EL NUEVO SEGUNDÓN 8/17: BÁRBARA GORDON - Las Bolas de Pablo

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14 ago 2020

EL NUEVO SEGUNDÓN 8/17: BÁRBARA GORDON

   Escrito por: FerchoMX 

“I'm a Barbie girl in a Barbie world
Life in plastic, it's fantastic
You can brush my hair, undress me everywhere
(vaya que te voy a undressear jajaja)
Imagination, life is your creation”

   Traigo pegada esta rolita, siempre se me viene a la mente cada que pienso en mi Barbie. Justo ahora, me dirijo a verla en su casa en Blüdhaven. Por supuesto, antes ya tuve un enfrentamiento con mi hermano el imbécil, peleamos, lo dejé fuera de combate y le inyecté un sedante al perro, en este momento Nightwing está colgando de cabeza, desnudo, amarrado, con las piernas abiertas. No despertará hasta dentro de unas horas.

Come on, Barbie, let's go party! (ah ah ah yeah)
Come on, Barbie, let's go party! (ooh oh, ooh oh)”


   Me gusta cantar haciendo las voces, grave y aguda ¿quién no lo ha hecho? esta noche he decidido mostrarme ante Barbie como Jason Todd, no como Capucha Roja, así que le he pedido a Red que me vista con ropa casual, pantalón, playera y tenis negros, una camisa de franela roja y en vez de casco, un beanie, también negro, por que el negro es cool perras. No quiero que ella me vea como el criminal más temido de Gótica, quiero que me perciba como un ser humano de carne y hueso, me de una cálida bienvenida… y unas buenas cogidas.

   Toco el timbre de su mansión, ella tiene un sofisticado sistema de seguridad que incluye un imponente escudo invisible con forma de domo que cubre su casa ¿pueden creerlo? Bárbara ha administrado mi fortuna, así que ella tiene el dinero para darse este y muchos otros lujos. Es asquerosamente pudiente.

   Supongo que ya ha visto claramente mi rostro, las cámaras en su mansión están por todos lados.

–Abandona esta propiedad “cara de barro” –me dice un dron que me apunta con un arma.

–¿Qué vergas? Barbie no mames ¿cómo puedes creer que yo soy “cara de barro”? ¡qué perro asco!

–No sé qué seas o lo que pretendes, pero lárgate en este instante de esta propiedad –repite el dron.

–Soy Jason.

–Jason está muerto.

–Barbie, por favor, déjame pasar.

   El dron lanza un disparo láser que pasa muy cerca de mi cabeza, incluso quema las puntas de un mechón de pelo que sobresale de mi beanie. En respuesta sujeto mi paquete con ambas manos y lo hago hacia adelante para mostrárselo.

– ¿Sabes de quién es esta verga? ¿sabes de quién son estos huevos? ¿a quién pertenece mi hombría? todo esto es tuyo bebe, estos huevos son solo tuyos –le digo.

–¿Jason? –pregunta el dron.

–Odias que te llamen Barbie, yo soy el único que te llamaba así, a menos que ahora Dick también lo haga. Te encanta devorar mis huevitos succionándomelos agresivamente con la boca y haces un gritito agudo muy particular antes de venirte.


   Tras varios minutos de silencio, el portón se abre y el dron me guía a la entrada de la mansión, ésta cuenta con grandes ventanales y arquitectura contemporánea, es de una sola planta, lo cual es entendible dado que está paralítica. Llego a la puerta frontal, es entonces cuando la veo en el recibidor, sobre una silla de ruedas de alta tecnología que flota en el aire, lleva el pelo recogido, se ha puesto más hermosa, parece que los años no pasan por ella, ya no se tiñe el pelo de negro, es la primera vez que la veo totalmente pelirroja.

–Cualquier movimiento en falso y te mueres –me dice ella, noto que hay varios drones apuntándome. Uno de ellos se acerca y me pincha en el brazo para tomarme una muestra de sangre, el dron le confirma mi identidad.

