BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
—Eddy ya va a llegar —anunciĆ³ Pablo.
RomĆ”n, LenĆn, Bastian y Farid estaban con Ć©l. Su tĆo le habĆa propuesto que invitara a un viejo conocido para un divertido juego ballbusting siendo su viejo compaƱero de trĆo el elegido para la ocasiĆ³n.
Pablo vestĆa pantalon negro ajustado, camisa y saco inapropiadamente parecia que iba a una fiesta. Ocupaba el medio del sofĆ” junto a RomĆ”n y LenĆn. Para hacer la espera entretenida les dio a ambos una palmada en la entrepierna.
LenĆn, se sobresaltĆ³ tenĆa pantalĆ³n negro y camisa blanca de mangas cortas.
RomĆ”n llevaba blue jeans y una camisa blanca de manga corta con sus botas de montar. Era todo un vaquero pero en versiĆ³n sexy. Le guiĆ±Ć³ un ojo a LenĆn, y LenĆn sonriĆ³.
Entonces, RomĆ”n alzĆ³ los brazos de Pablo y LenĆn lo golpeĆ³ en las bolas.
—¡Cabrones! —Pablo gimiĆ³ cuando el puƱo de LenĆn golpeĆ³ su prominente paquete. El sonido sordo del impacto hizo que Farid levantara la vista de su celular y sacudiera la cabeza, sonriendo.
Pablo gimiĆ³ y se doblĆ³.
RomĆ”n y LenĆn se rieron y chocaron sus manos.
Justo en ese momento, la puerta se abriĆ³ y Eddy apareciĆ³ en el marco. Se veĆa genial. Llevaba pantalones marrones ajustados y camisa azul claro. Algunos botones en la parte superior e inferior estaban abiertos para que pudieran ver sus abdominales y una buena vista de su pecho.
—Hola —sonriĆ³.
Todos, excepto Pablo, que estaba ocupado sobando a sus cocos, se acercaron a saludar al joven del que tanto Pablo como David les hablaron.
—Hola, Pablo —Eddy sonriĆ³ cuando vio a Pablo doblado en el sofĆ”.
—Hola —susurrĆ³ Pablo con voz ronca.
—¿Empezaste sin mĆ? Como siempre.
RomĆ”n y LenĆn se rieron.
—Solo un poco de calentamiento —sonriĆ³ LenĆn.
Eddy se riĆ³ y asintiĆ³. Se acercĆ³ al sofĆ” y se sentĆ³ junto a Pablo, rodeĆ”ndolo con sus brazos.
—Me encanta verte en esa pose. Sabes que sigo disponible para ti. Bueno, todo parece indicar que estamos listos. ¿Por quĆ© no empezamos?
LenĆn y RomĆ”n asintieron.
Pablo se levantĆ³ y cojeĆ³ hacia ellos, seguido de Eddy.
Eddy se desabrochĆ³ la camisa y se la quitĆ³, arrojĆ”ndola sobre el sofĆ”.
RomĆ”n mirĆ³ la musculosa parte superior del cuerpo de Eddy y sonriĆ³ soƱadoramente.
Eddy se rio entre dientes. —Espera hasta que veas el resto...
RomĆ”n se sonrojĆ³.
—Bien, ¿por quĆ© no nos deshacemos de las camisas? —sugiriĆ³ LenĆn.
Pablo asintiĆ³ dĆ©bilmente, mientras que RomĆ”n ya se habĆa quitado la suya, revelando su pecho peludo sonriendo a Eddy.
Eddy se riĆ³. PasĆ³ su dedo Ćndice sobre el pecho de RomĆ”n, haciendo que sus pezones se endurecieran instantĆ”neamente. Lo mirĆ³ a los ojos. —Me gustas.
RomĆ”n parecĆa que estaba a punto de desmayarse.
El dedo Ćndice de Eddy bajĆ³ por el cuerpo de RomĆ”n, sobre su ombligo y sus abdominales hasta que llegĆ³ a la cintura de su pantalĆ³n. Eddy sonriĆ³ y su mano tomĆ³ el bulto que sobresalĆa de la entrepierna del vaquero. MasajeĆ³ la entrepierna protuberante y le guiĆ±Ć³ un ojo.
RomĆ”n sonriĆ³ nerviosamente.
—EstĆ”s erecto, bebĆ© —susurrĆ³ Eddy con mirada pĆcara.
Pablo, LenĆn, Farid y Bastian los miraban con asombro.
