BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Assad y NicolĆ”s estaban de pie irradiando orgullo en el cuadrilĆ”tero de pelea. Los dos sementales gruƱeron el uno frente al otro, con la esperanza de infundir miedo en su oponente. Quien fuera el vencedor darĆa la oportunidad a su club de seguir en la contienda. Ā”El fragor de la batalla se apoderó rĆ”pidamente de ellos y la pelea comenzó!
DĆas antes Assad tuvo una fuerte discusión con sus compaƱeros de club que escogĆan para esa pelea a Sergio, ganador en la primera ronda.
āĀ”Pues no! āse opuso desde el principio Assadā. El capitĆ”n de este equipo soy yo. Y nadie va a, pasar por encima de mi, incluso las decisiones de Ć©ste club.
”En la actualidad, NicolÔs no perdió el tiempo en dar el primer golpe! ”Dio un salto hacia adelante y envió su puño cerrado a los fornidos pectorales del poderoso Ôrabe!
ā””UNNGH!! āgritó Assad, llevĆ”ndose todo el peso del golpe. Ā”El impacto fue tan grande que lo derribó al suelo!
Por su parte NicolĆ”s tomó con mucha valentĆa que sus compaƱeros de club y el director depositarĆ”n en Ć©l su confianza para esa batalla de desempate. El club Amatista nunca habĆa sido un favorito para el pĆŗblico y en esa oportunidad se estaba dando un momento de oro y crucial.
NicolĆ”s sonrió vilmente y rebotó sus pectorales. HabĆa derrotado a muchos luchadores en su vida.
Assad yacĆa sobre la lona mientras NicolĆ”s estaba a su lado, flexionando sus mĆŗsculos abultados para la afición que observaba en el teatro y a travĆ©s de internet.
āĀ”Maricón! ārugió Assad. Enseguida luchó por levantarse. Ā”GolpearĆa al luchador hasta que se rindiera, le mostrarĆa la fuerza inquebrantable de un miembro del club RubĆ!
Con un bufido de impaciencia, NicolÔs se inclinó y agarró la cabeza de Assad. ”Tiró sin piedad, obligÔndolo a levantarse!
Assad gritó de dolor, pero prefirió ponerse de pie obedientemente, ”su oponente envió otro puñetazo a su estómago! ”El puño envió ondas de conmoción por todo el frente de Assad!
El impacto se sintió como si un batazo se hubiera estrellado contra su estómago y le hubiese sacudido las entrañas. Un leve gemido de dolor escapó de la garganta de Assad.
Pero antes de que el capitĆ”n del club RubĆ pudiera volver a caer de rodillas, NicolĆ”s lo agarró por la cabeza y gruñó: āĀ”Eres patĆ©tico!
Assad no tuvo mucho tiempo para reaccionar.
NicolÔs rugió profundamente, mientras empujaba la cabeza de Assad hacia abajo para enroscarla con su rodillas.
Assad se tambaleó de dolor y lanzó un gruƱido. Le dolĆa el rostro y se sentĆa algo adormecido por el impacto.
La batalla no iba en absoluto como esperaba. ĀæCómo podĆa un luchador de un club mediocre dominarlo con tanta ferocidad? ĀæCómo podĆa estar perdiendo ante Ć©l?
Gimió y se tambaleó sobre sus piernas temblorosas. Se encontró apoyado contra NicolÔs en busca de apoyo. El luchador se rió entre dientes y mantuvo firme el cuerpo musculoso de su enemigo.
Tropezando hacia adelante, la cabeza dolorida de Assad encontró una forma temporal de descanso contra los pectorales y abdominales de NicolÔs. Se sintió cansado y luchó por encontrar un sentido a lo que le estaba sucediendo.
Ansioso por demostrar su total superioridad, NicolÔs gruñó y apretó los puños. Los levantó en lo alto y...
...”los bajó, golpeando con fuerza la espalda de Assad! El luchador gruñó de dolor. ”Perdió el equilibrio y cayó sobre la lona una vez mÔs!
NicolĆ”s sonrió cruelmente mientras rodeaba el cuerpo del hombre que gemĆa. Hizo crujir sus nudillos y se humedeció los labios. PodĆa sentir el aroma de la victoria cerca.
Assad se quedó quieto en el suelo, gimiendo con mĆŗltiples dolores en su cuerpo. Superado por un rival mĆ”s rĆ”pido, solo podĆa intentar minimizar el gran daƱo que NicolĆ”s le estaba infligiendo.
El luchador del club Amatista se movió para levantar a Assad sobre sus rodillas y enganchó su antebrazo alrededor de su cuello. Ā”Assad gruñó luchando por respirar! Ā”El brazo del peleador se sentĆa como una poderosa serpiente, oprimiendo su cuello y exprimiendo la vida de su cuerpo!