   Ella me invita a pasar a la sala, su rostro luce confundido, no confía del todo en mí, pero al mismo tiempo tiene una expresión de mucha alegría que no puede ocultar.

–Jason, estas vivo ¿qué te pasó? ¿cómo sobreviviste? –ella me pregunta manteniendo una prudente distancia.

   Le expliqué que quedé en un estado muy grave, que mi traje de Robin me indujo en un coma para preservar mi vida y curarme dentro de mi tumba, platiqué como los nanobots salían a la superficie a recolectar oxígeno y robar nutrientes del suelo para luego sintetizarlos e introducirlos en mi cuerpo.  Ella queda maravillada con esta revelación.

–Eso es fascinante, no sabía que los nanobots pudieran hacer eso, definitivamente no fueron diseñados de esa forma.

–Todo depende del software que los controla –le digo.

–Increíble, ¿qué hiciste después? ¿por qué no viniste aquí? ¿por qué no me buscaste antes?

–Pensar en acercarme a la familia fue complicado para mí, aún hoy, en este instante, me siento herido, estoy enojado, todo el tiempo llevo conmigo esta ira y rencor, a veces es imperceptible, otras veces se apodera de mí.

Ella se acerca y toma mi mano.

–Si nos odias por que crees que tu muerte no nos afectó, estás muy equivocado, nos destruyó. Para no volverme loca acogí a Cassandra y la entrené por que me recordaba a ti, no comencé una relación con Dick hasta tres años después de tu fallecimiento. Tim se fue a rodar por el mundo buscando maestros de artes marciales. Bruce se aisló de todos, no quería hablar ni con Superman, dejó la Liga de la Justicia, se volvió muy violento, no se perdonaba, él y Dick no se hablaban. Fueron tres años de pesadilla para nosotros. Hasta que Tim regresó y… ese niño es mágico, es capaz de ver y sacar lo mejor de las personas.

–De todas formas yo ya no pertenezco a esta familia, no me siento cómodo al pensar en convivir con ustedes, honestamente me asquea la idea de volver.

–¿Por qué viniste hoy entonces?

–Se que estas con Dick y seguramente lo amas, pero te extraño, extraño coger contigo y que me pegues en los huevos, la pasábamos muy bien juntos –la verdad es que todavía la amo, pero no se lo voy a decir, con que nuestro encuentro de hoy quede en algo casual y sexual me doy por satisfecho.

–¿Viniste por sexo?

–Simón.

–Eres un desvergonzado ¿crees que soy una puta?

   Me levanto del sillón, me paro frente a ella dejando mi entrepierna a su alcance y le digo.

–Creo que eres la puta más puta de las putas, una gran perra insaciable, que no pudiste conformarte conmigo, que tenías que buscar a mi hermano, eres una traidora, una ramera, hija de la chingada, zorra hipócrita, eres una mustia que pretende justificarse, “ñoñazo” lo llamabas, “aburrido” le decías ¿y ahora coges con ese perro malnacido? No tienes vergüenza, no conoces el pudor o la decencia, creo que llamarte puta ofende a todas las demás putas, por que ellas ejercen un trabajo honesto y tú eres todo menos honesta, eres una mierd…

   ¡Lo hizo! me sujetó de los huevos y me los está apretando con coraje, agresivamente tira de ellos, yo me agacho hacia ella debido al dolor, mi cabeza queda a la altura de su hombro, me dice al oído.

–¿Quién te crees maldito animal, para venir a mi casa…?

  Yo la interrumpo con un beso, mientras me aprieta los huevos, sujeto su rostro con mis manos para besarla. Ella ejerce más presión esperando que pare, pero no lo voy a hacer, me empuja con su otra mano y me da una cachetada, yo la miro con lujuria, me da otra cachetada, otra y otra más, nos miramos, la vuelvo a besar. Retuerce mis testículos, yo gimo y caigo de rodillas ante esta mujer, toco sus pechos y con la punta de mis dedos índice palpo sus pezones, levanto su blusa, desgarro su bra y comienzo a lamerlos.