RomĆ”n se aclarĆ³ la garganta.
De repente, Eddy apretĆ³ las bolas de RomĆ”n con fuerza.
RomĆ”n gritĆ³ de sorpresa y dolor.
Eddy sonriĆ³ malvadamente mientras amasaba las joyas en su mano.
El vaquero jadeĆ³ pesadamente, su rostro reflejaba las oleadas de dolor que brotaban de sus doloridos testĆculos.
Unos momentos despuĆ©s, Eddy dejĆ³ de apretar y acariciĆ³ la entrepierna de RomĆ”n.
La cara del primo de Pablo estaba pƔlida.
—Wow —dijo Eddy alegremente. —TodavĆa estĆ”s erecto.
RomĆ”n tosiĆ³ y se desplomĆ³ en el suelo, acurrucado y gimiendo ruidosamente.
LenĆn y Pablo se rieron entre dientes.
Pablo se frotĆ³ la ingle.
—¿EstĆ”s bien? —sonriĆ³ Eddy.
Pablo asintiĆ³ e hizo una mueca. —SĆ, todo estĆ” bien. El que vino caliente has sido tĆŗ.
Eddy sonriĆ³ y dijo que estaba caliente para Ć©l.
Los cuatro hombres se quedaron sin camisa.
—¿Por quĆ© no pasamos al juego? —gruĆ±Ć³ RomĆ”n.
Eddy levantĆ³ las cejas y lo mirĆ³. —Seguro. Por quĆ© no.
—Hemos recogido algunas preguntas —intervino LenĆn—, Pablo dijo que eras profesor asĆ que tus conocimientos deben ser amplios.
—Oh —sonriĆ³ Eddy.
—Por supuesto —dijo LenĆn—. Leeremos la pregunta. Luego, te permitiremos dar la respuesta. Si tienes razĆ³n, puedes elegir uno de nosotros y pegarle en las bolas. Si te equivocas, tus bolas se romperan por uno de nosotros.
Eddy lo mirĆ³ fijamente.
—¿QuĆ© piensas? —quiso saber Pablo.
Eddy sonriĆ³. —Suena divertido.
—EstĆ” bien, vamos, entonces.
Pablo ayudĆ³ a RomĆ”n a levantarse.
RomĆ”n gimiĆ³ y acomodĆ³ su entrepierna.
Pablo metiĆ³ la mano en el bolsillo y presentĆ³ una hoja de papel.
—Comencemos con una fĆ”cil —le dijo a Eddy.
Eddy asintiĆ³ con la cabeza.
—De acuerdo, ¿QuĆ© es el Recado Rojo?
—Eso es fĆ”cil —sonriĆ³ Eddy—. Es una mezcla de especias muy usado en la cocina mexicana.
—Correcto —Pablo asintiĆ³—. Al ser profesor de GeografĆa e historia, algo has de saber.
—Hombre, tendrĆ”s que esforzarte mĆ”s. AsĆ que obtuve la primera respuesta correcta. ¿No puedo golpearte las bolas?
Pablo dudĆ³. —Si me eliges...
—SĆ —dijo Eddy con fingida seriedad. —Vamos, abre las piernas.
—EstĆ” bien —dijo Pablo a regaƱadientes. Se parĆ³ frente a Eddy. —Pero no...
Fue interrumpido por una sĆ³lida patada en sus delicadas bolas. El pie de Eddy se estrellĆ³ perfectamente, clavĆ”ndose en el bulto y golpeando sus testĆculos contra su cuerpo.
Pablo tosiĆ³ y se doblĆ³.
—Genial —dijo Eddy alegremente—. PrĆ³xima pregunta, por favor...
Pablo gimiĆ³ y agarrĆ³ sus doloridas pelotas.
RomĆ”n tomĆ³ la hoja de papel.
—¿QuĆ© equipo ganĆ³ la temporada 2006-2007 de la A-League —leyĆ³.
Eddy lo pensĆ³ un momento. —Oh, hombre, eso es complicado. Creo que el Melbourne VictoryBreach, ¿verdad?
RomĆ”n asintiĆ³ con la cabeza.
Eddy le sonriĆ³. —¿Te gustarĆa otro apretĆ³n?
RomƔn hizo una mueca.
