CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Era una ardua semana en la competencia por el mejor club en Cinturón de honor, cuatro equipos pasaron a la siguiente ronda: Amatista, Ámbar, Diamante y Esmeralda. En aquella ocasión iban a enfrentarse en un único duelo uno de sus luchadores y el ganador daría pase directo a su club a la ronda final.
Aquel día el primer duelo era entre el club Amatista representado por Lomax versus el capitán del club Diamante el sagaz Elmer.
¡Lomax golpeó primero, estrelló su puño contra la dura mandíbula de Elmer! El letal rubio gruñó ante el repentino impacto y se tambaleó hacia atrás.
—Ese puesto es nuestro —gruñó Lomax enviando otro puñetazo al estómago de Elmer.
El capitán del club Diamante se dobló tosiendo y cayó al piso.
En su carga de adrenalina, Lomax levantó a Elmer del suelo y lo sostuvo de lado. Su mano se aferró al redondo y firme trasero de Elmer; podía sentir el calor entre sus nalgas.
—Ríndete o te partiré la columna —amenazó Lomax.
Elmer sonrió y lo retó: —¡Sí, eso es lo que tienes! ¡No te detengas! ¡Muestranos tu fuerza!
Elmer no puso resistencia cuando Lomax lo levantó por encima de su cabeza. ¡El miembro del club Amatista usó sus poderosos músculos para golpear el cuerpo del capitán Diamante contra la lona!
Cayó con un fuerte gruñido y el impacto sacudió el ring de lucha libre. La lana colocada debajo del lienzo ayudó a suavizar el golpe, pero Lomax se aseguró de usar suficiente fuerza para que doliera.
El luchador se tomó un momento para disfrutar la experiencia de ver al creído capitán Diamante, gimiendo de dolor. Hundió el pie con fuerza en el musculoso estómago de Elmer, que le hizo gruñir y toser.
—Augh, carajo... —gimió cuando Lomax lo abandonó para trepar por el tensor más cercano.
Lomax subió a la parte superior del tensor y se balanceó sobre las cuerdas. Se paró con confianza en el borde del ring, con el pecho empujado hacia afuera, saltaría al cuerpo de Elmer.
Se puso en cuclillas y gruñó a Elmer, que permaneció inmóvil donde yacía.
¡El luchador Amatista saltó para aplastar a su contrincante!
¡Con un rugido, el luchador voló hacia el cuerpo inerte de Elmer! ¡Usaría todo su peso para quitarle el aliento, inmovilizarlo y terminar el combate rápidamente!
¡Pero algo salió mal! ¡Mientras caía, notó que Elmer subía la cabeza hacia él y le mostraba una sonrisa burlona! ¡Era demasiado tarde para detener su descenso!
¡El guapo y varonil de Elmer levantó sus poderosas piernas y atrapó a Lomax en el aire!
Lomax gruñó en estado de shock, ¡sin saber qué hacer! ¡Nunca se dio cuenta de que Elmer le había tendido una trampa!
Elmer sostuvo erguido el peso del luchador Amatista con un gruñido. Se rió mientras bajaba y levantaba las piernas repetidamente, usando a un Lomax humillado como peso de resistencia para ejercitar sus poderosas extremidades.
¡Elmer usó la fuerza de sus fornidas piernas para catapultar hacia atrás en dirección a uno de los tensores a Lomax!
¡Lomax golpeó el tensor con un ruido sordo y escapó un fuerte grito de dolor! Su cabeza golpeó contra la lona y su cuerpo se golpeaba con fuerza.
Elmer se puso de pie de un salto en un movimiento rápido y se pavoneó hacia el público, después caminó hacia Lomax, quien luchó con todas sus fuerzas para ponerse de pie. Ayudándolo a levantarse, Elmer agarró los cabellos de Lomax y tiró de ellos cruelmente hasta que lo obligó a ponerse de pie.