Bárbara en su laboratorio con un dron.
  Ella suelta mis testículos y comienza a palpar mi cuerpo, mis hombros, mi cabello, me quita el beanie, este cae al suelo, mete sus manos bajo mi playera y siente mis duros abdominales, baja su mano hasta sujetar mi enorme verga, pero se detiene.

–Esto no está bien –dice ella.

–¿Por qué? cuando éramos novios, ambos podíamos coger o tener experiencias con otras personas, platicábamos de eso y nos excitaba.

–Dick no es como tú, él y yo no tenemos ese tipo de relación.

–Ñoñazo y aburrido –le digo yo.

–He cambiado, no soy la misma mujer cínica y despreocupada, soy muy feliz con Dick, no lo voy a arruinar, él es el hombre que quiero a mi lado. Aunque sea contigo, mejor dicho, justo por ser contigo, él no lo va a entender.

    Le doy un beso tierno en la mejilla y le susurro al oído “lo entiendo”, me dirijo a la puerta. Ya lo esperaba, temía que lo que sintiera por el imbécil fuera amor verdadero. Me duele, no lo voy a negar, tanto perderla, como perder ante ese idiota, pero ¿qué puedo hacer? Dick es el hombre perfecto, él es todo lo que yo nunca voy a ser y ni quiero serlo realmente, pero eso que él tiene, que haya una persona que lo ame de verdad, corrijo, varias personas que lo amen ¡qué puta envidia!

–Espera– me dice ella, yo la volteo a ver– ah ah ah yeah –canta moviendo la cabeza, se queda expectante mirándome, yo sonrío y le respondo cantando.

–Come on Barbie, let’s go Party!

–Ooh oh, ooh oh –responde haciendo gestos.

–Come on Barbie, let’s go Party!

­–Ah ah ah yeah –canta riendo– ¡estamos bien pendejos!

   Ella presiona un botón en su flotante silla de ruedas y esta la envuelve desde la nuca hasta los pies como una armadura, que le permite erguirse.

–¡No mames! ¡tienes una silla transformer! –le digo.

–No puedo correr o pelear, pero caminar lentamente y ejercitar mis piernas, puedo hacerlo. ¿Ya viste que no tengo piernas flacas?

–Es lo primero que noté, ¡tienes unas piernotas! –digo con una expresión de deseo– ¿crees que usando esa armadura puedas patearme?

–Sígueme –me responde riendo.

   La sigo a un elevador que nos lleva a un área subterránea, es su laboratorio privado. El lugar es asombroso, es mejor que mis instalaciones de Oráculo, esta mujer es genial.  Me conduce a una sala con sillones individuales reclinables, me invita a recostarme en uno de ellos, espero que me de por lo menos un buen masaje, pero no, en su lugar extiende hacia mí una especie de tiara tecnológica y me pide colocármela en la cabeza, ella hace lo mismo.

–Respira profundo y cierra los ojos –me indica, yo la obedezco.

   Despierto en una habitación blanca, Bárbara está frente a mí, de pie, camina sin ayuda, incluso puede elevar una pierna completa en el aire. El entorno cambia, estamos en una cabaña en el bosque, luego en una casa en la playa con vista al mar, ahora en una montaña cerca de una villa europea, en seguida el lugar se transforma en la Atalaya, por la ventana se ve el planeta tierra.

–¿Qué locación prefieres? –me pregunta ella.

–¿Qué es este lugar? ¿cómo es que caminas? –le pregunto.

    Es un simulador virtual, sincroniza nuestras mentes y terminaciones nerviosas, nos encontramos físicamente en mi laboratorio, sentados, pero nuestras mentes están aquí.

–Increíble –murmuro.

   Chasquea los dedos y me desviste completamente, de la misma forma se desnuda ella también.

–Puedo modificar mis proporciones y las tuyas –afirma.