Eddy dio un paso adelante y mirĆ³ a RomĆ”n a los ojos. MetiĆ³ la mano dentro de su pantalĆ³n y revolviĆ³ sus huevos. —AllĆ estĆ”n…
RomĆ”n parpadeĆ³ nerviosamente. Suu expresiĆ³n facial cambiĆ³. Sus ojos sobresalieron y apretĆ³ los dientes cuando le crujieron fuertemente las gĆ³nadas.
Eddy sonriĆ³ brutalmente mientras apretaba las bolas de RomĆ”n, aplastĆ”ndolas en su mano y haciendo que el vaquero se retorciera y jadeara.
Cuando comenzĆ³ a torcer su mano, RomĆ”n gritĆ³ de dolor.
—Eso es suficiente por ahora —sonriĆ³ Eddy soltando las bolas de RomĆ”n. SacĆ³ su mano del pantalĆ³n.
RomĆ”n gimiĆ³.
LenĆn tomĆ³ el papel y le sonriĆ³ a Eddy. —La siguiente pregunta es mĆ”s difĆcil! ¿Quien es Takahiro Urashima?
Eddy lo mirĆ³ fijamente. —¿Takahiro Urashima? Eso es... no tengo idea... Espera...
—Te doy cinco segundos mĆ”s —LenĆn sonriĆ³ con confianza.
Eddy pensĆ³ mucho. Finalmente, dijo sin mucha convicciĆ³n: —No sĆ©, ¿un polĆtico asiĆ”tico?
LenĆn rio. —No. Un futbolista japonĆ©s.
—Mierda. ¿De Verdad?
LenĆn asintiĆ³ con la cabeza. —Ahora te toca a ti abrir las piernas...
—EstĆ” bien —dijo Eddy dĆ©bilmente.
SeparĆ³ las piernas. Su gran bulto estaba claramente delineado por su pantalĆ³n ajustado.
—Vamos a terminar con es...
El pie de LenĆn se hundiĆ³ en la entrepierna de Eddy, clavando sus dos bolas contra la pelvis y haciendo que el atractivo macho gimiera de dolor y se doblara.
Hizo una mueca y agarrĆ³ su ingle, masajeando los testĆculos palpitantes, respirando pesadamente.
—Buena —dijo con voz ronca.
—¿La patada o la pregunta? —le sonriĆ³ LenĆn.
—Ambas —gimiĆ³ Eddy.
LenĆn se riĆ³. MirĆ³ a Pablo y RomĆ”n, que todavĆa estaban ocupados sobando sus testĆculos. Se encogiĆ³ de hombros y volviĆ³ a mirar la hoja.
—Siguiente —dijo.
—Espera —gruĆ±Ć³ Eddy—. Espera un minuto, ¿de acuerdo?
LenĆn levantĆ³ las cejas y sacudiĆ³ la cabeza. —Te harĆ© la pregunta, esta la debes conocer, ¿dĆ³nde queda Brainard?
Eddy se riĆ³ dĆ©bilmente. —QuĆ© apropiado... Parece que te burlaras de mi. No sĆ©... ¿Suecia?
LenĆn sonriĆ³. —No. En Nebraska.
—Mierda.
LenĆn dio un paso hacia Eddy pero RomĆ”n agarrĆ³ su mano.
—DĆ©jame hacerlo esta vez —le pidiĆ³.
LenĆn se encogiĆ³ de hombros.
RomĆ”n se frotĆ³ las bolas doloridas y se parĆ³ frente a Eddy.
Eddy sonriĆ³ con cansancio.
RomĆ”n pellizcĆ³ el pezĆ³n desnudo de Eddy.
—¡Ay!
El lindo vaquero sonriĆ³. Luego abriĆ³ la bragueta del pantalĆ³n de Eddy.
Ćste gimiĆ³.
RomĆ”n lo mirĆ³ a los ojos. Luego agarrĆ³ la pretina y bajĆ³ su pantalĆ³n.
El guapo musculoso no llevaba ropa interior.
LenĆn y Pablo observaron divertidos cĆ³mo se elevĆ³ su polla. Su vello pĆŗbico estaba cuidadosamente recortado. Debajo habĆa una polla bonita, grande, semi erecta y un par de colgantes testĆculos carnosos
RomĆ”n se lamiĆ³ los labios.
LenĆn sonriĆ³.
Eddy gimiĆ³. Sus pantalones colgaban alrededor de sus tobillos.
RomĆ”n sonriĆ³ y agarrĆ³ el jugoso par de huevos en su mano. Eran muy grandes. CerrĆ³ el puƱo alrededor de los testĆculos y le guiĆ±Ć³ un ojo a Eddy.
