima que te hiciste mujer de ese tipo Miguel!, yo te hubiera hecho muy feliz!ā. Javier nuevamente aceleró la masturbación.
āTe deseo Verónica!⦠y eres un chica mala!, asĆ que tienes problemas con la ley, eh?... me encanta que seas mala⦠sĆ© mala conmigo!, te lo ruegoā¦ā.
Mas y mĆ”s fuerte eran los apretones al pene, mientras con una mano se acariciaba los testĆculos, Javier soƱaba que penetraba por detrĆ”s a la cientĆfica⦠tantas veces desde la distancia soñó en penetrar su ano, cada vez que ella se inclinaba, denotando su retaguardia, Ć©l anhelaba estar tras ella para introducirle el pene de golpeā¦penetrarla hasta que ambos llegaran al orgasmo⦠Aunque la verdad, nunca habĆa ejercitado el sexo anal.
El agitado chico podĆa verse en su propia cama, penetrĆ”ndola⦠que rico era el culo de Verónica, lo sentĆa apretado, caliente y jugoso.
āQue delicioso ano, mi eterna jefa del laboratorio⦠te gusta que te den duro verdad?, pues toma esto⦠y esto!!ā. Llegó al eyaculación al joven, que por andar soƱando despierto no evitó la salida del chorro espermĆ”tico manchando su propia cama⦠pero entre jadeos de cansancio, poco lo importó el tener que limpiar luego.
En 5 minutos su pene estaba nuevamente en erección, y sentado al borde de la cama, se masturbaba con lentitud, pero con fuerza.
Volvió a imaginar que Verónica le acariciara, esta vez los testĆculos, Ć©l mismo se masajeaba y se decĆa:
āOh Verónica, sóbame mĆ”s las gónadas, no sabes lo que me enloquecen tus cariciasā¦ā.
El desesperado joven, podĆa ver una delicada mano jugar con sus pelotas, mientras imaginaba los labios de Verónica a punto de besarlo⦠casi podĆa saborear el nĆ©ctar de la chica Arangoā¦
ā¦De pronto la cientĆfica estaba en cuerpo y alma ante Ć©l, como era posible?, no le importaba mientras estuviera allĆ para Ć©l.
Aquellos pequeƱos dedos, se cerraron alrededor de su bolsa escrotal⦠Javier podĆa ver como aquella linda mano atrapaba todos sus genitales.
āA ver si te gusta esto, maldito enfermo!ā. Le dijo con rostro enojado su amada Verónica, quien se le acercó a los labios, y le dio un beso⦠Como no le iba a gustar?
Javier sintió que se excitaba mĆ”s, pero en ese momento la cientĆfica comenzó a apretarle los testĆculos⦠A eso es que se referĆa la mujer.
Javier ahora sentĆa dolor, mucho dolor, la joven comenzó retorcerle las gónadas, buscando que ninguna escapar de su apretón⦠el hombre no pudo soportar mĆ”s y comenzó a quejarse:
āAAayyy, aayyyy dĆ©jame!, Verónica, no me aprietes mĆ”s!ā.
Pero la cientĆfica le besó nuevamente, ahora le callaba con sus labios, impidiĆ©ndole expresarse, Javier comenzó a llorar de la tortura que sufrĆa.
Verónica mantenĆa su largo beso, hasta que separó sus labios no sin antes morderle el labio con brutalidad. El labio inferior de la fĆ©mina quedó manchado con la sangre del ahora doblemente adolorido.
Las uñas de Verónica rasgaron el escroto de Javier, cuando con brusquedad, la joven tiró de sus pelotas.
āAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUU!ā. Aulló el chico ante tal daƱo.
La cientĆfica al fin le soltó, quedando sonriente ante un caĆdo Javier quien en el suelo se agarraba el escroto, le dolĆan las pelotas a la vez que le ardĆa el escroto por el rasguƱo, comenzó a llorar⦠AhĆ fue cuando Verónica le dijo:
āY creĆas que eso serĆa todo, enfermo? Vas a morir hoy!ā.
Javier pudo ver como la cientĆfica cargaba en alto un bate de beisbol, listo para descargarlo en su cabeza.
āDi adiós!ā. Y lanzó el golpe asesino.
āNOOOOOOO!ā. Gritó Javier, quien despertaba en su camaā¦
ā¦Todo habĆa sido un sueƱo, una pesadilla mĆ”s bien, se tocó las bolas, estaban intactas, y su escroto no tenĆa marcas, poco a poco se calmó su respiración, su pene en reposo estaba todo empapado de semen, asĆ como podĆa palpar las sabanas hĆŗmedas no solo de la primera eyaculada, sino que de seguro de varias corridas.
Agradeció que fuese todo un sueƱo, pero analizando lo ocurrido, en la vida real, Verónica tal vez si le podĆa hacer algo asĆ a sus testĆculos, alguna vez escuchó el rumor de que ella golpeaba a su anterior novio en los testĆculos, incluso el sujeto terminó la relación antes de irse becado a Cuba⦠tal vez por tener eso en mente soñó aquello.
Se fue a duchar, rememorando el anuncio de la recompensa por TV, en verdad esperaba que Verónica no fuese culpable de aquello de lo que la acusaban, quisiera tenerla nuevamente en el laboratorio como su jefa.
Y asĆ terminarĆa la noche para estos 4 personajes relacionados con la cientĆfica Verónica Arango⦠aunque la noche de Javier parecĆa no terminar aĆŗnā¦
FIN.
Gracias.
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