Mi pene y mis testículos se achican a un tamaño menor al promedio, en cambio sus pechos y nalgas se agrandan. Mi estatura es de 1.88, soy una pulgada más alto que Dick, ahora mido como 1.60 y ella dos metros, es una Diosa amazona gigante. Devuelve mis genitales a su talla original y me los agarra mientras me carga para colocarme boca arriba sobre sus hombros ¡qué rico!

   Frente a nosotros aparece Capucha Roja, en realidad es Red, nos mira detenidamente, se quita el casco y revela ser una versión mía cercana a los cuarenta años. Bárbara se asusta y rompe la conexión. Despertamos en su laboratorio.

–¿Qué significa esto Jason?  –pregunta angustiada– ¿qué hace Capucha Roja aquí?

Yo me levanto del sillón.

–¡No te me acerques! –grita asustada.

–¿Recuerdas que te dije que mi traje de Robin me salvó de morir y me curó en mi tumba? es él, se llama Red, es una inteligencia artificial con consciencia propia. La interfaz telepática que creé hace muchos años para sincronizar mis pensamientos con el traje ¿la recuerdas? evolucionó y es lo que ves. A Red le debo la vida, por él es que estoy vivo.

–¿Por qué parece Capucha Roja? –pregunta. Le ordeno a Red que me vista de pies a cabeza como el peor criminal de la región, ella grita aterrorizada. Varios drones me rodean y comienzan a dispararme, no sufro daño alguno.

   Ella posee mucha tecnología, pero sabe que es una mujer paralítica, si tuviéramos un combate hostil, moriría fácilmente. Ha caído en cuenta, de que dejó entrar a Capucha Roja a su laboratorio secreto.

–¡Cálmate Barbie! por favor –el modificador de voz de mi casco no ayuda a tranquilizarla.

   Remuevo mi casco, si sus drones me dispararan en la cabeza, yo moriría al instante. Me mira con terror y eso me hiere… que Bárbara me mire de esa forma… que la mujer que amo me vea como a un monstruo, es devastador. No aguanto más ¡estoy harto! ella sabe que soy Jason, su Jason, a pesar de eso ¿me teme? ¿de verdad piensa que yo puedo lastimarla? ¿cree que yo me atrevería? ¿es así como va a reaccionar mi hermano Dick cuando despierte colgado boca abajo y le revele mi identidad? ¿con temor? ¿con agresiones? Si, soy un criminal desalmado y asesino, pero ¿es mucho pedir tantita empatía chingada madre? ¿tantito amor? ¿es mucho pedir un puto abrazo y decirme “Jason, te extrañé mucho” o “Jason, me hiciste mucha falta”? carajo familia, solo desprecio recibo.

   Debo parecerles patético buscando amor, pero soy un puto ser humano, no estoy hecho ni de metal, ni de cartón, tengo mis propios pedos emocionales y psicológicos ¡que les valga verga! Me voy, no quiero permanecer más aquí, no es prudente, comienzo a enojarme e indignarme, eso no es bueno, me doy la media vuelta para dirigirme al elevador.

–¡Desnúdate!–me grita ella, una caja blanca emerge del piso– Coloca tu traje ahí. Si vamos a hacer esto, no quiero ver a ese tal Red en mi simulador virtual.

–¿Por qué cambiaste de opinión? –le pregunto.

– Tus ojos –me dice ella– tienes la misma mirada triste de siempre, pude ver en tu reacción como mi temor te rompía el corazón.

–¿Vas a tener sexo conmigo por lástima?

–¿Quieres o no?

–Simón –le respondo.

   Al desvestirme, le muestro una tanga roja que me puse exclusivamente para ella, es de las que sujeta el paquete hacia delante. Comienza a reírse a carcajadas.

–Jason ¿cómo se te ocurre?

–¿Qué? es sexy.

–Vaya que si –me dice riendo– antes no te pusiste una con trompita de elefante.

–Me quedan chicas, ya sabes que mi verga erecta es la más larga de la familia, supero los veintidós centímetros –le respondo orgulloso.

–Era la más larga –ella me responde.