Ćl sonriĆ³ dĆ©bilmente.
Su sonrisa se desvaneciĆ³ cuando RomĆ”n se puso a apretar. Su puƱo se cerrĆ³ alrededor de los hermosos globos desnudos, aplastĆ”ndolos.
RomĆ”n mirĆ³ a Eddy a la cara y sonriĆ³ mientras apretaba sus cocos con fuerza.
Eddy comenzĆ³ a gemir de dolor.
Con un giro de mano y un guiƱo alegre, RomĆ”n lo soltĆ³.
Eddy se fue hacia adelante. TropezĆ³ con los pantalones y cayĆ³ al suelo, de cara. GimiĆ³ y se acurrucĆ³.
RomĆ”n se inclinĆ³, con expresiĆ³n preocupante en su rostro.
—Todo estĆ” bien —gruĆ±Ć³ Eddy.
RomĆ”n sonriĆ³ y palmeĆ³ la espalda de Eddy. —Me gustan tus testĆculos —confesĆ³ con timidez.
—A mĆ tambiĆ©n —gimiĆ³ Eddy—. Y me gustarĆa mantenerlos conmigo...
Pablo y LenĆn se rieron.
Pablo tomĆ³ el papel de LenĆn.
—¿QuĆ© es el Douhua? —sonriĆ³.
Eddy se rio dĆ©bilmente. —Lo sĆ© —cuidĆ³ sus genitales desnudos—. Es un postre chino.
Pablo asintiĆ³ con la cabeza.
—Joder —dijo Eddy, frotĆ”ndose las bolas—. Oh, quĆ© demonios... —se enderezĆ³ y se agarrĆ³ los tobillos, quitĆ”ndose los pantalones sobre los zapatos. Luego se puso de pie, ligeramente doblado masajeando sus doloridas bolas, estaba completamente desnudo.
Su vara semidura apuntaba a RomƔn.
RomĆ”n lo mirĆ³ y sonriĆ³.
—QuĆtate los pantalones —Eddy seƱalĆ³ a RomĆ”n.
RomĆ”n se sonrojĆ³. AbriĆ³ sus zapatos y se los quitĆ³. Luego abriĆ³ la mosca y dejĆ³ caer sus pantalones al suelo. SaliĆ³ de ellos, usando nada mĆ”s que sus calzoncillos boxer negros y ajustados.
—Esos tambiĆ©n —dijo Eddy.
RomĆ”n cumpliĆ³. Se quitĆ³ los calzoncillos boxer, revelando su dura erecciĆ³n.
Eddy levantĆ³ las cejas no pudiendo apartar los ojos de la polla de RomĆ”n.
—Wow —dijo.
—Gracias —sonriĆ³ RomĆ”n con orgullo, arrojando sus calzoncillos al suelo. Estaba completamente desnudo, su polla apuntaba al techo y sus fuertes ciruelas colgaban para abajo.
Los dos hombres desnudos se pararon uno frente al otro.
—¿Quieres apretarlos? —susurrĆ³ RomĆ”n. Su polla se crispĆ³.
Eddy riĆ³. —Nah...
Dio un paso atrĆ”s y acercĆ³ su zapato a las bolas de RomĆ”n, levantando al pobre vaquero del suelo y clavando sus testĆculos en su cuerpo.
RomĆ”n chillĆ³ y se desplomĆ³ agotado.
—Buena —sonriĆ³ LenĆn.
Eddy le guiĆ±Ć³ un ojo y continuĆ³ masajeando sus joyas.
RomĆ”n se retorcĆa, gimiendo violentamente y agarrando sus doloridas gĆ³nadas.
Pablo se rio entre dientes.
—¿PrĆ³xima pregunta? —intervino Bastian.
—SĆ —sonriĆ³ Eddy.
—¿DĆ³nde se ubica Juan Alvarez o KilĆ³metro 42?
Eddy sonriĆ³. —En Acapulco, MĆ©xico.
—Correcto —asintiĆ³ Pablo.
—Bien —sonriĆ³ Eddy. Se puso de rodillas—. Ven acĆ”.
Pablo sonriĆ³ nerviosamente. Se acercĆ³ a Eddy y se parĆ³ frente a Ć©l. —¿AsĆ? —su entrepierna estaba justo en frente de la cara de Eddy.