Mareado e incapaz de sostenerse solo, Lomax se apoyó en el tensor para gemir impotente. El mundo que lo rodeaba daba vueltas y su cabeza latía horriblemente.
—¡Vamos, Lomax! —animó Elmer con una carcajada—. El club Amatista nunca pudo competir contra tanto músculo.
Elmer agarró a Lomax en un abrazo de oso y el guapo luchador del club Amatista apenas se resistió cuando Elmer ejecutó sin problemas su ataque!
¡PAAAAF!
¡La parte superior del cuerpo de Lomax se llevó la peor parte del impacto cuando Elmer le aplicó un suplex!
Lomax gritó de dolor, pero no pudo hacer nada más que permanecer en las garras de Elmer y soportarlo. Elmer gruñó y lo golpeó repetidamente con el pie, lo que obligó a Lomax a sentir cada onda expansiva de dolor.
Elmer finalmente dejó ir a Lomax la lucha iba exactamente como esperaba. No pasaría mucho tiempo antes de destruir las ilusiones del club Amatista de ir a la final.
Lomax intentó levantarse y Elmer se barrió rápidamente e hizo perder el equilibrio a Lomax con un movimiento de pierna. ¡El muchacho cayó al suelo con un gruñido!
Elmer sintió una adrenalina asesina potente y retrocedió hacia las cuerdas, y después corrió hasta Lomax cayendo sobre él.
Estrelló con fuerza sobre el pecho fornido de Lomax su codo. El luchador del club Amatista sintió como si un mazo de acero pulverizara sus músculos de los pectorales.
Gruñó y gritó de dolor. Elmer, sabiendo que Lomax no podría oponer resistencia, se tomó un momento para respirar. Pasó sus manos sobre el duro pecho y los abdominales de Lomax y admiró su cuerpo.
Elmer se puso de pie y recogió el sudor que manaba de su torso. Con un tosco movimiento de muñeca, envió su sudor caliente y sexy volando sobre el cuerpo sin fuerzas de Lomax. Había llegado el momento de poner fin a esa pelea y demostrarle a Lomax quién era el experto en peleas.
—¡¡Así es, Lomax!! —Elmer se emocionó cuando Lomax se puso de pie, sosteniendo su cabeza y gimiendo—. ¡Así es! ¡Vamos, Lomax! ¡Nunca te rindas!
Elmer corrió como un toro contra él y con fuerza lo estrelló contra el esquinero. Lomax gritó adolorido cuando su espalda sintió el impacto del golpe. Elmer lo golpeó al cuerpo repetidamente y después lo agarró de las bolas.
—¡¡¡AAAAAAAAAAARG!!!
Le aplicó varios tirones y apretones bruscos a sus órganos reproductores.
Elmer siguió con las humillaciones. ¡Quería que Lomax sufriera su derrota! ¡Quería que supiera sin lugar a dudas quién era el experto en luchas! Apretó los huevos con saña y lo dejó ir.
Elmer colocó sus manos detrás de su cabeza y expuso su duro y musculoso pecho y abdomen, pavoneándose.
Lomax no perdió tiempo ante una oportunidad que valía oro y solo duraría segundos. Echo la pierna hacia atrás y con fuerza pateó las bolas del arrogante Elmer.
—¡AAAAAAAAAAAAAH!
Elmer gritó de dolor cuando se elevó del suelo con sus bolas deformadas contra la bota del luchador y su pelvis, fue un dolor cruel y profundo.
El capitán del club Diamante cayó al suelo revolcándose del tenaz dolor de huevos.
Lomax respiró aliviado y reuniendo fuerza se echó sobre él aplicando una llave que Elmer jamás podría deshacer.
El referí hizo el conteo que coronó a Lomax como el ganador y le daba a su club el pase a la final mientras un derrotado Elmer todavía se retorcía en la lona agarrando sus testículos.
—¡¿Eso es todo?! —se rió—. El club amatista asegura su puesto en la final.
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