–¿Cómo que era?

–Fanny dice que a Tim le mide fácil veinticuatro y que la tiene gruesísima –comenta cubriéndose la boca con una mueca juguetona de falsa sorpresa.

–¡Cállate! ¿cómo Tim va a tener veinticuatro centímetros de poder?–respondo con incredulidad.

–Eso dice Fanny.

–¡Mames! ¿Tim? claro que no.

–Ha crecido mucho, la semana pasada cumplió diecisiete, ya es casi un hombre –dice Bárbara.

–Ni se le marca chido la verga –respondo– es pitochico.

–Pitos vemos, erecciones no sabemos –dice ella.

   Coloco mi traje en la caja donde ella me lo pidió, esta se oculta nuevamente en el piso. No me engaña, su intención real con todo esto es despojarme permanentemente de mi traje, la perra es muy lista, pero si ese es su precio, puedo pagarlo. Dado que, nuestros cuerpos no se van a tocar, para ella esto no es una infidelidad y yo estoy convenientemente de acuerdo con ella.

   Vuelvo a colocarme la tiara y me relajo totalmente desnudo en el sillón.  Elegí un paisaje con arquitectura asiática, porque me recuerda a mi querida 'Eth Alth'eban. Estamos en un patio flotante sobre un hermoso lago.

   Nuevamente ella modifica mi estatura a 1.60 y la suya a dos metros, nos ponemos a luchar, me aprisiona contra sus senos en una especie de abrazo de oso, siento como sus pechos me asfixian. Luego presiona mi cuello con sus poderosas y gigantescas piernas. Me carga y me levanta sobre sus hombros, soy un juguete de trapo para esta mujer y eso es estimulante, mientras me carga, decide soltarme, pero me mantiene sujeto solo de los testículos, yo me apoyo en sus hombros por instinto.

–Esto es algo que Selina hizo con Bruce hace años, siempre quise hacerlo ¡suéltate! –me ordena, yo la obedezco y siento el tirón en mi escroto y en las terminaciones nerviosas que rodean mis testículos.

   Barbie me tiene agarrado, colgando boca abajo, yo grito de genuino dolor, ella comienza a apretármelos, durante treinta deliciosos segundos experimento la gloria, mi verga se ha parado. Me suelta y caigo, sin permitirme recuperar, posa su enorme pie sobre mi entrepierna, no soy nada ante esta gigantona mujer.

   Ella regresa nuestras estaturas a la normalidad y sentados en este patio comenzamos a besarnos y a frotar nuestros cuerpos, fajamos durante varios minutos.


   –¿Te muestro otra característica de mi paraíso privado? –me pregunta sonriendo con lujuria, yo asiento.

   Frente a nosotros aparece Dick, completamente desnudo e inmóvil, a su lado Bruce Wayne, junto a él, una réplica de mí. Los tres hombres estamos desnudos, como maniquíes de carne y hueso. Bárbara frota el cuerpo de Dick, lo toma de los huevos y aprieta, él se queja frunciendo el ceño, a la representación de mi persona, también lo sujeta de los testículos, al igual que mi hermano sufro y me quejo. Al centro, a Bruce se le para su gruesa verga, Barbie se arrodilla para chupársela, al aumentar la mujer su excitación, incrementa la presión sobre nuestras bolas. Batman gime cómodamente de placer, mientras Richard y yo gritamos de dolor.

   Esto efectivamente es el paraíso de la lujuria, poder observar algo así de una forma tan vívida, me pone caliente, estoy encendido, es como ver porno en vivo. Bárbara es una depravada, es por eso que la amo, su mente no ostenta prejuicios, en cuanto al sexo, Barbie no tiene limitaciones ni pudor alguno. Yo comienzo a frotar mi verga con la mano, no quiero eyacular, simplemente necesito hacerlo mientras contemplo esta escena. Transcurridos varios minutos, me parece que Bruce se vino. Ella nos libera a Dick y a mí, ambos caemos al piso en posición fetal, se coloca detrás de Bruce, comienza a darle patadas por detrás, él gruñe y grita, pero resiste, después de veinte patadas, cae también, ahora los tres estamos encorvados sujetando nuestras bolas. Cual si fuéramos un tapete, la mujer camina encima de nosotros, salta sobre nuestros genitales. A pesar de que sé que eso que está ahí no soy yo, que es una mera representación virtual, verlo me parece muy delicioso.