—SĆ, asĆ —sonriĆ³ Eddy. ApretĆ³ el puƱo y lo hizo estrellarse contra el bulto bien definido en la ingle de Pablo. Sus nudillos se hundieron empujando sus delicadas bolas contra su cuerpo.
Pablo chillĆ³ y soltĆ³ el trozo de papel. CayĆ³ al suelo.
—Joder —gimiĆ³ Pablo doblĆ”ndose, agarrando su entrepierna con ambas manos.
Eddy se puso de pie y viendo a Pablo hundirse en el suelo. MirĆ³ a RomĆ”n y Pablo, que rodaban por el suelo, uno al lado del otro. Luego desviĆ³ la mirada hacia LenĆn. —¿Quieres unirte a ellos?
LenĆn tragĆ³ saliva. LevantĆ³ el pedazo de papel del piso y dijo rĆ”pidamente. —¿A que estado pertenece Newcastle?
Eddy frunciĆ³ el ceƱo. Se rascĆ³ la entrepierna desnuda. Su rostro se iluminĆ³. —Espera, Utah en Estados Unidos.
DecepciĆ³n y un toque de incomodidad aparecieron en la cara de LenĆn. TratĆ³ de ocultarlo asintiendo.
—SĆ, claro —dijo con naturalidad.
Eddy sonriĆ³.
LenĆn puso los ojos en blanco. —EstĆ” bien, ¿dĆ³nde quieres tenerme?
Eddy se rio entre dientes. —QuĆ©date justo donde estĆ”s —seƱalĆ³ a RomĆ”n y Pablo tirados en el suelo. Se acercĆ³ a LenĆn. Luego llevĆ³ su pierna hacia atrĆ”s y la enviĆ³ volando entre las piernas de LenĆn, chocando contra su entrepierna a gran velocidad y golpeando las huevas con un ruido sordo.
LenĆn gimiĆ³ miserablemente. AgarrĆ³ sus gĆ³nadas y se dejĆ³ caer al suelo, gimiendo de dolor sin apartar las manos de sus palpitantes gĆ³nadas.
Eddy mirĆ³ a los tres muchachos, RomĆ”n desnudo acostado junto a Pablo semidesnudo y el velludo LenĆn a unos metros de distancia. Todos ellos sufrĆan.
Eddy agarrĆ³ sus bolas y mirĆ³ a Farid y Bastian.
Pablo y LenĆn se frotaron la entrepierna.
Eddy se riĆ³ entre dientes y agarrĆ³ las huevas desnudas de RomĆ”n.
RomĆ”n hizo una mueca. Su polla, comenzĆ³ a levantarse nuevamente.
Eddy mirĆ³ al monstruo en crecimiento, luego la mueca de RomĆ”n asintiĆ³ con expresiĆ³n divertida.
SoltĆ³ las bolas de RomĆ”n quien suspirĆ³ aliviado.
Eddy le guiĆ±Ć³ un ojo a Pablo y LenĆn, y golpeĆ³ con el revĆ©s las bolas desnudas de RomĆ”n, haciĆ©ndolas rebotar, sacandole un gemido.
RomĆ”n enseguida se doblĆ³.
Pablo y LenĆn se rieron.
Pablo agarrĆ³ la hoja de papel y leyĆ³ la siguiente pregunta —¿UbicaciĆ³n de The Mint?
Eddy lo pensĆ³ por un momento.
La habitaciĆ³n estaba en silencio, excepto por los suaves gemidos que salĆan de los labios de RomĆ”n.
—Londres —dijo Eddy triunfalmente.
Pablo asintiĆ³ con la cabeza.
—Sacate los pantalones, Pablo —dijo Eddy alegremente. SaltĆ³ arriba y abajo como un boxeador, lanzando algunos golpes al aire. No habĆa vestigio de grasa en su cuerpo desnudo y musculoso, ni carne que se tambaleaba. Sus jugosas bolas y su gran polla se balanceaban con cada pequeƱo salto, la verga estaba medio dura.
Pablo suspirĆ³ y desabrochĆ³ la mosca, revelando su vello pĆŗbico y su bonita y gruesa polla, con un inmenso par de bolas afeitadas.
—Oh, te afeitaste —sonriĆ³ Eddy.
Pablo se sonrojĆ³.
—La Ćŗltima vez que te vi, tenĆas las bolas peludas.
Pablo se riĆ³..
LenĆn rio tambiĆ©n. —¿Pablo es buena cama, amigo?