ā””RĆNDETE!! āgruñó NicolĆ”s. Bajó el puƱo cerrado y golpeó a Assad en la cabeza una y otra vez. El miembro RubĆ gruñó y gimió con cada golpe. Sus esfuerzos por reclamar la victoria parecĆan casi inĆŗtiles en ese momento. Se retorció en el inquebrantable agarre.
NicolĆ”s detuvo su ataque y pasó la mano lentamente por el increĆble cuerpo de Assad. Acarició sus robustos pectorales y los duros abdominales. Sus dedos se arrastraron hacia abajo hasta que encontró su pene. Lo tomó en sus manos.
Se rió cruelmente.
”Sintiendo que su oponente estaba listo para ser rematado, NicolÔs se agachó y agarró las pesadas bolas del rival!
”Assad arqueó la espalda y abrió sus grandes brazos, preparÔndose para resistir el repentino asalto doloroso! ”Un gran bramido brotó de su garganta! Intentó escapar del agarre, ”solo para sentir que la mano de su enemigo lo castigaba apretando sus huevos aún mÔs fuerte!
NicolĆ”s duplicó la presión, torturando la fuente de hombrĆa de Assad sin piedad! Los tiró mĆ”s abajo y clavó sus uƱas en la piel. NicolĆ”s disfrutaba conquistando a sus enemigos por sus bolas.
El dolor era mƔs potente de lo que Assad pudiese soportar.
ā””ME RINDO!! āĀ”gritó una y otra vez!
NicolÔs le dio un último apretón con su poderoso puño y lo soltó. Las rodillas de Assad se doblaron e inmediatamente cayó al suelo.
Por fin, Assad era vencido.
Assad se llevó las manos a las bolas. Lo que pareció una hora de agonĆa pasó en cuestión de segundos y el dolor pronto remitió. Assad se relajó en el suelo e intentó descansar, oyendo como una humillación los aplausos para el club que ocupaba un lugar en la siguiente ronda.
āEs sorprendente āoyó la voz en la conducción de Simón Chacónā, Ć©ste torneo es una para oportunidad para los club que por tradición han sido relegados. Llegó la hora de ellos decir somos buenos y estamos aquĆ.
NicolÔs subió a las cuerdas celebrando su triunfo y sintiéndose orgulloso.
Assad y NicolĆ”s estaban de pie irradiando orgullo en el cuadrilĆ”tero de pelea. Los dos sementales gruƱeron el uno frente al otro, con la esperanza de infundir miedo en su oponente. Quien fuera el vencedor darĆa la oportunidad a su club de seguir en la contienda. Ā”El fragor de la batalla se apoderó rĆ”pidamente de ellos y la pelea comenzó!
DĆas antes Assad tuvo una fuerte discusión con sus compaƱeros de club que escogĆan para esa pelea a Sergio, ganador en la primera ronda.
āĀ”Pues no! āse opuso desde el principio Assadā. El capitĆ”n de este equipo soy yo. Y nadie va a, pasar por encima de mi, incluso las decisiones de Ć©ste club.
”En la actualidad, NicolÔs no perdió el tiempo en dar el primer golpe! ”Dio un salto hacia adelante y envió su puño cerrado a los fornidos pectorales del poderoso Ôrabe!
ā””UNNGH!! āgritó Assad, llevĆ”ndose todo el peso del golpe. Ā”El impacto fue tan grande que lo derribó al suelo!
Por su parte NicolĆ”s tomó con mucha valentĆa que sus compaƱeros de club y el director depositarĆ”n en Ć©l su confianza para esa batalla de desempate. El club Amatista nunca habĆa sido un favorito para el pĆŗblico y en esa oportunidad se estaba dando un momento de oro y crucial.
NicolĆ”s sonrió vilmente y rebotó sus pectorales. HabĆa derrotado a muchos luchadores en su vida.
Assad yacĆa sobre la lona mientras NicolĆ”s estaba a su lado, flexionando sus mĆŗsculos abultados para la afición que observaba en el teatro y a travĆ©s de internet.
āĀ”Maricón! ārugió Assad. Enseguida luchó por levantarse. Ā”GolpearĆa al luchador hasta que se rindiera, le mostrarĆa la fuerza inquebrantable de un miembro del club RubĆ!
Con un bufido de impaciencia, NicolÔs se inclinó y agarró la cabeza de Assad. ”Tiró sin piedad, obligÔndolo a levantarse!
Assad gritó de dolor, pero prefirió ponerse de pie obedientemente, ”su oponente envió otro puñetazo a su estómago! ”El puño envió ondas de conmoción por todo el frente de Assad!