–¿Quieres intentarlo? –ella me pregunta.

–¡Cómo vergas no!

–Tengo a algunos miembros de la liga de la justicia en mi catálogo. Desde que la diadema es puesta en la cabeza, escanea la fisionomía del portador, a ellos les dije que era para un estudio científico de Oráculo, así logre coleccionar sus cuerpos: Arthur Curry, Oliver Queen, Barry Allen, Billy Batson adulto sin transformar, Conner y Clark Kent.

Billy sin transformar
   Conforme los nombra, todos ellos aparecen desnudos frente a nosotros, Conner está idéntico a como lo recuerdo, es un clon que no envejece, Billy es el menos impresionante, es delgado, mide 1.73, de todas formas es muy guapo. Ellos dos eran mis mejores amigos cuando era Robin, Dick creía que Batson se sentía atraído por mí ¿se imaginan a Shazam enamorado de este papucho?

–Planeo agregar a Tim y sus veinticuatro centímetros cuando cumpla 18 años –explica Bárbara. Yo todavía dudo de que el pequeño Tim sea tan vergudo– tengo también a Diana, princesa de Temiscira, a Cassandra, nuestra hermana, a Katy, a Artemisa, mi catálogo incluye hasta a Selina Kyle.

Todas ellas también aparecen desnudas, es como un buffet.

–Me alegra tanto que vinieras, no podía dejarte ir sin agregarte a mi colección.

–Eres una depravada sexual –le digo sonriendo–¿Dick lo sabe?

–Es mi paraíso privado, mi secreto. Tal vez algún día lo traiga aquí.

–Aquí no, por favor, llévalo a cualquier otro entorno –le pido, ella asiente y me besa.

   Así que por eso no me dejó ir de su casa, a pesar de todo, quería almacenar mi cuerpo en su base de datos, si bien podía haberme engañado como hizo con los demás, no tuvo reparos en mostrarme este lugar, su paraíso privado virtual, para Bárbara no soy más que un pedazo de carne y eso es algo que respeto. Richard es un imbécil, no la merece, ella merece a un hombre que la satisfaga, con el que no necesite crearse mundos virtuales para satisfacerse, es una Diosa, no merece menos que a otro Dios del sexo a su lado, obvio hablo de mí.

–Quiero a Wonder Woman, a Kate Kane y te quiero a ti, no a una representación tuya, sino a ti Bárbara Gordon –le digo.

–Pensé que me pedirías a Dick –me dice ella.

    Bruce y todas las figuras desnudas desaparecen, a excepción de mi representación y la de mi hermano, nos ponemos de pie, comenzamos a besarnos, abrazarnos y tocarnos, yo paso mis manos por su enorme culo y lo jalo hacia mí, él frota mis fuertes brazos, ambos nos agarramos de los testículos mientras nos seguimos besando, es una fantasía ordenada por Bárbara, luego nos masturbamos el uno al otro besándonos y frotando nuestros musculosos cuerpos.

–Para –le digo– las quiero a ellas tres.

   No necesito un muñeco virtual sin alma de Dick, tengo al real atado y desnudo esperándome, peleé con él hace unas horas y pude sentir su fuerza y virilidad, sujeté y apreté sus testículos para someterlo y él los míos. Lo único que puedo querer con mi hermano, es un intercambio de testosterona.

–Como quieras, pero ahora que tengo tu cuerpo, uno de estos días, cuando este solita y aburrida, los voy a “shippear” –dice ella de forma juguetona.