—No es asunto tuyo. Y por ser curioso, ahora tambiĆ©n te desnudarĆ”s.
LenĆn levantĆ³ las cejas. Puso los ojos en blanco y abriĆ³ sus jeans. Llevaba boxers marcando su pene a travĆ©s de la tela.
—Todo —ordenĆ³ Eddy.
—EstĆ” bien —dijo LenĆn rĆ”pidamente y bajĆ³ sus boxers, revelando su bonita y larga polla y su fuerte par de testĆculos.
Ahora todos estaban desnudos. Eddy y LenĆn tenĆan su calzado. RomĆ”n estaba parado doblado, sus manos sostenĆan sus bolas, haciendo muecas de dolor.
—Bien —dijo Eddy y mirando el cuarteto de testĆculos frente a Ć©l—. Creo que voy a romper las cuatro pares de bolas..
Dio un paso hacia Pablo y LenĆn.
—Espera —dijo Pablo—. Eso va en contra de las reglas.
Eddy puso los ojos en blanco. —EstĆ” bien, entonces dame otra pregunta.
LenĆn tragĆ³ saliva y tomĆ³ la hoja de papel de Pablo. —¿CĆ³mo es la joyerĆa del Arte akan?
Eddy rio. —Eso es fĆ”cil. EstĆ” basada en oro y plata.
Pablo y LenĆn se miraron.
Eddy se arrodillĆ³ y mirĆ³ a los dos hombres desnudos. ApretĆ³ los puƱos y se riĆ³ entre dientes. —Va a ser divertido...
Con notable fuerza y precisiĆ³n infalible, golpeĆ³ sus puƱos contra la entrepierna de Pablo y LenĆn, su puƱo izquierdo crujiĆ³ las huevas de Pablo, su puƱo derecho se hundiĆ³ en la ingle de LenĆn. Dos gemidos roncos y quejumbrosos le dijeron que habĆa ganado el premio gordo. Pablo y LenĆn se inclinaron lentamente hacia adelante, sus manos encontraron sus entrepiernas y se hundieron en el suelo en perfecta sincronĆa. Cayeron y gimieron.
Eddy sonriĆ³ con orgullo. —Perfecto —se dijo a sĆ mismo. MirĆ³ a RomĆ”n, que se habĆa recuperado un poco. Su polla se habĆa endurecido profundamente mientras miraba a Eddy golpear a LenĆn y Pablo. Un poco de presemen rezumaba en la punta.
Eddy le sonriĆ³ a RomĆ”n.
LenĆn y Pablo estaban de rodillas, sus manos agarraban sus doloridas gĆ³nadas. Estaban gimiendo de dolor.
—¿Una Ćŗltima pregunta? —sonriĆ³ Eddy.
RomĆ”n asintiĆ³ lentamente. AgarrĆ³ el trozo de papel que habĆa caĆdo de la mano de LenĆn y leyĆ³: —¿Quien fue Silviu PloeČteanu?
Eddy sonriĆ³.
RomĆ”n tragĆ³ saliva.
—Fue un presidente sueco —dijo Eddy.
RomĆ”n lo mirĆ³ fijamente.
—Ven aquĆ —dijo Eddy.
RomĆ”n cumpliĆ³. Su polla erecta y caliente se crispĆ³ seƱalando la cara de Eddy. Estaba sobre una rodilla, sus genitales colgaban de manera vulnerable entre sus muslos. MirĆ³ la feroz verga de RomĆ”n.
RomĆ”n ChacĆ³n se lamiĆ³ los labios.
Eddy sonriĆ³ y cerrĆ³ el puƱo.
RomĆ”n sonriĆ³ dĆ©bilmente. Luego enviĆ³ una fuerte y poderosa patada a las bolas de Eddy. Las crujiĆ³ y aplastĆ³ en su pelvis.
Eddy tosiĆ³.
—Fue un futbolista rumano —sonriĆ³ RomĆ”n.
—¿QuĆ©? —gruĆ±Ć³ Eddy gruĆ±Ć³ con expresiĆ³n dolorosa en su rostro—. Joder—agarrĆ³ sus preciosos testĆculos y cayĆ³ a un lado.
LenĆn se arrodillĆ³ junto a Ć©l y le retirĆ³ las manos de su entrepierna. AgarrĆ³ las gĆ³nadas de Eddy y las apretĆ³ con fuerza. La polla de Eddy comenzĆ³ a temblar y gimiĆ³ de dolor. La mano izquierda de RomĆ”n se sujetaba a las carnosas esferas gemelas apretandolas, mientras que su mano derecha comenzĆ³ a sacudir su gordo miembro.