El impacto se sintió como si un batazo se hubiera estrellado contra su estómago y le hubiese sacudido las entrañas. Un leve gemido de dolor escapó de la garganta de Assad.
Pero antes de que el capitĆ”n del club RubĆ pudiera volver a caer de rodillas, NicolĆ”s lo agarró por la cabeza y gruñó: āĀ”Eres patĆ©tico!
Assad no tuvo mucho tiempo para reaccionar.
NicolÔs rugió profundamente, mientras empujaba la cabeza de Assad hacia abajo para enroscarla con su rodillas.
Assad se tambaleó de dolor y lanzó un gruƱido. Le dolĆa el rostro y se sentĆa algo adormecido por el impacto.
La batalla no iba en absoluto como esperaba. ĀæCómo podĆa un luchador de un club mediocre dominarlo con tanta ferocidad? ĀæCómo podĆa estar perdiendo ante Ć©l?
Gimió y se tambaleó sobre sus piernas temblorosas. Se encontró apoyado contra NicolÔs en busca de apoyo. El luchador se rió entre dientes y mantuvo firme el cuerpo musculoso de su enemigo.
Tropezando hacia adelante, la cabeza dolorida de Assad encontró una forma temporal de descanso contra los pectorales y abdominales de NicolÔs. Se sintió cansado y luchó por encontrar un sentido a lo que le estaba sucediendo.
Ansioso por demostrar su total superioridad, NicolÔs gruñó y apretó los puños. Los levantó en lo alto y...
...”los bajó, golpeando con fuerza la espalda de Assad! El luchador gruñó de dolor. ”Perdió el equilibrio y cayó sobre la lona una vez mÔs!
NicolĆ”s sonrió cruelmente mientras rodeaba el cuerpo del hombre que gemĆa. Hizo crujir sus nudillos y se humedeció los labios. PodĆa sentir el aroma de la victoria cerca.
Assad se quedó quieto en el suelo, gimiendo con mĆŗltiples dolores en su cuerpo. Superado por un rival mĆ”s rĆ”pido, solo podĆa intentar minimizar el gran daƱo que NicolĆ”s le estaba infligiendo.
El luchador del club Amatista se movió para levantar a Assad sobre sus rodillas y enganchó su antebrazo alrededor de su cuello. Ā”Assad gruñó luchando por respirar! Ā”El brazo del peleador se sentĆa como una poderosa serpiente, oprimiendo su cuello y exprimiendo la vida de su cuerpo!
ā””RĆNDETE!! āgruñó NicolĆ”s. Bajó el puƱo cerrado y golpeó a Assad en la cabeza una y otra vez. El miembro RubĆ gruñó y gimió con cada golpe. Sus esfuerzos por reclamar la victoria parecĆan casi inĆŗtiles en ese momento. Se retorció en el inquebrantable agarre.
NicolĆ”s detuvo su ataque y pasó la mano lentamente por el increĆble cuerpo de Assad. Acarició sus robustos pectorales y los duros abdominales. Sus dedos se arrastraron hacia abajo hasta que encontró su pene. Lo tomó en sus manos.
Se rió cruelmente.
”Sintiendo que su oponente estaba listo para ser rematado, NicolÔs se agachó y agarró las pesadas bolas del rival!
”Assad arqueó la espalda y abrió sus grandes brazos, preparÔndose para resistir el repentino asalto doloroso! ”Un gran bramido brotó de su garganta! Intentó escapar del agarre, ”solo para sentir que la mano de su enemigo lo castigaba apretando sus huevos aún mÔs fuerte!
NicolĆ”s duplicó la presión, torturando la fuente de hombrĆa de Assad sin piedad! Los tiró mĆ”s abajo y clavó sus uƱas en la piel. NicolĆ”s disfrutaba conquistando a sus enemigos por sus bolas.
El dolor era mƔs potente de lo que Assad pudiese soportar.
ā””ME RINDO!! āĀ”gritó una y otra vez!
NicolÔs le dio un último apretón con su poderoso puño y lo soltó. Las rodillas de Assad se doblaron e inmediatamente cayó al suelo.
Por fin, Assad era vencido.
Assad se llevó las manos a las bolas. Lo que pareció una hora de agonĆa pasó en cuestión de segundos y el dolor pronto remitió. Assad se relajó en el suelo e intentó descansar, oyendo como una humillación los aplausos para el club que ocupaba un lugar en la siguiente ronda.
āEs sorprendente āoyó la voz en la conducción de Simón Chacónā, Ć©ste torneo es una para oportunidad para los club que por tradición han sido relegados. Llegó la hora de ellos decir somos buenos y estamos aquĆ.
NicolÔs subió a las cuerdas celebrando su triunfo y sintiéndose orgulloso.
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