–Si nos haces coger a Dick y a mí, quiero ser activo, no quiero que me penetren… por favor, ya Harley Quinn lo hizo cuantas veces quiso con un dildo, me violó antes de matarme –le digo con la voz ligeramente quebrada– francamente tampoco quisiera penetrar a Dick o a Bruce, ni a Tim cuando lo agregues. Por favor.

   Bárbara me abraza cálidamente y me dice al oído que ni Dick, ni nadie en su paraíso virtual va a penetrar mi cuerpo y nunca me va hacer penetrar a otro hombre. Enseguida ella cumple mi petición y estas dos mujeres aparecen frente a mí. ¡Por fin voy a coger con Kate Kane perros! lo que no lograría jamás en el mundo real, lo puedo llevar acabo aquí.

   Estoy parado, Bárbara se coloca detrás de mí, me sujeta de los huevos y los aprieta, Kate se arrodilla ante mí y comienza a mamarme la verga, mientas Diana me besa apasionadamente. Nunca he copulado con tres mujeres ¿pueden creerlo? ¡a mi edad! jamás había estado en una orgía, no es por nada, pero los superhéroes son unos promiscuos, sentirme aprisionado por todas ellas es íncitante, después de algunos minutos eyaculo sobre los pechos de Batwoman.

   Decido recostarme, Diana es la que mama mi verga ahora, Bárbara coloca su vulva sobre mi boca para que la chupe, Kate nos mira con envidia, retira a Diana y me lame el pito, Wonder Woman se enoja y comienzan discutir, luego a pelar para definir quién me lo va a mamar, esa es mi fantasía. Le digo a Bárbara que se coloque a mi lado, la abrazo mientras la excito con los dedos, ambos miramos como luchan las dos mujeres, solo una puede tener el privilegio de chupar mi pene, su batalla no es real en el sentido de que yo las controlo, sus movimientos se basan en mis propios conocimientos de lucha. 

   Dejo a Bárbara sola, me recuesto entre ambas, continúan pelando, yo lo miro todo desde abajo, puedo admirar la vagina de Kate cuando lanza una patada alta y abre el compás, es tal cual la recuerdo, este simulador realmente escanea la totalidad del cuerpo. También aprecio como rebotan los senos de la mujer maravilla, ver la pelea de estas hembras desde el piso, ocurriendo encima de mí, me estimula mucho.

De pronto siento un dolor en mis bolas, es Bárbara, me dio una tremenda patada.

–Eres un patán –me grita– ¿por qué me dejas sola y sin terminar?

   Bárbara me sujeta del escroto con ambas manos y me arrastra por el piso lejos de ellas. Le ordeno a Kate que peleé con ella y me rescate. Yo controlo sus movimientos, aunque ambas peleen, realmente este es un enfrentamiento entre Bárbara y yo. La que gane podrá ser penetrada por mí, como ya saben, me quedé con ganas de penetrar a Batwoman, así que no voy a dejar que Barbie salga victoriosa.

   Después de diez minutos de combate, Kate gana la pelea, así que ella es la afortunada, se recuesta y la penetro, yo recuerdo como gime, su representación virtual comienza a gemir de esa manera.

–¿Por qué gime así? yo no la programé de esa manera –me pregunta Bárbara enojada– ¿has cogido con ella maldito cerdo?

  Estando yo en el suelo penetrando a Kate, Bárbara me da una patada en las bolas, está muy enojada conmigo. Yo por mi parte más excitado no puedo estar, nunca me habían pateado las bolas mientras cojo, pero qué rico es. Barbie agarra mis testículos y los comienza a apretar, yo sigo moviendo mi pelvis para venirme dentro de la prima de Bruce, luego de algunos minutos termino y quedo recostado en el piso.

   Barbie sonríe, por supuesto no estaba enojada, no es territorial, ni celosa, jugaba para darme más placer mientras cogía con Batwoman, incluso se dejó vencer por mí durante la pelea con Kate, te amo Bárbara Gordon. Ella se monta sobre mí, frota mi pene con su mano hasta lograr que se pare de nuevo, lo introduce en su vagina y comienza a moverse deliciosamente.

