Juega sucio como Los Panteras - Las Bolas de Pablo

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21 oct 2020

Juega sucio como Los Panteras

CONTIENE:

BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

Jonathan

Jonathan afirmĆ³ con la cabeza, con la respiraciĆ³n profunda se abalanzĆ³ sobre Gabriel, apuntando con el codo directo a su pecho.

Gabriel agarrĆ³ el brazo de Jonathan y rĆ”pidamente golpeĆ³ su rodilla en el estĆ³mago del muchacho.

Gabriel

—¿Como se sintiĆ³ eso? —preguntĆ³.

Los dos eran jugadores de un equipo de rugby playa. 

Estaban entrenando ante una solitaria cacha, repleta de arena es un espacio cerrado. VestĆ­an nada mĆ”s que ajustados baƱadores como lo hacĆ­an en los partidos de la liga. 

—Bueno —tosiĆ³ Jonathan—, sigamos ensayando. Quiero estar preparado hasta nuestro prĆ³ximo encuentro con las panteras, esos tipos juegan muy sucio y necesito estar alerta. Recuerda, trata de ir por las huevas mĆ”s que otras partes del cuerpo, asĆ­ atacan ellos. 

Cuando Gabriel asintiĆ³, Jonathan lo empujĆ³, agarrĆ³ el balĆ³n de rugby y corriĆ³ hacia el otro lado de la cancha.

—¡Hey! ¡Aguarda! —gritĆ³ Gabriel. 

Fue tras Jonathan que corrĆ­a hacia la lĆ­nea de meta. 

Gabriel negĆ³ con la cabeza y gruĆ±Ć³ posicionĆ”ndose muy cerca de su compaƱero de equipo y aterrizando contra el una patada muy fuerte a sus gĆ³nadas desde atrĆ”s.



—¡AAAAAAAAAH! —gritĆ³ Jonathan y se dejĆ³ caer de rodillas haciendo rodar el balĆ³n pero sosteniendo sus bolas mientras tenĆ­a la mirada perdida.

—LevĆ”ntate, Johnny. No ganarĆ”s partidos por una patada —dijo Gabriel, mientras agarraba el balĆ³n.

Jonathan lo mirĆ³ a los ojos color avellana mientras lanzaba un poderoso puƱetazo a las colgantes ciruelas de Gabriel.

Su amigo se agarrĆ³ las bolas, gimiendo.

—AsĆ­ de descarados no son Los Panteras —dijo Jonathan cuando pudo. 

Gabriel se puso de rodillas embargado de un profundo dolor. 
Jonathan seguƭa sujetƔndose los huevos y gimiendo.

Gabriel se puso de pie, con una mano en sus bolas mientras usaba la otra para golpear el pecho musculoso de Jonathan.

—¡Arhhhhhh! —chillĆ³ Jonathan, haciendo eco en la cancha.

Justo cuando fue a frotarse el pecho, Gabriel apuntĆ³ un puntapiĆ© en los testĆ­culos.

Jonathan volviĆ³ a gritar y aterrizĆ³ de cara a la arena. Antes de que pudiera reaccionar, Gabriel corriĆ³ y pateĆ³ sus huevos por detrĆ”s.

Jonathan tosiĆ³, tratando de recuperar el aliento mientras rodaba. Se sentĆ­a como si su hombrĆ­a fuera pateada hasta su estĆ³mago.

Jonathan vio que Gabriel se acercaba a Ć©l. RĆ”pida y dolorosamente, se sentĆ³, enviando otro golpe al escroto de Gabriel.

El poder del puƱetazo hizo que Gabriel cayera sobre su trasero, gimiendo. —Aaa… bueno, Johnny… ¡arghh! —gruĆ±Ć³.
Ambos hombres se volvieron a poner de pie, mirƔndose el uno al otro.

Gabriel le dio una patada a un lento Jonathan, su pie desnudo levantĆ³ arena y atrapĆ³ las huevas de Jonathan contra su pelvis.

Jonathan se quedĆ³ sin aliento, se inclinĆ³ hacia adelante y se agarrĆ³ las bolas mientras trataba de respirar.

Gabriel enviĆ³ su pie hacia la cara de Jonathan, lo que hizo que gritara de dolor mientras caĆ­a de espaldas, sujetĆ”ndose el rostro.

—Ahora el entrenamiento tomarĆ” otro rumbo —advirtiĆ³. 
Se arrastrĆ³ hacia Jonathan y apretĆ³ sus bolas con todas sus fuerzas.

El deportista gritĆ³ de dolor, mientras trataba de apartar la mano de Gabriel. 

Junto con el dolor de tener sus testĆ­culos apretados como limones, Jonathan entrĆ³ en pĆ”nico de quedar estĆ©ril.

Gabriel soltĆ³ el par de bolas. 

Jonathan gimiĆ³ rodando por el suelo, agarrĆ”ndose los huevos.

Gabriel se riĆ³.

—Necesitas ser un poco mĆ”s resistente —dijo—, si sigues asĆ­ lamentĆ”ndote como nena el equipo contrario siempre te harĆ” pedazos. 


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