Eddy gimiĆ³ de dolor.
RomĆ”n sonriĆ³ cruelmente y amasĆ³ las palpitantes bolas entre sus dedos.
Eddy tosiĆ³.
RomĆ”n se lamiĆ³ los labios y sacudiĆ³ la polla con mĆ”s fuerza.
Eddy gimiĆ³ de dolor.
Pablo y LenĆn observaron con fascinaciĆ³n. Se frotaron las doloridas gĆ³nadas y se sonrieron el uno al otro. Luego volvieron su atenciĆ³n a RomĆ”n y Eddy nuevamente. LenĆn sacudiĆ³ la cabeza con incredulidad y su polla comenzĆ³ a endurecerse.
RomƔn continuaba sacudiendo la polla de Eddy y apretando sus bolas con la otra mano.
TomĆ³ un minuto masturbarlo y exprimir el semen de sus cojones.
Eddy echĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s y gritĆ³.
Su polla se crispĆ³ violentamente y escupiĆ³ el primer chorro de semen espeso y blanco, golpeando a RomĆ”n en la cara, corriendo por sus mejillas y nariz.
RomĆ”n sonriĆ³ como un niƱo en tienda de golosinas. Se lamiĆ³ los labios, saboreĆ³ el esperma del fortachĆ³n que obviamente le gustĆ³. Su propio pene estaba duro como roca.
LenĆn tambiĆ©n se acercĆ³ inclinĆ”ndose al duro miembro de Eddy para meterlo en su boca.
Eddy gritĆ³ y jadeĆ³ mientras RomĆ”n apretaba sus bolas palpitantes.
Chorro tras chorro de leche caliente y cremosa aterrizĆ³ en la boca de LenĆn que tragĆ³ con avidez.
Su rostro estaba cubierto de esperma, y sus labios goteaban. Su cara brillaba de placer mientras chupaba la polla de Eddy y RomƔn atormentaba sus bolas al mismo tiempo.
Pablo observaba, sacudiendo su propia verga. .
Con un golpe fuerte, RomĆ”n soltĆ³ las bolas vacĆas de Eddy.
LenĆn lamiĆ³ la punta del miembro, su lengua daba vueltas, lamiendo los Ćŗltimos rastros de semen. SonriĆ³ con orgullo y soltĆ³ a Eddy.
Eddy cayĆ³ hacia atrĆ”s, exhausto y con un gran dolor de bolas.
YacĆa en el suelo, sus manos agarraban sus bolas, su polla post-orgĆ”smica descansaba sobre sus abdominales musculosos.
LenĆn alzĆ³ la vista, con la cara cubierta de esperma.
Se limpiĆ³ una mejilla con el dedo Ćndice y se llevĆ³ el dedo pegajoso a la boca. Lo chupĆ³ y se riĆ³.
Pablo se levantĆ³ y mirĆ³ a Eddy, que yacĆa en el suelo, agotado y jadeante.
—Wow —sonriĆ³.
LenĆn sonriĆ³, radiante de agotamiento sexual. Lentamente sacudiĆ³ su propio pene, extendiendo en su falo el resto del esperma de Eddy.
—¿QuĆ© piensas? —preguntĆ³ Pablo, frotando su dura polla—. ¿Eh?
La polla de LenĆn se crispĆ³.
RomƔn puso los ojos en blanco.
Pablo sonriĆ³.
Los tres se pararon sobre Eddy, sacudiendo sus penes y apuntando a su cara.
Eddy tenĆa los ojos cerrados. Estaba sosteniendo sus traumatizados testĆculos y gemĆa de dolor.
LenĆn, RomĆ”n y Pablo sacudieron sus penes febrilmente, jadeando fuertemente y gimiendo en anticipaciĆ³n a su prĆ³ximo clĆmax.
RomĆ”n fue el primero en llegar al punto de no retorno. GimiĆ³ cuando su pene escupiĆ³ una gruesa sacudida de lava caliente que aterrizĆ³ en la contorsionada cara de dolor de Eddy. Quien abriĆ³ los ojos y se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.
RomƔn respiraba con dificultad, acariciando su polla y sacando mƔs de su jugo pegajoso.
—¡Joder!
Eddy y RomƔn gimieron simultƔneamente.