   Pasamos más de seis horas dentro de ese mundo virtual, haciendo muchas cosas, con muchos otros personajes, ella comentó que nunca había pasado tanto tiempo ahí, ni se había divertido tanto como esta noche.

   Al despertar en el sillón en su laboratorio, noto que mi entrepierna y torso están llenos de semen, estuve eyaculando una y otra vez, debo de tener los testículos secos, afortunadamente estaba completamente desnudo, de lo contrario mi calzón rojo estaría baboso, tal vez tieso. Bárbara está empapada de la entrepierna sobre su silla de ruedas. Tengo una sonrisa de estúpido que no se me va a quitar fácilmente, para mí también fue la noche más placentera de mi vida. Nuestros cuerpos no se tocaron, pero hicimos de todo. Tú que estas leyendo esto, eso que tu mente imagine en este momento, la fantasía más alocada que tengas, se puede hacer realidad en el paraíso virtual de esta Diosa.

   Después de limpiarme, me pongo mi tanga roja. Es momento de tocar otros temas con ella, entre ellos, mi fortuna personal. Bárbara no tiene problema en devolverme todo el dinero que posee, yo le digo que si ahora ese patrimonio consta de veinte mil millones de dólares es gracias a las buenas inversiones que ha hecho, que solamente me devuelva los mil cuatrocientos millones que heredó de mí cuando morí, accede y me hace la transferencia inmediatamente. Elogio las mejoras hechas a Oráculo y le digo que le pertenece totalmente, que me alegra el buen uso que le ha dado, ella me sonríe. También bromeamos sobre las múltiples veces que he logrado burlarla durante los últimos meses.

   Le pido que me devuelva mi ropa, se niega a hacerlo, es un hecho conocido que uno de los mejores activos de Capucha Roja es su maravilloso traje. Estamos en una discusión al respecto, de pronto, su laboratorio se queda sin energía eléctrica, todos sus sistemas fallan, luces rojas se encienden por todo el lugar, su flotante silla cae al suelo y la caja que contiene a Red se eleva desde el piso. Yo corro hacia ésta, tomo a Red que es una tela negra, me la amarro al cuello, se ciñe hasta cubrir todo mi cuerpo. En unos segundos estoy vestido como Capucha Roja.

–¿Cómo es esto posible? –pregunta Bárbara asombrada.

–Fue Red, ¿recuerdas el beanie que me quitaste en la sala? es parte de mi traje, sus nanobots debieron conectarse por alguna terminal en tu casa, a través de ellos Red hackeo tu sistema. 

   Ella me mira boquiabierta, me acerco para darle un beso de despedida pero se aleja de mí. Le hago un ademan con la mano para decir adiós, abro el elevador con mis propias manos, asistido por Red, entro en él, remuevo la rendija superior, trepo por el cable hasta la superficie y escapo, todos los sistemas de su laboratorio están desactivados, ni sus drones, ni su tecnología funciona. Recojo mi beanie salvador, que deliberadamente dejé tirado en la sala de su casa, este se fusiona con mi casco, salgo corriendo del lugar.

   No se confundan, esto es solo su laboratorio, no es Oráculo, Red jamás podría deshabilitar al nuevo Oráculo de Barbie, el poder de procesamiento de ese lugar es descomunal, nadie sabe donde se encuentra esa maravilla moderna, ni siquiera yo.

   Ya pasa de las cinco de la mañana, Dick suele llegar a las cuatro, eso es una regla fundamental, desde que lo conocí cuando yo tenía quince años, él siempre llegaba de patrullar a esa hora, por lo que he investigado mantiene ese habito. Bárbara debe de estarse preguntando por qué su novio no ha llegado a la casa, no tardará en conectar los puntos y saber que yo lo secuestré, tal vez piense que le hice daño, sea como sea, dudo que pueda hacer algo al respecto desde su silla sin ruedas. Mi hermano y yo tenemos muchas cosas de que hablar.

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