RomƔn estaba de pie con las piernas abiertas, la cabeza echada hacia atrƔs, y su polla apuntando a la cara de Eddy.
Los labios de Eddy estaban cubiertos de esperma. Cuando abriĆ³ la boca para protestar, algo de ello se abriĆ³ paso hacia su lengua. Eddy escupiĆ³.
ApretĆ³ el puƱo y enviĆ³ un gancho muy duro y preciso a la entrepierna de RomĆ”n, atrapando sus bolas fuertemente con los nudillos y aplastĆ”ndolas contra su pelvis.
—¡Oooooh! —gritĆ³ RomĆ”n con voz aguda.
Eddy gruĆ±Ć³ y lanzĆ³ otro uppercut en las bolas de RomĆ”n. Gotas de esperma volaron por todas partes.
RomĆ”n gimiĆ³ y agarrĆ³ sus bolas doloridas.
Su polla se crispĆ³ y la Ćŗltima porciĆ³n de esperma saliĆ³.
RomĆ”n se derrumbĆ³ en el suelo.
Pablo y LenĆn habĆan visto el espectĆ”culo, sacudiendo sus propias pollas.
Eddy hizo una mueca y se frotĆ³ las bolas.
AgarrĆ³ las grandes pelotas de LenĆn y de Pablo con sus manos y las apretĆ³ con fuerza.
Pablo y LenĆn gritaron de dolor, pero continuaron masturbando sus pollas.
Eddy amasĆ³ los testĆculos dentro de sus puƱos.
—Vamos —gruĆ±Ć³, apretando y retorciendo las albĆ³ndigas de Pablo y LenĆn al mismo tiempo.
—¡CabrĆ³n! —gritĆ³ Pablo.
SimultƔneamente, eyacularon.
Al igual que dos mangueras de bomberos, los penes descargaron el material cremoso, cubriendo la cara, nariz y boca de Eddy con semen blanco y espeso.
Eddy jadeĆ³ y apretĆ³ los dientes, aplastando las pobres y llenas bolas de LenĆn y Pablo entre sus dedos exprimiendo cada gota de semen en ellos.
—Ya terminĆ© —gruĆ±Ć³ Pablo.
—Bien —dijo Eddy golpeando las bolas de Pablo con fuerza.
Pablo gimiĆ³ y cayĆ³ al suelo.
—¿Y tĆŗ? —Eddy mirĆ³ al velludo desnudo. TorciĆ³ sus bolas con fuerza.
LenĆn gimiĆ³ de dolor.
La cara de Eddy estaba cubierta de leche masculina.
Se aferrĆ³ a las bolas de LenĆn para apoyarse y se levantĆ³.
LenĆn gritĆ³.
Ahora de pie, Eddy tirĆ³ de las bolas de LenĆn por Ćŗltima vez.
La polla de LenĆn se crispĆ³ y otro chorro de esperma saliĆ³ de su interior.
Eddy se riĆ³.
SoltĆ³ las gĆ³nadas de LenĆn y dio un paso atrĆ”s.
Antes de que LenĆn tuviera oportunidad de agarrar sus huevos, Eddy estrellĆ³ su pie descalzo contra las bolas vacĆas de LenĆn, aplastando las dos en su cuerpo y haciendo que gritara y se derrumbara al suelo.
Eddy mirĆ³ a los tres muchachos que se retorcĆan en el piso, agarrando sus doloridos testĆculos y gimiendo de dolor.
Se limpiĆ³ la frente con el brazo y mirĆ³ la capa pegajosa de semen. Sonriendo, lamiĆ³ ese esperma.
—Vaya —dijo, agarrando sus bolas y haciendo una mueca, aparentemente recordando el dolor en sus palpitantes testĆculos. Se doblĆ³ y se echĆ³ a reĆr—. Fue una gran invitaciĆ³n, muchachos.
LenĆn, Pablo y RomĆ”n gimieron al unĆsono.
Eddy mirĆ³ a Bastian. —Creo que he terminado...
—Genial, complacido que hayas venido.
Se acercĆ³ a Eddy y estrechĆ³ su mano cubierta de lefa.
—El placer fue para mi —respondiĆ³ Eddy.
—Cuando quieras puedes volver.
Eddy afirmĆ³ con la cabeza.
—Vamos por una toalla.
Bastian, Eddy y Farid salieron de la habitaciĆ³n, dejando atrĆ”s los gemidos de Pablo, RomĆ”n y LenĆn.
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